Kaleidescape, la compañía detrás del servicio de streaming con mejor calidad del mundo que incluso llega a superar lo visto en los discos UHD físicos y que usan los directores de cine en sus salas de cine privadas, ha dado un paso más en la mejora de la calidad de imagen, al pasarse a la asociación 8K (8K Association) en un claro guiño a una mayor resolución, algo que en el mundo de la proyección y pantallas enormes de 130 a 170 pulgadas si tiene sentido.
La empresa, además, ha intentado democratizar su servicio con el lanzamiento del reciente Strato M, un reproductor con un coste más «económico» de 4000 dólares, con soporte para Dolby Vision y audio sin pérdida, aunque evidentemente por precio y por catálogo, sigue estando totalmente orientado al mercado del cine en casa de alta gama, especialmente a proyección, ya que muchos másters son diferentes al encontrado en UHD, por ejemplo.
Kaleidescape: el servicio de streaming privado con mejor calidad del mundo para salas de cine privada
Para quien no lo conozca, Kaleidescape solo está disponible en Estados Unidos, aunque hay formas de acceder fuera de ese país usando, por ejemplo, una VPN. Sin embargo, bien sea con la versión más económica Strato M o con la versión tradicional, la inversión necesaria es altísima. Este servicio se basa en streaming, es decir el reproductor (que está basado o en un hardware propietario) se encarga de reproducir el contenido seleccionado de los servidores de Kaleidescape…descargándolo primero.
Básicamente el sistema se compone de un servidor donde se descargan las películas compradas y de un reproductor. Tiene varios modelos diferentes según capacidades, desde el nuevo Strato M con una capacidad de 480 GB en formato SSD hasta el reproductor Strato C, que tiene un precio de 2.995 dólares. Sin embargo, también necesitamos un servidor de la propia marca, como por ejemplo el modelo Compact Terra que tiene una capacidad de 6 TB con un precio de 5.995 dólares, para poder descargar el contenido a visualizar. Es decir, montar el sistema más «básico» de Kaleidescape cuesta casi 9.000 dólares.
Ahí no acaba la cosa, ya que no solo deberemos pagar todo ese dineral por el hardware…si no que queda el contenido. Los estrenos tienen un precio de 24,99 dólares en compra y 7,99 dólares en alquiler, que duran un tiempo determinado en nuestro servidor hasta que se eliminan automáticamente. El sistema cuenta con 13.000 títulos, con casi 1.500 títulos en 4K UHD. Pero lo más llamativo es que casi 700 de esos 1.500 títulos en 4K UHD no están disponibles en formato físico en esta resolución, siendo másters exclusivos para esta plataforma.
Kaleidescape se une a la 8K Association, ¿por fin veremos contenido 8K en entornos domésticos?
Ya hemos explicado que una de sus mayores ventajas es contar con una mayor tasa de bits de la que utilizan los discos físicos. Esto se debe a que el sistema Kaleidescape no limita el tamaño del archivo resultante, como si ocurre si utilizamos un disco Blu-ray. Además, el servicio actualiza constantemente las películas, ya sea para incluir las versiones 4K de las mismas o para realizar diferentes mejoras, como añadir un vídeo con más bitrate o un mejor audio. Todo ello, al parecer, sin coste para el cliente.
Pues bien, en su intento de perfeccionar lo máximo posible su catálogo, en un comunicado de prensa conjunto, Kaleidescape ha anuciado que se ha unido a la Asociación 8K (8K Association). Según la empresa, la resolución 8K es ideal para un entorno de nicho con las características tan concretas que tienen sus clientes, por lo que tiene todo el sentido del mundo unirse a la asociación y, en un futuro cercano, ir lanzando material 8K, debido al aumento del tamaño de las pantallas tanto de cine como de televisores.
De momento, la empresa ha compartido ningún cronograma ni hoja de ruta del producto, ni fechas de lanzamiento salvo esta escueta rueda de prensa, donde la empresa ha hecho hincapié en su compromiso para ampliar los límites del entretenimiento en el hogar y garantizar que su plataforma permanezca a la vanguardia de la innovación tecnológica.