Todavía recuerdo con cariño mis primeros años en Netflix. Seamos sinceros: tener acceso a todo tipo de películas, series y documentales pagando una cuota fija razonable (y, claro está, compartiendo cuenta) abrió un nuevo mundo para mí. Al igual que millones de españoles, decidí guardar mi viejo sombrero de Jack Sparrow.
El catálogo era inmenso, con series y películas de grandísima calidad. Pero el pastel no iba a ser solo para Netflix. Aunque tenía competencia, dominaba el sector del streaming. Sin embargo, no tardaron en aparecer otros actores, como Disney+, con el objetivo de plantar cara a la gran N.
Con el tiempo, la cuota de mercado se fue distribuyendo, pero lo que realmente se estaba formando era una tormenta perfecta para el muy esperado, pero igualmente temido, pinchazo de la burbuja del streaming. HBO Max es el último ejemplo de ello.
HBO Max ha perdido casi 2 millones de suscriptores
Warner Bros. Discovery perdió 1,8 millones de suscriptores de streaming entre el 1 de abril y el 30 de junio, coincidiendo con el lanzamiento de Max, la unión de HBO Max y Discovery+. Según recogen desde Variety, la plataforma cuenta actualmente con 95,8 millones de suscriptores, según el informe de ganancias del segundo trimestre de la compañía.
Warner Bros. Discovery ya había advertido a los inversores sobre una posible caída en el número de suscriptores para el segundo trimestre. La plataforma esperaba que muchos clientes de Discovery+ se dieran de baja tras la fusión con HBO Max, pero las cifras no son positivas.
“El importante trabajo que estamos realizando para transformar nuestros negocios hacia el futuro sigue impulsando nuestro sólido rendimiento financiero. Esto se refleja en las significativas mejoras en nuestro balance y en nuestro actualizado objetivo de sinergia de más de $5 mil millones”, señaló David Zaslav, CEO de Warner Bros. Discovery, en una carta a los accionistas. Teniendo en cuenta que han apretado el cinturón como nadie, era de esperarse…
El caso de HBO Max no es aislado. Netflix ha perdido el primer puesto como plataforma de streaming con más suscriptores. Y en cuanto a Disney+, otro reporte de Variety destaca la pérdida de 2,4 millones de suscriptores por parte de esta plataforma.
La realidad es clara: la burbuja del streaming ha pinchado, y el sector enfrentará retos significativos.
La burbuja del streaming ha pinchado: ¿cómo nos afectará?
El término «burbuja del streaming» hace referencia a una burbuja financiera, similar a la burbuja dot-com de finales de los 90. Se trata de un mercado saturado que puede generar pérdidas masivas.
Durante los años 2010 y 2020, se observó un aumento en el número de servicios de streaming. Empresas como Netflix, Amazon Prime Video, Disney+, HBO Max, Apple TV+ y otras entraron en competencia. Muchas decidieron retirar sus contenidos de plataformas compartidas para alojarlos exclusivamente en sus propios servicios. Esto generó una fragmentación del contenido.
Con esto, Netflix perdió parte de su encanto. Aunque su catálogo seguía siendo extenso, ya no poseía todos esos títulos que lo hacían único. Durante este proceso, muchas plataformas, incluyendo a Netflix, decidieron invertir en contenido original para distinguirse en un mercado saturado. Estas inversiones aumentaron los costos, pero también produjeron contenidos de alta y baja calidad. En particular, hemos notado esto último en Netflix, con algunas producciones subpar. Por no hablar de la avalancha de series Marvel en Disney+. Personalmente, ya no sigo a Loki, ¡ni hablar de Caballero Luna!
Otros factores indican que la burbuja se pinchó hace un tiempo. En mercados saturados, suelen ocurrir fusiones y adquisiciones. El caso de HBO Max y Discovery+ es un claro ejemplo.
El contenido original, que se ha convertido en el diferenciador principal para muchas plataformas, podría sufrir recortes importantes. La restricción presupuestaria y las preocupaciones sobre la rentabilidad podrían llevar a las empresas a reducir su inversión en nuevas producciones.
Entonces, ¿cómo nos afectará esto como usuarios? Es probable que veamos la introducción de publicidad en muchas plataformas y un aumento en los precios de suscripción. Además, podríamos tener que conformarnos con contenidos de menor calidad.
Para complicar aún más la situación, hay una huelga de actores y guionistas en curso que podría paralizar grandes producciones. Se avecinan tiempos difíciles para el sector, y los usuarios podríamos ser los más afectados.