En el séptimo capítulo de segunda temporada de ‘La casa del dragón’ vimos cómo la reina Rhaenyra, en un movimiento desesperado por ganar la guerra contra su hermano virtiendo la menor cantidad de sangre posible, trata de ‘cosechar’ jinetes de dragón. Asentados en Rocadragón, morada preferida de las bestias a lo largo y ancho de Poniente, los Negros tienen a su alrededor varios dragones salvajes y sin jinete y, sin embargo, sólo quedan tres miembros del bando que sepan montar. El bando está en feroz necesidad de equilibrar los bandos, dado que los Verdes no sólo tienen un ejército en tierra, sino también cuentan entre sus filas con el dragón más grande y viejo de los Siete Reinos, Vhagar.
¡OJO Spoilers de ‘La casa del dragón’!
Rhaenyra trata de honrar al capitán de su Guardia Real, Ser Streffon Darklyn, con la montura de Bruma, el dragón de Laenor Velaryon (su difunto marido). Sin embargo, Darklyn fue quemado vivo por la bestia, en un ataque que dejó a Rhaenyra destrozada ante la pérdida de uno de sus hombres más fieles. El sexto capítulo terminó con Addam de Quilla, bastardo de Lord Corlys y, por tanto, medio-hermano de Laenor, montando a la bestia y surcando los cielos de Puertoespecia. Esto no hace más que reavivar las esperanzas en la reina, a quien le queda claro que su intento fallido puede llegar a ser todo un éxito.
Rhaenyra entonces manda llamar a todos los bastardos de Desembarco del Rey, que deben dirigirse a Rocadragón para llevar a cabo el experimento, en un acto que más tarde se conocerá entre el pueblo de los Siete Reinos como la ‘Cosecha Roja’. Vemos que los esfuerzos de la reina reúnen a unos cincuenta ciudadanos de cuna humilde y pelo plateado, bastardos de Targaryen conocedores de su linaje que, sin embargo, viven en los suburbios más pobres de la capital.
¿De dónde salen tantos descendientes de la estirpe Valyria?
Los hijos bastardos de Targaryen se conocen por el nombre de ‘semillas del dragón’ y, aunque hay casos de simple infidelidad por parte de reyes y príncipes, la mayor parte de ellos son consecuencia de una tradición conocida popularmente como la ‘Primera Noche’. En una costumbre similar al derecho de pernada, la tradición permite a los reyes de Poniente (Targaryen, exclusivamente, hasta la rebelión de Robert Baratheon de ‘Juego de Tronos’) tener relaciones con la novia durante la noche de bodas y antes que su marido si así lo desea, sin importar el estatus social del matrimonio.
La mujer que quedaba embarazada después de esta relación era considerada bendecida, dado que los señores del dragón Valyrios se consideraban poco menos que dioses. Según el material original, la corona llena a la familia que acoge un bastardo Targaryen de regalos, oro y tierras, aunque eso no es algo que veamos reflejado en ‘La casa del dragón’, en la que la mayoría de «semillas» viven en la absoluta pobreza como parte del pueblo llano de Lecho de Pulgas.
Los hijos bastardos en poniente suelen llevar el apellido regional de su lugar de nacimiento (en el caso de Desembarco del Rey, ‘Mares’), pero ello solo ocurre cuando el progenitor noble (en la gran mayoría de casos, el padre) reconoce al bastardo como propio, algo que los Targaryen de ‘La casa del dragón’ no parecen haber hecho. Ni Ulf el Blanco ni Hugh Martillo, los dos nuevos jinetes de Ala de Plata y Vermithor, respectivamente, utilizan el apellido que deberían, dado que ninguno de los dos ha sido reconocido oficialmente por un miembro de la familia real. Tampoco lo emplean Alyn y Addam de Quilla, que aún conociendo a su padre, llevan por patronímico el lugar en el que nacieron.
El rey Jaehaerys I el Conciliador (con quien, si recordamos, arranca el capítulo piloto de la serie) prohíbe la práctica de la ‘Primera Noche’ aconsejado por su esposa, la reina Alysanne, lo que le ganó el favor del pueblo llano y el sobrenombre de ‘el Bondadoso’.
Jaehaerys, abuelo de Viserys y Daemon, tuvo trece hijos, con lo que, aún estando la tradición prohibida, imaginamos que más de un príncipe haría incursiones en burdeles y calles oscuras de la ciudad al llegar la noche. La historiografía de Poniente recalca que, si bien la costumbre fue abolida, en algunos territorios del Norte los señores de las casas mayores lo siguieron practicando durante años; Lord Bolton y Lord Umber entre ellos.
Sea como fuere, solo queda un capítulo para conocer el desenlace de la segunda temporada de ‘La casa del dragón’. Lo podremos ver en Max dentro de muy poco.