En las últimas semanas ha habido una película sobre una joven monja americana que llega a Roma para dedicar su vida a la fe y se encuentra con una oscura conspiración religiosa. Esa película es ‘Immaculate’, protagonizada por Sydney Sweeney (‘Euphoria’, ‘Cualquiera menos tú’). Pero hay otra película que comparte su premisa cuyo brillo ha sido parcialmente eclipsado por esta coincidencia. Mientras que tendremos que esperar hasta el 1 de mayo para poder ver ‘Immaculate’, su complementaria, ‘La primera profecía’, ya se ha estrenado en salas españolas.
Si el título te resulta familiar se debe a que es una precuela del clásico del cine de terror de 1976, ‘La profecía’, en el que Gregory Peck descubre que su hijo pequeño es en realidad el Anticristo. Siguiendo la tendencia reciente de reutilizar propiedad intelectual existente, 20th Century encargó una nueva película de esta saga. Después de tres secuelas y un remake en 2006 —todas ellas mal recibidas por la crítica y los fans— esta nueva entrega de la saga de ‘La profecía’ tenía todas las de perder.
Pero lo cierto es que, en manos de su directora Arkasha Stevenson, ‘La primera profecía’ se eleva muy por encima de las que deberían ser sus posibilidades. Nadie esperaba de esta película nada más que un intento desesperado por reanimar una franquicia muerta a través de una trama pobre y una colección de ecos nostálgicos para sus fans; pero ‘La primera profecía’ es fácilmente la mejor película de la saga desde la original, además de una de las mejores precuelas del cine de terror en conjunto.
‘La primera profecía’: vuelve el clásico de terror y lo hace en plena forma
‘La primera profecía’ cuenta la historia de Margaret Daino, una monja americana que se instala en un orfanato romano en 1971 en el que empiezan a suceder cosas extrañas. La niña más problemática del orfanato, Carlita, tiene visiones que recuerdan a Margaret a las que ella misma tenía en su infancia.
En lugar de apoyarse en el efectismo fácil que solemos ver en mucho cine de terror de grandes estudios, ‘La primera profecía’ toma el camino de su predecesora y se acerca más al terror pausado y atmosférico de los 70. La película exprime al máximo su ambientación, regodeándose en el imaginario católico imponente para contar este cuento gótico.
Como es de esperar, tiene también varios sustos a lo largo de su metraje, pero están bien ejecutados. Incluso cuando te esperas el momento del susto, la película lo lleva a cabo de una forma que no acabas de anticipar, manteniéndote siempre al borde de la butaca. La película pasa tanto tiempo creando un ambiente de tensión palpable que, cuando llegan los sustos, son merecidos.
Donde realmente brilla esta precuela, sin embargo, es en el aspecto visual. A pesar de ser su primer largometraje como directora, Stevenson demuestra una destreza singular detrás de la cámara. Cada plano de la película es un terrorífico cuadro. El imaginario que utiliza en combinación con un magnífico trabajo de fotografía e iluminación dan lugar a algunos de los planos más potentes de la historia reciente del terror.
‘La primera profecía’ está llena de imágenes que se quedarán instaladas en tu memoria tiempo después de haber visto la película. Incluso en los momentos más claros de “fan service”, en los que recrea planos de la película original, encuentra la forma de darles una nueva personalidad y significado. Estas impactantes imágenes, además, están acompañadas por un trabajo de sonido y una banda sonora que convierten la película en una experiencia asfixiante hasta en sus escenas más pausadas.
Los eventos de esta película se encadenan directamente con el comienzo de la original, y explican todos los pasos que llevan al nacimiento de Damien, el Anticristo. Aunque, a primera vista, otra adición a una saga de terror como esta puede parecer superflua, ‘La primera profecía’ es una extraña excepción que sí que tiene algo que aportar. La historia de la saga es la de una facción de la Iglesia que decide dar vida al Anticristo.
Mientras que la película original nos sitúa en la perspectiva del padre, esta precuela nos habla de la madre, contando una historia de embarazo forzado y violación más en la línea de ‘La semilla del diablo’. Aunque la trama es descabellada y fantástica, está repleta de ecos de una realidad de abusos y violencia dentro de la Iglesia Católica que le dan peso.
En el corazón de este cuento gótico se encuentra el personaje de Margaret. El elenco de la película está plagado de buenas interpretaciones como las de Ralph Ineson y Bill Nighy, pero la verdadera revelación de ‘La primera profecía’ es la de su protagonista Nell Tiger Free (‘Juego de tronos’, ‘Servant’). Su papel como Margaret es un tour de force, una demostración de su convicción como actriz con tan solo 24 años.
Todavía es pronto para determinar si esta precuela será recordada por los fans del cine de terror, pero si algo queda de ella en el imaginario colectivo, será sin duda su brillante interpretación. En una de las escenas más perturbadoras y emocionantes de la película, la cámara se mantiene quieta sobre ella, mientras Tiger Free hace una interpretación que recuerda a Isabelle Adjani en ‘Posesión’. Sin duda, nos encontramos ante una nueva “scream queen”.
Hacia el final, la película sufre del síndrome de la franquicia. A pesar de sus ideas frescas y su dirección estelar, se ve obligada a reafirmar su lugar como parte de un todo. La trama se vuelve enrevesada en sus conexiones con la original, y acaba haciendo el viejo truco de dejar la posibilidad de una nueva secuela abierta.
A pesar de ello, la dirección de Stevenson se mantiene segura de sí misma con un toque de auto-conciencia. Sí, estamos hablando del nacimiento del Anticristo, pero los gritos de Tiger Free y las imágenes espeluznantes que los provocan se aseguran de que te lo tomes con seriedad, y nunca como algo ridículo. Al mismo tiempo, sin embargo, consigue ser toda una experiencia cinematográfica que sin duda será divertida para cualquier fan del género.
Aunque está claro que es la intención de 20th Century, todavía no se sabe con certeza si esta película será el principio de un reboot de la franquicia, seguida por más profecías. Si esas secuelas se acaban dando, lo más probable es que sufran de los mismos problemas que todas las secuelas anteriores de la saga, y que su calidad vaya empeorando paulatinamente. Sin embargo, esto es solo una razón más para apreciar ‘La primera profecía’ como el milagro que es, una película que estaba destinada a ser un producto genérico de un gran estudio y que ha acabado siendo cine de terror del más atrevido y con una visión propia.