Mucho se ha hablado de la tecnología OLED desde que fue lanzada a las masas allá por 2013 (a precios prohibitivos); sin embargo 5 años después podemos adquirir uno de estos maravillosos televisores del fabricante coreano a un precio mucho más corriente. Además, LG es juez y parte en esto de los televisores OLED, ya que la compañía es la única productora mundial de paneles OLED WRGB de gran diagonal en el mercado. Hoy, tras unos meses después de su lanzamiento oficial en España, os traemos un análisis de quitar el hipo, analizando cada detalle y secreto de esta gran TV, ¡vamos allá!
Encontraremos este modelo de TV fabricado en tres diagonales: 55″, 65″ y 77″, teniendo unos precios más que contenidos (os los dejamos al final de la review). El análisis hoy publicado es sobre el modelo de 65″, el «intermedio», situado a una distancia aproximada de 2.6/2.7 metros, lo que asegura una experiencia 100% cienematográfica.
Comparativa de Televisores OLED 2018: AF9 vs C8 vs OLED903 vs FZ800
Mucho se ha hablado de LG este año, de sus nuevos paneles 2018 más brillantes, el nuevo diseño de su peana (abarca más espacio y alberga un altavoz en su interior, que permite que el audio salga frontalmente) y la joya de la corona: el nuevo procesador Alpha 9. Junto a la C8, el gigante coreano ha presentado también 4 modelos más: B8, E8, G8 y W8. Las diferencias entre todas ellas son mínimas (la B8 lleva el Alpha 7 en lugar del Alpha 9), principalmente centradas en diseño y cambios en el sistema de audio. Caso aparte es la W8, cuyo grosor apenas excede el de una hoja de papel y está pensada para colgarse en la pared y cuenta con una barra Dolby Atmos bastante generosa.
En el apartado de imagen hablaremos largo y tendido sobre ello, pero…¿qué aporta el nuevo Alpha 9 y el nuevo panel de 2018 a esta nueva gama con respecto a la del año pasado? El cambio más importante con diferencia es el Dynamic Tone Mapping, una tecnología enfocada al HDR que permite «comprimir» los 1000 o 4000 nits del contenido HDR (según la película pueden estar masterizados en esos dos rangos) al pico máximo de luminancia (nits) del panel, que en el caso de la C8 de 65″ es de unos 850 nits. También añade un nuevo filtro para las gradaciones (De Contouring) y un Black Frame Insertion (BFI, intercala un fotograma negro entre cada frame) que han llamado Motion Pro. Como comentaba, más adelante entraremos en profundidad y detalle sobre esta y otras mejoras de este año.
Por si no fuera suficiente, en cuanto a software LG ha mejorado su ya excelente webOS y lo ha actualizado a la versión 4.0, que junto con el Alpha 9 hace que el sistema, literalmente, vuele. Además de ser estéticamente precioso, estable y con casi todas las apps más importantes disponible (falta HBO, aunque con su lanzamiento para Android TV no debería tardar mucho en llegar al sistema de LG), su mando a distancia con puntero y giroscopio es también un acierto completo, ya que podemos movernos por todo el Smart TV de forma mucho más fluida que con un mando tradicional. Ah! y es Bluetooth, así que olvidaros de tener que estar apuntando a la pantalla para manejar la tele. Para rematar el tema del sistema, este año LG ha incluido lo que han llamado IA ThinQ, o lo que es lo mismo, Inteligencia Artificial, que supuestamente nos entenderá al hablarle al mando (devolviéndonos resultados en directo, vídeos relacionados con las palabras pronunciadas, etc.) y también goza de compatibilidad con Google Assistant (aunque de momento no en España).
Análisis de la LG C8: diseño
El diseño de la LG C8 es simplemente soberbio. Con unas líneas minimalistas y con un pie con efecto curvado, hará las delicias de todos aquellos que también quieran mantener un diseño bonito en un salón, más si es un una TV grande de 65 o 77″. El stand es lo suficientemente pesado y estable como para que la TV se monte en él sin problemas de estabilidad, aunque no sabemos si por decisión del fabricante o por cuestiones físicas, el panel queda inclinado ligerísimamente hacia atrás (2 grados), lo cual está demostrado que ayuda también con los problemas de reflejos de los rayos del sol. El total del ancho del stand es de unos 50 cm aproximadamente.
En cuanto a los bordes de la TV, éstos miden tan solo 0.9 cm de grosor y no son propiamente marcos, si no como un «encapsulado» que contiene la pantalla OLED, de color negro muy elegante. La parte trasera viene finalizada en color gris muy elegante. Pese a que la mayor parte del material usado en la construcción de esta TV es plástico, encontramos que el resultado final es más que satisfactorio y con una calidad más que suficiente para los estándares de hoy en día.
Las medidas completas de la TV son de 1,449 x 831 x 47mm y un peso de 21 Kg sin el stand y de 1,449 x 881 x 230mm y un peso de 25.4 Kg con él, lo que demuestra la buena calidad constructiva del stand (pesa y mucho) y su robustez. Si finalmente optas por colgar la TV en la pared, esta C8 es totalmente compatible con el estándar VESA 300×200.
Análisis de la LG C8: conectividad
La LG C8 cuenta con todo tipo de conectividad y puertos para satisfacer a cualquier tipo de usuario, aunque sin embargo este año LG se ha decidido a eliminar la mayor parte de las conexiones analógicas y antiguas que ya no se usan hoy en día. En la parte trasera (izquierda) encontramos la mayoría de las conexiones. Entrando en materia, encontramos 4 puertos HDMI 2.0b con soporte HDCP 2.2 y resolución 4K/60 fps y chroma 4:4:4 (4:2:2 si usamos HDR, por la limitación del ancho de banda del HDMI 2.0), compatibles con el espacio de color extendido (BT.2020) y con soporte para 4 tipos de HDR: HDR10 (estándar de los UHD), Dolby Vision (metadatos dinámicos, de licencia privada), HLG (Hybrid Log Gamma, para emisiones de TDT o Satélite) y el Advanced HDR de Technicolor. Tres de estos puertos están situados en la izquierda y el cuarto en la parte trasera de la TV. El puerto número dos es el compatible con ARC (Audio Return Channel) y los cuatro puertos son totalmente compatibles con HDMI CEC (LG Simplink).
También encontramos dos puertos USB (este año son 2.0, una decisión absurda) junto al módulo CI (Common Interface). Junto a ellos están las entradas de emisiones terrestres (TDT, módulo DVB-T2) y satélite (DVB-S2), un puerto de red ethernet (10/100, otra decisión absurda hoy en día) y un puerto de salida de audio digital (SPDIF) junto a la salida analógica mini Jack. Para acabar, la TV cuenta con un módulo WiFi (802.11ac), WiFi Direct y Bluetooth (V4.2).
Análisis de la LG C8: mando a distancia
Como os comentábamos en la introducción de este análisis, el mando a distancia es un absoluta delicia; manejarnos por el sistema es lo más fácil del mundo gracias a su puntero y giroscopio. LG lleva ya varios años mejorando el sistema y en esta revisión del mando, la MR18, la verdad es que todo funciona perfectamente. Podemos mover la mano con el mando y lo que haremos es mover un cursor por la pantalla, haciendo click allá donde quereamos. Este sistema mejora muchísimo la experiencia y tiempo de respuesta/fluidez del sistema.
El aspecto del mando no es premium en el sentido estricto de la palabra: los materiales son de plástico y el tacto es gomoso. Sin embargo cumple su función a la perfección, es muy ergonómico, cómodo, tiene un buen agarre y buena autonomía de las pilas. Además, si activamos el CEC en las opciones del televisor, podremos usarlo para manejar otros dispositivos como un Apple TV, Shield, reproductores UHD, etc.
Además, este año LG ha mejorado sensiblemente el micrófono del mando (escucha mejor nuestra voz y desde más lejos) y con la tecnología ThinQ AI podremos enviarle mensajes de voz más complejos, desde buscar un vídeo en Youtube a poner un capítulo de nuestra serie favorita en Netflix o apagar las luces de la casa (si las tenemos domotizadas y vinculadas a Google Assistant); por desgracia muchas de estas funciones no están disponibles en español.
También tenemos a nuestra disposición una app para controlar la TV en las plataformas móviles más conocidas (Android e iOS), con la que podremos manejar perfectamente cada parámetro de nuestra TV, incluyendo el ansiado botón Info que LG decidió quitar de los mandos a partir de 2016 (y con el que podemos ver, por ejemplo, la resolución a la que emite Netflix).
Análisis de la LG C8: Smart TV
Llegamos a uno de los puntos estrella de LG: su plataforma Smart TV llamada webOS. Este año nos traen la versión 4.0 (esencialmente idéntica a la 3.5 del año pasado), con unos pequeños ajustes aquí y allá para mejorar una plataforma ya de por si muy madura. Todo se gobierna desde el botón Home del mando, el cual hará «saltar» todas las apps en la pantalla, para poder elegir la que vayamos a usar.
El procesador usado por LG es fabricación propia, probablemente algún tipo de A53 o A73 Quad Core, con el que el sistema (optimizadísimo) literalmente vuela. Es sorprendente la fluidez que consigue LG con su webOS, además de muy intuitivo: dale el mando al niño y os aseguramos que sabrá manejarse perfectamente!
Al margen de la fluidez, a nivel de apps cuenta con la gran mayoría de las más famosas (Netflix, Amazon Prime, Movistar+, Plex, Xplay, Youtube, etc.), todas ellas son capaces de reproducir 4K HDR sin el mayor problema. Y como os decíamos antes, se le puede decir al mando: «reproduce Dark en Netflix» y la TV automáticamente pondrá a reproducir la serie. La ausencia aquí la marca HBO, aunque parece que ya están trabajando en ello.
Otra funcionalidad añadida al Smart con respecto al año pasado es la de la Galería, una opción interesante que convierte nuestra TV en un cuadro de arte, cambiando entre diferentes lienzos al cabo de X segundos. Es bastante útil ya que cumple una doble función: estética y previene que dejemos mucho tiempo una misma imagen estática para no producir una retención o quemado en el panel. Otras funcionalidades menores serían las opciones de Focus Zoom (saca una lupa gigante que hace zoom allá donde apuntemos con el mando), el navegador web, la tienda de apps de LG (LG Store) y el reproductor de música.
Sobre la TDT y la parrilla de canales, este año si se nota un buen acelerón en la respuesta del sistema al darle al botón de Guía, que nos sacará una parrilla de canales con su correspondiente guía (EPG) de 8 días con todo lujo de detalles, miniaturas, la posibilidad de ponerlo a grabar (si hemos conectado un disco duro USB a la TV, etc.) o pausar (Timeshift), etc. En este campo también hay dos aspectos interesantes a destacar: el PiP (ver un canal en grande y otro, a la vez, en pequeño en la TV) y la opción llamada My Channel (a la izquierda), un banner que nos muestra contenido en función de nuestros gustos, lo que hemos visto en Netflix, etc.
Análisis de la LG C8: características
Entrando ya en el la calidad de imagen, el nuevo Alpha 9 es el centro de atención. Añade una serie de características interesantes, como son:
- Remasterizado de objetos.
- Mejorador avanzado de color.
- Mejorador de nitidez basado en frecuencia.
- Cuatro capas de reductor de ruido.
- BFI (Intercalador de cuadros negros entre cada frame), llamado Motion Pro.
- Dynamic Tone Mapping (hablaremos de él más abajo).
- Filtro De-contouring para gradaciones más suaves entre colores.
- Capacidad de reproducir 4K a 120 fps (solo mediante apps internas).
Otras características importantes de este año es el incremente del número de LUT (Look Up Table) de 4193 puntos (matriz 17x17x17) a una de 35937 puntos (matriz 33x33x33), traduciéndose en una mejora importante de la precisión de la colometría. Claro está que siempre se podrá mejorar usando una sonda (manualmente o con el nuevo autocalibrador de Calman, que por primera vez es compatible con un modelo de LG).
La colometría en los modos ISF es impresionante de serie, con todos los AE por debajo de 3 (umbral donde un ojo humano podría diferencia un error de color) excepto uno. lógicamente aún más tras corregirlo con una sonda. La luminancia también es extremadamente precisa, siguiendo de forma correcta los puntos 25, 50. 75 y 100 de saturación. En nuestra unidad tuvimos unos desvíos de color en la parte alta, nada preocupante. También es posible que tengamos una uniformidad regular en el panel (en el IRE5) pero notablemente mejor que el año pasado y nada preocupante para la mayoría de usuarios.
El modo HDR se comportó de igual forma, con algunos errores esta vez más tangibles. Nuestra unidad midió 823 nits con una pantalla L20 (20% de blanco), lo cual es impresionante para un panel OLED. Debemos tener en cuenta que la tecnología OLED nos brinda negros puros y perfectos, lo que repercute en un contraste infinito y los nits dejan de tener tanta importancia como ocurre con la tecnología LCD.
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Con respecto a las mejoras de este año, el filtro diseñado para evitar el banding en color se ha incluido dentro de la opción Reductor de ruido si se activa en modo Bajo, sin embargo también elimina algo de detalle fino de la imagen y no es demasiado efectivo, por lo que en nuestra opinión es mejor no activarlo.
En cuanto al movimiento, el interpolador TruMotion a valores bajos aplica un poco de suavidad a la imagen 24p sin alterar demasiado la cadencia fílmica de la misma, aunque puede generar artefactos. La opción Motion Pro que se ha incluido en este año y que se basa en intercalar frames negros entre cada frame, provoca efecto flickering (parpadeo) además de reducir el brillo a la mitad, por lo que tampoco es demasiado recomendable activarlo.
Como comentábamos al inicio de este análisis, la tecnología Dynamic Tone Mapping es muy importante y lo más notable de este año. ¿Por qué? El HDR, básicamente, se encarga de que el contenido sea en rango dinámico, es decir que la luz de sol en nuestra TV la veamos más brillante que, por ejemplo, la escena que sale en una cueva (cosa que no ocurría en SDR -Blu-ray y DVD-, donde toda la escena se ve al mismo brillo –> A esto se le llama APL). Esto dependerá ya de vuestra TV y los nits que pueda dar, pero no siempre más es mejor…si los negros también son peores, ya que el HDR va de maximizar el contraste, no de brillo.
Para resumir, en este TV encontramos 3 tecnologías HDR (cuatro si contamos la de Technicolor, pero no hay material disponible):
HDR10: Estándar del HDR, OBLIGATORIO que los UHD vengan con HDR10 (y adicionalmente, pueden llevar otra pista en Dolby Vision o HDR10+, pero nunca nunca pueden venir sin HDR10). Nos muestra el HDR de forma estática, es decir, se establece un máximo de brillo que puede alcanzar un píxel en la película (MaxCLL) y otro valor que establece el brillo máximo general de la escena (MaxFall).
Dolby Vision: Formato propietario de HDR que se basa en que el HDR se muestre de forma dinámico, es decir no hay «puntos» máximos de brillo y de brillo general para toda la película, si no que lo va haciendo frame a frame (o escena a escena), lo cual es una maravilla. Ya hay varios discos en este formato y Apple tiene cientos de películas Dolby Vision en su Apple TV 4K e iTunes. Apoyado por Sony, LG, Apple y varias productoras.
HLG: Idéntico al HDR10 pero para emisiones de satélite y TDT, al tener parte del código comprimido, ocupa menos, lo que lo hace ideal para este fin.
La idea del HDR es aumentar el contraste, no el brillo, por ello es mucho más importante tener un suelo de negro absoluto (0) y un máximo de brillo de 900 nits (como es este caso) que un suelo de negro de 0.05 nits y un máximo de brillo de 1600 nits. El contraste es mucho más impactante en el primer caso que en el segundo, ya que el contraste es más alto (dividir cualquier valor entre 0 nos da infinito). Además de eso, están los valores que comentábamos antes de MaxCll y MaxFall, que nos quiere decir que que una película esté masterizada a 1000, 4000 o 10000 nits, no significa que vayamos a verla a esos nits, ni si quiera los puntos más brillantes de la imagen ya que ese punto lo establece el MaxCLL y rara vez superan los 1000 nits.
¿Y que tiene que ver el Dynamic Tone Mapping con todo eso? Básicamente que varía la curva EOTF en función del contenido masterizado en 1000 o 4000 nits, reteniendo todo el detalle de las altas luces a la vez que mantiene el brillo (APL) máximo posible de la escena.
Por otra parte, el ABL (el limitador de brillo a partir de X% de blanco en pantalla) ha mejorado mucho también, aunque ya lo había hecho el año pasado (en SDR). En HDR continúa algo más alto que en otras marcas de la competencia.
Para acabar esta sección, los más jugones están de enhorabuena ya que el input lag de esta TV es extraordinariamente bajo y se sitúa como el mejor OLED en este campo, dando unos más que notables 21 ms en Modo Juego y Modo Juego HDR.
Análisis de la LG C8: sonido
El sonido de la C8 cumple su cometido a la perfección, con unos medios y agudos decentes pero con una falta importante de graves (normal al ser unos altavoces de TV); pese a todo mantienen la compatibilidad con Dolby Atmos (tampoco tiene mucho sentido, es más márketing que otra cosa) y un detalle importante es que su reproductor interno acepta todo tipo de audio (DD/DTS/DD+/DTS HD MA/TrueHD/Atmos) y puede mandarlo mediante HDMI ARC a un amplificador, aunque eso si, todos los audios HD los mandará en DD/DTS.
Aún así, el sistema de sonido sigue lejos de otras opciones con barra de sonido integrada (Philips OLED903, Panasonic FZ950) o la fabulosa tecnología Acoustic Surface de Sony a partir de su gama A1 y superiores (AF8 y AF9) con posicionamiento de canales incluidos.
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Análisis de la LG C8: conclusiones
Nos encontramos ante una excepcional TV, probablemente la más versátil y todoterreno de las cuatro grandes marcas, ya que soporta todos los tipos de HDR (excepto HDR10+), un fantástico Smart TV, gran diseño y conectividad y un sonido más que decente. Por otra parte, tenemos un panel OLED de 2018 con 850 nits de puro brillo y color, un Dynamic Tone Mapping que funciona francamente bien, una colometría casi de libro en SDR y HDR. Por contra, podemos encontrarnos con problemas de macrobloques en los paneles de este año, aún así, es una muy buena opción a tener en cuenta y más sabiendo el precio de mercado de las opciones de 55 y 65″.