Como cada año, el 2025 ha empezado fuerte en cuanto a tecnología respecta, y como no podía ser de otra manera, LG ha dado un golpe sobre la mesa con su nueva OLED G5. Y claro, como buenos apasionados, no podíamos perdernos su presentación en el LG Convention 2025 en Frankfurt. Gracias a LG, pudimos asistir a este evento donde pudimos catar de primera mano su nueva joya: un panel OLED WRGB de 4 capas con un brillo capaz de cegarte, una reproducción del color más precisa y, en teoría, un rendimiento por encima de la competencia.
Nada más llegar al evento, en el estadio del Eintracht Frankfurt, nos sorprendieron las instalaciones. Había unas tres plantas con todas las nuevas innovaciones tecnológicas de LG, además de pantallas, electrodomésticos y otros dispositivos. Pero enseguida nos dimos cuenta de que LG lo tenía claro: querían demostrar, con pruebas en directo, que su nueva G5 está lista para competir por el trono en 2025. Y vaya si lo hicieron.
Nos metieron en una sala ultraexclusiva con muy poquita gente donde tenían preparadas tres pantallas: la LG OLED G4 (la bestia del año pasado), la flamante LG OLED G5 y una OLED de la competencia para comparar. Nos sentamos, se apagaron las luces y… boom. La diferencia se veía a simple vista. Pero no nos vamos a adelantar. Vamos paso a paso.
Un análisis a fondo: ¿realmente la OLED G5 es tan buena?
LG no se limitó a soltar un discurso de marketing. Una vez en la sala, nos sentaron para probar la tele en diferentes condiciones de luz. Y aquí es donde empiezan las sorpresas. Entre los aspectos más destacados, se mencionó un brillo máximo de hasta 4.000 nits, una cifra muy superior a la de la G4, además de una eficiencia energética optimizada. También se enfatizó la inclusión de dos emisores azules, además de los habituales rojo y verde, lo que en teoría permite una mejor gestión de color.
Pero vamos a dejar las especificaciones de lado. La clave estaba en la prueba práctica que LG había preparado, donde íbamos a poder ver con nuestros propios ojos si estas mejoras eran realmente una experiencia mucho mejor.
Sabemos que los OLED son los reyes del negro absoluto, pero bajo luces fuertes las diferencias aparecen. A más de 500 lux (un foco enfocando directamente al televisor), la G5 mantuvo el negro puro en todo momento. El resultado fue brutal: en escenas oscuras con estrellas, la G5 parecía una ventana al espacio, mientras que los otros modelos perdían detalles.
Además, según nos dijeron, en el llamado «contraste perceptual», la G5 sacó cuatro pasos más de contraste que la competencia en entornos iluminados. Y en la comparativa con la G4, también se notaba la diferencia: más detalle en sombras y menos reflejos molestos.
Vamos a los colores, porque aquí tengo que reconocer que flipamos en colores (literalmente). Con escenas de rojos y verdes intensos, la G5 mantuvo la saturación 7 veces mejor que la competencia a plena luz según LG. Esto significa que los colores no se lavan y siguen viéndose intensos aunque tengas luz de día entrando por la ventana. Pero lo mejor vino con una prueba de atardecer. Además, la G5 mantuvo una gradación muy buena, sin cortes bruscos en la transición de tonos. Más realismo y más calidad.
Otra de las pruebas clave fue la resolución en ambientes iluminados. A diferencia de la competencia, que según nos dijeron perdía un 27% de nitidez en escenas con mucha luz, la G5 mantuvo su resolución 4K intacta. Lo notamos especialmente en textos pequeños y detalles finos, que seguían viéndose nítidos en prácticamente todo momento.
Por otro lado, si hay algo que puede fastidiar una tele es el desenfoque en escenas rápidas. Pues bien, la G5 aquí arrasó. Además, está certificada por VESA ClearMR 10000, lo que confirma que su nitidez en movimiento es de lo mejorcito del mercado.
Para rematar, nos enseñaron un test con contenido de canales de televisión convencionales en 720p para ver cómo funciona el upscaling. Y sorpresa: la G5 mejoró notablemente la calidad respecto a la G4 y al televisor de la competencia, con menos ruido y más definición en detalles como piel y texturas.
Filmmaker Mode con Dolby Vision y gaming sin lag ni desenfoques
Si te gusta el cine, este apartado te va a gustar. En 2024, LG fue la primera marca en incluir Dolby Vision Filmmaker Mode con activación automática en Apple TV+ y Prime Video. Pues en 2025, han ido un paso más allá con Ambient Light Compensation, que ajusta automáticamente el brillo y los colores según la luz de la habitación.
Y ojo, que la G5 también es una máquina para el gaming. Viene con HDMI 2.1 con Quick Frame Transport, que reduce la latencia al mínimo. Esto no lo hemos podido probar pero es una tecnología que debería darnos una respuesta sin ningun tipo de retraso ni desenfoque.
Además, el modelo de 83, 77, 65 y 55 pulgadas tiene certificación ClearMR 10000, mientras que el de 48 pulgadas alcanza ClearMR 9000. Para que nos entendamos: es una de las teles con menos blur en movimiento del mercado.
¿Merece la pena la LG OLED G5?
Después de probarla en directo, la respuesta es un rotundo SÍ. LG ha conseguido mejorar en todos los aspectos: más brillo, mejor contraste, colores más precisos, menos artefactos en movimiento y un modo cine que es una pasada. Además, representa una gran evolución respecto a la G4, cosa que sin ninguna duda la convierte en una de las mejores OLED del mercado en este año 2025.
Si buscas un televisor para todo (cine, gaming, deportes, etc.), la LG OLED G5 es una de las opciones más completas del mercado. Ahora que ya conocemos su precio, queda claro que LG ha apostado por la gama alta, con un coste acorde a sus prestaciones. No es la opción más económica, pero si buscas brillo mejorado, fidelidad de color y un rendimiento sólido en movimiento, es una apuesta muy a tener en cuenta para 2025.