Apple es bien consciente de lo que hace a la hora de presentar cada generación de sus teléfonos iPhone. Y, el año pasado, dejó claro que había comenzado una época en la que habría dos gamas perfectamente diferenciadas dentro de sus terminales: la básica y la Pro. Y, evidentemente, esto no va a cambiar en 2023. Y un ejemplo está en la pantalla que utilizará cada una de las gamas de las que hablamos.
Según los datos que se han conocido respecto a este componente, sí que habrá algo que las iguale este año: el uso de Dynamic Island en todos los modelos. Pero, esto, tiene un objetivo bastante claro: impulsar a que los desarrolladores de aplicaciones y servicios decidan darle uso. Por el momento, no son muchos los que han tomado esta decisión -ya que la inversión necesaria no amortiza-, y desde la compañía de Cupertino quieren cambiar esto. Por lo tanto, aquí sí que se busca la igualdad.
Pero hay algo que se va a mantener completamente diferente entre los iPhone básicos y los Pro. Hablamos de que los primeros no utilizarán, de nuevo, una pantalla tipo LTPO. Esto, que puede parecer algo que no es muy importante, ya que no se habla mucho de ello, en realidad sí que tiene su peso…. Especialmente ahora, que las frecuencias de los paneles se han convertido incluso en un motivo de compra para algunos. Y es ahí donde quiere llegar exactamente Apple.
Qué ocurrirá en los iPhone 15 sin LTPO
Pues algo tan simple como que no tendrán acceso, otra vez, a la tecnología ProMotion. Esta es la que permite que el ajuste de la frecuencia se realice de forma automática por parte del terminal, ya que puede ajustar la utilizada dependiendo del uso que se le esté dando al terminal. Así, por ejemplo, si se muestra un menú estático es posible bajar al máximo este valor (hablamos de tan solo un hertzio). Sí, por el contrario, se está jugando y las imágenes cambian constantemente, se puede subir hasta los 120 Hz. Y, todo ello, sin que el usuario tenga que hacer nada.
¿Y esto es importante en el día a día? Pues sí, aunque no hablamos de algo crítico, todo hay que decirlo. Por un lado, se consigue que la experiencia visual sea la mejor posible en cada momento, y de forma muy cómoda: por otro, cuando la exigencia es menor en las imágenes y se baja la frecuencia, también el panel del iPhone consume menos. Por lo tanto, la autonomía también se favorece de la tecnología ProMotion. Es decir, que lo ideal es disponer de ella… pero las pantallas son más caras y, como resultado, esto se reservará para los modelos de la gama Pro.
Evidentemente, los iPhone 15 podrán llegar a los 120 Hz, pero no los ajustarán automáticamente y, por lo tanto, o se utilizan siempre o no. No hay otra. Y esto, por cierto, ya es así en la generación actual de los teléfonos de Apple… por lo que se dará continuidad a esta diferencia, pese a que para muchos es algo bastante negativo.
El objetivo que tiene Apple
Pues no hay gran misterio al respecto: potenciar las ventas de la gama iPhone 15 Pro, que es la que le deja mayores márgenes de beneficios. Evidentemente, como decisión de empresa tiene toda la lógica del mundo, pero esto antes no lo hacía la compañía de Cupertino. Y, aparte de mayores dimensiones de la pantalla o diferentes capacidades de almacenamiento, no había modelos de primera y de segunda
Ahora, ya no es así, como demuestra que los modelos básicos tienen peor procesador; le faltan algunas funciones de conectividad; y, también, los paneles son de una calidad menor. Y así van a ser las cosas durante mucho tiempo.