Tras un comienzo fuerte, el segundo episodio de la segunda temporada de ‘Loki’ supone un bajón notable con respecto al primero. Aunque tiene algunos puntos interesantes —rara vez un episodio de Loki no es, como mínimo, entretenido de ver—, en su totalidad es confuso y poco memorable. Así que, al igual que hicimos con el primer episodio, vamos a desgranarlo y a explicarlo con detalle.
ATENCIÓN: A partir de este punto, habrá spoilers de la primera y segunda temporada de ‘Loki’. Si no quieres saberlos, ¡no sigas leyendo!
Loki despliega todos sus ‘encantos’ en una persecución
El episodio comienza con Loki y Mobius, que han seguido la pista de Sylvie hasta Londres en 1977 (en la Sagrada Línea del Tiempo), pero allí solo encuentran a X-5, uno agente de la AVT que vimos por última vez al final del episodio anterior, siguiendo órdenes de la General Dox de encontrar y capturar a Sylvie.
Los protagonistas se encuentran con que X-5 se ha establecido en la línea temporal, y vive como una estrella de cine bajo el nombre Brad Wolfe. Nada más verlos, X-5 se da a la fuga, y Mobius y Loki le persiguen hasta capturarle y le llevan de vuelta a la AVT, donde es encerrado en una celda y cuestionado. La situación da lugar a uno de los momentos más destacables del episodio, una escena de persecución en la que Loki utiliza sus poderes mágicos para confundir y atrapar al fugitivo.
La secuencia, que es visualmente muy divertida, deja al espectador planteándose por qué no vemos más a menudo en esta serie despliegues similares. Se trata, al fin y al cabo, de una serie sobre nada menos que el Dios del engaño —cada pelea de puños o cuchillos se siente como una oportunidad perdida de sacar a relucir la creatividad visual de la cual sabemos que la serie es capaz gracias a escenas como esta —.
La entretenida persecución es lo único que, durante los primeros minutos del episodio, distrae de la confusión de todo lo demás que está ocurriendo. Parece casi como si nos hubiéramos perdido algún capitulo entre el final del anterior y el comienzo de este. No queda claro cuánto tiempo ha transcurrido, por qué Mobius y Loki parecen estar trabajando con normalidad en la AVT como en la temporada pasada, cómo han encontrado a X-5, y, sobre todo, por qué están tan convencidos de que este agente conoce el paradero de Sylvie.
Una buena porción del episodio está dedicada a la interrogación de X-5, y Loki incluso recurre a métodos de cuasi-tortura para hacerle hablar, pero no acaba de quedar claro por qué está seguro de que X-5, antes de comenzar su nueva vida en la Sagrada Línea del Tiempo, encontró a Sylvie. Aunque la ejecución es algo torpe, esta trama forma parte de uno de los pilares temáticos de la temporada: todos los trabajadores de la AVT, tras descubrir que son variantes extraídas de la línea temporal, tienen que hacerse a la idea de que tenían una vida que se les robó y que no pueden recuperar.
Sylvie, al matar a El que Permanece, le da a cada persona del universo libre albedrío, y cada uno lidia con ello a su manera. Mientras X-5 se apresura por crear una nueva vida para sí mismo, Mobius duda. La vida que tiene es la única que conoce; no puede llorar por lo que ha perdido si no sabe lo que es.
Finalmente, la ligera tortura de Loki hace que X-5 suelte la información deseada, y los tres personajes llegan a Oklahoma en el año 1982, donde sabemos que Sylvie se ha asentado gracias a la escena post-créditos del primer episodio. A pesar de que la serie sigue un camino extraño para colocar a los personajes donde tienen que estar para que la trama avance, el esperado reencuentro entre Loki y Sylvie es otro de los mejores momentos del episodio, en gran medida gracias a las interpretaciones de Tom Hiddleston y Sophia DiMartino.
Después de ver a un Loki más pícaro y villanesco en la primera parte del episodio, Hiddleston nos enseña ahora un lado completamente distinto y vulnerable del personaje. La tensión entre los dos personajes es palpable incluso antes de que cualquiera de los dos pronuncie una sola palabra. Son dos fuerzas iguales, tirando en direcciones opuestas. A pesar de la innegable química entre los actores, el momento es algo anticlimático a nivel narrativo. Loki, que vio a Sylvie en la AVT destruida del futuro durante uno de sus deslizamientos temporales, quiere saber qué hacía allí, pero Sylvie, que todavía no ha vivido eso, ni puede ni quiere ayudarle.
En cualquier caso, el episodio no deja tiempo para procesar este callejón sin salida de la trama, porque el momento es interrumpido por X-5, que, en un giro dramático, revela que el plan de la General Dox no era simplemente encontrar a Sylvie, sino bombardear todas las ramificaciones de la línea temporal. El trío protagonista huye rápidamente y consigue detener a Dox y a muchos de sus colaboradores, pero no pueden evitar la desaparición de incontables líneas temporales. Algo como la eliminación de estas ramas, que en la temporada anterior ocurría constantemente sin mayor importancia, es ahora un momento trágico, ya que los personajes se han dado cuenta, finalmente, de que están poniendo fin a incontables vidas.
El episodio también da una dirección aparente a la temporada. Mientras Loki y Mobius están en su misión de encontrar a Sylvie, nos reencontramos con Ke Huy Quan en su papel de Ouroboros, que está intentando salvar la AVT de la destrucción total. El episodio anterior introdujo el concepto del Telar Temporal, que está saturado a causa de la multiplicación de las líneas temporales que provoca la muerte de Kang a manos de Sylvie.
Resumidamente, no hay nada que Ouroboros pueda hacer para arreglarlo, ya que necesitan la ayuda de la persona que creó el telar y la la AVT: Kang. Esto quiere decir que Loki, tendrá que decidir entre buscar su ayuda, sabiendo el riesgo que supone, o dejar que el telar implosione y destruya la AVT. Se trata claramente de un mecanismo para reintroducir la amenaza de Kang en la trama, pero la anticipación no consigue evitar que el conjunto del episodio queda algo disperso.
La serie trata temas abstractos y descabellados, y parece que ni los propios guionistas tienen claro el funcionamiento de su universo. Como espectador, es difícil entender lo que está en juego. Loki, intentando convencer a Sylvie de que les ayude, le asegura que “esto va más allá de la AVT”, pero no sabemos bien qué es lo que abarca exactamente. ¿Qué es lo que, supuestamente, quiere Kang? ¿Es solo la AVT lo que será destruido, o realmente están en riesgo todas las líneas temporales? ¿Qué pasa si el Telar Temporal explota? ¿Qué plan de acción propone Loki? Las preguntas que genera cada episodio son, por ahora, muchas más que las respuestas que obtenemos.
Aunque todavía hay tiempo para responder algunas de ellas —la temporada tendrá 6 episodios, igual que la anterior—, por el momento cuesta ver un rumbo claro para la serie. La primera temporada, con sus puntos fuertes y débiles, era un estudio de personaje de Loki, un villano en su arco de redención, enfrentándose a sus propias acciones y a lo que significa ser un héroe. Ahora, es difícil ver cuál será el verdadero corazón de la temporada, que en cuanto a trama parece volverse más y más confusa con cada episodio.