Si eres fan de Cate Blanchett, te gusta el cine satírico y disfrutas con películas que te dejan con cara de «¿qué acabo de ver?», entonces Malas lenguas (Rumours en su título original) es para ti. Y si no… bueno, al menos podrás opinar en los debates cinéfilos que seguro se van a generar alrededor de esta peculiar comedia política.
Este proyecto, dirigido por el trío de cineastas canadienses Guy Maddin, Evan Johnson y Galen Johnson, no es una peli convencional. Es una mezcla entre sátira política, humor absurdo y una estética que recuerda a un sueño raro que tuviste después de cenar algo pesado. No por nada, el film debutó en el Festival de Cannes y desde entonces ha dividido opiniones como pocas películas lo han hecho en los últimos años.
Y es que la crítica la ha recibido con los brazos abiertos, dándole un 75% en Rotten Tomatoes, destacando su originalidad y el gran trabajo de su elenco. Pero, por otro lado, el público parece haber salido despavorido, con una valoración del 28%. Una diferencia así no se ve todos los días. ¿Qué es lo que hace que algunos la amen y otros la detesten?
¿De qué va Malas lenguas?
La premisa es bastante simple pero se complica por momentos: los líderes de las siete democracias más poderosas del mundo (el famoso G7) se reúnen para una cumbre internacional donde intentan llegar a un acuerdo sobre una crisis global. Lo típico, ¿no? Pues no, porque terminan perdidos en un bosque y atrapados en un misterioso chalet abandonado.
A partir de aquí, todo se convierte en una especie de parodia surrealista, donde estos líderes mundiales se enfrentan a situaciones absurdas y toman decisiones que oscilan entre lo cómico y lo preocupante. Es una sátira que se ríe de la política internacional, de la hipocresía de los poderosos y de su absoluta falta de preparación cuando las cosas no salen como esperan.
El guion está lleno de diálogos inteligentes, escenas que parecen sacadas de una pesadilla y momentos de comedia que funcionan… o al menos para quienes conectan con este tipo de humor. Si te gustan las películas que te hacen sentir que acabas de ver algo entre brillante y ridículo, esta es la tuya.
Un reparto de lujo
Si hay algo que nadie puede negar es que el reparto de Malas lenguas es espectacular. Cate Blanchett, como siempre, se come la pantalla en su papel de una de las líderes atrapadas en esta crisis. Su actuación combina el dramatismo que la caracteriza con un toque de humor seco que le sienta increíble.
Junto a ella, tenemos a Alicia Vikander, quien aporta su habitual presencia magnética, y a Roy Dupuis, un actor canadiense que sorprende con una actuación que oscila entre lo serio y lo excéntrico. Pero quizás uno de los más llamativos es Charles Dance, quien interpreta al presidente de Estados Unidos… ¡con su acento británico natural! Sí, tal cual lo lees. Los directores decidieron que no intentara hacer un acento americano y el resultado es tan desconcertante como brillante.
También destaca Nikki Amuka-Bird, quien completa este equipo de líderes en apuros con una actuación que aporta solidez y carisma al grupo.
Dónde ver Malas lenguas en streaming
Si quieres ver Malas lenguas con tu suscripción de streaming, aún tendrás que esperar, porque por ahora solo está disponible en VOD. La buena noticia es que puedes alquilarla o comprarla y disfrutarla en HD con sonido Dolby 5.1 en castellano, así que al menos la verás en buena calidad.
En Apple TV+, el alquiler cuesta 4,99 euros y la compra 8,99 euros. En Rakuten TV, sale un poco más barato: 3,99 euros para alquilar y 7,99 euros para comprar. Y si eres de los que siempre miran en Prime Video, el alquiler cuesta 4,99 euros, mientras que la compra sube a 9,49 euros.
Ahora bien, la gran pregunta es: ¿te animas a verla? Puede que termines en el 75% que la aplaude o en el 28% que la odia, pero lo que es seguro es que no te dejará indiferente. Así que prepara las palomitas, dale al play… y que empiece el debate.