En la supuesta era dorada del streaming donde nos encontramos, la cantidad de contenido disponible es inacabable. Sin embargo, a pesar del incremento de series y películas originales en plataformas como Netflix, Amazon Prime, Disney+ o Max, la calidad a menudo deja mucho que desear.
Como amante del cine y la televisión, me encuentro cada vez más frustrado con la inconsistencia en la calidad de estas producciones. Me rindo, no puedo más con la baja calidad de los originales de streaming.
Expectativas altas y realidades decepcionantes
Las plataformas de streaming han cambiado para siempre la forma en que consumimos entretenimiento. Nos han ofrecido series que se han convertido en fenómenos culturales, como «Stranger Things» y «The Mandalorian«. Sin embargo, por cada éxito, parece haber una docena de producciones mediocres que no logran cumplir con las expectativas.
Una de las razones detrás de esta inconsistencia es la carrera por captar la mayor cuota de mercado posible. Netflix, por ejemplo, ha adoptado una estrategia de volumen, lanzando una cantidad impresionante de contenido original cada mes. Si bien esta táctica ha llevado a la creación de algunos programas destacados, también ha resultado en una gran cantidad de contenido que parece estar hecho rápidamente y sin la debida atención al detalle.
La presión del algoritmo
El algoritmo de recomendación es una herramienta poderosa que estas plataformas utilizan para mantener a los suscriptores enganchados. Sin embargo, este enfoque impulsado por datos puede ser una espada de doble filo. En lugar de centrarse en la calidad y la innovación, muchas producciones parecen estar diseñadas para cumplir con criterios específicos que maximicen la retención de usuarios. Esto puede resultar en tramas predecibles, personajes poco desarrollados y una falta de originalidad que deja a los espectadores insatisfechos.
Además, el enfoque en el «binge-watching» puede sacrificar la calidad narrativa. Las series están diseñadas para ser consumidas rápidamente, lo que a menudo resulta en un desarrollo superficial de la historia y personajes. La gratificación instantánea que ofrecen estos maratones puede ser placentera a corto plazo, pero a largo plazo, deja una sensación de vacío y desaprovechamiento de potencial narrativo.
Comparación con estándares tradicionales
Es inevitable comparar estas producciones con las de estudios tradicionales de cine y televisión. Los estudios de Hollywood han tenido décadas para perfeccionar su arte, y aunque no son inmunes a producir contenido mediocre, hay un estándar de calidad que a menudo parece faltar en muchas producciones de streaming.
Un buen ejemplo es el ámbito de las películas originales. Aunque hay joyas como «Roma» de Alfonso Cuarón y «El Irlandés» de Martin Scorsese, estas son la excepción más que la regla. Muchas películas originales de streaming son vistas rápidamente y olvidadas igual de rápido. No logran dejar una impresión duradera y carecen de la profundidad y el impacto emocional que esperamos del cine de calidad.
La esperanza de la innovación
A pesar de estas críticas, no todo está perdido. Hay signos de esperanza en el horizonte. Algunas plataformas están comenzando a priorizar la calidad sobre la cantidad. Apple TV+, por ejemplo, ha adoptado un enfoque más selectivo, invirtiendo en menos series y películas, pero asegurándose de que sean de alta calidad. Este modelo podría ser un indicativo de hacia dónde debe dirigirse la industria para equilibrar la producción masiva con la calidad artística.
Además, la competencia feroz entre plataformas significa que la innovación es clave para diferenciarse. Ya estamos viendo cómo la tecnología avanzada, como la realidad aumentada y la inteligencia artificial, comienza a integrarse en el desarrollo de contenido, ofreciendo experiencias más inmersivas y personalizadas para los espectadores.
En última instancia, el desafío para las plataformas de streaming es encontrar un equilibrio entre satisfacer las demandas del mercado y mantener altos estándares de calidad. Los espectadores merecen contenido que no solo entretenga, sino que también enriquezca y eleve el medio. Me rindo, no puedo más con la mediocridad, pero mantengo la esperanza de que la industria pueda aprender de sus errores y evolucionar hacia una era de contenido original que sea tan inspirador como accesible.
En AVPasión, seguiremos observando y comentando estas tendencias, esperando el día en que la calidad vuelva a ser la norma y no la excepción en el mundo del streaming.