Hace algunos años ya os indicamos por qué es mejor usar las apps internas de streaming de la tele que usar cualquier reproductor externo, pero hablamos de un artículo que ya tiene 3 años y medio y hay cosas que ya han cambiado. Por ejemplo, es cierto que ciertos dispositivos como el Apple TV 4K usan un mayor bitrate que el resto (incluyendo las apps de la propia TV) en algunas apps como Netflix, pero aún así la diferencia es pequeña y sigue siendo mejor idea usar la propia TV.
Seguramente si tienes algún dispositivo potente como el propio Apple TV o la Nvidia Shield TV, prefieras la interfaz que ofrecen estos dispositivos o bien incluso el hecho de no tener anuncios en la misma, la rapidez, etc., son motivos que te hacen decantarte por usarlos. Pero si te encanta la calidad de imagen y sonido, al final merece la pena pasar por el aro y usar las apps de la TV. Te contamos por qué.
Los principales motivos de por qué es mejor usar las apps de la TV que las de un reproductor externo
Seguramente si no estás muy al día en temas técnicos, puedas pensar que se van a ver igual, total, es el mismo servicio, ¿no? ahí está uno de los principales errores, ya que en estos servicios de streaming se usan tal variedad de resoluciones (1080, UHD), de rangos (SDR, HDR) y formatos (HDR10+, Dolby Vision, etc.) que hacen que los dispositivos externos no sean compatibles con todos y, además, no conmuten entre ellos de forma correcta.
Uno de los ejemplos más famosos es el efecto judder, como ya vimos en AVPasión, este fenómeno se produce por no coincidir los fps (o cuadros por segundo) del contenido con la tasa de refresco del televisor (que tiene que ser la misma que los fps o mútiplo de éstos). Podríais pensar que total, todo el contenido viene a 24 fps…y no, lo cierto es que encontramos contenido a 25 fps (europeo), 50 (europeo que proviene de televisión en directo) e incluso a 60 fps en contenido norteamericano de tele por cable.
Un reproductor externo es muy raro que permita conmutar entre todos ellos en las apps (algunos lo hacen, como el Apple TV), mientras que los televisores de gama alta ya vienen con una tasa de refresco nativa de 120 Hz, por lo que es múltiplo de 24 y de 60 -aunque no de 25/50-, por lo que no veremos judder en éstas. Punto para las apps de los televisores.
Otro problema importante es la resolución: el contenido que no sea en 4K vendrá grabado a 1080p, por lo que si usamos las apps de un reproductor externo, éste escalará todo el contenido a 4K (en lugar de la TV)…y el escalado de éstos siempre es peor que el que hace un televisor de gama alta, por lo que de nuevo la mejor idea es usar éstas.
Y el último de los motivos es el rango dinámico y sus formatos. Un reproductor externo tiene que ser compatible con los cuatro formatos: HDR10, HDR10+, Dolby Vision y HLG. Y que sepamos, prácticamente no hay dispositivos compatibles con todo y si lo hay, falla en la implementación de alguno o bien alguna de las características de arriba no lo hace (lo más cercano, el Apple TV 4K). Sin embargo, los fabricantes d elos televisores si están obligados a que sus TV sean compatibles con todos los formatos que soporten.
No todo es el vídeo, también importa la calidad de sonido
Otro motivo no menos importante es el sonido. Aquí si que es cierto que hay menos problemas con algunos códecs como Dolby Atmos, aunque también podemos encontrar algún que otro problema con una mala implementación de éste o bien que lo decodifique mal o directamente que solo soporte el códec con pérdida, como ocurre con el Apple TV.
Otros formatos que van añadiéndose a la lista de compatibilidad de las teles, como el DTS:X en el contenido o bien IMAX Enhanced son formatos que el televisor que lo soporte, lo reproducirá sin problemas, sin embargo un reproductor externo probablemente si no lo trae de serie ya no lo reproduzca jamás de forma adecuada. Y si lo hace, seguramente no tendrá alguno de los otros puntos de arriba mencionados.
En definitiva: si, sigue siendo mejor usar las apps de streaming de la TV que las de un reproductor externo en pleno 2025 casi. La lista de ventajas supera enormemente a la den inconvenientes así que a hacer de tripas corazón con el sistema operativo interno de tu televisor pero a cambio disfrutarás de una experiencia de cine mucho más completa.