Cientos de veces he oído que son mejores los televisores con panel brillante (glossy) que uno mate. Lo cierto es que depende, ya que en función de nuestras necesidades optaremos por uno o por otro, algo que iremos viendo a lo largo de este artículo, ya que cada tipo de panel tiene sus ventajas y sus debilidades, por lo que también es un tema preferencial y de gustos personales.
Cabe recordar que, también, debemos tener en cuenta que si optamos por un televisor de gama alta, por ejemplo, casi ningún fabricante nos ofrecerá paneles mate: desde las flagship hasta la gama alta, enteritas, están copadas por los paneles brillantes o glossy, por lo que ya tenemos un tercer factor: no podremos elegir el fabricante que más nos guste, solo aquel que nos ofrezca un panel mate en caso de querer optar por un modelo con este tipo de panel.
Televisores con panel brillante (Glossy): más contraste percibido y punch, pero más reflejos
La fotografía superior ilustra bastante bien lo que describe el titular. Los televisores de la fotografía son las Samsung S95C (izquierda) y la Samsung S95D (derecha) y se puede ver bastante bien como el modelo de la izquierda (con panel glossy o brillante) tiene muchos más reflejos que el modelo de la derecha con panel mate. Esto puede verse claramente en el círculo central, que es el reflejo de una bombilla halógena idéntica que cada televisor tiene en frente suya.
Sin embargo, los paneles brillantes tienen sus ventajas, algo que también podemos ver en la misma foto: el contraste percibido es superior al del panel mate cuando hay luz ambiental, ya que los niveles de negros son más profundos al no lavarse con la luz. Cabe recordar que el contraste es la relación entre el nivel más profundo de negro y el máximo brillo del televisor, por lo que cuanto más profundo sea el nivel de negro, más contraste veremos. Además, la luz eleva el nivel de negros en los paneles mate, por lo que al final un panel glossy o brillante nos parecerá que tiene más punch.
Televisores con panel mate: menos punch pero ideales para entornos con mucha luz ambiental
La otra cara de la moneda son los paneles mate. Éstos se caracterizan por incorporar una capa óptica delantera que rechaza la luz ambiental, además de que en los modelos de gama más alta que incorporan este tipo de paneles, es que no suelen incorporar el filtro polarizador, como ocurre con las Samsung S95D o la reciente Samsung S95F. Normalmente, el filtro incorporado suele ser el llamado filtro polilla.
Todo se debe a una combinación de evitar usar un polarizador (que refleja la luz que incide en el panel, aumentando los reflejos en éste) y de un filtro polilla mejorado por el fabricante. La capa exterior de los ojos de una polilla presenta protuberancias y ranuras de tamaño nanométrico, lo que le permite absorber mejor la luz y así evitar que los depredadores detecten los reflejos de los ojos.
Aunque el fabricante asegura que no, lo cierto es que si tiene ciertos inconvenientes. Cuando no hay ningún rastro de luz en la sala, el comportamiento del panel es idéntico al de un panel brillante. Sin embargo, la cosa cambia cuando hay luz ambiental: el panel mate eleva el nivel de negro, por lo que se pierde contraste percibido y se lava la imagen mucho más, además de otros inconvenientes como que hay que seguir un procedimiento especial para limpiarlas). Incluso puede haber ciertas distorsiones de los reflejos, aunque no sean perceptibles en contenido real.
En cualquier caso, los revestimientos antirreflectantes no son nuevos en los televisores de alta gama, ya que Samsung, LG y Sony usan diferentes técnicas pero como decíamos, ninguna excepto Samsung en su gama más alta (Samsung S95F, Samsung S95C, etc.) ofrecen los paneles mate. Por lo tanto, ¿qué tipo de panel es mejor, mate o brillante? no hay respuesta clara, ya que si vas a ver el televisor siempre en total oscuridad lo suyo sería un panel brillante, pero si tenemos un salón muy luminoso quizá la mejor opción sea optar por un modelo con panel mate.