Mucho tiempo ha pasado desde el 19 de diciembre del año 2009, cuando se estrenó Avatar. El flujo de trabajo de grabación, edición y postproducción digital apenas se completaba en todas esas fases y era habitual recurrir al fotoquímico en algún proceso, incluso la exhibición en salas.
Cuando dentro de en unos meses se estrene ‘Avatar 2: the way of water’ habrá pasado más de trece años y eso, calculado en tiempos de tecnología audiovisual, es todo un mundo. Avatar 2 ha sido producida en 4K, HDR, HFR, 3D y sonido Dolby Atmos, es decir, con tecnología de 2021-22 y desde su nacimiento habra disfrutado de todas sus posibilidades creativas que ofrecen esas tecnologías . Pero, ¿qué ocurre con el reestreno de Avatar 2009?
James Cameron anunció a todo marketing que, además, Avatar 2009 se re-estrenaría en todo el mundo antes de Avatar 2, también con todas esas tecnologías que, incluso algunas de ellas, no existían entonces, como el famoso Dolby Atmos (estrenado en 2012 por primera vez con la película Brave). Evidentemente eso supone adaptar materiales antiguos a tecnologías nuevas y, normalmente, hace aparecer problemas o utilizar soluciones de compromiso.
Como ya se comentó en AVPasión hace unos pocos días, James Cameron anuncia que Avatar 2009 contará (entre otras tecnologías de visualización en salas) con una nueva mezcla de sonido Atmos 9.1. Aquí podeis ver el vídeo grabado por un asistente durante el ‘Disney 23D Expo’, a partir del minuto 1:30 aproximadamente.
Cuya transcripción del inglés es esta: » (…) fans coming up that never got to see it in a theater which as we both agree is exactly the place it should be seen so 4k remaster in 3d obviously, 48 frames per second, high dynamic range, Atmos 9.1 sound, on the left it looks and sounds better than it’s ever looked (…)»
Y, claro, nos dejó a todos pensando: ¿a qué se refiere con sonido Atmos 9.1? Así que empecemos por el principio descartando lo que no es.
El sonido 9.1 no existe en salas de cine. No es un nuevo formato dentro del estandar que establece la DCI para sus DCPs. Admiten formatos de sonido surround como 5.1 y 7.1, pero nada más. Ni el 8 ni el 9 ni el 10.x existen internacionalmente. Fin de esta primera cuestión.
Tampoco existe el Dolby Atmos 9.1. Esto puede tener un poco más dificultad para entenderse, debido a que cambia el paradigma. No se habla de sonido surround si no de sonido inmersivo, o 3D o por objetos. No hay canales de sonido. Resumiendo y simplificando mucho, Dolby Atmos es una mezcla virtual. Literalmente cada altavoz puede ser una fuente de sonido independiente (no hay funcionamiento conjunto de altavoces, ‘arrays’ en inglés). Y hay tantos altavoves en las salas de mezcla de estos ‘blockbusters‘ que cuando llega a la sala de exhibición, esa mezcla virtual con tantísimas posiciones de sonido, se crea nueva y adaptada a la configuración de altavoces de cada sala (donde hay bastantes menos altavoces). Y eso ocurrirá también posteriormente en nuestros ‘home cinemas’ compatibles (después de una remezcla de ajuste para su consumo doméstico).
Asi que Dolby Atmos es Atmos, sin apellidos. Asociarlo a 5.1 o 7.1 o 9.1 es no decir nada, una imprecisión o vaguedad. Tal vez acompañarlo de la información de altavoces de techo expresado así: 9.1.6 o 9.1.4 aporte algo más de fidelidad. Pero esa terminología no se usa para salas de cine (¡hay demasiados altavoces!), solo en ámbitos domésticos donde todo se reduce a unos pocos altavoces.
¿Entoces qué significa lo que anunció James Cameron? Parece más un desliz. Cameron no fue preciso y, en mi opinión, mezcló varios términos que le sonaban. Lo más probable es que la nueva mezcla de ‘Avatar’ (2009) sea un Dolby Atmos cuyo contenido principal sea una nueva ‘bed’ 9.1 conseguida al mejorar y extender el ‘theatrical mix’ original en formato 5.1.
Las mezclas de sonido Atmos, se componen de ‘beds‘ y ‘objects‘, literalmente del inglés, camas y objetos. Las camas, son pre configuraciones que obedecen al antiguo paradigma de los canales surround 5.1, 6.1, 7.1, facilitan la vida a los editores, diseñadores y mezcladores de sonido. Los objetos, son la verdadera revolución, y son los sonidos que se mueven libremente por cualquier altavoz de la sala, cuyos metadatos se guardan para que luego el descodificador de Dolby en la sala de cine o en casa, lo ubique lo mejor posible en la configuración de altavoces de cada uno.
Como decíamos al principio, remezclar la banda sonora de una película cuyo formato original fue el 5.1 en 2009 a un Dolby Atmos en 2022, puede generar dificultades obvias. La sesión almacenada del Pro Tools y de la consola de sonido asociada, no es compatible con Atmos directamente, y hay que adaptarlo. ¿Qué se conserva? ¿la sesión original? ¿los ‘stems‘ individuales 5.1 (musicas, voces, efectos…)? En función de esas cuestiones y otras que ni sabemos, será más o menos fácil y eficaz pasar de un 5.1 a un Atmos.
Todo indica que el Dolby Atmos de Avatar 2009 es un Atmos sin usar todas sus prestaciones, donde la mayoría del contenido lo habrán conseguido ampliar del 5.1 original a una ‘bed‘ 9.1 y con poco contenido en altavoces superiores o de altura. La buena noticia, es que goza de una extensión ‘front wide‘ y la imagen sonora será bastante amplia en la salas de cine que dispongan de esos altavoces y, si se hace bien la adaptación al ‘Home Atmos‘ también en nuestros salones.
Películas en Bluray 4K como Jumanji (1995), Everest y Dune, por citar algunas, hacen uso especialmente intenso de esos ‘front wide’. Asi que solo queda encontrar algún cine en España donde podamos confirmar que se proyecta en Atmos en inglés y esperar a que llegue una posible reedición de Avatar 2009 en Bluray 4k y comprobar qué tal funciona esa remezcla.