La batería es un componente esencial en los móviles y, por este motivo, han aparecido mitos sobre su uso. Pero, ¿realmente es cierto que se puede acelerar la carga de un smartphone activando el modo avión? ¿Y qué hay de otras creencias, como que cargar tu smartphone toda la noche daña al componente? Te mostramos que hay de cierto en estas afirmaciones.
¿Cerrar aplicaciones en segundo plano ahorra batería?
No, cerrar las aplicaciones en segundo plano no ahorra batería. Tanto los iPhone como los Android tienen la capacidad de suspender automáticamente las aplicaciones que no están en uso, pero permanecen abiertas en segundo plano, lo que evita que necesiten energía adicional.
Sorprendentemente, cerrar aplicaciones en segundo plano y volver a abrirlas consume más batería que dejarlas suspendidas. Esto se debe a que cuando relanzas una app, el dispositivo necesita más energía para volver a cargar los datos de esta. En cambio, las aplicaciones suspendidas ya han sido lanzadas, por lo que el móvil solo necesita actualizarlas, lo que consume menos energía.
Sin embargo, hay algunas excepciones. Aplicaciones como Google Maps o Instagram, que rastrean tu ubicación, utilizarán más batería, incluso cuando están suspendidas, en comparación con otras aplicaciones que no requieren seguimiento de ubicación. Por lo tanto, las que hacen estos sí que pueden ser problemáticas, pero en líneas generales este es un mito que, en la actualidad, no tiene mucho de verdad.
Cargar durante la noche daña la batería
Para entender si cargar el smartphone toda la noche realmente daña la batería, primero hay que entender cómo funciona un proceso de carga. Evidentemente, es claro que cuando se llega al máximo de capacidad de la batería, el proceso se detiene… pero no del todo. Nos explicamos: aunque no uses tu teléfono, la carga de este disminuirá lentamente y, cuando llegue al 99%, se reanuda todo para llegar al 100%. Este ciclo se repetirá constantemente hasta que lo desconectes del cargador.
Es importante señalar que los smartphones modernos incluyen funciones avanzadas para proteger la batería. Por ejemplo, los iPhone cuentan con la función de Carga Optimizada, que aprende tus hábitos de sueño. De esta forma, al cargar el iPhone durante la noche, este solo se carga hasta el 80% y luego se detiene. El 20% restante se suministra poco antes de que te despiertes, gracias al algoritmo de esta función. Los smartphones Android también incluyen características similares, como por ejemplo Carga Adaptativa en los Pixel.
Con estas funciones activadas, es poco probable que causes un daño significativo a la batería si dejas enchufado a la corriente el terminal. Sin embargo, es importante recordar que todas las baterías se degradan con el tiempo, y ninguna función puede evitar esto por completo. Aunque esto se produce de forma lenta, un número elevado de ciclos de carga puede acelerar el proceso. Por lo tanto, cargar durante la noche puede contribuir a esta pérdida de vida útil -ya que el teléfono sigue cargándose, oscilando entre el 99% y el 100%-.
Esto es comparable a encender y apagar constantemente un ventilador: al principio no notarás el desgaste, pero a largo plazo el motor se verá afectado. En definitiva, si sueles cargar el teléfono por la noche, asegúrate de activar las funciones de protección de este componente para minimizar el daño a largo plazo -si es que tu smartphone las incluye-.
Las altas temperaturas dañan la batería
Sí, las altas temperaturas pueden dañar la batería de tu smartphone. Estos componentes, que se componen en su mayoría de iones de litio y dependen de reacciones químicas para almacenar y liberar energía. Sin embargo, cuando el smartphone se expone al calor extremo, estas reacciones ocurren más rápido, lo que acelera el deterioro de los componentes de la batería.
La exposición frecuente al calor extremo también puede causar que los electrolitos y gases existentes en la batería se expandan, provocando que se hinche. Normalmente, estos componentes de los smartphones están sellados herméticamente, pero si el calor provoca una hinchazón considerable, los gases dentro podrían comenzar a filtrarse… con el evidente riesgo de que tu smartphone se incendie o, en el peor de los casos, explote.
Afortunadamente, la mayoría de los terminales actuales incluyen sistemas de monitoreo de temperatura que previenen el sobrecalentamiento. Cuando la temperatura supera un nivel crítico, generalmente alrededor de los 45 grados, el sistema toma medidas de seguridad, como reducir el rendimiento, disminuir el brillo de la pantalla y, en algunos casos, apagar el dispositivo.
Cargar el teléfono en modo avión acelera la carga
De forma general, todos los smartphones buscan y mantienen conexiones con redes móviles y Wi-Fi de manera continua, lo que requiere una cantidad considerable de energía. Aunque este consumo es menor que cuando usas el teléfono activamente para tareas como ver vídeos, sigue siendo lo suficientemente significativo como para afectar el tiempo de carga. Además, muchas aplicaciones solicitan permisos de GPS, lo que implica que, aunque no las estés usando, pueden estar usando energía para rastrear tu ubicación. Sin embargo, con el modo avión activado, todo esto puede limitarse bastante.
La mayoría de los smartphones utilizan alrededor del 18% de la batería para mantener estas conexiones. En contraste, el modo avión consume solo un uno por ciento de batería. Por lo tanto, activar esta función es recomendable si es posible, ya que el smartphone deja de gastar energía buscando redes o ejecutando aplicaciones que rastrean tu ubicación.
Eso sí, no esperes grandes bajadas en los tiempos de carga al realizar esto, ya que la gestión energética en la actualidad es bastante buena en los smartphones. En general, no es suficiente si se tiene en cuenta que al activar el Modo avión se elimina de forma temporal el acceso a las redes y, por extensión, a internet.