Recientemente, hemos tenido la oportunidad de probar el nuevo monitor de Sony BVM-HX3110 destinado a convertirse en la referencia de la marca japonesa para soluciones de masterizado y corrección de color. Es el sucesor del afamado BVM-300 que durante estos últimos años ha sido utilizado por un mayoría de las casas de postproducción de todo el mundo.
Nunca está de más conocer hacia donde evolucionan los monitores de uso profesional en la industria audiovisual y los avances tecnológicos que incorporan porque más tarde suelen aparecer en nuestros queridos televisores de cine en casa. Así que, vamos a desglosar poco a poco la información vista de primera mano.
El nuevo Sony BVM-HX3110 pertenece a lo que se conoce profesionalmente como monitores de grado 1, que son los que alcanzan un mínimo de especificaciones de rendimiento (cobertura de color, errores delta etc) necesarias para que te homologuen el dispositivo los organismos internacionales como la SMPTE (Society of Motion Picture and Television Engineers) en Estados Unidos o la EBU (European Broadcasting Union) en Europa.
Vaya por delante: este monitor de referencia profesional de 31 pulgadas y 30 kilogramos de peso, cuesta unos 26.000 euros nuevo. También hay opciones de alquilarlo por proyecto en casas de postproducción (imaginemos la corrección de color de una temporada de alguna serie unos meses o un par de semanas para un largometraje).
El panel es un LCD dual de matriz activa TFT α-Si, con iluminación de fósforos LED PFS, algo habitual en muchos fabricantes como Eizo, Flanders, TV logic etc. Como podéis ver en el listado de aquí abajo, el mítico Dolby Pulsar es un LCD y alguno de Flanders Scientifics también.
Rendimiento del monitor Sony BVM-HX3110
¿Y qué prestaciones ofrece para que cueste esa cantidad de dinero? En primer lugar, que pertenece a la gama Trimaster HX y todo lo que da servicio profesional, se paga. En segundo lugar, y aunque parezca algo habitual, no lo es tanto: estamos hablando de un monitor 4K (4096 x 2160 pixeles). A día de hoy, hay mucho monitor de grado 1 con resolución 2K o incluso HD como podéis comprobar en el gráfico de un poco más arriba.
Seguimos repasando las características más relevantes de este Sony BVM-HX310. Tiene un espacio de color REC 2020 que no cubre al 100 % y que no nos han dicho todavía qué porcentaje de cobertura tiene, pero para ser de grado 1 debe superar el 90% de dicho espacio de color. Por supuesto, es compatible y cubre el 100% del más pequeño DCI-P3 y por supuesto del SDR 709. Y al ser Sony, también es nativo con espacios de color propios de sus cámaras de cinematografía digital (Slog 3 etc)
Y por aquí enganchamos con otra prestación realmente espectacular. El BVM-300 era capaz de reproducir a toda pantalla 1.000 nits de luminosidad y ese era su máximo. Pero es que este BVM-HX310 además de aguantar full screen esa cota, llega a reproducir hasta 4.000 nits en pequeñas zonas de la imagen (no más de un 8% del frame).
Eso es una barbaridad. Hemos tenido la suerte de ver una demo de un material masterizado en 4.000 nits en HDR que mostraba un amanecer sobre el monte Fuji en Japón (algo muy propio de Sony, claro está) y cómo va apareciendo el disco solar por detrás de la montaña para ir ascendiendo sobre el cielo azul inmaculado. Verlo varias veces fue algo impresionante.
El firmware que tiene cargado el Sony HX-3110 permite, además, asignar a un botón físico, un corte de brillo a 1.000 y 2.000 nits para ver de manera rápida y efectiva cómo se comporta una imagen con diferentes límites de luminosidad. Algo tremendamente útil para el operador de la sala al frente de un etalonaje crítico en altas luces.
Preguntando a la gente de Sony, nos contaron que han optado por esos 4.000 nits porque aunque la industria mayoritariamente produce y masteriza a 1.000 nits observan que la tendencia es a aumentar esa cifra y por otro motivo más: las grandes productoras almacenan con fines de conservación y archivo sus producciones en 4.000 nits. Si quieres profundizar más y averiguar qué contenido hay en estos valores de luminosidad, te dejamos este link aquí.
Por si fuera poco, observamos en este Sony BVM-HX3110 un volumen de color realmente bueno, con un brillo que llegaba a molestar si concentrabas la atención en el disco solar del que hablábamos antes. Tampoco había rastro ninguno de banding y los vídeos mostraban una definición rabiosa sin resultar excesiva o digital en el peor sentido de la palabra.
Además, también lanzaron los típicos motion graphics con rótulos en blanco y negro y ni asomo de ‘blooming‘ o contaminación alrededor de las letras. Y quizás la menos impresionante pero muy efectiva y bien resuelta: un fundido a negro lentísimo sobre el primer plano de una rosa para apreciar la saturación de color en zonas bajas.
Por si fuera poco, al lado de este Sony HX-3110 estaba el antiguo BVM-300, el cual ha dejado de fabricarse porque el fabricante (un tercero, no Sony) ha cerrado esa línea de producción de paneles. En esta comparación directa, y dejando a un lado la diferencia de brillo, encontramos dos mejoras más.
En primer lugar el nuevo Sony BVM-HX3110 tiene una capa antireflejos muy buena. No es algo fundamental, porque las salas de postproducción y de color no tienen iluminación mal ubicada ni tampoco de mala calidad pero siempre es bienvenido ver menos reflejo en la imagen directa.
La segunda mejora sí la considero más relevante: hay una mejora notable en el ángulo de visión. Con el anterior BVM-300 la imagen enseguida cogía tintes magentas o sepias en cuanto no estabas más o menos en el centro. Ahora la posición del visionado no es tan crítica y permite que colorista y p.ej, director de fotografía trabajen sin pelearse por la mejor ubicación, silla contra silla.
Por último un dato que debe llevarnos a reflexionar: el Sony HX-3110 con sus 31 pulgadas y 4.000 nits de capacidad, tiene una profundidad de 20 centímetros y alberga en su trasera cuatro ventiladores. Ahí queda eso. Sacad conclusiones para trasladar esto a nuestros televisores de 2024 o 2025.