Hay veces en la que siento que nado a contracorriente. Los principales medios de comunicación están hablando de la crisis que tienen los asistentes de voz, y yo quiero dar mi opinión del motivo por el que creo que sistemas como Alexa o Google Assistant han marcado un antes y un después, permitiéndonos disfrutar de un hogar conectado por muy poco dinero y, lo más importante, sin mayor dificultad.
Los principales medios internacionales han abierto sus cabeceras con el fantasma de los despidos que planea sobre Amazon. Por lo que parece, la compañía funda por Jeff Bezos va a despedir a cerca de 10.000 trabajadores, y la mayoría formaban parte del proyecto Alexa.
Y Google sigue unos pasos semejantes, derivando todo el músculo de Assistant a otras divisiones. ¿El motivo? No les está saliendo nada rentable la inversión en sus asistentes de voz, aunque el usuario final sí que ha salido muy beneficiado.
Cualquier altavoz Echo lo tendrás configurado en pocos minutos
Para empezar, en el momento en el que te compras un Amazon Echo Dot, el gigante de las ventas online te envía un correo electrónico explicándote cómo configurar el equipo. Y en menos de 5 minutos tienes tu Amazon Echo completamente operativo.
La primera vez que me adentré en el mundo de la domótica, lo cierto es que lo pase muy mal. Principalmente porque el proceso de configuración era una tortura, necesitando un puente o bridge, problemas con los DNS de Google… Un verdadero infierno el que sufrí con Netatmo y su estación meteorológica. Ojo, que el producto tenía una calidad sorprendente, pero si nunca habías conocido este mundo del hogar conectado, se hacía todo un poco cuesta arriba.
Y ahora, aprovechando las ofertas del Black Friday 2022 me hice con este altavoz inteligente. Ya os adelanto que ha sido la mejor compra que podía haber hecho. Por un lado, por la facilidad de instalación, sin complicaciones de ningún tipo, y, por otro lado, por lo fácil que es crear rutinas, asociar otros equipos compatibles para exprimir las bondades que ofrece Alexa.
Lo que más me ha sorprendido de esta línea de productos es su sencillez de uso, que era justo el punto flojo de este tipo de equipos. Y, sabiendo cuáles son sus limitaciones, te hacen la vida más sencilla. De momento lo estoy utilizando para que me haga de asistente personal con todo tipo de recordatorios, tengo una bombilla conectada en el cuarto para poder controlar la iluminación a mi gusto y poco más. Llevo 24 horas con él, pero ya solo por este uso (y teniendo en cuenta que el pack me costó menos de 30 euros), considero que es una compra casi obligada en cualquier hogar.
No, no voy a usar mi Echo Dot para hacer compras
Pero, si el producto es tan bueno para su bajo precio, ¿por qué le van tan mal las cosas a Alexa y Google Assistant? Pues por varios motivos: por un lado, aunque en un principio hiciera falta una cantidad ingente de personal para poder llevar estos proyectos adelante, a día de hoy ya no hace falta tantos trabajadores.
Aunque el motivo principal está en las ventas. Principalmente porque Amazon pensaba que íbamos a utilizar su línea de altavoces para ir comprando productos online. Y en este aspecto, no le ha funcionado demasiado bien la jugada.
Por lo tanto, han lanzado una familia de productos inteligentes que te permiten montarte un hogar conectado de lo más completo y por muy poco dinero. Pero la jugada no les ha salido tan rentable como esperaban. En este caso, el que ha ganado es el consumidor, más con la inminente llegada del estándar Matter.
Así que, si estás valorando comprar un altavoz inteligente, que sepas que las soluciones Echo de Amazon cumplirán de sobra con tus expectativas, siempre y cuando sepas cuál es su función: facilitarte algunas tareas diarias por muy poco dinero.