En un mundo donde parece que todas las comedias románticas han seguido el mismo camino predecible, Nadie quiere esto llega para romper moldes y refrescar el género. Protagonizada por Kristen Bell y Adam Brody, esta nueva serie de Netflix ha conseguido seducir a los espectadores con su combinación de humor, romance y situaciones inesperadas. Desde su estreno el 26 de septiembre, ha escalado rápidamente a los primeros puestos de popularidad en la plataforma, y no es difícil entender por qué. En el momento de escribir este artículo, la serie ocupa el segundo puesto en el ranking de Netflix España, una clara muestra de su éxito.
La premisa de Nadie quiere esto puede parecer sencilla, pero es su ejecución lo que la convierte en algo especial. Joanne y Noah, los personajes principales, son dos personas completamente opuestas que, contra todo pronóstico, se enamoran. Joanne, interpretada por Kristen Bell, es una mujer sin filtros, presentadora de un podcast en el que habla abiertamente sobre su vida, incluidas sus relaciones y su vida sexual. Es una agnóstica convencida que no cree en nada ni en nadie, lo que la convierte en una figura auténtica y, en ocasiones, incómoda.
Por otro lado, Noah, encarnado por Adam Brody, es todo lo contrario. Un rabino devoto, profundamente arraigado en sus creencias religiosas y con una sensibilidad particular para su profesión. Esta dualidad entre ambos personajes es lo que da vida a la trama, creando un contraste divertido y lleno de momentos imprevisibles. El choque entre sus visiones del mundo no genera humor, pero también plantea preguntas sobre el amor y las diferencias irreconciliables.
Kristen Bell y Adam Brody: un dúo irresistible
Uno de los grandes aciertos de la serie es, sin duda, la elección de sus protagonistas. Kristen Bell y Adam Brody no solo brillan por separado, juntos forman una pareja con una química increíble. Bell, conocida por su papel en Veronica Mars, y Brody, famoso por interpretar a Seth Cohen en The O.C., aportan un toque nostálgico para aquellos que crecieron viendo estas series icónicas.
Su capacidad para interpretar personajes tan dispares y, al mismo tiempo, hacer que el público los adore es una de las razones por las que Nadie quiere esto ha logrado destacar en el abarrotado catálogo de Netflix.
Pero Nadie quiere esto no se limita a sus protagonistas. La serie cuenta con un elenco secundario que lleva a otro nivel la trama y añade una profundidad que pocas comedias románticas consiguen. Timothy Simons, conocido por su papel en Veep, interpreta a Sasha, el hermano de Noah, mientras que Jackie Tohn da vida a su esposa, formando una pareja que aporta algunos de los momentos más hilarantes y entrañables de la serie.
Por su parte, Justine Lupe, quien muchos reconoceréis por su papel en Succession, interpreta a Morgan, la hermana soltera de Joanne. La dinámica entre estos personajes secundarios añade capas a la historia principal, permitiendo al espectador involucrarse no solo en la relación entre Joanne y Noah, sino también en las vidas de quienes los rodean. El resultado es una serie con diferentes niveles de entretenimiento, donde cada personaje tiene algo que aportar.
Nadie quiere esto: la magia de lo cotidiano
Lo que realmente distingue a Nadie quiere esto de otras comedias románticas es su capacidad para transformar situaciones cotidianas en momentos de pura diversión y ternura. La serie no intenta ser una reflexión profunda sobre el amor o la vida, pero es precisamente su ligereza lo que la hace tan atractiva. Los diálogos están llenos de ingenio y el ritmo es perfecto, manteniendo al espectador enganchado de principio a fin.
Además, la serie se beneficia de la experiencia de su creadora, Erin Foster, quien también es conocida por su trabajo en la serie Barely Famous. Su enfoque humorístico y desenfadado sobre las relaciones y la vida moderna es lo que le da a Nadie quiere esto su toque distintivo.
Con solo diez episodios, Nadie quiere esto es una de esas series que se devoran en un fin de semana. Cada episodio fluye de manera natural, y antes de que te des cuenta, has llegado al final de la temporada. Esto es, sin duda, parte de su atractivo: es una serie fácil de ver, ideal para desconectar y disfrutar sin complicaciones. Sin embargo, también deja al espectador con ganas de más, lo que ha generado especulaciones sobre una posible segunda temporada.
Una serie que rompe con los clichés
Nadie quiere esto logra destacar por su frescura y originalidad. La serie es divertida y entretenida, pero a parte de eso, aborda temas como las diferencias culturales y religiosas con un toque de humor y sin caer en el sentimentalismo excesivo. Joanne y Noah no son la típica pareja romántica, y eso es precisamente lo que hace que su historia sea tan especial.
Para aquellos que buscan una comedia romántica que les haga reír y les ofrezca algo diferente, Nadie quiere esto es una opción perfecta. Con un reparto estelar, una trama entretenida y momentos entrañables, es fácil ver por qué esta serie se ha convertido en una de las favoritas del momento.