Siempre os hemos dicho que no es buena idea desconectar tu televisor OLED de la corriente, pero nunca hemos hecho una noticia de por qué. Así que, como en navidad lo más probable es que se le de un uso muy intensivo al televisor del salón, hemos creído que es la oportunidad perfecta para haceros una pequeña guía paso a paso de lo que no debes hacer, como siempre argumentando los motivos.
No desconectes nunca tu televisor OLED de la corriente: la importancia del ciclo de compensación
El principal motivo, pero no el único, es que los televisores OLED necesitan hacer el llamado «ciclo de compensación» para poder funcionar correctamente. Aunque ya explicamos en profundidad en qué consiste este peculiar mecanismo, os lo vamos a resumir también en esta noticia. Para empezar existen dos tipos de ciclos de compensación:
- Ciclo de compensación corto: es el que se hace de forma automática por el televisor pasadas 4 o 2 horas de uso del panel (acumulativos), siempre y cuando no hayamos desconectado la toma de corriente eléctrica de nuestra OLED.
- Ciclo de compensación largo: es el que se puede forzar desde el menú del televisor o se hará de forma automática cada 2000 horas, siempre y cuando no hayamos desconectado la toma de corriente eléctrica de nuestra OLED. Cuidado con este ciclo que es muy agresivo y no se recomienda hacer más de uno al año, como explican en este artículo de Samsung sobre la tecnología OLED.
Para empezar, los televisores OLED salen de fábrica con una imagen demasiado oscura (a propósito), aplastando deliberadamente los negros y faltándole detalle en sombra. Y es que hacen falta unas 100 horas de uso para que el panel se asiente y ofrezca una gran calidad, aunque tras un par de días de uso y un par de ciclos de compensación pequeños, verás que la uniformidad mejora de forma notable.
La particularidad de los paneles de diodos orgánicos emisores de luz hace que sean proclives a las retenciones y quemados, por lo que los fabricantes idearon una solución a este problema: que la pantalla de tu televisor se ajuste cada cierto tiempo a través de un ciclo de compensación que regula la uniformidad de la imagen. Esta tecnología reduce el potencial de retención cuando la imagen de la pantalla se fija durante mucho tiempo, por ejemplo con el logotipo de una cadena, o los diferentes indicadores en un videojuego.
¿Y cómo lo consigue? pues para no ser excesivamente técnicos, tenemos que imaginar que cada píxel de los más de 8 millones 300 mil que forman un panel OLED 4K, contiene un controlador de voltaje que «enciende» o «apaga» (1 o 0, respectivamente) los píxeles. Pues bien, puede haber pequeñísimas desviaciones entre esos controladores, por lo que en grises muy oscuros no se verán uniformes, creando el tan temido banding:
Al pasar (o que el televisor lo haga automáticamente) un ciclo de compensación, el panel intentará igualar al máximo el voltaje de cada píxel, uniformando así el banding y haciendo que ese gris tan oscuro se iguale, mejorando notablemente el banding. Por ese motivo, al hacer un ciclo de compensación, se dice popularmente que «mejora la uniformidad del panel«.
Lo mismo ocurre con una retención o quemado no permanente. Este fenómeno obedece a la misma explicación: los píxeles donde estaba el icono/logo permanente se ha desgastado más que el resto del panel, teniendo esos píxeles menos «intensidad» (corriente eléctrica). Al pasarle un ciclo de compensación, al igualarse el voltaje, se iguala el «brillo» de todo el panel y por ende, podemos hacer desaparecer la dichosa retención.
Todos esto que hemos explicado no funcionará si desconectamos nuestra OLED de la corriente, ya que el televisor está completamente apagado y no podrá poner en marcha todos estos mecanismos que hemos comentado, por lo que a la larga la imagen acabará deteriorándose notablemente.
No desconectes nunca tu televisor OLED de la corriente: los componentes sufren más estrés
Aunque pensemos que «tirar del cable» para desenchufar nuestra OLED y ahorrar energía, lo cierto es que el ahorro energético será pírrico y podemos acabar dañando los componentes de éste (especialmente la fuente de alimentación), además del citado ciclo de compensación.
Si hacemos un cálculo rápido teniendo en cuenta que el consumo en standby de una OLED normal ronda los 0.8W/hora, veremos que eso nos da un consumo (precio medio del KW/h en España para 2022 de 0,3 céntimos) diario de 0.019 KW diarios, que multiplicados por los 365 días nos da unos 7 euros de consumo al año. Ese es el precio a pagar para tener nuestra OLED en un buen estado de salud.
Por otra parte, la mayor desventaja de apagar y encender constantemente el televisor desde su estado de apagado completo es en un ciclo diario es que nuestra OLED consumirá mucha más energía al encenderla desde cero (ya que tiene que cargar todo el sistema operativo al completo, cachés, etc.) que si lo hiciéramos desde standby, por lo que al final ese ahorro energético de 7 euros se va al traste.
Y quizá el problema mayor de encender y apagar completamente un televisor, es, en términos generales, que la electrónica pueda fallar al encender y apagar (especialmente al encender), cosa que no ocurriría al dejarla en standby, ya que cada vez que hacemos este ciclo hay algo de degradación durante la operación. La corriente de irrupción (encendido), las contracorrientes (apagado) y los grandes cambios de temperatura son eventos estresantes para todo componente electrónico.
Las conexiones, incluidas las juntas de soldadura, generalmente no fallan a menos que haya alguna vibración, choque mecánico o térmico. Sin embargo, si dejamos la TV encendida o en stanbdy, no corroe ni desgasta los contactos. Los condensadores tienden a cambiar de valor con el tiempo de uso, pero también pueden fallar de forma mucho más acusada durante el encendido/apagado debido a picos de energía.
Un ejemplo de todo ello son los equipos fabricados para periodos de duración larguísimos y con certificaciones de horas de funcionamiento muy estrictas (sistemas de servidores redundantes, etc.). Un ejemplo es el equipo electrónico fabricado por la NASA: todo lo fabricado entra en funcionamiento y no se vuelve a apagar nunca, ya que el punto crítico es cuando encienden un circuito que se ha apagado. Es mejor dejarlo funcionando mientras tengan suficiente energía para hacerlo.
Y para acabar, otro problema derivado de apagar completamente nuestra OLED es el software. Si la desconectamos de la corriente, el sistema operativo se reiniciará de cero, por lo que todo volverá a cargar y no tendremos ninguna aplicación en segundo plano corriendo, algo que puede ser problemático si tenemos programadas algunas rutinas o programas que se encarguen de ciertas funciones.
En resumen: no se debe apagar jamás una OLED completamente, ni quitando el cable de alimentación ni apagando el botón de la regleta. Si lo hacemos, acabaremos con una imagen mucho peor (más banding), con mucha mayor probabilidad de retenciones o quemados, menor vida útil, posibilidad de píxeles vagos o atascados y un mayor estrés de todos los componentes, posibilitando así de forma mucho más clara un fallo del televisor.