Parece ser que la los televisores WOLED (que usan subpíxel blanco) fabricados por LG podrían experimentar una revolución significativa, especialmente en cuanto a la emisión del color del blanco nativo. Tradicionalmente, el punto más débil de este tipo de tecnología era el brillo (algo ya superado gracias a la llegada de los paneles MLA) y precisamente el volumen de color, ya que al generarse éste con un subpíxel blanco en la mezcla, no se conseguía un volumen cromático totalmente puro.
Pues bien, según una nueva investigación de la Universidad de Mumbai que se encarga de analizar las características y el rendimiento de los diodos emisores de luz orgánicos (OLED) fabricados con derivados del fenantroimidazol (Phen-I), centrándose específicamente en cómo el grosor de la capa emisora activa (EML) influye en el color, así como en la pureza y eficiencia del panel WOLED.
Los televisores WOLED todavía no han dicho su última palabra: el fenantroimidazol podría cambiarlo todo
Está claro que este nuevo avance repercute muy positivamente en LG Display, actualmente el único fabricante mundial de paneles WOLED. En el estudio se han realizado una investigación con dos compuestos del fenantroimidazol: el primero contiene tiofeno (denominado compuesto 1) y el otro tiene perileno (denominado compuesto 2) para ver las diferencias en cuanto a su aplicación en pantallas WOLED.
Cuando se utiliza el primer compuesto con base de tiofeno para formar un dispositivo WOLED, la pureza del color de estos dispositivos se puede ajustar mediante el grosor de la capa activa. Concretamente, los dispositivos con un EML más delgado (~70 nm) exhiben una emisión de color blanco azulado, mientras que aquellos con un EML más grueso (> ~100 nm) muestran un color sintonizable desde un blanco azulado hasta un blanco casi puro bajo diferentes voltajes.
Esta posibilidad de cambiar el tono de la luz blanca emitida gracias a un EML más grueso es gracias a una combinación de emisiones de monómeros y electrómeros. La emisión de electrómeros, que se vuelve más intensa a mayores espesores de EML, es la que permite modular la emisión de luz blanca y su tonalidad en función del voltaje que le demos (siempre y cuando, como decíamos, el EML sea suficientemente grueso).
Por otro lado, el compuesto 2 que contiene perileno, no muestra ningún cambio de pureza de color dependiendo del espesor en sus OLED. Los dispositivos fabricados con este compuesto emiten luz de color amarillo anaranjado, independientemente del grosor de la EML. Este comportamiento sugiere una falta de emisiones significativas de electrómeros.
El estudio también señala que, si bien la formación de electrómeros en dispositivos que utilizan el compuesto 1 permite lograr constituir un panel WOLED, también conduce a una eficiencia reducida del dispositivo en comparación con los dispositivos fabricados con el compuesto 2. Por lo tanto lo ideal sería combinar ambas: conseguir la emisión de luz blanca usando fenantroimidazol con el compuesto 1 (tiofeno) con la eficiencia del compuesto 2 (perileno).
Televisores WOLED con una emisión blanca perfecta y un mayor volumen de color gracias al Phen-I
El artículo concluye que, efectivamente, el fenantroimidazol (Phen-I) tiene propiedades muy interesantes para los televisores WOLED blancos. Específicamente, el derivado de tiofeno (compuesto 1) puede formar un panel WOLED mediante emisión combinada de electrómeros y monómeros, mientras que el derivado de perileno (compuesto 2) no muestra esta capacidad, aunque es más eficiente.
Con ello conseguiríamos obtener un punto de blanco nativo más cercano al ideal del cine (6500 grados kelvin) en lugar del que ahora utilizan (10000 grados kelvin), obteniendo así un nivel de brillo más alto que el actual y mejorando, a la vez, mejorando color al no emitir tanto azul a través de los subpíxeles blancos.
En esencia, esta investigación destaca la importancia del diseño molecular y el espesor físico de la capa activa en el desarrollo de pantallas WOLED eficientes y de color ajustable, mostrando cómo modificaciones moleculares específicas pueden influir en las interacciones fotofísicas y el rendimiento del dispositivo de los OLED.
Fuente: DisplayDaily