Si alguna vez te has preguntado por qué los OLED no son tan brillantes como los MiniLED, aquí tienes la respuesta: les roban la mitad del brillo antes de que llegue a tus ojos. Sí, como lo lees. No es que los OLED sean flojitos, es que llevan un filtro llamado polarizador externo que se traga hasta un 50% de la luz que emiten los píxeles. Básicamente, los fabricantes los ponen ahí para reducir reflejos, pero el precio a pagar es una pérdida brutal de brillo y eficiencia.
Pero ojo, porque esto está a punto de cambiar. Esta vez, un grupo de investigadores de la Universidad de Cambridge y la Universidad Tecnológica de Eindhoven ha encontrado la manera de hacer que los píxeles OLED emitan luz polarizada directamente, sin necesidad de ese filtro chupaluz. ¿Y eso qué significa? Pues que las pantallas OLED podrían ser el doble de brillantes o consumir la mitad de energía sin hacer malabares con la tecnología actual. Vamos, un sueño hecho realidad.
Adiós al «ladrón de brillo», hola a los OLED más eficientes
Verás, el problema hasta ahora es que la luz que sale de un píxel OLED va en todas direcciones como si fuera una discoteca sin control. Para poner un poco de orden, los fabricantes meten ese famoso polarizador, que bloquea la mitad de la luz para que no haya reflejos molestos. ¿El problema? Que al hacer esto, el brillo se reduce drásticamente y los fabricantes tienen que subir la potencia del panel para compensarlo, lo que hace que se gaste más batería, se genere más calor y la pantalla envejezca antes. Un desastre.

Pero ahora llega el giro de guion. Los investigadores han encontrado la manera de hacer que los píxeles OLED emitan luz polarizada de fábrica, sin necesidad de usar filtros que recorten el brillo. ¿Cómo? Pues con un material llamado triazatruxeno (TAT), que es capaz de organizar la luz en espiral antes de salir del píxel. Esto significa que ya no hace falta ese polarizador externo, lo que evita pérdidas de luz y mejora la eficiencia.
Es como si hubieran arreglado la discoteca y ahora la luz sabe exactamente a dónde tiene que ir sin chocar con nada. Resultado: más brillo, menos gasto y OLED más top que nunca.
¿Qué significa esto para el futuro de las pantallas?
Pues significa buenas noticias para todos. Si este avance llega a los productos comerciales, las teles OLED podrán ser mucho más brillantes sin subir el consumo energético, lo que acabaría con una de las mayores críticas que se les ha hecho hasta ahora.
Y no solo hablamos de teles. Esto también afectaría a móviles, tablets y cualquier otro dispositivo con pantalla OLED. Imagínate un smartphone con un brillo brutal de 2500 nits sin que la batería se derrita en un par de horas. Sería un cambio total.
Por supuesto, una cosa es hacer esto en un laboratorio y otra muy distinta es llevarlo al mundo real. Los fabricantes tendrán que ver cómo adaptan esta tecnología a sus procesos de fabricación, pero ya sabemos que cuando hay un avance así, tarde o temprano acaba llegando.
OLED sigue evolucionando y el futuro pinta espectacular
Muchos pensaban que OLED tenía los días contados frente a MiniLED o MicroLED, pero con avances como este, queda claro que aún le queda mucha guerra por dar. Este descubrimiento se suma a otras mejoras en desarrollo, como los paneles en tándem (que aumentan la vida útil y el brillo), el fósforo azul PHOLED (para hacer los azules más eficientes) y otras técnicas como los plasmones, que también prometen pantallas más brillantes y duraderas.
Lo importante aquí es que OLED no se ha quedado estancado. Al contrario, cada vez hay más avances que lo llevan un paso más cerca de la pantalla perfecta: negros puros, colores vibrantes y ahora, por fin, brillo a la altura de las expectativas.
Así que si estabas dudando entre OLED y MiniLED, puede que en un par de años ni siquiera haya debate. Esta tecnología está en plena evolución y con avances como este, puede acabar siendo la mejor opción de todas.
Via: TU/e