Parece ser que los televisores MicroLED van para largo. Tan largo como que los últimos informes realizados sobre esta tecnología arrojan unos datos desalentadores: el ritmo de producción es tan bajo y el coste tan alto que hasta 2033 no veríamos los primeros televisores para los early adopters. Es decir, las primeras versiones de estos productos que, generalmente, suelen tener precios prohibitivos y con varios errores.
Pese a que la investigación de esta tecnología sigue evolucionando, parece no ser suficiente para acelerar el proceso de producción y abaratar costes. Aunque todo apunta a que la tecnología MicroLED será la que reine en un futuro, lo cierto es que muchos teníamos la vaga esperanza de que ese futuro fuera algo más inmediato. Con los nuevos informes, podríamos decir que una fecha aproximada aunque realista de ver estos televisores a precios terrenales en los centros comerciales de nuestra ciudad sería entorno a partir de 2035.
Mazazo para los televisores MicroLED: primero llegarán gafas de realidad virtual y Smartphones
Ha sido el informe de la MicroLED Industry Association (MIA por sus siglas en inglés) la que ha publicado un demoledor roadmap (hoja de ruta para esta tecnología), titulada MicroLEDs 2023: Estado de la industria y futura hoja de ruta, en la que se detalla los planes futuros para los MicroLED. En este informe, la asociación arroja un panorama sombrío para aquellos que esperábamos tener pronto un nuevo televisor MicroLED de 77 pulgadas en el salón. Aún queda, como mínimo, una década para que eso sea posible.
Aún faltan años para la producción en masa y hay varios problemas todavía sin solución (especialmente los relacionados con la eficiencia de los paneles y con los altos costes de producción). A pesar de los miles de millones de dólares ya invertidos en I+D en los últimos años, el estado del mercado MicroLED está todavía muy verde. Eso si, en la actualidad, se produce comercialmente una pequeña cantidad de pantallas, todas dirigidas a tres mercados:
- Micropantallas para usos militares o médicos.
- Pantallas destinadas a relojes inteligentes u otras soluciones portátiles.
- Televisores ultra grandes (140 pulgadas o más).
Aunque parezca contradictorio, es más fácil y rentable para la industria MicroLED fabricar pantallas que sean muy pequeñas o muy grandes. Los tamaños “intermedios” son mucho más complicados y, sobre todo, costosos. Si analizamos todo el año 2023, se puede estimar que el número de televisores MicroLED fabricados no llega ni a 1.000 unidades.
Si echamos un vistazo a la hoja de ruta, rápidamente nos daremos cuenta que los fabricantes antes de llegar a los tamaños necesarios para un televisor comercial (55-85 pulgadas), primero fabricará mil gadgets de todo tipo con pantallas mucho más baratas: gafas de visión aumentada o realidad virtual, smartphones, relojes inteligentes, pantallas para tablets…y en 2033, como pronto, empezaría la fabricación en masa de televisores.
Televisores MicroLED: el futuro que nunca llega
Aquellos que no estén muy al día, os aconsejaría pasaros por nuestra sección de televisores microLED donde os explicaremos esta tecnología a lo largo de varios artículos. Básicamente, los televisores MicroLED serían el santo grial de la calidad de imagen, ya que conseguiría que cada píxel sea autónomo (pueda apagarse y encenderse a voluntad) pero no es orgánico, sino sintético, por lo que no sufriría desgastes, limitación de brillo alguno ni problemas como los quemados o retenciones.
Su punto fuerte es también su mayor debilidad, ya que al tener que montar tres diodos LED’s microscópicos (de ahí el nombre) rojo, verde y azul -colores primarios- en cada píxel de forma artificial para poder generar luz y color, hace que se tengan que usar casi 25 millones de micro diodos en un panel 4K. De ahí la enorme dificultad de fabricar televisores MicroLED más pequeños de 80 pulgadas.
El punto anterior, junto a un costosísimo proceso de fabricación, explicarían su tardía llegada a nuestro mundo, unido además a otros problemas como una generación de calor y un consumo mucho mayores en una época en la que se le está poniendo coto a este tipo de particularidades. Todo ello explica que la industria esté optando primero por dispositivos más pequeños, baratos y eficientes e ir evolucionando poco a poco durante toda una década.
Fuente: MicroLED Industry Association