A menudo es el centro de los debates audiovisuales de medio mundo: ¿qué TV de gama media/alta me compro, una OLED o una LED? He oído algo de las MicroLED, ¿qué diantres es eso y qué diferencias hay con las otras dos? ¿Es cierto que hay mucho márketing de las marcas para intentar maquillar las tecnologías y vender lo que no es? Hoy intentaremos daros respuesta a todas esas preguntas de manera detallada pero fácil de comprender para gente no experta en el mundillo.
LCD: la vieja tecnología que se resiste a morir
Tipos de retroiluminación en las TV LCD
Empecemos por el principio, como diría aquel. ¿Cuantos tipos de tecnología existen actualmente el mercado? Únicamente dos: LCD y OLED. MicroLED, es una tecnología que, supuestamente, recogería lo mejor de cada una de ellas sin sus inconvenientes, pero de eso hablaremos luego. ¿Y el LED y el QLED? ninguna de las dos son una tecnología, si no un tipo de retroiluminación del panel LCD, por lo que no son «tecnologías» nuevas, de la misma forma que cambiarle el motor a un coche de combustión no lo convierte en un eléctrico, cambiar el tipo de retroiluminación del panel LCD no lo convierte en otra tecnología nueva, sigue siendo LCD (con retroiluminación LED, pero LCD al fin y al cabo).
QLED por otra parte tampoco es un sistema innovador o una nueva tecnología, es simplemente una TV LCD con retroiluminación LED FALD (más abajo lo explicamos con todo tipo de detalles) usando para el espectro de color los famosos Quantum Dots (o Puntos Cuánticos)…¿os suena de Samsung, verdad? Error, el sistema lo inventó, patentó y sacó al mercado Sony, conocido como Triluminos. Pero de eso hablaremos más adelante.
Antes de llegar por completo a la retriluminación LED, debemos pasearnos por la historia reciente de esta tecnología de forma breve. El origen de la tecnología LCD (o LCD LED si queréis referiros a las últimas LCD del mercado con este sistema de retroiluminación) es el tipo de tecnología más común, sus siglas provienen de Liquid Crystal Display; llevan aproximadamente más de 10 años sin sufrir ningún tipo de cambio, aunque si han ido mejorando, pero ya han llegado a su techo tecnológico, como veremos más adelante. Su tecnología se basa en unos diodos que emiten luz, éstos anteriormente eran lámparas fluorescentes (CCFL), éstos eran los que iluminaban los píxeles del panel LCD (ya que por si solos no pueden iluminarse/apagarse a voluntad). Estas «barras» se colocaban detrás de la TV:
Con la llegada de los LEDs, en el sector de la TV LCD pasamos del CCFL a los LED como fuente de iluminación de los píxeles (a partir de ahora lo llamaremos Backlight), ya que eran capaces de emitir más luz (nits) y ampliar la cobertura cromática (más puntos de el espectro de colores). Estos LEDs pueden colocarse detrás de la TV sin posibilidad de apagarse (Direct LED), en los bordes (en uno, ambos lados, arriba, abajo o arriba y abajo), conocido como (EDGE LED) o lo más reciente: detrás de la TV con la posibilidad de apagarse por zonas (FALD). El número de zonas depende del modelo de la TV, el fabricante que ha conseguido introducir más zonas ha sido Sony con su ZD9 (640 zonas), seguido de Samsung y su Q9FN (480 zonas):
Lógicamente una LED que tenga los LEDs detrás será MUY superior a cualquier otra Edge LED, más que nada porque una TV FALD puede iluminar un objeto brillante en un cielo oscuro. ¿Qué ocurre? Que no hay tantos LEDs como píxeles tiene la pantalla (en una 4K, es un total de 8 millones 300 mil píxeles, fruto de multiplicar 3840×2160); ningún LED del mercado tiene tantos píxeles (eso sería una OLED); la máxima cantidad de zonas las tiene la Sony ZD9 con unas 640 zonas aproximadamente, por ello podremos ver varios problemas (como el blooming, o un «halo» de luz alrededor de las zonas brillantes, ya que la TV no tiene tantas zonas como para apagar solo las zonas cercanas al objeto):
Como bien decíamos en el párrafo anterior, en un cielo estrellado, la TV o bien no ilumina algunas de las estrellas o si lo hace iluminará sin querer varios píxeles adyacentes (efecto Blooming) al ocupar la zona varios miles de píxeles:
Sin embargo si usamos otro sistema de retroiluminación LED el resultado es aún peor, especialmente el Edge LED, al iluminar todo el panel desde un solo lado (o arriba o abajo):
Colometría en los LCD
Y todavía no hemos entrado en el tema colometría. ¿Si la luz del backlight es blanca -o azul en algunos casos-, como se obtienen los colores de la imagen? Sabemos que todos nacen de los primarios (RGB = Rojo, Verde y Azul) y de éstos salen los demás.-Pues con un filtro de color RGB, que se pone entre el Backlight y la pantalla de cristal líquido. Aunque en el fondo es más complejo, ya que una pantalla LCD tiene más elementos:
Para controlar la intensidad de la luz para cada uno de los colores básicos, las pantallas LCD usan cristales líquidos dentro de cada píxel. Estos cristales se pueden rotar en la celda mediante la manipulación de un campo eléctrico, lo que permite ajustar el rendimiento de la luz. Una vez que la intensidad de la luz de un color básico se ha ajustado al nivel deseado, pasa a través de un filtro de color (el que hablábamos antes) que filtra todas las longitudes de onda excepto rojo, verde o azul. Si te acercas mucho a la pantalla, podrás ver los subpíxeles rojo, verde y azul, por ejemplo en esta foto macro de un panel VA:
Realmente lo ideal es que los cristales líquidos asuman la nueva posición (color) instantáneamente. Sin embargo, el tiempo de respuesta de un panel LCD es extraordinariamente lento, lo que significa que pueden producirse varios defectos (trailling, smearing, difusión de los colores, etc.).
Cuando la luz ya ha pasado por el filtro de color, no puede «difundirse» hacia todas las direcciones por igual, lógico ya que la luz pasa por una «guía» (el filtro de color) y por lo tanto solo veremos los colores de forma correcta (y la luz, por lo tanto) si nos sentamos enfrente de la pantalla. Aunque en esto tiene mucho que ver el tipo de panel LCD que usemos (en TV se usan dos: VA e IPS), que ahora analizaremos. En 2019 Sony y Samsung han presentado TVs con una nueva tecnología, llamada X-Wide Angle, que mejora mucho el ángulo de visión…pero pierde nits/contraste nativo a cambio. Si volvéis a leer este párrafo se deduce fácilmente el por qué.
Antes nos queda comentar un último apunte sobre el color. En 2011 Sony decidió ampliar la cobertura de color de sus modelos LCD, ¿cómo lo hizo? con Triluminos, o como se le conoce hoy en día gracias al márketing de Samsung: los famosos Quantum Dots que de los que os hablábamos en la introducción del artículo.
Los QD son unos cristales minúsculos que pueden excitarse y emitir luz por ellos mismos, además emiten más longitudes de onda, por lo que cubren más espectro de color; con ésto nos quitamos parte del filtro RGB (hacen falta igualmente un par de capas polarizadoras para corregir los tonos), suponiendo mayor cantidad de luz también (al no «pasar» por ningún filtro):
Samsung reintrodujo esta tecnología sobre el 2015 dándole una vuelta más, quitando ya las capas polarizadoras de Sony y dejando que toda la luz la filtren los QD (proveniente del Backlight) generando así los colores. Sin embargo y como os hemos comentado a lo largo del artículo, esta tecnología originariamente es de Sony, no de Samsung (igual que las MicroLED, que veremos más adelante):
Nos vamos a quedar aquí en cuanto a colometría se refiere para no liaros más, ya que el propósito del artículo no es extenderse (más) demasiado…vamos con los tipos de panel LCD.
Tipos de panel LCD
Este punto lo sabrá más gente pero lo revisamos rápidamente. Si habéis leído el artículo hasta aquí, habréis visto que las TV LCD, llevan un panel TFT y una capa de LC (Cristales Líquidos), pues bien, ese panel TFT puede tener diferentes estructuras de píxeles, dando así diferentes paneles LCD, cada uno con sus ventajas e inconvenientes. En el mercado consumer de TV, existen dos tipos de paneles LCD: VA e IPS.
Básicamente y muy resumidamente, el VA da mejores negros (el valor más importante para la imagen) pero un ángulo de visión muy limitado, mientras que el IPS tiene mejores ángulos pero unos negros grises. Nos vamos a quedar con eso y nada más -para no alargarlo más; el tipo de panel unido al tema del color que comentábamos antes, hace que si no se mira de frente la TV pierda mucho contraste y color; aunque se nota mucho más en un VA, pero por contra como decíamos antes,el IPS tiene unos negros que son grises. Además, como bien sabréis, el negro nativo es el punto más importante (o de los más importantes) de la imagen, ya que de él depende el contraste (división entre el máximo pico de luz que pueda dar la TV y el mínimo), es por este motivo por el que los paneles VA son los elegidos por los fabricantes a la hora de fabricar TVs de gama alta:
Por lo tanto, a la hora de la comparativa (aunque haremos un resumen final), si nos vamos a la gama alta para poder competir con las OLED, significa que estamos en el rango de un panel LCD LED, tipo VA y con retroluminación FALD. Siendo así, las ventajas serían:
- Gran pico máximo de luz, ya que la retroiluminación trasera no tiene «límite natural» (si de consumo y calor).
- Muy buenos negros para ser una LCD.
- No habrá problemas de retenciones o quemados al ser los paneles inorgánicos y gastarse todos por igual (en las OLED se gastan más los píxeles que se encienden).
- Contraste dinámico (no nativo) muy alto.
- Buen contraste ANSI.
Los puntos negativos serían:
- Pese al gran pico lumínico que alcanzan, el suelo (o nivel) de negro se va al traste al tener que encender zonas adyacentes con tanta luz. Por ello el efecto «wow» viendo HDR es superior, como norma general, en paneles OLED.
- Los ángulos de visión son más limitados.
- Es una tecnología cara de fabricar y de comprar.
- Contraste nativo muy pobre.
- Problemas derivados de tener «solo» 500 zonas en más de 8 millones de píxeles: blooming, pérdida de detalle en sombra, gamma irregular, etc.
OLED: la nueva tecnología que ya es una realidad
OLED es un mundo completamente diferente y nada que ver tiene con los LCD. Cada píxel se ilumina de forma 100% autónoma, sin afectar a los adyacentes, por lo que en la práctica el negro es 0, sea una escena completamente iluminada o sea solo un píxel. No importa, el OLED puede apagar sus 8 millones de píxeles independientemente unos de otros. Las OLED al contrario que las LCD, no necesitan una fuente de iluminación (backlight), ni trasera ni lateral ni nada. Cada píxel se ilumina por sí mismo. El OLED es un tipo orgánico de panel (de ahí viene la O), como decíamos, cada píxel se ilumina de forma independiente:
Con esta estructura de panel se pueden eliminar varias capas de la TV ya que cada subpíxel emite luz blanca (realmente es azul). Esta luz que emite cada subpíxel individual, pasa a través de un filtro de color pasivo (RGB), como con los LCD como comentábamos antes y aparecen los colores en la pantalla. Todo esto también repercute en la cantidad de capas de una TV OLED, quedándose prácticamente solo con el panel OLED, la electrónica y el filtro RGB. A diferencia de los LCD, como cada píxel puede iluminarse individualmente, el color y el contraste no se degradan por el ángulo de visión:
¿Y que importa que cada píxel pueda iluminarse por si mismo? Pues básicamente: el negro puro. El negro es el valor más importante de una TV, ya que de él se infiere el contraste (que se obtiene de dividir el máximo nivel de brillo/luminancia (en nits) entre el menor valor posible de negro (en nits)). Siempre podremos aumentar el nivel de brillo -lo hacen cada año-, pero si al dividirlo entre el valor del negro éste no es 0, el contraste nunca será infinito, como ocurre con las OLED. Ejemplo:
– LG OLED C8: máximo valor de brillo en una ventana del 10% (que se toma como referencia del % de blanco que suele haber de media en una imagen de una película en HDR): 925 nits. Mínimo valor del negro: 0. Ratio de contraste: 925/0 = infinito.
– LCD Samsung Q9FN: máximo valor de brillo en una ventana del 10% (que se toma como referencia del % de blanco que suele haber de media en una imagen de una película HDR): 1600 nits. Mínimo valor del negro: 0.12. Ratio de contraste: 1600/0.12=13333
Luego cuando entremos en la comparativa, hablaremos más en profundidad del HDR, impacto del contraste, etc.
Colometría en los OLED
La colometría de un panel OLED esencialmente es la misma que un LCD LED (en cuanto a cobertura total del espacio de color, tanto los LCD como los OLED más o menos andan parejo: un 100% del DCI-P3 y un 75 del BT.2020), no obstante los Quantum Dots si que amplían bastante ese espectro, llegando a tener en torno a un 15% más de cobertura cromática que una OLED. Algunos ya hablan de QD-OLED (OLED usando QD para generar el color), pero eso es otra guerra. La manera de generar el color en las actuales OLED es igual que una LCD normal: un filtro RGB polarizado (rojo, verde y azul) y debajo todos los píxeles, que en este caso son blancos (acabando así con uno de los problemas de los paneles OLED iniciales (pre 2014): la degradación prematura del píxel azul. A estos nuevos paneles se les conoce como WRGB:
Resumiendo, sus ventajas serían las siguientes:
- Contraste nativo perfecto.
- Negro nativo perfecto.
- Buen pico de brillo máximo (+-900 nits) lo que unido a un suelo de negro perfecto da una tridimensionalidad espectacular a la imagen.
- Ángulo perfecto.
Y los inconvenientes:
- Pueden aparecer retenciones y/o quemados con sus uso intensivo, aunque con los últimos modelos es complicado.
- Precio elevado.
- Aunque el pico máximo de brillo es bueno, podría ser superior (o bajar el ABL).
- Cobertura de color buena pero mejorable comparada con los LCD QLED.
MicroLED: la tecnología del futuro
MicroLED es el futuro. No se sabe todavía demasiado de esta tecnología, así que este apartado será muy breve. Su funcionamiento y estructura está basada en meter muchísimos diodos RGB de un tamaño microscópico (rojo, azul y verde) en cada uno de los 8 millones de píxeles de la pantalla. De ahí su nombre (y precio, al ser extremadamente complicado y preciso a la hora de fabricar).
Básicamente, aúna las ventajas de un panel OLED (negros absolutos, contraste perfecto) con el de una LCD (gran pico de luz máximo, tanto a pantalla completa como en pequeñas áreas) y al ser inorgánico evitaríamos los posibles quemados y/o retenciones. ¿Suena bien, no? Habrá que ver una en funcionamiento, ya que solo hay un prototipo funcional (al margen de The Wall, de 146″…) presentado en el CES 2018 y que nadie ha podido ver, tocar o analizar, de 75″. Además que son cientos de paneles pequeños unidos y se «ve» la unión, cómo las pantallas esas enormes de los conciertos, según las primeras impresiones.
Esta tecnología, al contrario de lo que pueda parecer, no es nueva. De nuevo, aunque se asocie a Samsung, es una tecnología inventada por Sony, que la bautizó con el nombre de CLEDIS (O Crystal LED); actualmente tiene varios problemas además del consumo y calor que genera…solo hay que ver el sistema de refrigeración que usa Sony en CLEDIS:
Sistema MicroLED de Sony, conocido como CLEDIS
Resumiendo, sabemos que las ventajas serían las siguientes:
- No tendría problemas de quemados, retenciones o degradación desigual del panel.
- Mismo o superior pico de brillo máximo que una LED.
- Contraste nativo perfecto.
- Negros perfectos
Inconvenientes:
- Consumo y calor muy altos.
- La distancia entre píxeles debe ser muy alta, por lo que es muy complicado fabricar modelos «pequeños». El más pequeño es el de 75″ de Samsung presentado en el CES.
- Coste elevado al ser tecnología nueva.
- Se pueden ver las juntas de unión entre paneles.
QLED (LCD) vs OLED: Fight!
Aquí llegamos a uno de los puntos calientes del post. Samsung, como explicábamos antes, rebautizó sus TVs LED en QLED, un término extraordinariamente similar al de OLED (la Q y la O son idénticas salvo el palito), prometiendo que su tecnología se basaba en panales emisivos -es decir, sin fuente de luz trasera, como los OLED-….salieron al mercado en el año 2017 y se descubrió el pastel. Bien, resulta que al final una QLED no era más que una LED (y encima edge LED) con márketing a toneladas. Tiene un recubrimiento metálico de los Quantum Dots (que encima es tecnología inventada por Sony en 2011: Triluminos) que aporta un…3-5% de mejora de cobertura de color con respecto al año pasado. De hecho en el shootout americano que organizó AVSForums, las imágenes hablan por si solas (las tres primera de la izquierda son OLEDs y la última la Samsung Q9):
En el año 2018 mejoraron muy notablemente con el excelente Q9FN, ya con tecnología FALD. Una TV extraordinaria en todos los sentidos, quien diga que no os está mintiendo. ¿Pero que le pasa? pues que está limitada tecnológicamente, ya que el LCD no da más de si. ¿Su punto fuerte? Los increÍbles 1750 nits de brillo en HDR (veremos más adelante que eso no significa que se MEJOR TV para HDR), FALD con 480 zonas y un input lag muy bueno. Sin embargo, el HDR no va de nits, va de contraste. Si para conseguir más brillo tienes que elevar el suelo de negro (cosa que hacen hasta las FALD tope de gama como la Q9FN) el ratio de contraste se va al pairo. Por eso suele impresionar más el HDR en las OLED que en las LCD-QLED. Al menos así queda constancia en todos los shootouts de 2018 de todos los países del mundo.
Si nos vamos a los ángulos (siguen siendo realmente malos en los VA), respuesta del píxel (0,1 ms en la OLED vs 5-6 ms en las mejores LCD), nivel de negro (incluso las FALD no van a rivalizar), la tecnología LCD sigue bastante por detrás, pese a doblar en brillo máximo a las OLED. Pero el brillo (en nits) se mide en escala logarítmica, no lineal. Lo que quiere decir que 1800 nits no es el doble de brillante que 900. «Solo» es un 30% más…y en HDR no se usa tanto brillo, lo veremos más adelante.
Por otra parte, los negros lo son todo en la imagen, es el contraste de la misma. Se entiende dado que:
– Imagen SDR, la norma explica que el máximo de nits a debe ser 120. Pongámosle que se calibra a 160 o 170 nits (tanto las OLED como las LCD llegan sin problemas). Se divide 170 entre 0 (OLED) y luego 170 entre 0.04 (LCD). Contraste infinito vs contraste 4250:1 del LCD.
– Imagen HDR. La UHD Alliance habla de unos mínimos a mantener. Mismo ejemplo, película masterizada a 1000 nits (que NO quiere decir que el máximo de nits de altas luces sea de 1000, al revés, rara vez llegan a esos máximos, ya que las películas se rigen por un MaxCLL y un MaxFALL (máximo nivel de pico de luz y APL general de la escena). Esto lo explicamos más adelante.
Y misma regla de 3. Si se divide una escena con un APL de 180 nits (brillo medio de la escena, vamos el brillo general de esa toma) entre 0 y luego entre 0.04. Nuevamente el contraste es muy muy superior en las OLED. Y lo mismo para el detalle máximo brillante, que supongamos que sea de 800 nits. E incluso en partes de la imagen con 2 o 3 mil nits, se vuelve a dividir y el contraste es muy superior en la OLED, aunque brille menos en ese objeto concreto.
Todo eso sin entrar en tone-mappings, que la escala de nits no es lineal (es decir, 2000 nits no es el doble de brillante que 1000, si no quizá entorno a un 35% «solamente) y varias variables más. Y en estos ejemplos hablamos del contraste nativo (escena 100% blanca y escena 100% negro, división y ese es el resultado), no el contraste de verdad y real: el ANSI. En éste, se usa una imagen de cuadrados blancos y negros -representa más una escena real-. Las OLED muestran esos recuadros a 0 nits y el blanco al máximo que permitan, las LCD…incluso las FALD al no tener tantas zonas como píxeles, levantan el suelo de negro. Es normal y lógico. En HDR ese problema se multiplica
¿Qué ocurre en HDR, es mejor una QLED por brillar más o una OLED por tener un contraste nativo perfecto?
Empezamos este apartado hablando de los 4 grandes formatos de HDR en la actualidad. Aunque parezca paradójico, no hay ninguna guerra comercial entre ellos. El HDR, básicamente, se encarga de que el contenido sea en rango dinámico, es decir que la luz de sol en nuestra TV la veamos más brillante que, por ejemplo, la escena que sale en una cueva (cosa que no ocurría en SDR -Blu-ray y DVD-, donde toda la escena se ve al mismo brillo -a esto se le llama APL-). Esto dependerá ya de vuestra TV y los nits que pueda dar, pero como decíamos al inicio…no siempre más es mejor…si los negros también son peores, ya que el HDR va de maximizar el contraste, no de brillo.
Para no hacer esto más largo, hay cuatro grandes formatos:
HDR10: Estándar del HDR, OBLIGATORIO que los UHD vengan con HDR10 (y adicionalmente, pueden llevar otra pista en Dolby Vision o HDR10+, pero nunca nunca pueden venir sin HDR10). Nos muestra el HDR de forma estática, es decir, se establece un máximo de brillo que puede alcanzar un píxel en la película (MaxCLL) y otro valor que establece el brillo máximo general de la escena (MaxFall).
Dolby Vision: Formato propietario de HDR que se basa en que el HDR se muestre de forma dinámico, es decir no hay «puntos» máximos de brillo y de brillo general para toda la película, si no que lo va haciendo frame a frame (o escena a escena), lo cual es una maravilla. Ya hay varios discos en este formato y Apple tiene cientos de películas Dolby Vision en su Apple TV 4K e iTunes. Apoyado por Sony, LG, Apple y varias productoras.
HDR10+: La misma idea que Dolby Vision pero libre, por lo que cualquiera puede implementarlo en sus TV/reproductores sin pagar ni un céntimo. Está impulsada por Samsung (y Amazon), que no quería adoptar un formato vinculado a LG y sus OLED. De momento, tras 2 años de su lanzamiento hay muy poco contenido, aunque poco a poco va a apareciendo más.
HLG: Idéntico al HDR10 pero para emisiones de satélite y TDT, al tener parte del código comprimido, ocupa menos, lo que lo hace ideal para este fin.
Perfecto, ¿entonces más nits es mejor, no? No, como explicábamos antes, la idea del HDR es aumentar el contraste, no el brillo, por ello es mucho más importante tener un suelo de negro absoluto (0) y un máximo de brillo de 900 nits (LG OLED C8 por ejemplo) que un suelo de negro de 0.05 nits y un máximo de brillo de 1600 nits (Q9FN por ejemplo). El contraste es mucho más impactante en el primer caso que en el segundo, ya que el contraste es más alto (dividir cualquier valor entre 0 nos da infinito). Además de eso, están los valores que comentábamos antes de MaxCll y MaxFall, que nos quiere decir que que una película esté masterizada a 1000, 4000 o 10000 nits, no significa que vayamos a verla a esos nits, ni si quiera los puntos más brillantes de la imagen ya que ese punto lo establece el MaxCLL y rara vez superan los 1000 nits; podéis verlo en esta lista actualizada prácticamente a diario: https://docs.google.com/spreadsheets…#gid=184653968
El ejemplo más práctico es el UHD de Uno de los Nuestros, masterizado a 4000 nits, pero el objeto más brillante de la imagen es de solo 261 nits (y el 90% del film está entorno a los 100-160 nits), por ello todos los shootouts del mundo los han ganado las OLED, tanto en SDR como en HDR. Ahora conocéis los motivos.
Conclusiones: mitos sobre ambas tecnologías
Esta sección es muy interesante, veréis que la mayoría de los mitos afectan a las OLED porque todos sabemos el dineral que invierte las marcas que no tienen OLED en «artículos» para promocionar mitos que hace años que son eso, mitos:
– Las OLED tienen una vida útil muy corta por el subpíxel azul: FALSO
Este mito viene de la época de los prototipos OLED que no estaban comercializados, donde se encontraron un problema en la vida útil del píxel azul que «moría» al cabo de 6-7 mil horas. LG NO usa ningún subpíxel azul, son todos…¡blancos! con filtros RGB para formar el color. Por lo tanto no degrada nada. Es la famosa patente que compró LG a Kodak. Según LG la vida útil es de 100.000 horas (https://www.flatpanelshd.com/news.php?id=1465304750&subaction=showfull), una burrada vaya, unos 30 años teniendo la TV encendida 10 horas diarias.
Además no tiene ningún impacto en la colometría, las 2017 llevan a un 100% de cobertura DCI-P3 (espacio se color usado por los UHD) y sobre un 74/75 BT.2020.
– Las OLED tienen problemas con retenciones y quemados: VERDAD A MEDIAS
Retenciones si tiene, es decir, si dejamos 20 minutos por ejemplo el menú de la consola, al quitarlo veremos que se ha quedado marcado en el panel, pero acaba quitándose al cabo de unos minutos (y más a partir de los modelos de 2017, que son casi imposibles de marcar permanentemente); lógicamente si dejamos una OLED 12 horas diarias siempre todos los días con el mismo logo (insisto: siempre, no vale la TDT porque hay anuncios, cortes, etc.) se acabará quedando esa marca para siempre, lo que se conoce como quemado. Lo dicho, con un uso normal no ocurre nada de nada.
De esto da muestra rtings con su test de Real Life OLED Burn-in: https://www.rtings.com/tv/learn/real…d-burn-in-test
– Las OLED tienen menos nits que las LED: VERDAD
Cierto, si lo comparamos con sus tope de gama equivalentes en LED. Sin embargo, de poco sirve que la LED tenga 1500 nits si para ello tiene que elevar su negro a un paupérrimo 0.30 por ejemplo; es lo que Rtings llama «HDR Real», quedando siempre las LED por detrás. En SDR ambas tecnologías van sobradísimas de nits.
– Las OLED son más caras que las LED: FALSO
Lo son, pero como siempre digo: porque las OLED no tienen gama baja, son todas gama tope. Si comparamos una 65C8 (PVPR en octubre de 2018: 2000€) y una 65Q9FN (2500) pues vemos que incluso la Samsung es más cara (fabricar FALD con tantas zonas es muy muy caro).
– Las OLED no sirven para gaming: FALSO
Aquí de nuevo hay que matizar. El input lag de todas las LG OLED de 2018 rondan los 20 ms, la de Sony 30/40 ms, la de Panasonic 25 ms. Las LCD andan en los mismos parámetros. El matiz vendría relacionado con el tema retenciones y quemados, lógicamente un uso normal no pasará nada, pero de nuevo si vamos a estar 10 horas diarias jugando al mismo juego puede que tengamos un problema al usar una OLED.
– Las QLED tienen un negro perfecto: FALSO
La tecnología QLED, como habéis podido comprobar, no deja de ser un LCD, por lo que no es una tecnología autoemisiva, si no que necesita de una fuente de luz trasera que NO puede apagar a voluntad. Solo puede encender y apagar conjutos de pixeles, lo conocido como «zona».