¿Son las 49 pulgadas demasiado para un monitor? Dependerá de a quien le preguntes, pero después de pasar varias semanas primero con el Samsung Odyssey OLED G9 y después con el Philips Evnia 49M2C8900, estoy cada vez más convencido de que no es un tamaño nada descabellado. Especialmente si hablamos de monitores ultrawide, es decir, con una relación de aspecto súper panorámica. Si opinas lo mismo que yo y estás pensando en un monitor de 49 pulgadas con panel OLED, debes saber que tienes varias opciones en el mercado, pero todas ellas usan un panel QD-OLED de Samsung. Y una de las mejores opciones es, sin duda, el Philips Evnia 49M2C8900.
Y te lo digo con conocimiento de causa, porque he tenido ocasión de pasar varias semanas con él. Este «gigantón» ofrece mucho más que tamaño, ya que estamos ante un panel QD-OLED curvo que cuenta con una frecuencia de actualización ultrarrápida de 240 Hz, compatible con NVIDIA G-SYNC y AMD FreeSync Premium Pro, pantalla de 10 bits, sistema de iluminación Ambiglow y sonido DTS integrado. Todo ello en un diseño espectacular. Así que, si os estáis planteando entrar en el mundo de los monitores OLED de gran formato, no os podéis perder este análisis.
Pero antes de nada, quiero dar las gracias a Philips España y su agencia de comunicación por la cesión del monitor para su análisis y la confianza depositada en AVPasión. Y ahora sí, vamos a echar un vistazo a todo lo que ofrece el espectacular Philips Evnia 49M2C8900.
Diseño: el blanco le queda de maravilla
El Philips Evnia 49M2C8900 es precioso, así, sin más. Es un monitor llamativo, por supuesto, pero no porque tenga un diseño súper exagerado, sino por su tamaño. Podríamos decir que es una versión «gigante» del Philips Evnia 34M2C8600, que también tuvimos ocasión de probar hace un par de meses. En este modelo más grande Philips apuesta por el mismo acabado en color blanco, muy elegante y discreto. También se mantiene el pie en forma de V abierta, aunque en esta ocasión, como es lógico, es más grande.
El acabado del pie es el mismo. Tenemos un recubrimiento en plástico con unas minúsculas motas de colores, muy discreto pero al mismo tiempo bonito si nos acercamos a echarle un ojo. Este pie se atornilla a un brazo de tamaño considerable, que será el que se «conecte» al monitor para ofrecer un soporte de mesa bastante grande y pesado. Este brazo consigue mantener el gigantesco monitor bien sujeto y ofrece ajuste en altura (120 mm), giro (-/+ 20 grados) e inclinación (-5/15 grados). Cuenta con un sencillo sistema de organización de cables y con un gancho para los auriculares (aunque es poco práctica su posición).
El soporte se fija a la parte posterior del 49M2C8900 con un mecanismo de liberación rápida. Si queremos colocarlo en un brazo o en la pared, en la caja tenemos un adaptador VESA de 100 x 100 mm que se inserta en el mismo mecanismo, lo que le permite usar un soporte VESA sin tener que atornillar nada en la carcasa del monitor.
En cuanto a la pantalla, tenemos un panel con marcos relativamente estrechos. Y digo relativamente porque en los monitores no se utilizan, al menos de momento, marcos tan ajustados como los de los televisores. Tenemos un borde negro de unos centímetros en todos los lados y en la parte inferior un marco de mayor tamaño con el logotipo de Philips en un lado y el de Evnia en el otro lado.
La curvatura de la pantalla, y sobre todo el tamaño de la misma, hace que cuando tocamos el 49M2C8900 desde una esquina este se balancee, dando una sensación de mayor fragilidad. Pero en realidad es debido al tamaño, ya que el soporte es suficientemente sólido para sujetar el monitor sin ningún tipo de problema.
La parte trasera es ligeramente diferente a la del 34M2C8600, ya que tenemos una zona central más gruesa, similar a la que vemos en los televisores, pero con una parte también mucho más delgada. En esta parte más gruesa está colocado el Ambiglow, un sistema de iluminación que crea un halo de luz que nos permite una mayor inmersión en lo que ocurre en la pantalla. El sistema analiza el contenido de la imagen entrante y adapta continuamente el color y el brillo de la luz emitida para coincidir con la imagen.
Como suele ser habitual en los monitores y televisores de Philips, la iluminación trasera se puede configurar y elegir si queremos que siga al vídeo, al sonido, que haga diferentes efectos o si por el contrario preferimos una luz de sesgo fija para poder trabajar o jugar en una sala oscuro forzando un poco menos la vista. Elijamos lo que elijamos el sistema Ambiglow del 49M2C8900 es una pasada, ya que Philips es «el maestro» de los sistemas de iluminación en pantallas y eso se nota.
Y para acabar con el apartado de diseño solo comentar que el pequeño botón de encendido y control del monitor está situado en la comentada parte gruesa de la zona posterior del monitor, en la esquina inferior derecha (mirando el monito de frente). Debido al tamaño de la pantalla es una posición que vuelve a resultar bastante incómoda. Por suerte, con el 49M2C8900 Philips ha incluido un mando de control que, aunque no es el más preciso que he visto, nos facilitará mucho la vida.
Un apartado de conectividad bastante completo y un OSD a la altura
En esta ocasión he pensado que sería mejor dedicar un apartado independiente a la conectividad y el menú OSD del dispositivo, ya que son dos apartados bastante importantes en un monitor. El Philips Evnia 49M2C8900 viene con dos puertos HDMI 2.1, lo cual es una gran noticia. Estos son compatibles con 4K UHD hasta 120 Hz tanto en PS5 como en Xbox Series X. ¡Bien Philips!
También cuenta con un DisplayPort 1.4 e incluso con un puerto USB-C para entrada de vídeo y suministro de energía hasta 90W. Por otro lado, tenemos un puerto USB-B ascendente y cuatro puertos USB tipo A descendentes, todos con especificaciones de 5 Gbps. Rematamos con un conector de audio de 3,5 mm, teniendo así un apartado de conectividad súper completo.
Todos estos puertos están colocados en posición inferior. Sinceramente, no es la posición que más me gusta, pero es cierto que si vas a colgar el monitor es la mejor. Aquí siempre vamos a tener un dilema. Si vamos a usar el monitor con su soporte, la posición trasera o incluso la lateral es mucho más cómoda para manipular las conexiones. Sin embargo, si vamos a colocar el monitor en un soporte de pared, tener unos conectores en posición trasera puede ser un grandísimo inconveniente. Así que los fabricantes no lo tienen fácil, ya que a cada usuario le vendrá mejor una u otra opción.
Pasando al menú OSD del Philips Evnia 49M2C8900, me parece que el fabricante acierta por completo. En el Samsung Odyssey OLED G9 comenté que el menú era demasiado rebuscado y no acababa de funcionar todo lo bien que se espera de un monitor de ese nivel. El 49M2C8900 de Philips mejora esa sensación, en gran medida por no incorporar el sistema Smart TV que sí tiene el modelo de Samsung.
No creo que valga la pena entrar apartado por apartado a repasar las opciones de ajustes del monitor, pero sí quería comentar que el OSD es el habitual que hemos visto en otros monitores de Philips. Tenemos varios apartados en la parte superior y al pulsar sobre ellos vemos las opciones de cada uno en la parte inferior. Dentro de cada uno de ellos veremos un pequeño menú en la parte izquierda para movernos entre los diferentes ajustes, que aparecerán en la zona central de la pantalla.
¿Qué opciones son las más importantes? Pues la primera de todas se llama «Smart Image» y es donde encontramos los diferentes modos de imagen que ofrece el monitor. También tenemos una sección especial para algunas opciones para jugadores, desde la que podemos activar por ejemplo el «Adaptive Sync«. Por supuesto hay una sección dedicada al Ambiglow, otra para el sonido y otra en la que encontraremos las opciones del cuidado del panel OLED.
Y hablando del cuidado del panel, las opciones que ofrece Philips no son demasiado molestas. Lo único que he visto un poco más intrusivo es un cartel que aparece cada 4-5 horas de uso del monitor y que nos insta a realizar una limpieza de píxeles. El aviso se queda en pantalla alrededor de unos 5-6 segundos y si no le hacemos caso desaparece. También podemos pulsar el botón de abajo del mando para quitarlo instantáneamente.
Más allá de eso, cuando apagamos el monitor se realiza una limpieza automática de píxeles. Si lo volvemos a encender sin haberle dado el tiempo suficiente, nos aparecerá un aviso indicando que no ha finalizado la limpieza. Excepto este cartel, no he tenido más «interrupciones» durante mis largas sesiones de trabajo y ocio, así que es bastante aceptable.
Calidad de imagen: así da gusto
El Philips Evnia 49M2C8900 cuenta con un panel QD-OLED de Samsung que al combinar la tecnología OLED con los puntos cuánticos garantiza un alto contraste, negros profundos y ángulos de visión ilimitados. Además, este modelo ofrece una frecuencia de actualización ultrarrápida de 240 Hz, siendo uno de los pocos modelos del mercado que lo hace en esta diagonal. A esto debemos sumar la compatibilidad con 10 bits, una cobertura del 99% del espacio de color DCI-P3 y un tiempo de respuesta de 0,03 ms. Todo ello con una relación de aspecto 32:9 y una resolución de 5120 x 1440 píxeles. ¡Ahí es nada!
¿En qué se traduce todo esto? Pues en lo que ya hemos visto en otros análisis: una calidad de imagen espectacular, negros perfectos, un contraste brutal, un formato que nos permite tener dos espacios de trabajo de 16:9 con una resolución de 2560 x 720 píxeles y, en definitiva, una experiencia espectacular tanto a la hora de trabajar como de jugar. Pero también se traduce en los inconvenientes que hemos visto en otros análisis, como las gigantes partes negras a los lados a la hora de reproducir contenido multimedia.
O en la «tarea pendiente» de los monitores OLED: el brillo. El Philips Evnia 49M2C8900 declara un brillo de 250 nits en SDR al 100% y 450 nits HDR en ventana del 10%, con 1000 nits en HDR al 3%. Son unas cifras habituales en este panel, pero que no se pueden comparar con las que ofrece un panel MiniLED. Aún así, ya hemos visto en otras ocasiones que el magnífico contraste que ofrece la tecnología OLED hace que, aun con un nivel de brillo que no es para tirar cohetes, el monitor consiga unas imágenes HDR impactantes, tanto en juegos como en películas y series.
Dicho esto, la calidad de imagen del 49M2C8900 es impresionante. Tenemos una magnífica uniformidad en toda la diagonal, un manejo perfecto del movimiento en cualquier circunstancia, certificación G-Sync y AMD FreeSync Premium Pro para mantener bajo control el tearing y un rendimiento en HDR bastante bueno para lo que permite la tecnología OLED que se está aplicando actualmente a los monitores.
Para poder jugar al máximo en una pantalla de 49 pulgadas con resolución 5K vamos a necesitar un ordenador igualmente espectacular, pero si tienes el espacio y la GPU que pueda mover juegos AAA en una pantalla como esta, vas a alucinar. Sino, siempre puedes rebajar un poco la calidad de imagen del juego o usar una resolución equivalente. Hagas lo que hagas, este monitor es un disfrute.
Es cierto que este formato no es el que más se disfruta si usas una consola de nueva generación para jugar, ya que, como decía antes, vas a tener unas franjas negras a los lados de un tamaño considerable. Si vas a jugar con consolas yo quizás te recomendaría un monitor con formato 16:9, ya que lo vas a aprovechar mejor.
Y un último apunte que no tiene nada que ver con la calidad de imagen, pero que no quería olvidarme de él. El Philips Evnia 49M2C8900 viene con un sistema de sonido integrado. Según la hoja de especificaciones, este está formado por cuatro altavoces de 7,5W cada uno, dos woofers y dos tweeters. Han sido desarrollados junto con DTS y debo decir que ofrecen uno de los mejores sonidos integrados que me he encontrado en un monitor. Como es lógico no van a superar a un sistema externo, pero suenan realmente bien.
Philips Evnia 49M2C8900: especificaciones técnicas
Philips Evnia 49M2C8900 | Características |
---|---|
Panel | QD-OLED |
Tamaño | 49 pulgadas |
Resolución | 5120 x 1440 píxeles |
Alto rango dinámico | HDR10 |
Ratio de Aspecto | 32:9 |
Brillo | 250 nits en SDR y 450 nits en HDR |
Densidad de píxeles | 109 ppp |
Gama de colores | DCI-P3: 99% |
Curvatura | 1800R |
Tiempo de respuesta (GTG) | 0,03 ms |
Ratio de Contraste | 15 000 000:1 |
Conectividad | 2 x HDMI 2.1 1 x DisplayPort 1.4 1 x USB-C (PD hasta 90W) 1 x USB-B de subida 4 x USB-A de bajada |
Otras características | Compatibilidad con AMD FreeSync Premium Compatibilidad con NVIDIA G-SYNC Sistema de iluminación Ambiglow Mando a distancia PBP & PIP Sistema de sonido DTS Sound con 30W de potencia |
Soporte | Ajuste de altura (120 mm) Giro (-/+ 20 grados) Inclinación (-5/15 grados) VESA 100×100 |
Dimensiones (con peana) | 1195 x 544 x 359 mm |
Peso (con peana) | 13,96 kg |
Disponibilidad | Disponible |
Precio | 1.499 euros |
Conclusiones y precio
El Philips Evnia 49M2C8900 es una maravilla de monitor, para qué os voy a decir otra cosa. Es enorme, es bonito, tiene una calidad de imagen espectacular, es rápido, el sistema Ambiglow es magnífico y tiene un sistema de sonido realmente bueno para ser un sistema integrado. Es inevitable compararlo con el Odyssey OLED G9, ya que son primos hermanos. A mí personalmente me gusta más el diseño del modelo de Samsung, me parece más espectacular. Pero es algo muy personal.
Sin embargo, el Philips le gana en algunos aspectos. Por ejemplo en el sonido o en el menú OSD. Sin embargo, el Samsung incorpora sistema Smart TV, cosa que el Philips. Así que decidirnos por uno o por otro puede ser simplemente una cuestión de gustos estéticos y, como no, de precio. Eso sí, ninguno de los dos es precisamente económico.
El Philips Evnia 49M2C8900 está a la venta con un precio que suelen rondar los 1.400 euros. ¿Es mucho dinero para un monitor? Bueno, debéis tener en cuenta que os estaréis llevando prácticamente lo mejor que se puede encontrar actualmente en el mercado. Veremos qué nos depara la nueva generación de monitores OLED.