Los discos de vinilo eran el símbolo de la modernidad… hasta la llegada del CD en los 80, que ya era pura ciencia ficción. Todos hemos tenido o tenemos en casa discos con sus enormes portadas y que tratábamos con mimo antes de reproducirlos. Pero lo digital se imponía y el vinilo fue arrinconándose hasta casi desaparecer. Ocupaban espacio, había que limpiarlos y era fácil estropearlos. Pero tras algo más de 2 décadas de un olvido generalizado, los vinilos regresan. ¿A qué se debe este cambio de tendencia?
Los discos de vinilo son la nueva moda
Basta acudir a cualquier gran almacén para ver que los discos de vinilo tienen entidad propia y que vuelven a gozar de popularidad. Conviene hacer la salvedad que la música en formato streaming, ya sea en plataformas como Spotify, Apple Music o Tidal es la tendencia. Obvio, millones de canciones en nuestro reproductor con solo la condición de tener acceso a internet Pero, evidentemente, no es lo mismo. Nos privamos de la magia de las portadas, de toquetear un producto y, sobre todo, la calidad de audio no vamos a decir que es peor, sino diferente.
Por qué se escuchan tan bien los discos de vinilo
Hay quien dice que la reproducción en digital es muy pura, pero que carece de alma y de esencia. No les falta razón, los sistemas analógicos son capaces de proporcionarnos una gama de armónicos única, ya sea por el propio rozamiento de la aguja como por la capacidad reproductora del fonocaptor. Esos armónicos son los que aportan matices y belleza al sonido, que es bastante más completo de esta manera. Los CD o formatos digitales son más perfectos, pero cuentan con menos gracia a la hora de ser escuchados. Estos matices quizás sean imperceptibles para un oído no entrenado, pero sí que puede ser captado por alguien que tenga muchas horas de escucha de discos de vinilo detrás.
Y es que también se produce un hecho físico, el rozamiento de la aguja sobre los surcos de manera física va produciendo unos armónicos que, de manera natural, enriquecen la esencia sonora. Sin embargo, los discos de vinilo han de estar perfectamente limpios y la aguja en buen estado, ya que ambos van sufriendo desgaste físico con el paso del tiempo.
De nuevo, un hueco para los vinilos en casa
Las razones prácticas fueron las que se impusieron a este tipo de formato, por el hecho de que el CD era visto como algo superior, muy práctico, que era muy difícil de rayar y que ocupaba menos espacio. Pero el tiempo ha hecho de la suyas, y ya tienen un espacio en las tiendas. De hecho, muchas personas que con la llegada del CD se deshicieron de sus colecciones de discos, ahora están volviendo a recuperarlas.
Ahora es muy sencillo encontrar un reproductor de discos de vinilo, el tocadiscos de toda la vida. Frente a los formatos digitales, este tipo de reproductores vuelve a encontrar un espacio en nuestro salón. Si se lo hemos hecho a barras de sonido y a pantallas de más de 55 pulgadas, ¿por qué no buscar un espacio para el tocadiscos clásico?
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Es cierto que los discos de vinilo no van a regresar de manera arrolladora ni a frenar el avance imparable de la música en streaming. Pero no cabe duda que están pidiendo una nueva juventud, y que parece que esta vez se va a conseguir mantener durante muchísimo tiempo. Ya sea por razones sonoras, por disfrutar de portadas a gran, tamaño o por mera nostalgia, los discos de vinilo vuelven con fuerza de nuevo. Quien sabe apreciarlos sabe de lo que estamos hablando. No es lo mismo la inmisericorde guitarra de Keith Richards en acetato que en n plástico.