Cuando entramos en el mundo de los televisores, es común pensar que el precio debería ser proporcional al tamaño de la pantalla. Sin embargo, al observar los precios, especialmente para televisores de 77 pulgadas en adelante, nos encontramos con una realidad distinta: el precio se dispara de manera desproporcionada. Este fenómeno no es casualidad y tiene sus raíces en varias razones tanto prácticas como comerciales. A continuación, exploraremos por qué los televisores de mayor tamaño tienen un coste significativamente más alto.
Uno de los factores más importantes es el posicionamiento de estos productos como artículos de lujo. Al igual que sucede en otros mercados, los productos más premium llevan consigo un margen de beneficio más amplio. Este margen no está necesariamente relacionado con un incremento proporcional en el coste de producción, sino más bien con la percepción de exclusividad y la capacidad del fabricante de establecer precios elevados debido a la demanda de lujo.
Tomemos como ejemplo el mercado de los relojes de alta gama. Un reloj de lujo, como un Rolex, siempre será mucho más caro que un reloj de una marca convencional, a pesar de que ambos cumplen la misma función básica de dar la hora. Las mejoras y características premium en un reloj Rolex, como los materiales de alta calidad y la precisión en la manufactura, no solo aumentan el precio base, sino que las versiones totalmente equipadas de estos relojes tienen diferencias de precio mucho más marcadas.
En los televisores sucede algo similar: un televisor de más de 77 pulgadas se ve como un símbolo de estatus y lujo, permitiendo a los fabricantes aplicar precios significativamente más altos y obtener mayores márgenes de beneficio.
La eficiencia en el uso del cristal madre en los televisores
Otro aspecto crucial es la eficiencia en la fabricación de los paneles de TV, especialmente los OLED, que se cortan de una gran lámina de vidrio conocida como «cristal madre». El tamaño de los paneles tiene un impacto directo en la cantidad de productos que se pueden obtener de una sola hoja. Cuando se fabrican televisores de tamaño más pequeño, es posible aprovechar mejor el vidrio madre, produciendo múltiples pantallas y minimizando los desperdicios.
Sin embargo, para fabricar un televisor de más de 77 pulgadas, se necesita cortar un panel grande de esta hoja, lo que resulta en menos piezas utilizables restantes. Por ejemplo, de una sola hoja de cristal madre, podrías obtener dos televisores de 65 pulgadas y varios monitores más pequeños, pero si optas por cortar un panel de 83 pulgadas, el residuo de cristal será considerable, dejando poco espacio para fabricar otros productos. Esta ineficiencia en el uso del material obliga a los fabricantes a subir el precio de los televisores más grandes para compensar las pérdidas.
Tecnología y calidad de imagen
A medida que el tamaño del televisor aumenta, mantener una alta calidad de imagen se vuelve más desafiante. Los defectos menores que podrían pasar desapercibidos en pantallas más pequeñas se vuelven más evidentes en pantallas grandes. Por lo tanto, la tecnología empleada en los televisores de gran tamaño suele ser más avanzada, incorporando mejoras en la resolución, el procesamiento de imagen y otras características técnicas que aportan una excelente calidad de imagen, incluso en pantallas grandes.
Estas mejoras tecnológicas incrementan el coste de producción y, por ende, el precio final del producto. Los televisores de más de 77 pulgadas suelen estar equipados con las últimas innovaciones en tecnología de pantalla, lo que justifica en parte el precio elevado.
En resumen, los televisores de más de 77 pulgadas son considerablemente más caros debido a una combinación de factores. La percepción de lujo y exclusividad permite a los fabricantes aplicar márgenes de beneficio más altos. La eficiencia en el uso del cristal madre juega un papel crucial, ya que producir pantallas grandes resulta en menos paneles utilizables por hoja, incrementando los costos. Además, mantener una alta calidad de imagen en pantallas grandes requiere tecnología avanzada, lo que también aumenta el costo de producción. Finalmente, los desafíos logísticos en la distribución de estos productos contribuyen a su precio elevado.
Para aquellos que buscan la mejor experiencia y pueden permitirse el lujo de pagar un precio premium, los televisores de más de 77 pulgadas representan una inversión en calidad y exclusividad. Sin embargo, es importante entender los factores detrás de estos precios para tomar una decisión informada y valorar si el coste adicional justifica los beneficios ofrecidos por estos impresionantes televisores