Si visitas foros de audio y vídeo o te gusta ver en YouTube las salas de cine que se montan algunos usuarios, muy probablemente hayas visto que muchos de ellos no se limitan a poner en su sala un solo subwoofer. De hecho, cada vez más receptores AV y amplificadores, de gama alta generalmente eso sí, cuentan con entradas para varios subwoofers. Pero, ¿a qué se debe esta tendencia? ¿No es suficiente con un solo subwoofer para conseguir los bajos necesarios para ver una película o serie?
Es cierto que la mayoría de nosotros ni siquiera tenemos espacio para poner dos o más subwoofers en nuestra sala, pero los expertos en audio llevan mucho tiempo recomendando una configuración con, al menos, dos de estos altavoces. De hecho, aseguran que la incorporación de un segundo subwoofer puede ser una gran mejora para cualquier sistema de cine en casa o incluso de música. Así que es hora de averiguar por qué. Vamos a echar un vistazo a los beneficios que obtendremos al utilizar dos subwoofers en una sala.
Calidad de sonido óptima en más posiciones de escucha
Una de las principales ventajas de utilizar dos subwoofers es conseguir una calidad de sonido óptima en más posiciones de escucha. Incluso teniendo especial cuidado en su colocación, un solo subwoofer no tendrá una respuesta de frecuencia óptima en todas las posiciones de escucha en la habitación. En cualquier ubicación de la sala un subwoofer tiene un «patrón modal» único (ondas estacionarias con picos/ceros) y una respuesta de frecuencia asociada en la posición de escucha.
Se puede notar incluso alejándose unos pocos metros del «punto óptimo», lo que resultará, a menudo, en una calidad de sonido de graves notablemente peor. En algunos lugares será demasiado retumbante, en otros habrá un «efecto de succión» donde los graves serán notablemente menos impactantes. Esto es especialmente preocupante si tienes una sala de gran tamaño o mucha distancia al punto de escucha.
Al usar dos subwoofers, ubicados correctamente, los patrones modales respectivos se superpondrán, lo que aumenta en gran medida la densidad de la onda de sonido en la sala. El resultado es una respuesta de frecuencia más suave en más posiciones de escucha, con menos posibilidades de picos/puntos nulos obvios en la respuesta de frecuencia.
De esta forma todos los oyentes obtendrán la misma experiencia de escucha, sin importar dónde estén sentados. Y por otro lado, esto también facilita que los programas de calibración automática de sala, como Audyssey MultEQ, ecualicen el canal del subwoofer.
Los subwoofers sufrirán menos al tener más margen
Es bastante obvio, pero no por ello menos importante. El uso de dos subwoofers aumentará en gran medida el «espacio libre» disponible en el sistema, entendiendo como tal la potencia «sobrante» que tendrá cada uno de los dispositivos. Es decir, no tendremos que «apretar» al subwoofer principal para conseguir la potencia deseada, dejándole un poco más libre al tener un apoyo.
Esto quizás no sea excesivamente importante en un salón o sala no dedicada, en la que muy probablemente no podamos ni siquiera llevar al extremo a un solo subwoofer. Pero si nos gusta y podemos escuchar a nivel de referencia, usando dos subwoofers conseguiremos graves más limpios y precisos a niveles de saturación extremos.
Más difícil de localizar
Incluso con una frecuencia de cruce de altavoz/subwoofer bastante profunda y los efectos de enmascaramiento asociados de los altavoces envolventes, a menudo es posible localizar un solo subwoofer en la sala, especialmente si no está ubicado en el escenario frontal. Cuando está configurado correctamente, los graves de un subwoofer deberían sonar como si vinieran de cada altavoz individual y no de una ubicación específica.
En comparación, si utilizamos dos subwoofers será casi imposible localizar de donde viene el sonido. Utilizando dos altavoces para bajos conseguiremos que los graves parezcan emanar de todas partes de la sala, ofreciendo así una inmersión en la acción mucho mayor.
Dos subwoofers pequeños «se ven menos» que uno gigante
Muchos de nosotros, la gran mayoría probablemente, no tenemos la suerte de contar con una sala de cine dedicada. Así que utilizamos nuestros salones para instalar el sistema de cine en casa. En estos casos, poner un subwoofer que parece prácticamente una lavadora se hace bastante complicado. Así que una buena solución podría ser colocar dos subwoofers más pequeños, que a la postre pueden ofrecer un rendimiento similar, o incluso superior, con un menor impacto visual.
Además, esta solución también permite colocarlos en distintos puntos de la sala. Al ser más pequeños, tendremos más flexibilidad a la hora de ubicarlos. Y si optamos por subwoofers sellados, todavía más, aunque son muchos los que prefieren subwoofers con bass réflex para cine.
Ubicaciones recomendadas para colocar dos subwoofers
Y ya que hablamos de colocación, echemos un vistazo a las ubicaciones recomendadas por los expertos si optamos por utilizar dos subwoofers. Más concretamente nos recomiendan cuatro posiciones diferentes. La primera posición sería con un subwoofer en la esquina delantera y otro en la trasera en diagonal opuesta. La segunda posición sería colocar un subwoofer a cada lado de la posición de escucha, en las paredes laterales. Estos dos opciones han demostrado su eficacia y suelen dar resultados excelentes, pero suelen ser difíciles de implementar en un entorno de sala no dedicada.
Las otras dos posiciones serían, quizás, las más habituales en la mayoría de salas. Una sería en la parte delantera, pero colocando los subwoofers en las esquinas. Y la última sería en un escenario también frontal pero colocando los subwoofers entre los altavoces izquierdo y derecho y el canal central.
Estas son solo cuatro opciones, pero no las únicas. Cada habitación es diferente y solo probando diferentes opciones de ubicación podremos obtener los mejores resultados. Otras veces solo nos quedará limitarnos al espacio que tenemos. Pero sea como sea, siempre será mejor intentar colocar dos subwoofers en la sala.
Fuente | SVS