A menudo es el centro de los debates audiovisuales de medio mundo: ¿qué TV de gama media/alta me compro, una OLED o una QLED? ¿Es cierto que hay mucho márketing de las marcas para intentar maquillar las tecnologías y vender lo que no es? Hoy intentaremos daros respuesta a todas esas preguntas de manera detallada pero fácil de comprender para gente no experta en el mundillo.
Televisores QLED: una vuelta de tuerca más a la tecnología LCD
Tipos de retroiluminación en las QLED
Aunque en términos de márketing Samsung bautizó a sus TV de nueva generación de gama alta como QLED (a partir del 2017), lo cierto es que tecnológicamente no dejan de ser paneles LCD. Más abajo hablaremos un poco más de la historia del QLED, como nació, si realmente es una tecnología nueva o no, si es autoemisiva o no y demás características. Así pues, ¿realmente cuantos tipos de tecnología existen en el mercado? dos: LCD y OLED. La primera de ellas ha evolucionado en dos ramas más: QLED (de la que hablaremos hoy en este artículo) y muy recientemente las nuevas MiniLED, de la que os haremos un artículo detallado más adelante.
Para darle una vuelta de tuerca más, Samsung a lo largo de 2018 y 2019 añadió más gamas a la sección de QLED, metiendo TV que inicialmente no lo eran y dando como resultado un crisol de modelos LCD QLED pero que usan retroiluminaciones diferentes en función de la gama de la que hablemos: la Q60 es Edge LED y la Q70, Q80 y Q90 son FALD (Full Array Local Dimming). Más abajo os explicaremos qué los diferencian y como funcionan. Entonces…¿qué diferencia un panel QLED de otros LCD del mercado? Pues poca cosa, básicamente el uso de los Quatum Dots (nanopartículas que generan el color), aunque es una tecnología que Sony inventó ya en el 2011 y llamó…triluminos. Así pues, las QLED (especialmente la gama alta) son televisores que entregan una calidad de imagen altísima, pero no por ser QLED (que no es más que un término abstracto y con mucha connotación de márketing) si no porque son excelentes paneles LCD, con muchas zonas en el caso de las FALD y una gran electrónica de la mano de Samsung.
Como comentábamos en la introducción, con la llegada de los LEDs, en el sector de la TV LCD pasamos del CCFL a los LED como fuente de iluminación de los píxeles (a partir de ahora lo llamaremos Backlight), ya que eran capaces de emitir más luz (nits) y ampliar la cobertura cromática (más puntos de el espectro de colores). Estos LEDs pueden colocarse detrás de la TV sin posibilidad de apagarse (Direct LED), en los bordes (en uno, ambos lados, arriba, abajo o arriba y abajo), conocido como (EDGE LED) o lo más reciente: detrás de la TV con la posibilidad de apagarse por zonas (FALD). En función del tipo de retroiluminación y del número de zonas, Samsung categoriza sus televisores, dejando los modelos flagships para el sistema FALD, como la Q90R o la nueva Q950T.
Como conclusión: cualquier televisor que use un sistema de retroiluminación FALD será siempre superior a uno que use Edge LED. Básicamente porque el sistema Full Array es capaz de encender y apagar zonas de forma independiente (cuantas más zonas tenga, más alta gama será y más cara costará) y por consiguiente, podrá encender una zona con un elemento brillante y dejar el resto de la pantalla completamente oscura, cosa que no podrá hacer una televisión Edge LED. Eso si, el número de zonas es bastante limitado (unas 480 en las gamas altas) y ningún QLED mercado tiene tantas zonas como píxeles (eso sería una OLED); por ello podremos ver varios problemas (como el blooming, o un «halo» de luz alrededor de las zonas brillantes, ya que la TV no tiene tantas zonas como para apagar solo las zonas cercanas al objeto):
Como bien decíamos en el párrafo anterior, en un cielo estrellado, la TV o bien no ilumina algunas de las estrellas o si lo hace iluminará sin querer varios píxeles adyacentes (efecto Blooming) al ocupar la zona varios miles de píxeles. Aún así, si usamos otro sistema de retroiluminación LED el resultado es aún peor, especialmente el Edge LED, al iluminar todo el panel desde un solo lado (o arriba o abajo):
Colometría en los televisores QLED
Y todavía no hemos entrado en el tema colometría. ¿Si la luz del backlight es blanca -o azul en algunos casos-, como se obtienen los colores de la imagen? Sabemos que todos nacen de los primarios (RGB = Rojo, Verde y Azul) y de éstos salen los demás.-Pues con un filtro de color RGB, que se pone entre el Backlight y la pantalla de cristal líquido. Aunque en el fondo es más complejo, ya que una pantalla LCD tiene más elementos:
Para controlar la intensidad de la luz para cada uno de los colores básicos, las pantallas LCD usan cristales líquidos dentro de cada píxel. Estos cristales se pueden rotar en la celda mediante la manipulación de un campo eléctrico, lo que permite ajustar el rendimiento de la luz. Una vez que la intensidad de la luz de un color básico se ha ajustado al nivel deseado, pasa a través de un filtro de color (el que hablábamos antes) que filtra todas las longitudes de onda excepto rojo, verde o azul. Si te acercas mucho a la pantalla, podrás ver los subpíxeles rojo, verde y azul, por ejemplo en esta foto macro de un panel VA, que es el tipo de panel que usa un televisor QLED:
Cuando la luz ya ha pasado por el filtro de color, no puede «difundirse» hacia todas las direcciones por igual, lógico ya que la luz pasa por una «guía» (el filtro de color) y por lo tanto solo veremos los colores de forma correcta (y la luz, por lo tanto) si nos sentamos enfrente de la pantalla. Sin embargo, a lo largo de 2019 y 2020, Samsung presento TVs con una nueva tecnología, llamada X-Wide Angle, que mejora mucho el ángulo de visión…pero pierde nits/contraste nativo a cambio. Si volvéis a leer este párrafo se deduce fácilmente el por qué. Además de eso, Samsung cambió el filtro RGB para generar el color por los famosos Quantum Dots, son unos cristales minúsculos que pueden excitarse y emitir luz por ellos mismos, además emiten más longitudes de onda, por lo que cubren más espectro de color; con ésto nos quitamos parte del filtro RGB (hacen falta igualmente un par de capas polarizadoras para corregir los tonos), suponiendo mayor cantidad de luz también (al no «pasar» por ningún filtro):
Ventajas e inconvenientes de los televisores QLED
Por lo tanto, a la hora de la comparativa (aunque haremos un resumen final), si nos vamos a la gama alta para poder competir con las OLED, significa que las ventajas de un panel QLED serían:
- Gran pico máximo de luz, ya que la retroiluminación trasera no tiene límite natural (si de consumo y calor).
- Muy buenos negros para ser televisores basados en la tecnología LCD.
- No habrá problemas de retenciones o quemados al ser los paneles inorgánicos y gastarse todos por igual (en las OLED se gastan más los píxeles que se encienden).
- Contraste dinámico (no nativo) muy alto.
- Buen contraste ANSI.
Los puntos negativos serían:
- Pese al gran pico lumínico que alcanzan, el suelo (o nivel) de negro se va al traste al tener que encender zonas adyacentes con tanta luz. Por ello el efecto wow viendo HDR es superior, como norma general, en paneles OLED.
- Los ángulos de visión son más limitados, aunque han mejorado mucho (a costa del contraste).
- Es una tecnología cara de fabricar y de comprar.
- Contraste nativo muy pobre.
- Problemas derivados de tener «solo» 500 zonas en más de 8 millones de píxeles.
Televisores OLED: el sucesor natural del plasma
OLED es un mundo completamente diferente y nada que ver tiene con los QLED. Cada píxel se ilumina de forma 100% autónoma, sin afectar a los adyacentes, por lo que en la práctica el negro es 0, sea una escena completamente iluminada o sea solo un píxel. No importa, el OLED puede apagar sus 8 millones de píxeles independientemente unos de otros. Las OLED al contrario que las LCD, no necesitan una fuente de iluminación (backlight), ni trasera ni lateral ni nada. Cada píxel se ilumina por sí mismo. El OLED es un tipo orgánico de panel (de ahí viene la O), como decíamos, cada píxel se ilumina de forma independiente:
Con esta estructura de panel se pueden eliminar varias capas de la TV ya que cada subpíxel emite luz blanca (realmente es azul). Esta luz que emite cada subpíxel individual, pasa a través de un filtro de color pasivo (RGB), como con los LCD como comentábamos antes y aparecen los colores en la pantalla. Todo esto también repercute en la cantidad de capas de una TV OLED, quedándose prácticamente solo con el panel OLED, la electrónica y el filtro RGB. A diferencia de los LCD, como cada píxel puede iluminarse individualmente, el color y el contraste no se degradan por el ángulo de visión:
¿Y que importa que cada píxel pueda iluminarse por si mismo? Pues básicamente: el negro puro. El negro es el valor más importante de una TV, ya que de él se infiere el contraste (que se obtiene de dividir el máximo nivel de brillo/luminancia (en nits) entre el menor valor posible de negro (en nits)). Siempre podremos aumentar el nivel de brillo -lo hacen cada año-, pero si al dividirlo entre el valor del negro éste no es 0, el contraste nunca será infinito, como ocurre con las OLED.
Colometría en los OLED
La tecnología QD-OLED ha revolucionado la colometría de los paneles OLED. Aunque tanto los paneles LCD LED como los OLED ofrecen una cobertura total del espacio de color, los Quantum Dots amplían significativamente ese espectro. En comparación con una OLED convencional, los paneles QD-OLED ofrecen aproximadamente un 15% más de cobertura cromática. La implementación de QD-OLED combina lo mejor de ambos mundos: la capacidad de generar colores intensos y precisos de los Quantum Dots junto con la calidad y el contraste inigualables de los paneles OLED.
En las OLED actuales, incluyendo los paneles QD-OLED, el color se genera utilizando un filtro RGB polarizado compuesto por píxeles blancos. Este enfoque ha solucionado uno de los problemas que afectaban a las primeras generaciones de paneles OLED anteriores a 2014: la degradación prematura del píxel azul. A estos nuevos paneles se les conoce como WRGB, y su funcionamiento se basa en la combinación de la tecnología OLED y los Quantum Dots para ofrecer una experiencia visual superior. El resultado es una reproducción del color más amplia y precisa que satisface las demandas de los consumidores más exigentes.
A estos nuevos paneles se les conoce como WRGB:
Ventajas e inconvenientes de los televisores OLED
Resumiendo, sus ventajas serían las siguientes:
- Contraste nativo perfecto.
- Negro nativo perfecto.
- Buen pico de brillo máximo (+-900 nits) lo que unido a un suelo de negro perfecto da una tridimensionalidad espectacular a la imagen.
- Ángulo perfecto.
Y los inconvenientes:
- Pueden aparecer retenciones y/o quemados con sus uso intensivo, aunque con los últimos modelos es complicado.
- Precio elevado.
- Aunque el pico máximo de brillo es bueno, podría ser superior (o bajar el ABL).
- Cobertura de color buena pero mejorable comparada con los televisores LCD QLED.
OLED vs QLED: ¿Cuál es mejor?
Aquí llegamos a uno de los puntos calientes del post. Samsung, como explicábamos antes, rebautizó sus TVs LED en QLED, un término extraordinariamente similar al de OLED (la Q y la O son idénticas salvo el palito), prometiendo que su tecnología se basaba en paneles emisivos -es decir, sin fuente de luz trasera, como los OLED-….salieron al mercado y no eran más que simples LEDs con nanopartículas para generar el color (Quantum Dots) en lugar del filtro RGB tradicional. Nada más, ni rastro de esos paneles autoemisivos que prometían.
El HDR no va de nits, va de contraste. Si para conseguir más brillo tienes que elevar el suelo de negro (cosa que hacen hasta las FALD tope de gama) el ratio de contraste se va al pairo. Por eso suele impresionar más el HDR en las OLED que en las QLED.
Si nos vamos a los ángulos, respuesta del píxel (0,1 ms en la OLED vs 5-6 ms en las mejores LCD), nivel de negro (incluso las FALD no van a rivalizar), la tecnología QLED sigue bastante por detrás, pese a doblar en brillo máximo a las OLED. Pero el brillo (en nits) se mide en escala logarítmica, no lineal. Lo que quiere decir que 1800 nits no es el doble de brillante que 900. «Solo» es un 30% más…y en HDR no se usa tanto brillo, lo veremos más adelante.
Por otra parte, los negros lo son todo en la imagen, es el contraste de la misma. Se entiende dado que:
– Imagen SDR, la norma explica que el máximo de nits a debe ser 120. Pongámosle que se calibra a 160 o 170 nits (tanto las OLED como las LCD llegan sin problemas). Se divide 170 entre 0 (OLED) y luego 170 entre 0.04 (LCD). Contraste infinito vs contraste 4250:1 del LCD.
– Imagen HDR. La UHD Alliance habla de unos mínimos a mantener. Mismo ejemplo, película masterizada a 1000 nits (que NO quiere decir que el máximo de nits de altas luces sea de 1000, al revés, rara vez llegan a esos máximos, ya que las películas se rigen por un MaxCLL y un MaxFALL (máximo nivel de pico de luz y APL general de la escena). Esto lo explicamos más adelante.
Y misma regla de 3. Si se divide una escena con un APL de 180 nits (brillo medio de la escena, vamos el brillo general de esa toma) entre 0 y luego entre 0.04. Nuevamente el contraste es muy muy superior en las OLED. Y lo mismo para el detalle máximo brillante, que supongamos que sea de 800 nits. E incluso en partes de la imagen con 2 o 3 mil nits, se vuelve a dividir y el contraste es muy superior en la OLED, aunque brille menos en ese objeto concreto.
Todo eso sin entrar en tone-mappings, que la escala de nits no es lineal (es decir, 2000 nits no es el doble de brillante que 1000, si no quizá entorno a un 35% «solamente) y varias variables más. Y en estos ejemplos hablamos del contraste nativo (escena 100% blanca y escena 100% negro, división y ese es el resultado), no el contraste de verdad y real: el ANSI. En éste, se usa una imagen de cuadrados blancos y negros -representa más una escena real-. Las OLED muestran esos recuadros a 0 nits y el blanco al máximo que permitan, las LCD…incluso las FALD al no tener tantas zonas como píxeles, levantan el suelo de negro. Es normal y lógico. En HDR ese problema se multiplica
¿Qué ocurre en HDR, es mejor una QLED por brillar más o una OLED por tener un contraste nativo perfecto?
Perfecto, ¿entonces más nits es mejor, no? No (o no siempre), como explicábamos antes, la idea del HDR es aumentar el contraste, no el brillo, por ello es mucho más importante tener un suelo de negro absoluto (0) y un máximo de brillo de 900 nits que un suelo de negro de 0.05 nits y un máximo de brillo de 1600 nits. El contraste es mucho más impactante en el primer caso que en el segundo, ya que el contraste es más alto (dividir cualquier valor entre 0 nos da infinito). Además de eso, están los valores que comentábamos antes de MaxCll y MaxFall, que nos quiere decir que que una película esté masterizada a 1000, 4000 o 10000 nits, no significa que vayamos a verla a esos nits, ni si quiera los puntos más brillantes de la imagen ya que ese punto lo establece el MaxCLL y rara vez superan los 1000 nits.
El ejemplo más práctico es el UHD de Uno de los Nuestros, masterizado a 4000 nits, pero el objeto más brillante de la imagen es de solo 261 nits (y el 90% del film está entorno a los 100-160 nits), por ello todas las comparativas del mundo las han ganado las OLED, tanto en SDR como en HDR. Ahora conocéis los motivos.
Conclusiones: mitos sobre ambas tecnologías
Esta sección es muy interesante, veréis que la mayoría de los mitos afectan a las OLED porque todos sabemos el dineral que invierte las marcas que no tienen OLED en «artículos» para promocionar mitos que hace años que son eso, mitos:
– Las OLED tienen una vida útil muy corta por el subpíxel azul: FALSO
Este mito viene de la época de los prototipos OLED que no estaban comercializados, donde se encontraron un problema en la vida útil del píxel azul que «moría» al cabo de 6-7 mil horas. LG NO usa ningún subpíxel azul, son todos…¡blancos! con filtros RGB para formar el color. Por lo tanto no degrada nada. Es la famosa patente que compró LG a Kodak. Según LG la vida útil es de 100.000 horas, una burrada vaya, unos 30 años teniendo la TV encendida 10 horas diarias.
– Las OLED tienen problemas con retenciones y quemados: VERDAD A MEDIAS
Retenciones si tiene, es decir, si dejamos 20 minutos por ejemplo el menú de la consola, al quitarlo veremos que se ha quedado marcado en el panel, pero acaba quitándose al cabo de unos minutos (y más a partir de los modelos de 2017, que son casi imposibles de marcar permanentemente); lógicamente si dejamos una OLED 12 horas diarias siempre todos los días con el mismo logo (insisto: siempre, no vale la TDT porque hay anuncios, cortes, etc.) se acabará quedando esa marca para siempre, lo que se conoce como quemado. Lo dicho, con un uso normal no ocurre nada de nada.
De esto da muestra rtings con su test de Real Life OLED Burn-in: https://www.rtings.com/tv/learn/real…d-burn-in-test
– Las OLED tienen menos nits que las QLED: VERDAD
Cierto, si lo comparamos con sus tope de gama equivalentes en LED. Sin embargo, de poco sirve que la LED tenga 1500 nits si para ello tiene que elevar su negro a un paupérrimo 0.30 por ejemplo; es lo que Rtings llama «HDR Real«, quedando siempre las LED por detrás. En SDR ambas tecnologías van sobradísimas de nits.
– Las OLED son más caras que las QLED: FALSO
Lo son, pero como siempre digo: porque las OLED no tienen gama baja, son todas gama tope. De hecho, hemos visto que es más usual ver una OLED de gama alta más barata que una QLED de gama alta.
– Las OLED no sirven para gaming: FALSO
Aquí de nuevo hay que matizar. El input lag de todas los televisores OLED suelen ser bajos, comparadas con las QLED andan en los mismos parámetros o incluso más. El matiz vendría relacionado con el tema retenciones y quemados, lógicamente un uso normal no pasará nada, pero de nuevo si vamos a estar 10 horas diarias jugando al mismo juego puede que tengamos un problema al usar una OLED.
– Las QLED tienen un negro perfecto: FALSO
La tecnología QLED, como habéis podido comprobar, no deja de ser un LCD, por lo que no es una tecnología autoemisiva, si no que necesita de una fuente de luz trasera que NO puede apagar a voluntad. Solo puede encender y apagar conjuntos de pixeles, lo conocido como «zona».