Los Quantum Dots han cambiado la vida de los televisores para mejor, ya que desde su descubrimiento allá por 1934 (premio nobel mediante, gracias al trabajo de Bawendi, Brus y Ekimov), no ha parado su desarrollo e investigación, surgiendo múltiples aplicaciones en el sector de los televisores y pantallas en general. Uno de sus grandes impulsores fue en su momento Sony (que los llamó Triluminos) mientras que uno de los actuales máximos exponentes de esta tecnología es la coreana Samsung.
Estas nanopartículas tienen muchas variantes, pero básicamente en todas su funcionamiento es muy similar: se usa una capa entre el emisor y la pantalla, donde se encuentran los Quantum Dots adheridos y, al pasar la luz entre éstos, se genera un cambio en la longitud de onda de la luz, provocando así la generación de los colores primarios: rojo, verde y azul, con un volumen cromático más alto que usando un simple filtro de color. Además, puede usarse tanto en en tecnología LCD-LED (y Mini LED) como en OLED (QD-OLED).
Quantum Dots: un poco de historia y los retos actuales
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En el caso de los actuales films con Quantum Dots aplicados a pantallas LCD (sean LED o Mini LED) o QD-OLED, Samsung explica que verdadera calidad de un televisor de puntos cuánticos se define por la cantidad de éstos que existan en esa película interna o film. La película de puntos cuánticos requiere un mínimo de 3000 partes por millón (ppm) de material para lograr la calidad de imagen rica y una buena expresión de color para mejorar la gama cromática. Además, también sabemos que por las leyes europeas actuales (entre otras cosas), esta capa de Quantum Dots no puede contener cadmio.
En las primeras etapas del desarrollo de los televisores de puntos cuánticos, el cadmio era esencial para lograr las principales ventajas de los puntos cuánticos, como la reproducción del color y la relación de contraste. En aquel momento, se consideraba que el cadmio era el material más eficiente para producir puntos cuánticos.
Sin embargo, la toxicidad del cadmio se convirtió en un obstáculo importante para la comercialización de la tecnología, ya que este material es bastante tóxico con el medio ambiente, lo que dificultaba su uso generalizado a pesar de ser el material más adecuado para implementar la tecnología en los televisores. En 2014, fue Samsung la que desarrolló el primer material de puntos cuánticos sin cadmio del mundo, que es el que se usa hoy en día en los televisores LED, Mini LED y QD-OLED.
Quantum Dots: tanto en televisores LED, Mini LED como en modelos QD-OLED
La aplicación de este material a las pantallas LCD con tecnología LED y Mini LED, en el caso de los televisores Samsung, es bastante particular y difiera del que encontramos en los modelos QD-OLED. En el caso de los primeros, se elimina la necesidad de una capa de fósforo independiente, por lo que sus televisores mejoran la eficiencia energética y consiguen emitir más luz.
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En el caso de un modelo OLED con puntos cuánticos (QD-OLED), su estructura cambia, ya que consta de una capa de transistor de película fina (TFT), una fuente de luz autoemisora (emisor azul orgánico) y una película de puntos cuánticos que utiliza dicha luz azul para generar el color, mejorando así enormamente la cobertura y volumen cromático y, por tanto, la calidad de la imagen. En ambos casos y en ambas tecnologías, una película de puntos cuánticos dedicada que contenga suficientes Quantum Dots es clave para ofrecer una calidad de imagen y una longevidad de primera clase, por lo que ya sabemos que no todos los televisores con Quantum Dots son iguales.