Cuando hablamos de sistemas de cine en casa utilizamos nomenclaturas como 5.1, 7.1, 5.1.2 o similares. Como ya os hemos explicado muchas veces, la primera cifra corresponde al número de altavoces, la segunda al subwoofer y la tercera a los altavoces de altura. Cuando yo era joven, hace ya muchos años, teníamos en el mercado los «packs home cinema», formados por un receptor (que muchas veces era un lector de DVD) y cinco altavoces: el trío frontal y dos altavoces traseros, conocidos como altavoces surround. También existían los receptores AV como tal y la posibilidad de comprar los altavoces por separado, pero eso, al menos para mi economía, era ya «otro nivel».
Ahora, sin embargo, esos «packs home cinema», con el lector de DVD haciendo de receptor y amplificador, diría que han desaparecido del mercado. Y no es de extrañar, porque ahora son las barras de sonido las que dominan «el cotarro». Por supuesto seguimos teniendo los receptores AV y los altavoces (damos gracias por ello), pero el que busca una solución sencilla y fácil de instalar acaba recurriendo a una barra de sonido. Por suerte, estas han evolucionado muchísimo y ya permiten utilizar tanto altavoces traseros como subwoofers inalámbricos junto con la unidad principal.
Y os he contado todo este royo de mi infancia precisamente para llegar ahí. Como ya tenemos opción de poder comprar primero una barra de sonido y después ir añadiendo elementos, me ha venido a la mente una pregunta, ¿qué me compro primero, el subwoofer o los altavoces traseros o surround? Seguro que es una pregunta que os ha asaltado a muchos cuando habéis querido ampliar vuestro sistema de cine en casa. Y no solo a los que tenéis barra de sonido, también a los que empezasteis con un receptor AV y un par de altavoces frontales.
Subwoofer o traseros: la importancia de los altavoces en el cine
Cuando montamos un sistema de cine en casa, actualmente son dos las opciones más utilizadas. Una es optar por un receptor AV y un conjunto de altavoces. La otra es optar por una barra de sonido. Hay otras opciones menos habituales, como por ejemplo el sistema Sony BRAVIA Theatre Quad, pero son menos habituales. Así que vamos a centrarnos en los dos más comunes.
Si optamos por un receptor AV, tendremos que acompañarlo con, al menos, dos altavoces. Estos se colocarán en la parte frontal y formarán un sistema estéreo. A partir de ahí, podemos ir construyendo un equipo para cine en casa. ¿Cuál sería el siguiente altavoz a incluir? Pues, al menos en mi opinión, el altavoz central. Como ya comentamos en el artículo sobre altavoces para cine en casa, el central es un altavoz al que muchas veces no le hacemos demasiado caso y es uno de los canales más importantes de un sistema de cine en casa, por no decir el más importante.
Teniendo ya el trío central, ¿qué añadimos ahora, el subwoofer o los altavoces traseros? Muy probablemente aquí tendremos opiniones para todos los gustos. Debemos tener en cuenta que si tenemos un receptor AV y no añadimos altavoces traseros, no tendremos efecto envolvente. Es decir, toda la escena sonora será solo frontal.
El subwoofer es un altavoz súper importante, pero en este caso concreto podremos configurar los altavoces frontales como Large y que sean los woofers de los mismos los encargados de reproducir las frecuencia bajas. Dependiendo de nuestros altavoces tendremos un mejor o peor rendimiento. Aún así, no se podrá igual al que ofrece un altavoz dedicado. No obstante, es una forma de suplirlo.
Así que, basándome en todo lo expuesto, si tenéis un receptor AV y necesitáis decidir si invertís primero en el subwoofer o en los altavoces traseros, yo instalaría primero los altavoces surround. Ojo, es una opinión personal, basada en mi experiencia y en lo comentado anteriormente.
Ahora bien, si tenéis una barra de sonido «ampliable», la cosa cambia. Actualmente tenemos en el mercado muchas barras de sonido que podemos ir completando con los altavoces surround y el subwoofer cuando podamos. No es necesario comprarlo todo junto. Sistemas como la BRAVIA Theatre Bar 9 o la Sonos ARC, entre otras, permiten comprar primera la unidad principal e ir ampliando cuando podamos.
Si tienes una barra de sonido compatible con subwoofer y altavoces inalámbricos y te has decidido a invertir en uno de ellos, muy probablemente te estés realizando la pregunta del millón, ¿qué me compro antes, el subwoofer o los altavoces traseros? Mi respuesta rápida en este caso es: el subwoofer. Y os voy a exponer mi argumentación.
Las barras de sonido más premium cuentan con varios altavoces en su unidad principal. Generalmente suelen tener el habitual trío frontal, acompañado por altavoces de disparo lateral e incluso altavoces de disparo ascendente. Es decir, están diseñadas para crear efecto surround, aunque sea de una forma virtual.
Sin embargo, aunque algunas barras de sonido también incorporan woofers, estos suelen tener un tamaño muy reducido, lo que se traduce en un pobre impacto en el sonido. Es algo lógico, debido a las limitaciones de espacio que tienen las barras de sonido.
Por todo ello, creo que si tienes una barra de sonido de este tipo es más importante añadirle un subwoofer que unos altavoces traseros o surround. La incorporación de un altavoz para los bajos llevará tu barra de sonido a otro nivel de forma inmediata, pudiendo recurrir a los efectos virtuales para conseguir una «especie» de sonido envolvente. Así, cuando puedas, podrás incorporar los altavoces traseros y crear un sistema de cine en casa completo.