El subwoofer es una de las piezas clave en cualquier sistema de cine en casa. Aunque pueda parecer uno de los altavoces menos importantes, es todo lo contrario. La incorporación de un buen subwoofer hace que sintamos el sonido además de escucharlo. Sin un subwoofer las bandas sonoras quedan un poco «desnudas» y no suenan igual. Pero también es cierto que es el altavoz que, quizás, más problemas ofrece, tanto a nivel de colocación como a nivel de «vecinos». Las frecuencias bajas viajan a través de las paredes e incluso de la estructura del edificio, de ahí que sean las que más suelen molestar.
Pero eso es otro tema. Hoy os queremos hablar de un efecto conocido como «ganancia de sala». Curiosamente, no es un efecto negativo, sino de un beneficio. Se da cuando elegimos para nuestro sistema de cine en casa (o de música) un subwoofer con gabinete sellado, los cuales suelen ser más compactos y, por tanto, se adaptan mejor al espacio.
Con un subwoofer sellado (en lugar de uno con puerto), la habitación en sí tiene el potencial de potenciar los graves por debajo de una determinada frecuencia. En esencia, se obtiene más salida de la que el subwoofer puede producir por sí solo, de forma gratuita. A este fenómenos se llama «ganancia de sala». Vamos a echar un vistazo a la ciencia detrás de este fenómeno y cómo podemos usarlo en nuestro beneficio.
¿Cómo funciona la ganancia de sala?
La ganancia de sala se produce en salas de todos los tamaños, pero es más notoria en salas más pequeñas y cerradas. Cuando se habla de ganancia de sala se relaciona con la dimensión más larga de la sala, normalmente su longitud o ancho, ya que pocas salas de cine en casa son más altas que su longitud o su ancho. Si la dimensión más larga de la sala es menor a 20 pies (6 metros), puede proporcionar un aumento verdaderamente significativo en los niveles de salida de graves.
¿Qué tiene de especial el tamaño de 20 pies? Tiene que ver con la longitud de las ondas sonoras de baja frecuencia. Resulta que la ganancia de la sala comienza en la frecuencia cuya longitud de onda es el doble de la dimensión más larga de la sala. El doble de 20 pies es 40 pies, que es la longitud de onda de 28 Hz. Por lo tanto, en una sala donde la dimensión más larga es de 20 pies, la ganancia de sala se activa a 28 Hz o menos.
Por supuesto, la dimensión más larga de muchas salas de cine en casa es inferior a 20 pies (6 metros), por lo que la ganancia de la sala comienza en una frecuencia más alta. Por ejemplo, si la dimensión más larga de una sala es de 16 pies (unos 4,8 metros), la ganancia de la sala comienza en 35 Hz (longitud de onda = 32 pies); si la dimensión más larga de una sala es de 12 pies, la ganancia de la sala comienza en 47 Hz (longitud de onda = 24 pies).
¿Se puede aprovechar la ganancia de sala para potenciar la salida de graves?
Si se aprovecha correctamente, la ganancia de sala permite una salida mucho mayor en frecuencias más profundas de lo que normalmente se esperaría de un subwoofer de gabinete sellado y más compacto. Si consideramos la cantidad de energía acústica que se necesitaría para lograr una respuesta de frecuencia cuasi-anecoica plana hasta 10 Hz, donde estaríamos agregando 18 o 20 dB de ganancia, sería astronómico, ¡y podemos conseguirlo gratis con la sala!.
Sin embargo, la ganancia de sala tiene un lado oscuro. Un subwoofer mal ajustado puede convertir toda esa salida adicional en un caos retumbante e impreciso que solo sirve para enfatizar los matices individuales y enturbiar la experiencia auditiva. Por este motivo muchos subwoofers cuentan con motores DSP que permiten a los ingenieros crear una curva de respuesta en la sala que llena un espacio con graves limpios y precisos y hace que el subwoofer haga cosas que nunca esperaría de un gabinete tan compacto.
¿Cuánto afecta la ganancia de sala a la salida de graves?
La ganancia de la sala normalmente agrega de 7 a 9 dB por octava por debajo de la frecuencia inicial, dependiendo de las características precisas de la sala; por ejemplo, cuánto absorben las paredes la energía de los graves, pequeñas aberturas en la sala, etc.
Digamos que la dimensión más larga de la sala es de 16 pies (4,87 metros aprox.), por lo que la ganancia de la sala comienza en 35 Hz; una octava por debajo de eso (17 Hz) será de 7 a 9 dB más fuerte de lo que el subwoofer produce por sí solo, y dos octavas por debajo de la frecuencia inicial (9 Hz) serán de 14 a 18 dB más fuerte de lo que el subwoofer puede manejar por sí solo.
La mayoría de los subwoofers de consumo comienzan a perder potencia por debajo de un cierto punto, pero la ganancia de sala puede recuperar gran parte de esa respuesta de graves perdida, en particular con los subwoofers sellados. A medida que la potencia del subwoofer cae, la ganancia de sala la vuelve a subir. Si observamos la respuesta cuasi-anecoica del subwoofer, puede que baje 18 dB a 8 Hz en relación con el nivel nominal, pero en una sala pequeña, ¡puede llegar a ser plana a 8 Hz!
Esta reducción no se produce en los subwoofers con puerto; se mantienen bastante planos hasta los 20 Hz o incluso más bajos en un entorno casi anecoico. Pero cuando se coloca un subwoofer con puerto en una sala pequeña, la respuesta de gama baja aumenta debido a la ganancia de sala, lo que genera un sonido desequilibrado y con graves pesados. Por este motivo algunos subwoofers con puerto incluyen un control de compensación de ganancia de sala que reduce la energía de gama baja que proviene del subwoofer para restaurar una respuesta de frecuencia plana en una sala.
¿La ubicación del subwoofer afecta la ganancia de sala?
Curiosamente, la ubicación del subwoofer tiene poco efecto en la ganancia de sala, aunque muchas personas aseguran que colocar el subwoofer en diagonal en una esquina, mirando hacia afuera, tiene los mejores resultados. Esta ubicación a veces puede exacerbar el efecto “retumbante”, pero cada sala es diferente, por lo que los resultados pueden variar. La ubicación del subwoofer afecta el patrón de ondas estacionarias dentro de la sala, que se producen por encima de la frecuencia inicial de ganancia de la sala.
Así que ya sabéis, si el subwoofer está bien configurado, la sala puede ofrecernos unos graves muy por debajo de la respuesta de frecuencia natural del subwoofer.
Vía | SVS