Gestión de movimiento o motion handling es uno de esos términos técnicos que suenan complicados pero que, en realidad, notamos enseguida cuando un televisor o proyector no lo hace bien. Los fabricantes de televisores y proyectores se esfuerzan muchísimo en mejorar este aspecto, pero ¿qué es exactamente la gestión de movimiento, por qué a veces se ve raro y qué podemos hacer para que se vea mejor?
Aquí te explico todo lo que necesitas saber sobre la gestión de movimiento en televisores y proyectores, de una manera clara y sencilla.
¿Qué es el movimiento en películas y vídeos?
Todo el movimiento que ves en la pantalla, ya sea en una película o en un video, se crea mostrando una serie de imágenes fijas o cuadros en rápida sucesión. Gracias a algo llamado “persistencia de visión”, nuestro cerebro interpreta esas imágenes como un movimiento continuo. Este principio básico es el mismo desde los primeros proyectores de cine hasta las más modernas pantallas OLED.
En las películas antiguas, el movimiento se capturaba pasando literalmente cuadros de película por la cámara, mientras que en el video se capturan como “campos” en un sensor. Luego, se reproducen en un proyector o pantalla. Sin embargo, aunque el concepto es sencillo, la captura y reproducción del movimiento tienen sus limitaciones.
Las limitaciones de capturar movimiento
En los primeros años del cine, no había un estándar para la cantidad de cuadros por segundo (fps), pero se usaban 18 fps, lo que lograba un movimiento relativamente suave. Con la llegada del sonido, hubo que estandarizar la velocidad a 24 fps para sincronizar el audio. Este número fue un compromiso: lo suficientemente rápido para una buena calidad de sonido, pero no tan alto como para gastar más película de la necesaria. A pesar de ser el estándar cinematográfico, 24 fps no está exento de problemas: puedes notar parpadeos, borrosidad en objetos en movimiento rápido y pequeños “saltos” cuando la cámara se mueve lateralmente.
El vídeo comenzó con señales entrelazadas, a 50 Hz en Europa (PAL) y 60 Hz en EE. UU. y Japón (NTSC), adaptadas a las frecuencias eléctricas de cada lugar. Al combinar estos campos en una señal progresiva, obteníamos 25 fps o 30 fps según el formato, lo cual, aunque mejor que los 24 fps del cine, todavía sufría algunos problemas similares de borrosidad o parpadeo.
Hoy en día, el vídeo se suele capturar a 50 fps o 60 fps, lo que proporciona un movimiento mucho más fluido, con menos parpadeo, borrosidad o saltos.
Las limitaciones de mostrar movimiento
Cuando se proyecta una película física, el parpadeo a 24 fps es muy notable, por lo que en los proyectores de cine se usa un espejo giratorio que repite cada cuadro, aumentando así el frame rate efectivo. En cambio, los televisores y proyectores digitales funcionan de otra manera. Aquí, la imagen se muestra en pantalla durante todo el tiempo de refresco, un método llamado “sample and hold”. Este sistema mantiene cada cuadro en memoria y lo muestra completo en cada refresco, lo que puede generar borrosidad o saltos al mover la cámara, incluso en contenido capturado a 50 fps o 60 fps.
En términos generales, los televisores OLED y los proyectores DLP manejan mejor el movimiento gracias a su rápida velocidad de respuesta, es decir, el tiempo que cada cuadro permanece en pantalla es más corto, lo que resulta en menos artefactos de movimiento. Por otro lado, los televisores LCD y proyectores que usan tecnología LCoS (un tipo de LCD) mantienen los cuadros por más tiempo, y tienden a ser menos eficaces en la gestión de movimiento.
¿Cómo se puede mejorar la gestión de movimiento?
Para mejorar la gestión de movimiento, los fabricantes incluyen varias tecnologías en los televisores y proyectores actuales. La primera es un método similar al de los proyectores de cine, donde se repiten los cuadros para aumentar el contenido de 24 fps a 48 fps, 72 fps o más, eliminando el parpadeo sin perder esa estética “de cine” que todos conocemos.
Otra tecnología popular es la llamada inserción de cuadro negro (BFI), que consiste en insertar un cuadro negro entre cada cuadro real de la señal, lo que ayuda a reducir la borrosidad en objetos que se mueven rápido. Sin embargo, esto reduce el brillo general de la imagen y puede provocar un parpadeo que algunos notan más que otros. Este efecto es especialmente notable en contenido de alto rango dinámico (HDR), por lo que muchos prefieren evitar el BFI en esas situaciones.
La técnica más conocida es el suavizado de movimiento o interpolación de cuadros, que analiza dos cuadros consecutivos e interpola el cuadro intermedio, logrando que el movimiento sea mucho más fluido. Este suavizado ha avanzado mucho gracias a la inteligencia artificial, que ayuda a que el proceso de “adivinanza” sea cada vez más preciso.
¿Cuándo usar el suavizado de movimiento?
Muchos cinéfilos son firmes defensores de no usar el suavizado de movimiento al ver películas, ya que esto preserva la autenticidad cinematográfica y evita el temido “efecto telenovela”. Este efecto surge cuando el suavizado convierte el contenido en algo tan fluido que parece video en vez de cine. Sin embargo, los contenidos de 24 fps pueden verse más bruscos en un televisor de casa que en un proyector de cine.
La recomendación es que experimentes con el suavizado de movimiento en tu televisor. Prueba a ver la película sin suavizado y, si notas que el salto entre cuadros te molesta, ajusta el suavizado a “Mínimo” o “Bajo”. Cada televisor maneja el movimiento de manera distinta, así que es cuestión de probar lo que mejor se adapte a tus gustos.
Por otro lado, los videojuegos tienen otra consideración: desactiva el suavizado de movimiento siempre que estés jugando. La razón es que el procesamiento adicional del suavizado aumenta el tiempo de respuesta, lo que hace que el juego se sienta más lento.
Para los deportes, el suavizado de movimiento puede ser realmente útil. La naturaleza rápida de muchos deportes, con balones que se mueven a gran velocidad y cámaras que siguen la acción, a menudo es un reto para los sistemas de gestión de movimiento. El suavizado puede reducir la borrosidad y mejorar los detalles, aunque también puede generar artefactos en escenas complejas.
¿Hay algún inconveniente en el suavizado de movimiento?
Ya hemos mencionado algunos inconvenientes, como el efecto telenovela o el aumento del input lag, pero es importante hablar también de los artefactos visuales. La efectividad del suavizado depende en gran medida de la calidad de los algoritmos de interpolación y del procesador de la pantalla. Si el suavizado está mal implementado, puede crear fantasmas o ruido digital en los fondos y borrosidad en los bordes de los objetos en movimiento.
Lo mejor es experimentar con los ajustes de tu televisor hasta encontrar lo que funcione mejor para ti, ya que cada marca usa distintos nombres y algoritmos para estas funciones.
¿Un frame rate más alto mejora la gestión de movimiento en tu televisor?
Sí, en general, un frame rate más alto proporciona mejor gestión de movimiento o motion handling. Sin embargo, cuando el contenido se graba directamente a una tasa de cuadros más alta, como los videojuegos actuales en consolas como la PlayStation 5 y Xbox Series X, la fluidez es notable. En este caso, los cuadros adicionales no son una “adivinanza”, sino que contienen toda la información del movimiento.
Este enfoque también tiene aplicaciones interesantes en la transmisión en vivo de deportes. Aunque todavía se encuentra en sus primeras etapas, los resultados al transmitir deportes en 4K, HDR y alta tasa de cuadros (HFR) son impresionantes, especialmente en televisores grandes. Sin embargo, un aumento en la tasa de cuadros también implica más datos, lo cual representa un desafío para la transmisión y el almacenamiento de contenido.
En resumen, la gestión de movimiento o motion handling es un tema complejo pero importante para disfrutar de una experiencia visual sin interrupciones. Con estas recomendaciones y ajustes, puedes mejorar la forma en la que tu televisor maneja el movimiento, ya sea viendo una película, un partido de fútbol o jugando a videojuegos. Como siempre, lo ideal es probar los ajustes y quedarte con lo que mejor se vea para ti en tu televisor.