Dolby Atmos por aquí, Dolby Atmos por allá … últimamente vemos estas palabras por todos lados. Y no solo en equipos de sonido, también en televisores, móviles, altavoces y demás. Pero lo cierto es que para conseguir un verdadero sonido Dolby Atmos necesitamos tener altavoces de altura o altavoces de techo, como queráis llamarlos. Pero, ¿sabéis bien qué son estos altavoces? ¿Cómo funcionan realmente? ¿Qué tipos de altavoces de altura hay en el mercado? Pues de todo ello vamos a hablar en este artículo.
Pero antes de nada, ¿qué es Dolby Atmos? Bueno, de este formato de sonido hemos hablado largo y tendido en AVPasión. Así que no nos vamos a repetir. Pero para explicar qué es un altavoz de altura debemos tener al menos un conocimiento básico sobre el formato Atmos. Así que vamos a intentar realizar una explicación rápida y simple para que sepamos por qué un altavoz de altura es imprescindible para conseguir un efecto Atmos real.
Para no enrollarnos mucho, los formatos de sonido envolvente, ya sean HD o no, están compuestos por canales de sonido, que básicamente marcan el número de altavoces que vamos a tener en nuestra configuración. Por ejemplo, en un sistema 5.1 tenemos los tres altavoces frontales y dos surround. En un sistema 7.1 tenemos los tres altavoces frontales, dos altavoces laterales y dos traseros. Y así sucesivamente.

Introducido en 2012 en los cines comerciales, el Dolby Atmos es un sistema de audio basado en «objetos» en lugar de canales. Esto significa que cualquier sonido puede existir como un objeto de audio independiente, sin restricciones de canal. Lo que se traduce en que los ingenieros pueden mover los sonidos por cualquier lugar, colocándolos donde se producirían de forma natural en una escena. Los sonidos se mueven en un espacio tridimensional, fluyendo por encima y alrededor del oyente al ritmo de las imágenes para brindar una nueva sensación de altura y realidad.
Como es lógico, todo lo comentado estará limitado al número de altavoces que tenga la sala. Por ejemplo, en un cine comercial pueden tener decenas de altavoces, pero en una casa o incluso en una sala de cine en casa es difícil tener tantos altavoces instalados.
Por eso la mayor diferencia que existe entre un sistema de sonido envolvente «normal» y un sistema Dolby Atmos son los altavoces de altura o de techo. Estos permiten tener efectos especiales que emanan desde arriba del espectador, aportando una nueva dimensión de realismo a la experiencia cinematográfica.
Dolby Atmos con altavoces de altura en el hogar

Explicado esto, dejemos de lado las salas comerciales, ya que, como es lógico, estas tienen una capacidad muy superior a la que tendríamos cualquiera en nuestra casa. Para implementar Dolby Atmos en un cine en casa vamos a tener que montar los altavoces habituales (sistema 5.1, 7.1 o lo que nosotros queramos), pero también será necesario colocar altavoces de altura. ¿Cómo lo hacemos? Pues tenemos varias opciones.
La opción ideal a nivel acústico es colocar altavoces empotrados en el techo (o colgados del techo), pudiendo así colocar el sonido justo encima del punto de escucha (en realidad, lo ideal es colocarlos un poquito más adelantados y retrasados de la posición principal de escucha).
La parte buena de este sistema es que vas a tener el sonido lo más directo posible. La parte «mala» es que los altavoces empotrados suelen tener una menor calidad. Como no llevan gabinete, muchas veces los altavoces de techo carecen de la dinámica y el detalle del resto de altavoces (como es todo, hay gamas y gamas).

Una opción muy buena es optar por los altavoces en forma de cuña que tienen muchos fabricantes. Generalmente estos se pueden colocar tanto en el techo directamente como en lo alto de las paredes, ya que están especialmente diseñados para irradiar el sonido directamente hacia abajo. Al ser más grandes, son altavoces de rango completo pero al mismo tiempo transmiten el sonido directamente al oyente.
Este tipo de altavoces también tienen algunas desventajas. La primera y más obvia es la estética, ya que, como es lógico, se ven mucho más que los altavoces empotrados. La segunda es que, si queremos colocarlos en la pared, vamos a necesitar que nuestra sala tenga una forma bastante cuadrada o en su defecto rectangular. Es decir, que las paredes queden relativamente cerca de la posición principal de escucha, porque sino el efecto pierde bastante fuerza.
Pero resulta que la opción más utilizada no es ni la primera ni la segunda. El enfoque predominante se basa en un método de rebote en el techo que proyecta el sonido hacia el techo desde abajo con la esperanza de que se refleje perfectamente hacia el área de escucha. Es el sistema que utilizan tanto las barras de sonido con altavoces de disparo ascendente, como los altavoces Atmos que se colocan en la parte superior de los altavoces principales.

Es una opción muy limpia y sencilla a nivel de instalación, pero el problema es que los resultados del rebote en el techo son impredecibles. Estos dependen de la forma de la habitación, el diseño del techo y una serie de otros factores muy difíciles de controlar, por lo que sería una buena opción solo en unas condiciones perfectas. Además, el rebote en el techo requiere limitar la respuesta de frecuencia de un altavoz con efectos de altura, lo que generalmente se traduce en una calidad de sonido inferior.
Ya sean de techo, de los que se instalan en la parte superior de las paredes o de rebote; lo que está claro es que para disfrutar de un verdadera sonido Dolby Atmos necesitamos altavoces de altura. Partiendo de una configuración con 5.1.2 canales (recordad, el último número es el número de altavoces de altura), podremos conformar una configuración con todos los altavoces que nuestros sistema de amplificación y bolsillo nos permita.