En la actualidad hay muchos consumidores que apuestan por comprar un proyector. La selección de modelos ha aumentado de manera notable con el paso del tiempo. Por lo que se puede elegir entre muchas opciones en las tiendas. Aunque hay usuarios que compran uno por primera voz. De modo que para ellos dicho proceso es algo más complejo. Por eso, hay una serie de aspectos a tener en cuenta cuando se vaya a comprar un proyector.
Uso del proyector
Lo primero que se tiene que tener en cuenta es el uso. Ya que es probable que se quiera comprar dicho proyector para usar en casa. Pero hay otros consumidores que lo quieren usar en su trabajo. Por eso, esto es muy importante, ya que nos va a determinar en gran manera el tipo de modelo que vamos a elegir. Sobre todo la proporción es un tema clave en este sentido.
Para una casa, lo ideal es que la proporción sea 16:9. Ya que la mayoría de contenidos que consumimos (televisión, películas, vídeos…) son en dicho formato. Mientras que en empresas, la proporción más adecuada sería 4:3, porque en la mayoría de casos se destinará dicho proyector a hacer presentaciones. Por eso, tener esto claro es esencial.
Superficie de proyección y distancia
A la hora de proyectarlo, lo mejor es que tengamos alguna pared blanca y que no tenga reflejos. En caso de no tener esto en casa, se tiene que hacer uso de alguna de estas pantallas de proyección, que en muchos casos son enrollables. Pero sino, no va a ser fácil usar dicho proyector en nuestra casa.
La distancia mínima es otro aspecto que hay que tener en cuenta en este caso. Suele indicarse la relación en todo momento, como 1:1, que significa que la imagen tiene un metro de anchura, por lo que tenemos que colocarlo a un metro de distancia. Si dicha relación es 1,5:1, tenemos que colocar el proyector a 1,5 metros de distancia. Lo normal es que cada modelo indique este dato. Tenemos que tenerlo en cuenta en función del espacio que tengamos en casa.
Tecnología proyección
En la actualidad, cuando buscamos un proyector, nos encontramos en su mayoría con dos tecnologías diferentes: DLP y LCD. La primera son las siglas de Digital Light Processing que usa una luz reflejada en diminutos espejos que reflejan o no la luz. Se trata de un sistema más compacto, ofrece más nitidez y posee además un mejor contraste. Aunque también provoca algo de aberración cromática en la imagen, por lo que la precisión de color no es siempre la mejor.
Por eso, en el caso del LCD, destaca sobre todo por unos colores mucho más realistas, que van a permitir una mejor imagen en todo momento. Sobre todo a la hora de ver determinados contenidos puede ser mejor tener este tipo de proyector, que permitirá disfrutar de unos colores mejores.
Contraste
El contraste en un proyector representa la diferencia entre el punto más luminoso y el más oscuro. Por eso, lo normal es que si el contraste es algo, la calidad de imagen que tengamos en el mismo vaya a ser mayor. Ya que supone, por regla general, que la imagen va a ser mucho más fidedigna. Así que es importante tener este contraste en cuenta cuando se esté comprando un proyector. Es habitual ver modelos con contraste de 2000:1.
Resolución y ratio de aspecto
Lo normal es que la resolución de los proyectores suponga un precio mayor. Es decir, a mayor resolución, más caro es dicho proyector. Los más baratos suelen ser de 640×480 o 800×600. Aunque son opciones que en muchos casos son baratas, la calidad no siempre es la mejor. La recomendación suele ser apostar por un modelo que tenga al menos 720p, en el caso de que se quiera usar el mencionado proyector en casa. Esto permitirá una buena experiencia de visionado. En el caso de oficinas, donde se vaya a usar para presentaciones, no es un aspecto tan relevante.
Si nos fijamos en modelos baratos, podemos ver que suelen tener resoluciones como 1280 x 800, 1280 x 720, 1920 x 1080 píxeles en su mayoría. No significa que sean malos, porque nos dan una buena resolución, además de una buena relación calidad-precio. Si buscas uno con 4K, prepárate para pagar cantidades cercanas a los 1.000 euros en la actualidad por uno de ellos.
Lo habitual es que los proyectores con resolución HD sean de 1280 x 720 píxeles, mientras que si nos vamos un escalón hacia arriba, con Full HD sea 1920 x 1080 píxeles. Son buenas opciones, que darán en todo momento un buen rendimiento, y la calidad de imagen esperada para los consumidores.
Presupuesto
Por último, es importante que cada consumidor se establezca un presupuesto. La selección de proyectores es amplia, como hemos podido ver. De modo que siempre hay opciones disponibles en cada caso. Pero, si se tiene en cuenta el uso que se quiere hacer, ya se puede establecer un presupuesto. Ya que así se centrará la búsqueda en un segmento claro. Lo que evita que se compre un proyector al que no se le va a sacar partido.