Los anillos inteligentes han estado en desarrollo durante años, pero es ahora cuando la llegada de marcas como Samsung o Amazfit ha comenzado a estandarizar estos accesorios wearables-. Estas compañías han logrado crear opciones que no solo son llamativas y cómodas, sino que también integran tecnología útil en un formato de unas muy reducidas dimensiones y poco invasivo.
Para entender de una forma concisa y rápida qué son estos accesorios, se podía decir que un anillo inteligente es dispositivo que incorpora alguna tecnología, ya sea un chip NFC para realizar pagos móviles o sensores ópticos que permite detectar diferentes parámetros propios de la salud -como por ejemplo un acelerómetro-. La mayoría también se pueden sincronizar con los smartphone a través de Bluetooth, permitiéndote obtener más información sobre los datos que recopilan. De esta forma, pueden incluso sustituir a las smartband en algunas funciones.
Sin embargo, el hecho de que un dispositivo se llame anillo inteligente no significa necesariamente que esté repleto de sensores y otros elementos similares. El motivo es que, de ser así, acabarían por ser un accesorio incómodo, y no es precisamente lo que se busca.
Es importante destacar que los anillos inteligentes actuales tienen un precio que puede ir desde los 299,99 euros del Helio Ring de Amazfit, a gastos más elevados (el Samsung Galaxy Ring, que será oficial este mismo julio, apunta a costar unos 350 euros). Por lo tanto, esta es la horquilla que se maneja en estos momentos.
La evolución de los anillos inteligentes
Aquellos que han estado interesados en la tecnología wearable desde hace un tiempo sabrán que los anillos inteligentes no son una novedad. Durante los últimos diez años, varias empresas y startups -como por ejemplo Altruis, Smarty Ring y Nod- han afirmado estar creando accesorios de este tipo -que revolucionarían la forma en que trabajamos y jugamos, según ellas-. Sin embargo, muchas de estas empresas enfrentaron problemas de financiamiento, de diseño y diferentes desafíos tecnológicos. El caso es que, hasta hace poco, parecía que ninguna compañía podría crear un anillo inteligente con tecnología útil y que, a la vez, incluyera un diseño adecuado y que no supusiera un gasto que se podía denominar casi de desfasado.
Pero en los últimos años, varias marcas han demostrado que los anillos inteligentes no solo son posibles, sino que podrían rivalizar con los relojes inteligentes y otros dispositivos wearables en un futuro no muy lejano. Oura, Amazfit y la mencionada Samsung, son claros ejemplos de lo que decimos.
Cómo funciona la tecnología de los anillos inteligentes
Este es el motivo por el que muchos anillos inteligentes nunca se materializaron, ya que hablamos de productos que son difíciles de fabricar en compasión con, por ejemplo, las pulseras inteligentes. Integrar diferentes sensores; un chip NFC; capacidades Bluetooth; una batería; y más elementos en un espacio pequeño conlleva problemas técnicos y muchos compromisos.
Por suerte, en los últimos años, la tecnología ha avanzado hasta el punto en que cumplir con estos requisitos ha demostrado ser posible. Para desglosar la construcción de un anillo inteligente, lo ideal es fijarse en Oura Ring, que es un modelo ya consolidado en el mercado. Este consiste en cuatro sensores diferentes: uno para la medición óptica de pulso infrarrojo para leer tu pulso; un acelerómetro 3D para detectar movimiento; un giroscopio para detectar movimiento y equilibrio; y, finalmente, lo necesario para detectar la temperatura corporal.
También tiene una batería incorporada y un pequeño procesador. Esta tecnología está ubicada entre un recubrimiento de carbono similar al diamante y titanio en el exterior, y un moldeado sin costuras -no metálico y no alérgico en el interior-. Por lo tanto, queda claro que no es sencillo el desarrollo y el conseguir que todo funcione como debe… pero, finalmente, hablamos de unos wearables que son una realidad y, por lo que parece, serán muchas las firmas que apostarán por su fabricación.
A pesar de que es difícil lograr un buen diseño de un anillo inteligente, la mayoría de los que ya se han anunciado se ajustan perfectamente a los dedos y usan materiales hipoalergénicos. Esto último parece algo obvio, pero no hay que olvidar, estos accesorios están diseñados para ser usados las 24 horas del día, los 7 días de la semana, por lo que necesitan cumplir con este requisito y, como no, el de la comodidad para que no acabe el producto en el cajón de la mesilla.
Sí, los anillos inteligentes tienen desventajas
Una de las principales es que los anillos inteligentes no son para todos. Aunque muchas personas ya usan anillos, estos son un poco más grandes. Esto significa que probablemente gustarán mucho a los amantes de cierto tipo de diseño.
En términos de funcionalidad, no son relojes inteligentes. Si deseas un seguimiento continuo mientras realizas tus actividades físicas diarias, un anillo inteligente puede ser para ti. Pero, ojo, si has estado considerando la idea de un smartwatch para ver estadísticas en tiempo real sin mirar tu teléfono, los wearables de los que hablamos no te servirán.
Otra desventaja es que, debido a los desafíos de diseño involucrados en la fabricación de un anillo inteligente capaz, ahora mismo como hemos indicado antes, sus precios no son muy bajos. Por este motivo, no pueden competir con las pulseras inteligentes que realizan con una alta calidad las mismas funciones.
Recomendaciones de anillos inteligentes
Debido a los numerosos desafíos tecnológicos y de diseño involucrados en la fabricación de anillos inteligentes, actualmente no hay una gran variedad para elegir. Al menos no tantos como hay rastreadores como relojes inteligentes o smartband.
Existen algunas recomendaciones que son interesantes tener en cuenta a la hora de pensar en comprar un anillo inteligente. Por ejemplo, el modelo en cuestión debe ofrecer una semana completa de una semana de uso con una carga completa (y esta se debe realizar con cables USB no propietarios, como los tipo C, para evitar malas experiencias). Por otro lado, la resistencia al agua debe estar presente, con opciones que pueden ser de cinco atmósferas para estar seguro de que no se tendrán problemas con el hardware.
Se espera que la tecnología y el diseño de estos accesorios wearables continúe evolucionando, y más marcas podrían surgir ofreciendo usos especializados. Y esto hará que todo evolucione de forma rápida y que, quizá a medio plazo, se puedan tener a la venta modelos que tengan un precio más llamativo para una mayor cantidad de usuarios. Pero hay algo innegable: los anillos inteligentes son ya una realidad.