Mucho se ha hablado de la marca danesa los últimos años, ya que ha estado lanzando gamas con una calidad asombrosa a precios realmente ajustados y precisamente hoy os traemos un análisis de una de esas gamas: las Dali Zensor 7. Esta gama destaca básicamente por unos acabados realmente elegantes y sobrios, pudiendo elegir entre blanco mate, nogal o en vinilo negro; sustentados sobre una base de aluminio y se encuentra a un precio aproximado de 850€ la pareja de frontales. Y lo más destacable: una excelente calidad de sonido.
Construcción: principios acústicos de Dali
El propósito principal de cualquier altavoz es convertir la señal eléctrica en una experiencia de sonido agradable para el usuario. Cualquier distorsión, coloración de la señal original debido a malos conductores, recinto de mala calidad, cruce o cualquier otro problema de diseño del altavoz provocará sensaciones que el usuario apreciará de forma negativa. Es decir, un degradación del sonido original. Esto no ocurre con los Zensor 7, que al igual que otras gamas de Dali han sido diseñados teniendo en cuenta todas esas variables por los ingenieros de sonido daneses. Tras años de experiencia en el sector, han aplicado todos los principios acústicos y electroacústicos fundamentales a la construcción de estas cajas, junto a un I+D+i notable en el mundo del Hi-Fi (o Alta Fidelidad), dan como resultado una serie excelente en su construcción: diseño curvo de los conos -en fibra de madera-, el número mínimo de tornillos y el material de construcción de éstos, la base de aluminio bien pesada, el peso de la bobina, el filtrado, etc.
Un ejemplo de ello sería el diseño de sonido sin tener problemas con la impedancia. Como anunciábamos en el párrafo anterior, tras muchos años de investigación y experiencia, han repercutido notablemente en la serie Zensor 7, consiguiendo una impedancia suave y uniforme, que permite un trabajo algo más relajado en el amplificador (o AVR) de nuestro salón. El resultado conseguido es una resolución (o percepción de nitidez) más alta de lo normal; si la impedancia de un altavoz varía mucho a lo largo de la respuesta en frecuencia (que podéis ver los resultados en nuestro salón, en la sección anterior) se encontrará con una resistencia que varía constantemente, haciendo que sea más complicado seguir la señal/música. Precisamente este es uno de los puntos clave de la serie Zensor: la linealidad en este campo (impedancia), «provocando» una carga estable y lineal en el amplificador, especialmente los woofers.
Si nos vamos al apartado de construcción de los woofer, nos daremos cuenta rápidamente que Dali la zona que más cuida con diferencia es la zona media. No obstante la fabricación en fibra de madera de los conos y una especie de «pulpa» de papel muy fino como recubrimiento, crea un cuerpo rígido pero a la vez muy ligero. En combinación con un sistema de suspensión que la propia marca danesa llama «de araña«, nos lleva a un nivel de precisión asombroso, reproduciendo todos los microdetalles de la señal con alta precisión, algo muy demandado en el mundo Hi-Fi y High-End. La separación de los diversos instrumentos en varias pruebas de sonido, conciertos y SACD es notable. Los Woofer de los Zensor 7, como ya hemos visto, es de 18 cm (unas 7″), lo curioso es que tienen un área un 15% más grande que sus competidores que usan el mismo tamaño de cono. Un área de cono más grande permite un mejor nivel de precisión con una menor excursión del cono además de un mayor SPL (nivel de presión sonora).
Quedaba pendiente el problema de las vibraciones transmitidas por los Woofers a la estructuara de la caja, ya que la serie Zensor 7 son columnas bastante delgadas y no muy altas. Por eso se ha cuidado hasta los tornillos (7) para una mayor sujeción del «motor» del woofer. Hablando del motor, una de las mejoras también aplicadas a la serie Zensor es la de la optimización de ese motor, un reto que han conseguido mediante un producto de gran B/L (Factor de Fuerza), es decir, conseguir «bajar» hasta los máximos Hz posibles pero de forma controlada y todo a la vez en un diseño de estructura bastante pequeño. Se optó finalmente por un diseño de 4 capas, que aumenta dicho factor de fuerza un 17% respecto a los normalmente utilizados en el Hi-fi (bicapas). Con este innovador sistema, se logra también bajar un 27% el Factor Q eléctrico de los woofers. ¿Cual es el problema? que pese a que se consigue un mayor factor de fuerza, a la vez puede alterar la zona media de la respuesta del altavoz, afectando por ejemplo a las voces en las películas. Por ello Dali aplicó un refuerzo de alambre de aluminio revestido de cobre, unido al núcleo de aluminio con un tubo exterior de cobre de pared delgada, nos da como resultado una altísima relación conductividad/peso del aluminio (205% del valor del cobre) pero con las propiedades superiores de resistencia mecánico del cobre. Además, los woofer de la serie Zensor (al parecer solo el Vokal, que su función principal es la zona media, en concreto las voces) cuentan con un imán invertido en la parte trasera, que sirve tanto para aumentar el anterior mencionado Factor de fuerza, como para reducir posibles desvíos magnéticos.
Gran calidad de sonido
Lo primero que encontraremos en las Dali Zensor 7, es que tienen un tamaño bastante ajustado para los woofers que montan (2 de 18 cm) de fibra de madera, lo que le permite bajar hasta unas frecuencias realmente bajas para aquellos que no tengan un subwoofer en casa (podéis ver las mediciones más abajo). Los altavoces no tienen tampoco un peso excesivo y para su colocación ayuda mucho que el bass reflex sea delantero y no trasero, por lo que podremos pegarlos más a la pared (aún así recomendamos dejarle unos 15-20 cm de separación para no provocar una bola de graves). Aún así sin ecualización hemos notado que, aunque las torres consiguen bajar hasta unos +-40 Hz, aparece un exceso de graves, probablemente a causa de la sala que no está tratada acústicamente, por lo que recomendamos pasar algún tipo de ecualización, aunque sea el integrado del AVR.
Las Zensor 7 sorprenden frente a otro tipo de marcas como Infinity al tener un sonido más dulce, más suave; es un tipo de sonido que «no cansa» y que podemos estar escuchando sin demasiados problemas durante largos períodos de tiempo, incluso a altos niveles de SPL; además tampoco tendrán excesivos problemas para llenar un salón grande (siempre y cuando lo alimentemos con un amplificador con suficiente potencia, ya que la sensibilidad es de 90 dB a 6 ohms); en nuestras pruebas los hemos usado en un salón de unos 20 m2 y un amplificador Denon X1300.
Llegamos a uno de los puntos más importantes de estas Dali: el rango medio. Estas cajas consiguen con su sonido «dulzón» que las voces (que se encuentran en el rango medio del espectro entre 0 y 20 Khz) suenen de forma clara. Lo mismo ocurre con la separación de instrumentos, cada uno aparece en un plano acústico y son completamente localizables, creando un «todo» realmente espectacular. O al menos así lo notamos nosotros en el concierto de Hans Zimmer: Live In Prague en DTS HD MA.
La separación de instrumentos es asombrosa
Los agudos están firmados por un tweeter de cúpula de seda de 25 mm (con la mitad de peso que el resto de fabricantes), esto permite unos agudos más incisivos y ligerísimamente más subidos de lo normal, lo que se traduce en una mayor sensación de «nitidez» que gustará a otros y sonará demasiado «metálicos» a otros. Este exceso se produce ya en el extremo de la onda, sobre los 18 Khz, pero nuevamente es corregible fácilmente con EQ, empezando a caer sobre los 16 Khz hasta los 20, algo más natural.
La clave está en la dispersión
Como comentábamos en el párrafo anterior, una de las claves de las Zensor 7 es su alto grado de dispersión acústica, lo que facilita mucho la colocación de los mismos (en la review de nuestro canal de Youtube podéis verlo más detalladamente), por lo que su integración en cualquier habitación es pan comido. Tanto el material conductor como la geometría aplicados en la serie Zensor 7 han sido seleccionados para lograr un amplio patrón de dispersión; mismo fenómeno se puede apreciar en el crossover, como bien explica Dali, asegurándonos esta amplia dispersión conseguiremos un sonido de alta fidelidad y de alta calidad, incluso cuando se escucha en un ángulo de offaxis significativo, ya que normalmente no siempre estarás sentado delante de los altavoces. Otros beneficios de este diseño serían una menor distorsión de los armónicos y de las difracciones provocando distorsiones en las frecuencias, ya que éstas siempre son más fuertes en una respuesta on-axis. Por ello el fabricante asegura que sus altavoces no están diseñados para toeing-in (es decir, que tengas que moverlos «apuntando» a los oídos del espectador, aunque servidor siempre prefiere recomendarlo, aunque el fabricante asegure lo contrario.)
Elegancia y diseño
Otro de los aspectos que destacan de este conjunto es su estética. Tienen una construcción ciertamente liviana -pero que según explican los ingenieros de Dali, tiene su por qué- y unas medidas bastante contenidas: solo 98 cm de altura por 25 de ancho. Nuestros ojos se van a ir inmediatamente al diseño cuidado que presentan, especialmente bonitos son los de color blanco -para un salón moderno-, uno de los pocos fabricantes mundiales que tiene altavoces en este color y sin que se dispare excesivamente el precio.
Por otro lado, si ya de por si es uno de los pocos fabricantes en presentar su gama en un precioso blanco mate, también nos da la oportunidad de poner a juego la tela de las rejillas, pudiendo dejarlas en negro (que haría un buen contraste con el blanco), gris o blancas, quedando esta última realmente limpia y estética en nuestro salón.