Hoy os traemos el análisis escrito y en vídeo de una Smart TV muy popular: la LG QNED91, modelo estrella 4K con tecnología LCD de LG para 2021, hacía tiempo que nos la pedíais y por fin la tenemos aquí. Recordad que estamos ante un modelo con tecnología de nanopartículas (y panel IPS FALD) y por fin os podemos comentar que nos ha parecido en nuestro análisis.
Review LG QNED91: tecnología MiniLED en un Smart TV que busca seducir a los jugadores
Por fin tocamos una QNED en este canal y, tal y como os hemos ido comentando en el portal, no es un televisor que recomendemos para los usuarios que quieran usarla principalmente para cine. La cosa cambia para videojuegos al tener 2 puertos HDMI 2.1 con soporte 4K@120 VRR y Freesync. Antes de entrar en más detalles, muchísimas gracias a LG España por la cesión del producto, podéis leer sus características completas pulsando aquí.
El panel que ha utilizado LG en este modelo se trata de un IPS que podría penalizar el rendimiento del televisor, como así explicaremos más adelante, pese a contar con tecnología FALD (Full Array Local Dimming), un sistema encargado de encender o apagar grupos de cientos de miles de píxeles para que, cuando haya una escena oscura o con mucho negro, sea capaz de apagarse por completo, entregando un negro puro.
Como os decíamos, esta LG QNED 916, tope de gama IPS LED de LG para 2021, con tecnología Full Array Local Dimming (también conocida como FALD) y MiniLED. Esta tecnología integra unos diodos más pequeños que los LED tradicionales, haciendo así que se pueda controlar mejor el blooming (y lo consigue, como veremos) al emitir la luz desde un foco mucho más pequeño de lo que haría un panel LED tradicional.
Claro está que esto tiene sus limitaciones, puesto que la QNED91 solo cuenta con unas pocas zonas (unas 1000 aunque no son zonas individuales), dándonos un ratio de 1 zona para cada 8300 píxeles. Lógicamente, en escenas complicadas veremos algo de blooming o perderemos algo de detalle en sombra/negros, aunque LG ha mejorado el algoritmo este año…¡veremos cuanto!
Esta LG QNED91 se presenta hasta en 3 diagonales disponibles: 65 (este es el modelo que nos ha cedido LG España para el análisis), 75 y la enorme diagonal de 86 pulgadas, que como veis, es la gran novedad de este año respecto a otras generaciones.
LG QNED91: Especificaciones técnicas
LG QNED91 | Características |
---|---|
Panel | LCD MiniLED (panel de 2021) |
Diagonal | 65 pulgadas |
Resolución | 4K UHD (3.840 x 2.160 puntos) |
Alto rango dinámico | HDR10, HLG y Dolby Vision |
Montaje | Fijo o en pared (VESA 400 x 200) |
Medidas | 144,4 x 83,4 x 2,95 cm |
Peso | 26,7/28,4 Kg (sin/con pie) |
Conectividad (Vídeo) | 2 x 2.1 (Completos, HDCP 2.3, 40 Gbps) + 2 x 2.0 (18 Gbps) 2 x USB 1 x Ethernet 1 x CI+ |
Conectividad (Audio) | 1 x Salida Óptica 1 x HDMI eARC |
Sonido | 2 woofers de 10W + 2x20W |
Compatibilidad/Estándares | ARC/eARC Sintonizador DVB-T2 + 2 x DVB-S2 WiFi (AC) Bluetooth 5.0 Apple AirPlay 2 & HomeKit |
Capacidad de reproducción | MPEG4 HEVC VP9 Perfil 2 |
Sistema Operativo | WebOS 6.0 |
Control | Mando a distancia (retroiluminado) App |
Diseño, mando y sonido
LG continúa con su diseño de un soporte pesado para su gama QNED en forma de U, lo cual no nos ha gustado demasiado: ocupa mucho espacio tanto horizontal como en profundidad. Eso si, el soporte en si está muy cuidado, con un acabado finalizado en metal anodizado, además que sube la altura del televisor unos 5 centímetros, lo justo para poder colocar una barra de sonido debajo y que no tape parte del televisor.
En cuanto al sonido, éste es de lo bastante básico (os recomendamos muy encarecidamente que optéis por una barra de sonido dedicada), aunque cumple, ya que el televisor cuenta con 2 pequeños altavoces de 10W y otros 2 de 20W para graves, algo que permite su chasis más gordo de lo normal al utilizar un sistema de retroiluminación FALD.
Pasando a la conectividad, este año LG repite en esta gama con solo 2 HDMI 2.1 completos con soporte para HDCP 2.3 (soporte 4K@120 y VRR, G-Sync, Freesync Premium). Por supuesto, esos dos puertos HDMI son plenamente compatibles con estándares como ARC y eARC (con el que podremos enviar audios HD desde reproductores externos usando el televisor como «puente» haciendo passtrough a una barra o amplificador que soporte audios HD pero no desde las apps internas). Los otros dos puertos HDMI son 2.0 de 18 Gbps.
Eso si, recordad que LG continúa manteniendo el rechazo de darle soporte al códec DTS (ni DTS HD MA ni DTS:X), por lo que al conectarle una consola o reproductor externo con soporte DTS, la TV simplemente no dejará pasar sonido y mostrará un cartel de «Audio no compatible«.
HDMI ARC vs HDMI eARC, ¿para qué sirven y qué diferencias tienen?
Por otra parte, en este modelo encontramos el mismo mando a distancia que en la gama OLED, con una serie de botones que actúan como accesos directos de Disney+ y Rakuten TV, además de dos botones para los dos asistentes de voz: Google Assistant y Alexa. En la práctica, funciona igual de bien que siempre, aunque echamos en falta que sea retroiluminado.
Por otra parte el micrófono sigue estando integrado en el propio mando, que como os indicamos, este año estrena doble botón dedicado: Alexa y Google Assistant conviven en él, pudiendo elegir el usuario cual de los dos asistentes de voz prefiere usar. Además de tener en la parte superior un botón dedicado al micrófono en si, pudiendo buscar contenido con el asistente incorporado de AI de LG.
WebOS 6.0: no tan bueno como su precedesor
Si algo caracterizaba a LG era su sistema operativo tan extremadamente fluido y visualmente impecable, algo que parece que han perdido en esta edición. El nuevo webOS 6.0 es lento, tosco, rígido y muy intrusivo, además de parecer un intento descafeinado de Google TV, al imitar las «filas» de elementos en el Home que además, no podemos organizar, mover u ocultar. Aunque ha mejorado con las sucesivas actualizaciones.
Si no somos suscriptores de Rakuten, Amazon Prime o Netflix, no importará, ya que seguiremos viendo las filas de elementos recomendándonos ésta o aquella serie o película de moda o en promoción. No solo nos muestra ese tipo de contenido, si no que nos añadirá una buena carga gráfica de anuncios («promociones» le llama LG), envío de datos, y sugerencias de apps o compras de todo tipo, que por suerte éstas si se pueden desactivar desde el menú de usuario (en breve publicaremos un pequeño tutorial de cómo hacerlo).
Moverse por el sistema no es tarea fácil. Atrás quedaron los tiempos donde al darle a la tecla Home el sistema respondía al instante sacando un carrusel de apps, que además nos permitía tener una cierta multi-tarea al poder volver de unas a otras casi en tiempo real. Ahora el sistema siempre nos hace pasar por el menú principal aunque nosotros, por ejemplo, queramos movernos de Netflix a Plex. Además de todo, la experiencia del sistema no es muy buena, siendo habitual los lageos, cuelgues o lentitud del sistema -especialmente si estamos reproduciendo algo-, incluso entre las opciones de imagen.
Por si fuera poco cambio, LG también ha cambiado las opciones de imagen haciéndolas algo más confusas al categorizarlas dentro de «secciones» (Brillo, Color y Claridad), lo cual hace que moverse por los menús sea algo más lento. Además el diseño ha cambiado del transparente con el color de selección rosa a un aburrido gris homogéneo.
En cuanto a su capacidad de instalación de apps, pese a ser un sistema cerrado, es muy buena. No tendremos ningún problema con la instalación de ninguna app, es más las que lo soportan, activarán el soporte HDR/Dolby Vision (si el servicio lo soporta, caso de Disney+) y Dolby Atmos (vía ARC a un amplificador o barra, hablaremos de ello más adelante) y continúa ofreciendo soporte HDR a apps como Youtube. Y por supuesto no echaremos en falta ninguna app, ya que LG cuenta con todas las aplicaciones bajo demanda más importantes del mercado.
Además, el acceso a reproducción de archivos por USB o por red (NAS/DAS) sigue mejorando y cada vez es más estable -aunque limitados a los 100 Mbits de la tarjeta de red integrada (aunque por suerte, solucionable con este adaptador de USB a red gigabit), algo que se repite en todos los fabricantes y un año más continuamos sin soporte DTS (tanto passtrough como decodificación a LPCM) y DTS-HD MA y DTS:X quedando solo Sony y Philips como marcas que le ofrecen soporte.
Cumple su cometido en SDR
Empezamos ya con lo más importante de un televisor: su calidad de imagen. Y es es que este televisor en SDR, donde no necesitamos subir en exceso la luminosidad del panel, cumple perfectamente. Los negros se mantienen todo lo negros que pueden ofrecer un panel IPS (un pobre contraste de 1000:1), sin rastro de blooming ni otros defectos similares.
Por otra parte, antes de comenzar con mayor profundidad en los apartados de colorimetría y balance de blancos, comentaros que nos hemos encontrado con una uniformidad un tanto extraña, como si pudiéramos ver la estructura de zonas Full Array del mismo, con una especie de manchas. Algo que se puede dejar ver en algunas escenas en penumbra o similares.
Sobre la colorimetría del panel, que nos ha parecido -como decíamos- realmente buena en SDR para su precio. Su colorimetría presenta errores importantes máximos (5.8) lo que hará que los rojos estén más presentes de lo que deberían, lo mismo ocurre con el balance de blancos: exceso de rojo por doquier. En cualquier caso, los errores se pueden solucionar si contratáis una calibración profesional con sonda ya que este modelo cuenta con compatibilidad total con CalMAN.
Un sistema de control de zonas lastrado por un panel IPS muy pobre en contraste
Antes de comenzar a hablar del HDR, vamos a centrar la vista sobre el sistema de atenuación local del televisor.¿El problema? que un televisor 4K cuenta con más de 8 millones 300 mil píxeles y la 916 solo cuenta con unas pocas zonas (unas 1000 aunque no son zonas individuales), dándonos un ratio de 1 zona para cada 8300 píxeles. Lógicamente, en escenas complicadas veremos algo de blooming o perderemos algo de detalle en sombra/negros,
Uno de los principales problemas que hemos detectado es que el panel, en muchas ocasiones, muestra un exceso de blooming en las barras negras de arriba y abajo, especialmente cuando el contenido es HDR o Dolby Vision, así como también en escenas en penumbra o zonas en negro. Lógicamente, el número de zonas tiene un límite y de donde no hay no se puede sacar más, así que es un televisor que no recomendaríamos demasiado a los amantes del cine, especialmente en entornos oscuros.
Aún así lo peor no es el número de zonas, si no que…usa un panel IPS. Los paneles IPS tienen un nivel de contraste realmente pobre (el analizado aquí llega a unos 1000:1, cuando lo normal en un panel VA es 5 o 6000:1), lo que paradójicamente hará que el sistema FALD aún acentúe más el problema, relevando el negro real del televisor cuando tiene que encender una zona más pequeña que lo que ocupa la zona en si.
Esto hace que en algunas escenas veamos efecto blooming (como si la luz se «saliera» alrededor de los objetos brillantes sobre fondo oscuro) ya que la zona es demasiado grande y si apagara no veríamos nada. Además, también afecta al detalle en sombra, ya que LG ha preferido que veamos algo de blooming en lugar de mostrar un nivel de negro más profundo a costa de comerse algo de este detalle -algo que es preferible en este tipo de televisores-.
HDR y Dolby Vision: se le notan las costuras
Llegamos por fin al punto dulce de la review: la calidad de imagen. ¿Cuántos nits tiene? ¿la imagen en HDR es suficientemente brillante? ¿qué tal la colorimetría?. Bueno, como comentábamos al inicio, la QNED91 monta un panel IPS que hará que laste toda la experiencia que veamos en HDR o Dolby Vision. Básicamente: no llega a un contraste decente, aunque cuente con unas 1000 zonas -no individuales- de atenuación, sencillamente el panel no llega a dar más de lo que da.
En teoría este aumento de zonas respecto al año pasado debería ser suficiente para que no veamos blooming (como si la luz se «saliera» alrededor de los objetos brillantes sobre fondo oscuro) y así es para el contenido SDR y una buen aparte del HDR…pero por desgracia en otra gran parte del contenido HDR encontramos un exceso de blooming importante, especialmente cuando hay elementos brillantes cerca de las bandas negras.
El sistema FALD además, es caro de fabricar y también de gestionar, necesitando siempre un equilibrio entre nivel de negro y detalle en las sombras, ya que muchísimas imágenes no son oscuras al 100% si no que están en penumbra, por lo que la zona no puede apagarse completamente y tiene que iluminarse -tenuemente-.
LG apuesta por un compromiso que favorece al detalle en sombra pero afecta al nivel de negro y al contraste, apareciendo blooming. El limitado contraste nativo del panel (1000:1), como os decíamos, unido a la gestión de las zonas de atenuación hacen que aparezca más blooming del deseado.
Aún así, esta LG QNED91 es capaz de llegar a los 800 nits (al 10%) y unos 600 de forma sostenida a pantalla completa, lo cual es un aumento muy grande respecto al modelo del 2021. Con estas mediciones, tendremos un efecto HDR que podemos apreciar sin problemas, sin apenas ABL (Limitador de Brillo Automático, que más actúa cuanto más blanco en pantalla hay).
En cuanto al seguimiento de la curva PQ EOTF, tenemos una pequeña disyuntiva, ya que si activamos el Mapeo de Tonos HDR (un algoritmo propietario que va modificando la curva en función de una serie de datos), obtendremos una imagen con la parte media demasiado brillante o demasiada oscura -ya que tiende a oscurecer la imagen para retener todos los detalles de las altas luces-.
Pero si no lo activamos veremos un clipping (quemado en los blancos) muy obvio en películas con alto impacto en HDR, como por ejemplo Pacific Rim o Mad Max. Aún así, nuestra opinión es que es mejor activarlo ya que son mayores los beneficios que las desventajas de esta tecnología.
En general, la QNED91 cuenta con un tone-mapping estricto, reteniendo todo el detalle posible hasta más allá de los 8000 nits, nunca mostrándonos clipping ni de el más mínimo detalle. El resultado, a nuestro juicio, es que en películas con masterizadas a muchos nits (4 y 10 mil nits), tiende en algunas escenas a oscurecer demasiado la misma para mostrarnos ese detalle, algo que no ocurre con los mapeadores de tonos de otras marcas.
¿Cómo se traduce en contenido real? pues como os decíamos más arriba: tiende a dar demasiado brillo cuando no es necesario y a recortar brillo general cuando no debería, como por ejemplo ocurre en este ejemplo de una demo a 4000 nits. Lo que debería hacer es solo mapear los detalles brillantes, sin modificar nunca el brillo general del fotograma, ya que si no activamos el mapeo la imagen tiene el brillo correcto pero los detalles brillantes se queman, pero si lo activamos ocurre justo lo contrario.
Como bien sabéis, además, la QNED91 es compatible con otros dos formatos HDR: HLG (usado en retransmisiones de TV) y Dolby Vision. Como es costumbre en el fabricante coreano desde 2016, cuenta con una estrecha relación con Dolby, precisamente por ello vemos como este televisor cuenta con una implementación completa basada en el chip -hardware- de la propia TV, conocido como perfil TV-LED. De esa forma se acaban los problemas de ver la imagen más oscura de lo normal y demasiado ruido en fuentes comprimidas.
Otro de los pequeños contras que podríamos indicaros en el apartado de HDR -aunque igualmente replicable en el de SDR- sería el de los reflejos excesivos del panel. Eso obligará al usuario a que tenga que bajar las persianas de día -al menos parcialmente- para poder disfrutar de contenido HDR o Dolby Vision, aunque con su implementación del modo Dolby Vision Cine en Casa puede intentar sortear dicho problema
Alpha 7 Gen 4: un gran paso en la dirección correcta
La base de las OLED LG la tiene desde hace años: la producción de paneles es suya, todo queda en casa. El problema estaba en la electrónica y el procesado de vídeo, ya que siempre hemos notado una ventaja importante de los fabricantes japoneses como Sony o Panasonic. Sin embargo, este año la diferencia es menor que nunca, ya que el procesado de imagen que ofrece el Alpha 9 Gen 4 es muy bueno.
Otra gran ventaja en los modelos de LG desde el 2019 es el Smooth Gradation (Gradación suave), una funcionalidad que aplica un filtro de De-contorno. Esta interesante tecnología analiza los píxeles adyacentes en colores uniformes, si detecta que no son exactamente iguales, aplica una máscara de gradiente progresivo, viendo así un color en un lado que va poco a poco y de forma suave y progresiva, convirtiéndose en la otra tonalidad.
Este filtro es unos de los grandes atractivo del fabricante coreano. Realmente se nota, especialmente en contenido comprimido. Eso si, no es nada recomendable activarlo en Dolby Vision, donde se ve que existe algún tipo de incompatibilidad o problema y puede eliminar detalles en los planos en penumbra. Además este año su eficiencia ha mejorado notablemente con respecto a los modelos anteriores.
Otro gran avance de la QNED91 respecto a otros años es el sistema interpolación de movimiento: Trumotion. Es sorprendente ver que este año, por primera vez, se queda muy cerca de los mejores sistemas de movimiento del mercado, sin encontrarse apenas con artefactos o problemas de objetos que se «parten» fruto de la invención de los frames; además podemos gestionar la suavidad a nuestro gusto. La nueva opción de Movimiento Cinemático es un buen punto de partida:
Para acabar con este apartado (y casi con el análisis), nos queda otro de los grandes avances del Alpha 9 Gen 4: el escalado y procesado de imagen. Aunque LG continúa anunciándonos sus mejoras en el campo de la inteligencia artificial, lo mejor es desactivar todo ese tipo de procesado por «AI» que no hace más que estropear la imagen artificialmente. Además, este año no le hace falta para nada.
El escalado del Alpha 9 Gen4 es excelente, aunque no manipula la gamma en tiempo real como hacen otros fabricantes, ha mejorado mucho respecto al año anterior en nitidez, ruido y naturalidad de la imagen, siendo una imagen muy natural y orgánica, nada artificial pero a la vez nítida. La distancia con sus competidores, al igual que ocurre con el interpolador de movimiento, se ha acortado mucho también en este campo.
Aunque la electrónica no puede hacer milagros, lo cierto es que en material de muy baja definición (TDT por ejemplo o viejos DVD) el televisor se comporta realmente bien, limpiando toda la suciedad y posterización de la compresión propia de nuestros tests aunque quizá le falte un ápice de nitidez.
Gaming: una gran opción para los más gamers
Para acabar, aunque no somos muy de juegos, queríamos dedicarle un apartado al Gaming. Si alguien busca una buena opción para jugar, esta QNED91 no es para nada mala opción: contamos con dos puertos HDMI 2.1 completos, 4K a 120 Hz con HDR activado, G-Sync, Freesync, Gamebar y un input lag de solo 17 ms.
Recordad que a diferencia de los modelos LCD, aquí no hay ninguna degradación de imagen al activar el modo Juego y que incluso podemos activar el Gradación Suave sin apenas subir el input lag. Es más, podemos activar también el modo BFI al mínimo para mejorar el movimiento subiendo el input lag a tan solo 20 ms, una cifra que sigue estando realmente bien.
Irónicamente, el usar un panel IPS le otorga en este campo dos importantes ventajas: no sufriremos de smearing que afecta a televisores con panel VA por su lentitud de respuesta del píxel y además, gracias a los mejores ángulos de visión de los paneles IPS, no perderemos color al verla de lado.
Por otra parte, este modelo también cuenta con el panel de información solo dedicado a los jugadores (Gamebar), donde podremos ver los fps del juego, activar o no el VRR/G-Sync/Freesync, jugar con la gamma para evitar el parpadeo del VRR y un sin fin más de opciones de lo más útiles para los más jugones.
Conclusiones
Nos encontramos ante un panel Mini LED de gama alta firmado por LG que sobre el papel tiene muy buena pinta: casi 1000 zonas de atenuación local, un buen brillo en HDR (800 nits), ausencia de ABL, un buen sistema de gestión de las zonas FALD, tecnología de nanopartículas para mejorar el volumen de color, buenos ángulos de visión, etc. El problema es que el ingrediente principal, el panel, no da más de si y limita todo lo anterior.
En términos de calidad de imagen, las casi 1000 zonas hacen que el buen sistema FALD con el que cuenta LG unido a los MiniLED sirva para SDR, pero no para HDR ni Dolby Vision, encontrando escenas con blooming sin mucha dificultad al tener que elevar el televisor su brillo máximo al tope que puede dar, destapándose así el pastel.
En cuanto procesamiento de la imagen también podríamos concluir que la mejora en escalado y movimiento es muy tangible, aunque en colorimetría parece ser un pequeño paso atrás con un exceso de rojo. Con respecto al detalle en sombra, en este año si que ha sido un pequeño paso atrás al aplastar de forma evidente demasiado detalle en sombra, aunque se puede corregir con una calibración profesional con sonda.
Para acabar, el mando a distancia ha mejorado ligeramente, aunque como decíamos podría ser retroiluminado. Lo peor del año se lo lleva la nueva versión de WebOS 6.0: lenta, innecesariamente recargada, intrusiva, poco configurable y con publicidad por todos lados, aunque continúa siendo un gran sistema operativo al contar con todas las apps de streaming del mercado. Cuenta, además, con soporte para Google Assistant, Chromecast, Airplay 2 y soporte eARC, etc.
En definitiva, nos encontramos con una TV que catalogamos como interesante para los usuarios que busquen un televisor económico y con cierta calidad de imagen la mejor experiencia en videojuegos, ya que éste es su gran punto fuerte: el soporte completo para 4K a 120 Hz, con HDR y con Freesync, G-Sync y VRR activados a la vez, además de un precio realmente agresivo. Eso si, recomendamos encarecidamente que busquen otra opción si su intención es utilizarla para cine, especialmente en un entorno controlado de luz.