Hoy os dejamos con un análisis en forma de vídeo (el definitivo, escrito, tardará unos días/semanas) sobre la tan esperada gama alta OLED de Philips para este año 2020. Lo primero es agradecer a Philips España la cesión del producto para análisis, este modelo en concreto lo podéis consultar pulsando aquí. Las Philips 805, 855 y la 865 son tres modelos idénticos en características de hardware (incluyendo chip de procesamiento de imagen, Smart TV, panel, etc.), pero con un soporte diferente -uno es fijo con dos patas laterales, el otro pivotante con peana central y la última con un revestimiento de cuero, para darle un toque más premium, respectivamente. Esta última es la que hemos analizado aquí, en 55 pulgadas. Como decíamos al inicio de la noticia, en breve tendremos análisis, review escrita, comparativa, vídeo de mejores settings, etc. Por el momento vamos a darle un pequeño repaso a sus características más icónicas tanto en vídeo como en esta pequeña reseña.
Lo primero por lo que destaca la OLED865 de Philips es por su diseño. Es un Smart TV extremadamente atractivo y muy bien construido y acabado. Los materiales más usados son el aluminio (cepillado, de muy buena calidad y peso) y terminaciones en cuero en el pie. Por otra parte, el sonido corre a cargo de Bower and Wilkins, que firma ya su tercer año de colaboración con la marca holandesa, en un formato de tres midwoofer que sinceramente ofrecen uno de los mejores sonidos que hemos podido probar en un televisor, a la altura perfectamente del Acoustic Surface de Sony, así que quien quiera un televisor con muy buen sonido, la gama 800 de Philips es una muy buena opción.
Pasando a la calidad de imagen, este año no podíamos estar más contentos. El panel vuelve a estrenar iteración OLED con su versión 2020 (apenas tiene cambios con la de 2019, salvo un ligero cambio en la forma del subpíxel verde), pero es en la electrónica donde este año Philips ha hecho los deberes -y con sobresaliente-. Para empezar encontramos su tan especial y característico escalado y procesado de imagen tan nítido (y algo artificial de serie, aunque se puede dejar perfecta con los modos de imagen adecuados) este año llevado a un punto más con su nuevo P5 de tercera generación con AI (Inteligencia Artificial). Este nuevo sistema, además, trae otra mejora adicional: un filtro de gradación suave -no configurable- que acaba por fin con el dichoso banding de color con contenido de baja calidad e igualándose así a otras marcas que ya lo incorporaban como LG o Sony.
En el tema del movimiento, encontramos doble noticia positiva: un nuevo modo Puro Cine (aplica un pulldown 5:5 para evitar el judder) para aquellos puristas que no quieren que se aplique ningún tipo de interpolador ni efecto telenovela. Por otro lado este año también se ha añadido el modo Cine: un interpolador perfecto entre suavizar mínimamente el movimiento «a trompicones» típico del OLED y no aplicar efecto telenovela o excesivos artefactos, un auténtico acierto que veníamos pidiendo a Philips desde años atrás.
Hablando de modo Cine, la Philips OLED 805/855/865 también tiene el modo FILMMAKER, aunque se llama modo Cine. Activando una opción en el panel de control del televisor, podemos hacer que nuestra Philips cambie automáticamente al modo Cine, que sería el modo más ajustado a norma y sin tanto procesamiento de imagen. Con él y el modo Cine en el interpolador de movimiento, hemos encontrado el punto perfecto entre esa imagen típicamente más procesada y artificial de Philips y una experiencia cinematográfica total.
Siguiendo con el cine, por fin este año el modo Dolby Vision y el HDR10+ se presentan como deberían: sin aplastar ningún nivel de negro y conservando todo el detalle en sombras, como podréis comprobar vosotros mismos en el vídeo comparándolo con una LG C9. Además, el modo Dolby Vision de esta OLED865 es el completo, no el modo de baja latencia (LLM) que implementan algunas marcas y que presenta algunos problemas. Nada de eso sucede en Philips este año, otro punto positivo más.
Donde si encontramos un bajón importante con respecto a la competencia es en el campo del gaming, ya que este modelo solo cuenta con 4 puertos HDMI 2.0 de 18 Gbps. Además, no tiene ninguna funcionalidad heredada del HDMI 2.1 a excepción del ALLM (Modo automático de baja latencia): ni 4K@120 Hz, ni croma completo, ni VRR, ni G-Sync ni Freesync, ni tampoco eARC para disfrutar de pistas de audio en alta definición. Además, el input lag es de los más altos del mercado en modo juego: 33 ms.
Para acabar no podríamos terminar este escrito sin una mención al especial sistema Ambilight de Philips. En este modelo se presenta en su versión de 3 lados (los dos lados y arriba) y crea una experiencia inigualable que hará que lo adores o lo odies, siendo ciertamente adictivo. Junto con el diseño tan especial y bonito del televisor, realmente es como poner una pieza de arte en tu salón. A eso hay que unirle la increíble imagen que han conseguido inculcarle este año 2020.