Por fin tenemos un Smart TV con panel EVO y Ambilight a un precio terrenal: la fantástica Philips OLED 807, uno de los televisores más especiales de todo el 2022. ¿Por qué? primero porque contamos con un Ambilight de cuatro lados además de una calidad de construcción de altísima calidad y diseño minimalista. ¿Nos acompañas en este análisis?
Antes de comenzar, queríamos agradecer a Philips España la cesión de este producto, la OLED807 en su versión de 55 pulgadas; que podéis leer las características completas pulsando aquí. Este modelo también está disponible en 48, 55, 65 y también ya por fin en una enorme variante de 77 pulgadas.
Uno de los grandes avances, como os comentábamos, es el nuevo panel que ha usado Philips en este modelo 807, pasando por fin a montar el panel EVO (deuterio) en su interior. El panel EVO añade algunas mejoras como una mayor resistencia a retenciones y quemados, menor ABL, un ligero aumento de brillo y un menor consumo, gracias al uso del deuterio en las capas de fabricación del panel.
Philips OLED 807: Especificaciones técnicas
Philips OLED 807 | Características |
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Panel | OLED Evo (panel de 2022) |
Diagonal | 55 pulgadas |
Resolución | 4K UHD (3.840 x 2.160 puntos) |
Alto rango dinámico | HDR10, HDR10+, HLG y Dolby Vision |
Montaje | Fijo o en pared (VESA 400 x 200) |
Medidas | 775 x 122 x 25 mm |
Peso | 21,4 Kg |
Conectividad (Vídeo) | 2 x HDMI 2.1 (48 Gbps) + 2 x HDMI 2.0 (18 Gbps) 3 x USB 1 x Ethernet 1 x CI+ |
Conectividad (Audio) | 1 x Salida Óptica 1 x HDMI eARC |
Sonido | 4 woofers de 10W + 1 SW de 30W |
Compatibilidad / Estándares | ARC/eARC Sintonizador DVB-T2 + 2 x DVB-S2 WiFi (AC) Bluetooth 5.0 Chromecast Integrado |
Capacidad de reproducción | MPEG4 HEVC VP9 Perfil 2 |
Sistema Operativo | Android TV 11 |
Control | Mando a distancia (retroiluminado) App |
Diseño, mando y sonido
Philips continúa con su elegante diseño del año pasado, aunque en este caso en lugar de patas encontramos una peana, que nos recuerda mucho al modelo OLED865. Éste está fabricado en aluminio cepillado de muy alta calidad, con un antideslizante en su parte inferior y que además nos permite pivotar el televisor 45º a cada lado. Eso si, este sistema hace que el televisor se eleve unos centímetros del suelo, permitiendo albergar debajo una barra de sonido.
En cuanto al sonido, éste ha mejorado notablemente, ya que hemos pasado a un sistema de 4 altavoces pequeños de 10W y uno de 30 a modo de subwoofer en la parte trasera dedicado a los graves, diseñados por Bower and Wilkins, creando un sonido integrado de lo más completo para tratarse del sonido de una Smart TV. Aún así, os recomendamos optar por un sonido dedicado externo, como una barra de sonido por ejemplo.
Pasando a la conectividad, Philips continúa ofreciendo dos puertos HDMI 2.1 completos con soporte para HDCP 2.3 (soporte 4K@120 y VRR, G-Sync, Freesync Premium). Por supuesto, los puertos HDMI son plenamente compatibles con estándares como ARC y eARC (con el que podremos enviar audios HD desde reproductores externos usando el televisor como «puente» haciendo passtrough a una barra o amplificador que soporte audios HD pero no desde las apps internas).
Además, es muy grato encontrarse que Philips continúa dando soporte al codec DTS (y con éste al DTS HD MA y DTS:X), por lo que al conectarle una consola o reproductor externo con soporte DTS, podemos tanto decodificarlo a su «core» -si usamos las apps internas- o a sus versiones HD si usamos un reproductor externo vía eARC.
Por otra parte, este año Philips continúa con su mando a distancia ya renovado el año pasado. Para empezar está enteramente iluminado, lo cual es perfecto para su uso en oscuridad. El tamaño se ha adecuado a los tiempos que corren, así como la distribución de botones con accesos directos a Primer Video, Netflix y Rakuten TV, además del botón dedicado a Google Assistant. Por supuesto continua manteniendo todos los demás botones clásicos numéricos, botón de Ambilight, etc.
No podríamos despedir esta sección sin hablar del sistema Ambilight…una auténtica maravilla por parte de Philips. Se trata de un sistema inteligente de leds colocados en la parte trasera del televisor (y en este caso, en los 4 lados), con múltiples posibilidades de configuración, sin duda un plus que hará que más de uno se decante por este televisor solo por esta tecnología. Unido al panel OLED…hace que la experiencia sea increíble.
Android TV 11: perfeccionando la perfección
Cuando analizamos ya este sistema operativo en otros televisores, nos dimos cuenta de que era el sistema casi perfecto para una Smart TV: rápido, estable y sin «recomendaciones» publicidad. Con esta madurez Philips logra hacer que Android TV (versión 11 en este caso) literalmente vuele.
Ya no hay tiempos de carga, cuelgues o lentitud al instalar/desinstalar o movernos por el menú -algo que provocó un fuerte rechazo a las primeras iteraciones de Android TV en su aventura por las Smart TV-. A fecha actual, el sistema implementado en la Philips OLED 807 es extremadamente rápido, conservando la versatilidad de Android en cuanto a posibilidades, pero haciendo que moverse por los menús, instalar o desinstalar aplicaciones o simplemente abrir el menú de ajustes no sea una odisea.
La Philips 807 (y más siendo un dispositivo con Android TV, oficial de Google) no iba a ser la excepción en cuanto a interacción con los asistentes personales. Soporta Google Assistant y entiende diversas órdenes (apagar/encender, subir volumen, etc.), además este modelo cuenta con el fabuloso sistema Ambilight, así que podremos usar nuestro asistente de Google para integrar las bombillas Hue de Philips y manejarlo todo tanto desde la app móvil como con nuestra voz.
En cuanto a los menús y opciones de imagen, son prácticamente idénticas a las del año pasado y además podéis repasarlas con el vídeo que os estamos preparando. Lógicamente tenemos nuevas opciones en el apartado de Dolby Vision y en el apartado del HDR10+ como pudimos ver en el tutorial de los mejores settings de imagen.
Además, el acceso a reproducción de archivos por USB o por red (NAS/DAS) sigue mejorando y cada vez es más estable -aunque limitados a los 100 Mbits de la tarjeta de red integrada (aunque por suerte, solucionable con este adaptador de USB a red gigabit), algo que se repite en todos los fabricantes y un año más continuamos sin soporte DTS (tanto passtrough como decodificación a LPCM) y DTS-HD MA y DTS:X quedando solo estas Philips y las Sony como marcas que le ofrecen soporte.
P5 de quinta generación con AI
Este año Philips nos sorprende con un nuevo chip P5 de quinta generación con algunos aspectos mejorados respecto al año pasado, tales como una mejora en su inteligencia (IA) avanzada, además de retoques en las funciones ya vistas de Machine Learn Sharpness, un sistema Smart Bit Enhancement y una versión mejorada de la función Perfect Natural Reality (PNR).
Todo este se traduce, en principio, en una mejora de la calidad de imagen (escalado, movimiento y teóricamente con un filtro de Gradación Suave o Smooth Gradation, algo que hoy en día consideramos vital para mejorar los gradientes de color que se observan en algunos colores uniformes especialmente en contenido de muy baja calidad). Es un filtro que debería tener activado el televisor de serie, pero no bien no funciona o bien su eficacia es muy baja. Seguimos viendo banding evidente en muchas escenas donde no debería tener.
Las novedades del nuevo chip son múltiples, ya que ahora no realiza las mejoras en la imagen con un patrón estático, si no que se encarga de analizar la imagen en segundo plano mediante Inteligencia Artificial, mejorando los 5 puntos que Philips considera imprescindibles en calidad de imagen -de ahí el nombre de P5 para su chip- (fuente, color, contraste, movimiento y nitidez).
Además el nuevo P5 se ha creado para obtener una imagen más realista, restando un poco esa artificialidad de la imagen de la que se solía acusar a la marca holandesa años atrás. Y este año os podemos asegurar de que es así. Por fin podremos disfrutar (si queremos) de una imagen completamente neutra en una Philips. Y si no queremos, simplemente activaremos uno de los filtros del televisor a nuestro gusto y listo.
Otro gran avance que consiguió Philips el año pasado con la OLED 806 respecto a otros años es el sistema interpolación de movimiento: Perfect Natural Motion. Pese a que mejorado a niveles en los que no podemos apenas encontrar artefactos o problemas de objetos que se «parten» fruto de la invención de los frames; si que en el modo más suave (1) notamos un pequeño exceso de efecto telenovela. Aunque siempre podemos activar la opción Puro Cine que respeta la cadencia original aplicando un pulldown 5:5).
Para acabar con este apartado, nos queda otro de los grandes avances del P5 AI: el escalado y procesado de imagen. Aunque Philips continúa anunciándonos sus mejoras en el campo de la inteligencia artificial, lo mejor es desactivar todo ese tipo de procesado por «AI» que no hace más que estropear la imagen artificialmente.
El escalado de por si es excelente y este año es mucho más natural que el año anterior. Si configuramos el televisor correctamente, obtendremos una imagen muy natural y orgánica, nada artificial pero a la vez nítida. Lejos han quedado aquellas primeras generaciones donde la imagen aparecía sobreprocesada y con una dureza demasiado exagerada.
Aunque la electrónica no puede hacer milagros, lo cierto es que en material de muy baja definición (TDT por ejemplo o viejos DVD) el televisor se comporta algo peor que otros fabricantes, mostrando un poco más suciedad y posterización de la compresión propia de nuestros tests, además de hacer como un «intento» de flasheo en los macrobloques, aunque no llega a producirse como tal. Además, aplasta algo de detalle en sombra respecto a Panasonic o Sony:
Calidad de imagen SDR: mejor que nunca en una Philips
Ya metemos las manos en harina y comenzamos a hablar sobre la calidad de imagen. ¿Qué tal se comporta este panel con material SDR -todo aquello que no sea HDR, HDR10+ o Dolby Vision-? pues fenomenalmente bien. Al margen del procesamiento, que ya hemos visto en el apartado anterior, el televisor al tratarse de un modelo OLED, consigue unos negros perfectos y un contraste infinito. Además, tiene brillo de sobra para mostrar la imagen SDR adherida a la norma cinematográfica (120 nits).
El problema, tanto en SDR como en HDR (y aunque por suerte se puede solucionar si contratáis una calibración profesional con sonda) es que tanto su balance de blancos como su colorimetría presenta errores importantes con un importante exceso de rojo (y una saturación más evidente del rojo y naranja), lo que hará que luego en contenido real veamos las caras con un pequeño exceso de saturación de estos colores, así como un «tinte rojizo» constante en todo el material.
Antes de dejar paso a la sección HDR, comentaros que el detalle en sombra es esencialmente perfecto desde el primer nivel de negro (0.5%) hasta el último si calibramos con sonda, por lo que podemos asegurar que el panel no presenta ni detalle en sombra más levantado del que debería ni tampoco más aplastado. Sencillamente, está donde debe estar. No así en Dolby Vision, como veremos luego.
Calidad de imagen HDR y Dolby Vision: una de cal y una de arena
Llegamos por fin al punto dulce de la review: la calidad de imagen. ¿Cuántos nits tiene? ¿la imagen en HDR es suficientemente brillante? ¿que tal la colorimetría?. Bueno, como comentábamos al inicio, la Phiilps OLED 807 monta un panel OLED de última generación (2021) versión EVO -mejora en eficiencia energética y brillo-, aunque el panel en si y su estructura no ha cambiado un ápice desde 2019.
La tecnología OLED es conocida por todos por su capacidad de encender o apagar los píxeles a nivel indiviual para que, cuando haya una escena oscura o con mucho negro, sea capaz de apagarse por completo, entregando un negro puro. El negro es el parámetro más importante de la imagen, ya que se usa para medir el contraste: el punto más brillante entre el más oscuro, por tanto…si el negro es 0, cualquier valor que dividamos entre éste nos dará infinito: contraste infinito. Y si, el HDR más que de nits y brillo, tiene más relación con el contraste.
Los nits en un valor de medición de la luz, cuanto más alto sea más brillante (o capacidad de entrega de luz) podrá emitir un panel y es aquí donde los OLED aún flaquean con respecto a las LED más modernas, quedándose entorno a los 600-700 nits (llegando a 1000 en las QD-OLED), mientras que un panel LED puede llegar a los 1500-1600. Aún así, en nuestra opinión, es más impactante incluso en HDR ver un televisor OLED como este con un nivel de negro perfecto y menos brillo que al revés, como ocurre con otros modelos LED.
Otros parámetros igualmente importantes en los televisor -y más en los OLED- es su capacidad de entregarnos un buen detalle en sombra, ya que la tecnología OLED tiene sus particularidades. En el extremo del nivel de negro, los píxeles tienen que pasar de un estado de apagado (0) a encendido (1), haciendo que esa transición sea muy brusca, incluso para el menor estímulo posible de luz.
Precisamente este detalle es uno donde Philips, aunque ha mejorado, no encontrando síntomas de aplastamiento de detalle en sombra: todo el detalle se ve perfectamente en contenido HDR y HDR10+ (así como SDR), lo que junto a la tecnología OLED crea una sensación única.
Sin embargo encontramos, al menos en nuestra unidad, un problema con el modo más correcto de representar la imagen Dolby Vision (Oscuro) y es que el televisor tiende a aplastar más detalle en sombra del que debería, no pudiendo distinguir así los detalles dentro de la oscuridad. Un problema que ya arrastraba el modelo OLED 805 y que creíamos subsanado.
Por otro lado, tenemos el extremo brillante, donde ya hemos comentado que las OLED pueden flaquear, aunque tienen otra particularidad: dado que su estructura de píxeles está hecha completamente de puntos blancos con un filtro RGB para generar el color, solo pueden emitir una luz con color rica hasta los 400-450 nits, siendo a partir de ahí hasta su tope (600-700) solo blanco puro, lavando algo los colores en las altas luces respecto a otras soluciones (como la tecnología QD-OLED).
En cuanto al pico de nits en HDR, nuestra OLED807 (tened en cuenta que es el modelo de 55 pulgadas) mide 690 nits al 10% de ventana. Si medimos a pantalla completa al 100% (un fotograma completamente blanco en HDR) la OLED 807 llega a ofrecer 173 nits, un valor superior al modelo del año anterior y que supone un buen paso adelante, disminuyendo así el ABL (un mecanismo por el cual no brilla igual un elemento pequeño que uno que ocupe gran parte de la pantalla).
En cuanto al seguimiento de la curva PQ EOTF es perfecto y además podemos poner la opción de HDR Perfect en Mínimo, opción con la que el televisor seguirá la curva SMPTE 2084 de referencia, reteniendo así todo el detalle en las luces especulares (pequeñas luces muy brillantes en HDR) sin quemarlas. Esto se nota especialmente en películas con alto impacto en HDR, como por ejemplo Pacific Rim o Mad Max.
Con un mapeador de tonos podemos ver el detalle en las altas luces (activado a la izquierda, desactivado a la derecha)Si no activamos el HDR Perfect (Off/HGIG) y lo ponemos en Medio, Alto o Adaptivo el seguimiento será bastante poco preciso, con un clipping demasiado exagerado y dándonos una imagen excesivamente brillante (más cuanto más alto ponemos este valor). Si lo activamos en Off/HGIG, tendremos una imagen demasiado poco brillante y además con clipping. Por último, si lo activamos (valor Mínimo) nos encontraremos con un seguimiento de la curva correcta y que, como os decíamos más arriba, retendrá los detalles especulares de las altas luces sin bajar demasiado el brillo de la escena. Genial.
Otro de los pequeños contras que podríamos indicaros en el apartado de HDR -aunque igualmente replicable en el de SDR- sería el de los reflejos excesivos del panel, como todos los paneles OLED. Eso obligará al usuario a que tenga que bajar las persianas de día -al menos parcialmente- para poder disfrutar de contenido HDR o Dolby Vision, aunque con su implementación del modo Dolby Vision IQ puede intentar sortear dicho problema.
Gaming: más de lo mismo
Para acabar, aunque no somos muy de juegos, queríamos dedicarle un apartado al Gaming. Si alguien busca una TV que se vea realmente bien y que además tenga funcionalidades para los más jugones, esta OLED 807 es vuestra tele. Esta generación de OLED Philips continúa con la senda del modelo 806 del año pasado: el input lag de este televisor fue de 14.7 ms tanto en 4K como en 1080p, lo cual está fenomenalmente bien y baja a 7.8 ms al funcionar a 4K y 120 Hz.
Este televisor es una opción ideal para jugar por un motivo: el Ambilight. Es un sistema con detractores y seguidores, pero desde luego que le da a los videojuegos un look totalmente único y muy atractivo, además de que nos permitirá descansar la vista si somos asiduos a largas sesiones de videojuegos.
Por otro lado, continuamos con dos puertos HDMI 2.1 (a 48 Gbps), que son totalmente compatibles con 4K a 120 Hz HDR, 4:4:4, G-Sync, Freesync y VRR. Eso si, continuamos sin soporte para 4K a 120 Hz con VRR y Dolby Vision, además que se echa de menos algún tipo de panel de información dedicado a los jugadores, donde podamos ver los fps del juego y demás funciones.
Conclusiones
Y si has llegado hasta aquí, ¡enhorabuena por la lectura tan densa y larga! hemos intentado tocar todos los parámetros importantes de esta espectacular Philips OLED 807. Nos encontramos ante uno de los mejores televisores del año, aunque encontramos muy pocas mejoras respecto al modelo del año pasado. Quizá un escalado y procesado algo más fino y menos artificial, menos ABL y Android TV 11. Muy poco más.
En cuanto a calidad de imagen poco más podemos aportar. La imagen en HDR y Dolby Vision es fantástica (aunque en este último modo sigue aplastando detalle en sombra) y realmente buena y con un ABL menos restrictivo. Echamos en falta, quizá, haber llegado al rango de los 750 nits. Al ser un OLED, el efecto tridimensional es enorme, con una ausencia total y completa de blooming, floración y otros problemas típicos de los paneles LCD.
En cuanto procesamiento de la imagen también podríamos concluir que el escalado y movimiento es prácticamente igual que el año pasado, siendo quizá algo más refinado. En cuanto a colorimetría, tanto en SDR como en HDR presenta un exceso de rojo importante, aunque se puede corregir con una calibración profesional con sonda.
Para acabar, el mando a distancia es realmente bueno y el sistema operativo actualizado (Android TV 11), sigue igual o más rápido y estable que nunca, con todas las apps de streaming del mercado. Cuenta, además, con soporte para Google Assistant, Chromecast, soporte eARC, etc. En este sentido, además, Philips cuenta con un elemento diferenciador: Ambilight. Simplemente delicioso.
En definitiva, nos encontramos con una TV que catalogamos un pequeño refinamiento de la ya excelente OLED 806, destinada a aquellos usuarios cuyo uso sea mixto entre una buena experiencia cinéfila y en videojuegos y por encima de todo que valoren el sistema Ambilight, ya que éste es su gran punto fuerte: su sistema de luces inteligentes integrable con las bombillas HUE. En resumen: nos encontramos ante un OLED realmente completo, con muchos puntos a favor y muy pocos en contra.