Analizamos la Philips OLED 936, el OLED+ con brillo jamás hecho por Philips, con Ambilight de 4 lados y un procesador P5 Dual. ¿Dará la talla?
Como ya os comentamos en el CES de este 2021, Philips ha apostado todo por su nueva línea de televisores OLED y OLED+, además de MiniLED, para este año. Dos puertos HDMI 2.1 completos (48 Gbps), soporte para VRR, G-Sync y por supuesto, Ambilight…¡de cuatro lados!
Antes de comenzar, queríamos agradecer a Philips España la cesión de este producto, la OLED+ 936 en su versión de 65 pulgadas; que podéis leer las características completas pulsando aquí. Este modelo también está disponible en 48, 55 y 65 pulgadas, el modelo aquí analizado.
La nueva Philips OLED+ 936 viene a sustituir a su compañera del 2020, la más que notable Philips OLED 935, pero como os indicábamos en la introducción mejorando cada uno de los aspectos de ésta. A los citados puertos HDMI 2.1 y las nuevas características de gaming, Philips no promete una mayor calidad de imagen con su nuevo procesador P5 AI Dual Engine, una de las mejoras respecto a su hermana pequeña, la OLED 806.
El panel que ha usado Philips en este modelo 936 es el panel EVO, el mejor panel que tiene LG Displays. El panel EVO añade algunas mejoras como una mayor resistencia a retenciones y quemados, menor ABL, un ligero aumento de brillo y un menor consumo, gracias al uso del deuterio en las capas de fabricación del panel.
Todo ello, como indicamos, tiene un impacto en la calidad de imagen, especialmente en el tema de unos detalles en las altas luces más ricos y con más brillo y también una luminosidad superior a pantalla completa, algo de lo que carecen sus gamas inferiores.
Por lo tanto nos encontramos con un panel que recuerda mucho al ya visto en la Sony A90J, por ejemplo, o en la LG G1. Philips ha decidido este año mejorar todo lo que le pedían sus usuarios: dos puertos HDMI 2.1, soporte de todas las tecnologías para los gamers (aunque con una limitación, como veremos) y consolas de nueva generación y añadir Ambilight de 4 lados, así como una mayor rapidez en su sistema operativo.
Philips OLED+ 936: Especificaciones técnicas
Philips OLED 936+ | Características |
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Panel | OLED Evo (panel de 2021) |
Diagonal | 48, 55 y 65 pulgadas |
Resolución | 4K UHD (3.840 x 2.160 puntos) |
Alto rango dinámico | HDR10, HDR10+, HLG y Dolby Vision |
Montaje | Fijo o en pared (VESA 400 x 200) |
Medidas | 829,5 x 1448,7 x 47,3 mm |
Peso | 31,6 Kg |
Procesador | P5 Dual Engine |
Conectividad (Vídeo) | 2 x 2.1 +2 x 2.0 3 x USB 1 x Ethernet 1 x CI+ |
Conectividad (Audio) | 1 x Salida Óptica 1 x HDMI eARC |
Sonido | Barra de sonido Bowers and Wilkins |
Compatibilidad/Estándares | ARC/eARC Sintonizador DVB-T2 + 2 x DVB-S2 WiFi (AC) Bluetooth 5.0 Chromecast Integrado |
Capacidad de reproducción | MPEG4 HEVC VP9 Perfil 2 |
Sistema Operativo | Android TV 10 |
Control | Mando a distancia (retroiluminado) App |
Diseño, mando y sonido
Philips en esta serie ha decidido optar por un diseño rompedor, con la barra Bowers and Wilkins y su tweeter on top como auténticos protagonistas de la estética. Ésta cuenta con un antideslizante en su parte inferior y hace a la vez de soporte y de encargada del sonido del sistema. Lo cierto es que es de los televisores más bonitos que hemos tenido el placer de analizar.
En cuanto al sonido, es una auténtica maravilla. La barra cuenta con un sistema 3.1.2 que suena realmente bien, nítido y con mucha resolución, especialmente en las voces (mucha culpa la tiene el fenomenal tweeter on top de la marca inglesa).
Pese a sus 70 vatios de potencia, lo cierto es que le hemos notado una carencia importante en graves y es normal. El hecho de no tener un subwoofer dedicado le resta muchos puntos en este espectro del sonido. Incluir uno inalámbrico hubiera sido un movimiento realmente interesante.
Pasando a la conectividad, este año Philips como os comentábamos, entra en el mercado gamer con hasta 2 HDMI 2.1 completos con soporte para HDCP 2.3 (soporte 4K@120 y VRR, G-Sync, Freesync Premium y 4K@120 Hz con Dolby Vision) y otros dos puertos 2.0.
Por supuesto, los puertos HDMI son plenamente compatibles con estándares como ARC y eARC (con el que podremos enviar audios HD desde reproductores externos usando el televisor como «puente» haciendo passtrough a una barra o amplificador que soporte audios HD pero no desde las apps internas).
Además, es muy grato encontrarse que Philips continúa dando soporte al códec DTS (y con éste al DTS HD MA y DTS:X), por lo que al conectarle una consola o reproductor externo con soporte DTS, podemos tanto decodificarlo a su «core» -si usamos las apps internas- o a sus versiones HD si usamos un reproductor externo vía eARC.
HDMI ARC vs HDMI eARC, ¿para qué sirven y qué diferencias tienen?
Por otra parte, este año Philips ha perfeccionado su mando a distancia por completo. Para empezar está enteramente iluminado, lo cual es perfecto para su uso en oscuridad. El tamaño se ha adecuado a los tiempos que corren, así como la distribución de botones con accesos directos a Primer Video, Netflix y Rakuten TV, además del botón dedicado a Google Assistant. Por supuesto continua manteniendo todos los demás botones clásicos numéricos, botón de Ambilight, etc.
En cuanto a su uso…regular. Además que el tacto es muy plasticoso, la cruceta es bastante deficiente, no detectando bien las pulsaciones o, al darle, pulsar otro botón accidentalmente. Podrían haber hecho un mando con el mismo diseño pero muchos mejores acabados y tacto, aunque es una clara mejora respecto al del año anterior.
No podríamos despedir esta sección sin hablar del sistema Ambilight…una auténtica maravilla por parte de Philips. Se trata de un sistema inteligente de leds colocados en la parte trasera del televisor (y en este caso, en los 4 lados), con múltiples posibilidades de configuración (estático, D65, que siga la música y la mejor: que cambie de color en función del vídeo), sin duda un plus que hará que más de uno se decante por este televisor solo por esta tecnología. Unido al panel OLED…hace que la experiencia sea increíble.Android TV 10: estabilidad y rapidez por bandera
Cuando analizamos ya este sistema operativo en otros televisores, nos dimos cuenta de que era el sistema casi perfecto para una Smart TV: rápido, estable y sin «recomendaciones» publicidad. Con esta madurez Philips logra hacer que Android TV (versión 10 en este caso) literalmente vuele.
Ya no hay tiempos de carga, cuelgues o lentitud al instalar/desinstalar o movernos por el menú -algo que provocó un fuerte rechazo a las primeras iteraciones de Android TV en su aventura por las Smart TV-.
A fecha actual, el sistema implementado en la Philips OLED 936 es extremadamente rápido, conservando la versatilidad de Android en cuanto a posibilidades, pero haciendo que moverse por los menús, instalar o desinstalar aplicaciones o simplemente abrir el menú de ajustes no sea una odisea.
En cuanto a hardware interno, como podéis ver más abajo en la foto adjunta, el fabricante holandés ha renovado su apuesta por un SOC (System On Chip, es decir, el procesador y gráfica del televisor) Mediatek MT5893 de cuatro núcleos ARM Cortex A73 a 1500 Mhz y 2.5GB de memoria RAM (más que suficiente para tener varias apps abiertas en segundo plano). Lo curioso es que este modelo, el 936+, añade además un coprocesador más para tareas de vídeo.
Como os decimos, la TV no se ha reiniciado, colgado o apagado (ni si quiera hemos visto que haya ido lenta con alguna app) en un mes de uso, lo que convierte a esta implementación de Android TV en una de las más rápidas que hemos visto, a la par o incluso algo superior a los sistemas de LG (webOS, especialmente la versión 6.0) o Samsung (Tizen). Además cuenta con todas las apps habidas y por haber y no hemos encontrado que el sistema venga cargado de bloatware del fabricante, todo lo contrario de hecho.
La Philips 936 (y más siendo un dispositivo con Android TV, oficial de Google) no iba a ser la excepción en cuanto a interacción con los asistentes personales. Soporta Google Assistant y entiende diversas órdenes (apagar/encender, subir volumen, etc.), además este modelo cuenta con el fabuloso sistema Ambilight, así que podremos usar nuestro asistente de Google para integrar las bombillas Hue de Philips y manejarlo todo tanto desde la app móvil como con nuestra voz.
Un punto negativo más, es que el reproductor de Philips interno es bastante regular: se suele colgar, falla y algunas veces no reproduce la imagen. Es algo bastante común en Android TV, ya que los fabricantes no ponen especial ilusión en desarrollar reproductores de sonido muy avanzados (cosa lógica, por otra parte). Nada que no podamos solucionar instalando Kodi o VLC, que reproducirán casi cualquier contenido sin protestar.
En cuanto a los menús y opciones de imagen, son prácticamente idénticas a las del año pasado y además podéis repasarlas con el vídeo que os estamos preparando. Lógicamente tenemos nuevas opciones en el apartado de Dolby Vision y en el apartado de HDMI 2.1 (el del HLG y el del HDR10+ se comparten con los modos HDR10 normales). No os preocupéis, que de imagen hablaremos largo y tendido en su sección correspondiente.
Además, el acceso a reproducción de archivos por USB o por red (NAS/DAS) sigue mejorando y cada vez es más estable -aunque limitados a los 100 Mbits de la tarjeta de red integrada (aunque por suerte, solucionable con este adaptador de USB a red gigabit), algo que se repite en todos los fabricantes y un año más continuamos sin soporte DTS (tanto passtrough como decodificación a LPCM) y DTS-HD MA y DTS:X quedando solo estas Philips y las Sony como marcas que le ofrecen soporte.
HDR: el punto fuerte de este televisor
Llegamos por fin al punto dulce de la review: la calidad de imagen. ¿Cuántos nits tiene? ¿la imagen en HDR es suficientemente brillante? ¿que tal la colometría?. Como comentábamos al inicio, la Phiilps OLED 936 monta un panel OLED Evo de última generación (2021).
La tecnología OLED es conocida por todos por su capacidad de encender o apagar los píxeles a nivel indiviual para que, cuando haya una escena oscura o con mucho negro, sea capaz de apagarse por completo, entregando un negro puro.
El negro es el parámetro más importante de la imagen, ya que se usa para medir el contraste: el punto más brillante entre el más oscuro, por tanto…si el negro es 0, cualquier valor que dividamos entre éste nos dará infinito: contraste infinito. Y si, el HDR más que de nits y brillo, tiene más relación con el contraste.
Entonces, si tenemos un contraste infinito la imagen es perfecta, ¿no? no, ya que hay otros parámetros igualmente importantes, por ejemplo: los tan cacareados nits. Los nits en un valor de medición de la luz, cuanto más alto sea más brillante (o capacidad de entrega de luz) podrá emitir un panel y es aquí donde los OLED aún flaquean con respecto a las LED más modernas, quedándose entorno a los 600-700 nits (750 en el caso de la 936), mientras que un panel LED puede llegar a los 1500-1600.
Otros parámetros igualmente importantes en los televisor -y más en los OLED- es su capacidad de entregarnos un buen detalle en sombra, ya que la tecnología OLED tiene sus particularidades. En el extremo del nivel de negro, los píxeles tienen que pasar de un estado de apagado (0) a encendido (1), haciendo que esa transición sea muy brusca, incluso para el menor estímulo posible de luz.
Precisamente este detalle es uno donde Philips, aunque ha mejorado y se sitúa por encima de LG, tiene que mejorar, ya que aplasta un poco de detalle en sombra en contenido Dolby Vision, quedando algo por detrás respecto a las marcas japonesas. Además, consigue también no mostrarnos suciedad, ruido o flashes que suelen encontrarse en esa parte de la imagen (lo cual es incorrecto, ya que no lo vemos porque nos lo aplasta el televisor). Sin embargo, es algo fácilmente solucionable con una calibración profesional con sonda.
Por otro lado, tenemos el extremo brillante, donde ya hemos comentado que las OLED pueden flaquear, aunque tienen otra particularidad: dado que su estructura de píxeles está hecha completamente de puntos blancos con un filtro RGB para generar el color, solo pueden emitir una luz con color rica hasta los 400-450 nits, siendo a partir de ahí hasta su tope (600-700) solo blanco puro, lavando algo los colores en las altas luces respecto a otras soluciones.
En cuanto al pico de nits en HDR, nuestra OLED+ 936 (tened en cuenta que es el modelo de 65 pulgadas) mide 760 nits al 10% de ventana. Si medimos a pantalla completa al 100% (un fotograma completamente blanco en HDR) la OLED 806 solo llega a ofrecer 185 nits, un valor claramente menor que otros modelos donde ya hemos visto valores de 170 (LG G1) o hasta 195 nits (A90J). Lo más sorprendente viene en los valores del 1% y del 5% de tamaño, midiendo 900 y 934 nits respectivamente, claramente por encima de la competencia.
En cuanto al seguimiento de la curva PQ EOTF y siguiendo con el titular de esta sección…¡por fin tenemos un tone-mapping! Si, si ponemos la opción de HDR Perfect en Mínimo, el televisor seguirá la curva SMPTE 2084 de referencia, aunque se queda un poco más oscura de lo que debería -de ahí que os comentáramos que aplastaba algo de detalle en sombra-, pero lo importante es que el televisor este año si tiene una opción para retener todo el detalle de las altas luces (y se adapta, además, al contenido de 1000 o de 4000 nits).
Eso si, no es un tone-mapping dinámico (escena a escena) si no que es estático (se usa para toda la película. Si no lo activamos veremos clipping (quemado en los blancos), muy obvio en películas con alto impacto en HDR, como por ejemplo Pacific Rim o Mad Max. Aún así, nuestra opinión es que es mejor activarlo ya que son mayores los beneficios que las desventajas de esta tecnología. Por contra, puede llegar a oscurecer un poco el brillo medio de la escena (APL).
Con un mapeador de tonos podemos ver el detalle en las altas luces (activado a la izquierda, desactivado a la derecha)Si no activamos el HDR Perfect (Off/HGIG) y lo ponemos en Medio, Alto o Adaptivo el seguimiento será bastante poco preciso, con un clipping demasiado exagerado y dándonos una imagen excesivamente brillante (más cuanto más alto ponemos este valor). Si lo activamos en Off/HGIG, tendremos una imagen demasiado poco brillante y además con clipping.
Por último, si lo activamos (valor Mínimo) nos encontraremos con un seguimiento de la curva bastante correcta y que, como os decíamos más arriba, retendrá los detalles especulares de las altas luces sin bajar demasiado el brillo de la escena. Genial.
Como bien sabéis, además, la Philips OLED 939 es compatible con los otros tres formatos HDR: HLG (usado en retransmisiones de TV), HDR10+ (el formato de metadatos dinámicos impulsado por Samsung) y Dolby Vision.
Como es costumbre en el fabricante vemos como este televisor cuenta con una implementación de Dolby Vision completa basada en el chip -hardware- de la propia TV, conocido como perfil TV-LED. De esa forma se acaban los problemas de ver la imagen más oscura de lo normal y demasiado ruido en fuentes comprimidas.
Otros problemas importantes en HDR es el estricto límite del brillo al 100% de pantalla, el famoso ABL. El limitador de brillo en los paneles OLED es, quizá, lo peor de éstas (y no tanto su capacidad de nits, ya que los nits no son una unidad lineal por lo que 2000 nits no es el doble que 1000, si no «solo» un 25% más), ya que limita la producción lumínica del panel.
Lo bueno es que en este panel ese fenómeno está más relajado, llegando a dar unos 185 nits, mientras que un panel LCD es capaz de entregar unos 600-700 nits, marcando la diferencia claramente en escenas diurnas.
Por otra parte y como veremos más adelante, este año Philips si presenta en contenido SDR una imagen algo más limpia de ruido y hormigueo además de haber mejorado notablemente en movimiento y escalado, aunque sigue algo por detrás de las otras marcas.
P5 Dual Engine con AI
Este año Philips nos sorprende con un nuevo chip P5 Dual de cuarta generación con algunos aspectos mejorados y cierta inteligencia (IA) avanzada, además de contar con una nueva función de Machine Learn Sharpness, un sistema Smart Bit Enhancement y una versión mejorada de la función Perfect Natural Reality (PNR). Se trata del mismo procesador que encontramos en la Philips OLED 806 pero con un co-procesador encargado de ayudarle en mejorar el ruido, posterización y flashes en contenido comprimido. ¿Lo consigue?…no.
Teóricamente el procesador Dual debería proporcionarnos una mejora de la calidad de imagen (escalado, movimiento y teóricamente un filtro de Gradación Suave o Smooth Gradation, para mejorar -mucho- los gradientes de color que se observan en algunos colores uniformes especialmente en contenido de muy baja calidad). La realidad es que seguimos viendo los mismos problemas que en la Philips 806.
¿Qué problemas hemos visto? Al exceso de ruido, posterización e incluso flasheos en contenido de baja calidad comprimido (como Juego de Tronos), se le añade un fenómeno extraño: si a la cara de una persona le incide la luz directa de un neón, lámpara, faros de un coche, etc., la imagen llega a posterizarse, como si se «rompiera», fruto de que el procesador está intentando aumentar la luminosidad del foco de luz, agravando así notablemente el problema.
En cuanto a colorimetría, la TV venía casi perfecta en en el balance de blancos, con un pequeño exceso de rojo en sus modos de imagen más cercanos a norma (Cine, FILMMAKER) en SDR. El promedio de DeltaE (AE) en el balance de blancos rondaba el 3.3 (siendo 3 el umbral a partir del cual el ojo humano empieza a notar una desviación) con un notable exceso de rojo sobre los otros dos primarios.
En cuanto al CMS la media de error se sitúa en 4.5. Eso se nota en una mayor naturalidad de las caras, siendo extremadamente realistas aunque con un ligero «desvío» hacia el rojo. Eso si, nosotros la calibramos de forma profesional con Calman y la dejamos de absoluta referencia (gamma 2.4, balance de blancos con AE de 0.4 y colometría con AE de 0.5), entregando una imagen absolutamente espectacular, neutra y cinéfila.
Como os decíamos, la ausencia de un filtro dedicado de Smooth Gradation (Gradación suave), una funcionalidad que aplica un filtro de De-contorno, provoca que aunque el escalado ha mejorado bastante respecto al año pasado (siendo menos artificial y más orgánico), hace que veamos un exceso de ruido, posterización y bandas de color en frames con un color uniforme. Una pena que no tengamos una opción dedicada a esta tecnología:
Otro gran avance de la Philips OLED 936 respecto a otros años es el sistema interpolación de movimiento: Perfect Natural Motion. Es sorprendente ver que este año, por primera vez, se queda muy cerca del mejor sistema de movimiento (Motionflow de Sony), sin encontrarse apenas con artefactos o problemas de objetos que se «parten» fruto de la invención de los frames.
Además podemos gestionar la suavidad a nuestro gusto (o incluso poner el modo Cine que está realmente bien, o Puro Cine que respeta la cadencia original aplicando un pulldown 5:5) sin aparecer efecto telenovela por ningún lado.
Sin embargo no llega a la excelencia de los fabricantes japoneses al encontrarnos aún escenas complicadas -objetos rápidos que se mueven con un segundo plano en movimiento detrás- donde podemos observar artefactos o tearing. La nueva opción de Cine es aún mejor, pero por desgracia introduce demasiado efecto telenovela destruyendo el «look» cinematográfico.
Además, este año Philips ha introducido, por fin, la opción de BFI a mayor frecuencia (Black Frame Insertion) para mejorar aún más el movimiento. Se trata de un sistema de intercalado de un frame negro entre cada frame original, ganando suavidad pero perdiendo brillo, aunque con el modo al mínimo no perderemos prácticamente nada de brillo (en SDR, en HDR es recomendable dejarlo desactivado). Eso si, aún en SDR parece que esta opción aplasta algo más de detalle en sombra de lo que debería.
Para acabar con este apartado (y casi con el análisis), nos queda otro de los grandes avances del P5 Dual Engine AI: el escalado y procesado de imagen. Aunque Philips continúa anunciándonos sus mejoras en el campo de la inteligencia artificial, lo mejor es desactivar todo ese tipo de procesado por «AI» que no hace más que estropear la imagen artificialmente.
El escalado de por si es excelente, aunque no manipula la gamma en tiempo real como hacen otros fabricantes, ha mejorado mucho respecto al año anterior en nitidez, ruido y naturalidad de la imagen, siendo una imagen muy natural y orgánica, nada artificial pero a la vez nítida.
La distancia con sus competidores, al igual que ocurre con el interpolador de movimiento, se ha acortado mucho también en este campo. Eso si, aún siendo más orgánica que el año pasado, se sigue notando ese look algo artificial, fruto de aplicar una máscara de enfoque que no se puede desactivar de ninguna forma.
Aunque la electrónica no puede hacer milagros, lo cierto es que en material de muy baja definición (TDT por ejemplo o viejos DVD) el televisor se comporta algo peor que otros fabricantes, mostrando un poco más suciedad y posterización de la compresión propia de nuestros tests, además de hacer como un «intento» de flasheo en los macrobloques, aunque no llega a producirse como tal. Además, aplasta algo de detalle en sombra respecto a Panasonic o Sony:Gaming: la mitad de líneas en resolución vertical
Para acabar, aunque no somos muy de juegos, queríamos dedicarle un apartado al Gaming. Si alguien busca una TV que se vea realmente bien y que además tenga funcionalidades para los más jugones, esta OLED 936 es vuestra tele. Aunque no del todo. Esta generación de OLED mejoran muy notablemente sus funciones gaming del modelo 935 del año pasado: el input lag de este televisor fue de 21 ms tanto en 4K como en 1080p, lo cual está fenomenalmente bien y baja a 9 ms al funcionar a 4K y 120 Hz.
Respecto a las novedades, este año la OLED 936 incorpora dos nuevos puertos HDMI 2.1 (a 48 Gbps), además de ser compatibles con 4K a 120 Hz HDR, Croma 4:4:4, G-Sync, Freesync y VRR)…aunque con un problema. Necesitamos activar el modo Monitor si queremos jugar a croma 4:4:4 y en ese modo Monitor los bits de profundidad se reducen a 8 (aunque la TV nos indique que está a 10), produciéndose banding. Parece ser una limitación del chipset MT5893.
Por otro lado, al activar los 4K a 120 Hz con VRR, el televisor solo nos mostrará la mitad de líneas de resolución vertical (1080 líneas en lugar de las 2160 que debería) y ya ha confirmado Philips que este problema se solucionará en una actualización de firmware en los modelos OLED 806 y OLED 856…pero no en el 936, debido a su arquitectura dual que la hace diferente, queriendo usar ese extra de potencia para mejorar la calidad de imagen y no para los videojuegos.Conclusiones
Y si has llegado hasta aquí, ¡enhorabuena por la lectura tan densa y larga! hemos intentado tocar todos los parámetros importantes de esta espectacular Philips OLED 806. Nos encontramos ante uno de los mejores televisores del año, madurando todos y cada uno de los puntos de su predecesora, la OLED 935.
¿Mejoras? muchas, empezando por un mejorado P5 Dual AI, menos artificial y mucho más natural además de ser bastante más configurable que se traslada en una mejora notable en el escalado, interpolador de movimiento, además de poder activar el Black Frame Insertion.
En cuanto a calidad de imagen poco más podemos aportar: mejora en todo a su hermana del año 2020 pero con una serie de mejoras importantes. La imagen en HDR es fantástica (ya apenas aplastando niveles de negro, aunque todavía lo hace mínimamente) y realmente buena, además este modelo es menos restrictivo con el ABL (185 nits) y su brillo al 5% es deslumbrante (930 nits), dotándola de una calidad en HDR absolutamente increíble, con una ausencia total y completa de blooming, floración y otros problemas típicos de los paneles LCD.
No podemos olvidarnos de la mejora notable con la incorporación de un nuevo mapeador de tonos para el HDR (HDR Perfect en Mínimo), aunque echamos en falta que este fuera dinámico (escena a escena) y no estático. Por supuesto, continuamos con la mejor implementación de Dolby Vision, con el perfil TV-LED basado en hardware.
En cuanto procesamiento de la imagen también podríamos concluir que la mejora en escalado y movimiento es muy tangible y también muy especialmente en la colorimetría, que llega a rivalizar con Sony este año. Con respecto al detalle en sombra, en este año aunque si ha mejorado respecto al 2020, sigue aplastando algo de detalle en sombra en HDR y especialmente en Dolby Vision, aunque se puede corregir con una calibración profesional con sonda.
El mando a distancia ha mejorado, aunque la cruceta es muy errática. Su sistema operativo es sublime, continuando con la mejora vista ya el año anterior, rápido y estable y con todas las apps de streaming del mercado. Cuenta, además, con soporte para Google Assistant, Chromecast, soporte eARC, etc. En este sentido, además, Philips cuenta con un elemento diferenciador: Ambilight. Simplemente delicioso.
Para acabar, el sonido integrado en la barra 3.1.2 de Bowers and Wilkins es sensacional, de lo mejor que encontraremos en el mercado. Junto al Ambilight de 4 lados y su diseño cuidado al detalle, estamos ante una de las Smart TV más elegantes que podemos encontrar.
En definitiva, nos encontramos con una TV que catalogamos como una de las mejores del año, destinada a aquellos usuarios cuyo uso sea cine con un buen sonido integrado y ambilight de 4 lados, ya que éste es su gran punto fuerte: su sistema de luces inteligentes integrable con las bombillas HUE. En resumen: nos encontramos ante el OLED más premium y elegante que ha hecho la marca holandesa nunca.