Review Samsung Neo QLED QN900A: por fin os traemos la review definitiva de esta Smart TV llamada a luchar en el pódium contra la tecnología OLED. Como veréis a lo largo del análisis, el nivel de negros conseguido por esta fantástica Samsung QN900A, cuya tecnología Neo QLED basada en MIni LEDs, ha llegado a tal nivel que es muy difícil distinguirla en la mayoría de ocasiones respecto a un televisor OLED. ¿Nos acompañas en esta aventura?
Cabe recordar que esta tecnología nueva, la MiniLED, como la que traemos hoy, supone notables mejoras respecto a los tradicionales LED del año pasado, como una reducción del tamaño de los diodos, que pasan a ser 1/40 parte del tamaño de los LED normales, más brillo, menos blooming y un largo etcétera.
Antes de comenzar con el análisis en si, agradecer desde el Staff de AVPasión a Samsung España la cesión del material para su análisis y testeo. Esta QN900A de Samsung se presenta en hasta 3 diagonales diferentes: 65 (este es el modelo cedido por Samsung España a la que le agradecemos muchísimo su colaboración con nosotros en la cesión de productos para análisis), 75 y 85 pulgadas, a unos precios de 4999, 5949 y 8749 euros respectivamente. Como podéis ver, son televisores con un precio elevado, pero no es para menos teniendo en cuenta que hablamos del flagship de la marca coreana.
Samsung QN900A: especificaciones técnicas
Samsung QN900A | Características |
---|---|
Panel | LCD LED (QLED, Panel 2021 MiniLED) |
Diagonal | 65 pulgadas |
Resolución | 8K Super Hi-Vision (7680 × 4320 puntos) |
Alto rango dinámico | HDR10, HLG y HDR10+ |
Montaje | Fijo o en pared (VESA 400 x 200) |
Medidas | 1876.6 x 1071.5 x 15.4 mm (sin el pie) 1876.6 x 1144.8 x 343.7 mm (con el pie) |
Peso | 43.1/54.1 Kg (sin/con pie) |
Conectividad (Vídeo) | 4 x HDMI 2.1 (40 Gbps) 3 x USB 1 x Ethernet 1 x CI+ |
Conectividad (Audio) | 1 x Salida Óptica 1 x HDMI eARC |
Sonido | 6.2.2 OTS Pro 80W |
Compatibilidad/Estándares | ARC/eARC Sintonizador DVB-T2 + DVB-S2 WiFi (AC) Bluetooth 4.2 One Connect Desmontable |
Capacidad de reproducción | MPEG4 HEVC VP9 Perfil 2 |
Sistema Operativo | Tizen OS 6.0 |
Control | Mando a distancia App |
Diseño infinity para unos negros infinitos
El diseño de esta Samsung QN900A no difiere en exceso de lo que encontramos en la también excelente Samsung QN95A. Es decir, encontramos un diseño con un pie metálico estéticamente precioso y no demasiado ancho -lo cual favorece su instalación en casi cualquier mueble o escritorio– y dejando un hueco lo suficientemente alto como para poder instalar una buena barra de sonido (la Q60T por ejemplo encaja como un guante, la analizamos también en nuestro canal de Youtube) lo cual crea un espacio estético idóneo, sin que ocupe más de lo estrictamente necesario. El diseño del pie es insuperable y sus materiales de construcción en aluminio cepillado, a su altura. En cuanto al diseño acústico del televisor, éste consta de un sistema de 6.2.2 de 90W (una mejora desde los 70W del año pasado de la Q950TS) y con una tecnología llamada Object Tracking Sound Pro, que más adelante veremos en su sección qué tal rinde.
La principal diferencia con respecto a su hermana menor es el diseño Infinity: un concepto basado en la idea de hacer desaparecer por completo los marcos del televisor y que sea la pantalla la que ocupe el 100% de la superficie. Si bien no llega a cubrir el 100%…se queda realmente cerca, creando una sensación única en la que parece que el televisor está realmente «flotando en el aire». Único en su especie, hay que verlo para sentirlo:
Como en todas las unidades de casi todos los fabricantes de hoy en día, el contenido del interior del paquete así como su montaje no entrañan ningún misterio. Encontramos lo típico: manual de instrucciones en varios idiomas, guía rápida, garantía europea, un paquete de pilas, tornillería varia y, por supuesto, el soporte del montaje. Tampoco es necesario más para el montaje de la unidad. Si tenéis dudas sobre el montaje o cualquier problema (ya que a veces, incluso con el manual, se puede perder uno), siempre podéis pasaros por nuestro vídeo de unboxing y montaje que os despejará cualquier duda de forma visual, además de un primer repaso por menús y otras funcionalidades interesantes:
Con la llegada del sistema FALD a los flaships de Samsung QLED desde el año 2018 en adelante, el panel engordó considerablemente ya que debe albergar todo el sistema de LEDs y zonas independientes que se encienden y apagan (nada más y nada menos que 1600 zonas en este modelo). Todo eso ocupa espacio. Para compensar, Samsung alberga toda la electrónica en un equipo externo: el famoso One Connect, del cual más adelante os hablaremos. La novedad con respecto a otros modelos…es que en la QN900A se puede «montar» en la peana.
Aunque el sonido tiene su sección propia, de momento os podemos adelantar que suena bastante mejor que la media para contar con unos altavoces integrados. Además, Samsung incorpora un DSP llamado Object Tracking Sound Pro, que básicamente intenta emular un sistema de posicionamiento de canales y objetos, intentando que el televisor emita sonido desde diferentes partes de éste. Aún así, aunque mejora a un sistema sin dicho DSP, sigue lejos del que consideramos el mejor sistema de audio integrado en un televisor (Acoustic Surface de Sony). Aún así, Samsung ofrece diferentes perfiles y tipos de sonido, así como opciones para mejorar los diálogos, efectos, varios tipos de DRC y compresores dinámicos, etc. En la QN900A, se ha mejorado este sistema incorporando dos altavoces más y 10W de potencia extra.
Pasando a la conectividad, este 2021 por fin encontramos todos los puerto HDMI 2.1 (etiquetado como Game, puerto 4, en el One Connect), contando con un ancho de banda efectivo de 40 Gbps. Por supuesto, con dicho puerto obtenemos todo el abanico de posibilidades que nos brinda el nuevo puerto: ALLM (cambio a Modo Juego de forma automática), 4K@120 Hz, croma 444 completo y a 10 bits, con soporte para Freesync Premium, VRR HDMI (y para G-Sync, aunque oficialmente no lo soporte, no hay ningún problema) y también soporte completo para eARC (con el que podremos enviar audios HD desde reproductores externos usando el televisor como «puente» haciendo passtrough a una barra o amplificador que soporte audios HD).
A diferencia del resto de modelos de la competencia, Samsung ofrece aquí su primer gran punto diferenciador: One Connect. Se trata de un ingenioso sistema donde toda la electrónica del televisor va integrado en una «caja» aparte, desde los puertos HDMI, de sonido, antenas hasta la propia alimentación tanto del One Connect como del televisor. Tan solo necesitamos conectar un diminuto cable -además transparente, o casi- desde éste hasta el televisor y listo. Ya podemos conectar todo lo que queramos al One Connect. Es el sistema perfecto para los usuarios que cuelguen el televisor en la pared, muy superior a cualquier otra solución presentada hasta el momento. Este año, además, se ha renovado el diseño para ser más estético y delgado y poder acoplarse a la peana si así se desea por parte del usuario.
Tizen 6.0, una mejora notable en rapidez
Es, junto con WebOS de LG, uno de los mejores sistemas propietarios que podemos encontrar. Mientras que los demás fabricantes no hacen más abrirse cada vez más a Google TV, las dos grandes marcas coreanas -Samsung y LG- siguen apostando por tener el control total sobre su sistema operativo. Y la jugada no podía salirles mejor: el sistema operativo roza la perfección en cuanto a estabilidad y además tiene otras ventajas añadidas, como la posibilidad de instalar casi cualquier app Bajo Demanda y personalizar casi al detalle cualquier opción del televisor (al estar hecho el sistema a medida). Esta unión entre software y hardware no hace solamente que el sistema vaya como un tiro, si no que permite un alto grado de personalización como por ejemplo el sistema Ambient Mode, un innovador sistema en el que podemos poner un fondo personalizado al televisor y que éste quede como un cuadro, por ejemplo.
En cuanto a hardware interno, a diferencia de los dispositivos con Android, no podemos saber exactamente que tipo de SOC (System On Chip, es decir, el procesador y gráfica del televisor) monta. Lo que si sabemos es que en términos de calidad de imagen –el coprocesador encargado del procesamiento- es el Neo Quantum Processor 8K con AI (Inteligencia Artificial), que puede ir aprendiendo a través de una base de datos de Samsung, modificando así los parámetros más importantes de la imagen. Realmente hay campos en los que ha avanzado respecto al año pasado, como veremos más adelante y otros en los que es más potente que su hermana pequeña la QN95A, que monta una versión algo recortada:
En cuanto al uso general del sistema, como os comentábamos, es una auténtica roca y este año se le da una vuelta de tuerca más. No se ha reiniciado, colgado o apagado (ni si quiera hemos visto que haya ido lenta con alguna app) en un mes de uso, lo que convierte a Tizen en una bestia para quien quiera un sistema estable y además este año podemos decir que hay un salto grande en cuanto a fluidez del sistema, algo de lo que nos quejábamos en años anteriores. Además Samsung no instala nada de bloatware (salvo un par de apps) ni recarga el sistema de forma innecesaria.
Llegando al apartado de apps, como os decíamos, Tizen es una plataforma donde no nos va a faltar de nada. Además, las apps cuentan con soporte HDR/HDR10+ (si el servicio lo soporta, caso de Disney+, Netflix o Amazon Prime) y Dolby Atmos (vía ARC a un amplificador o barra, hablaremos de ello más adelante) y continúa ofreciendo soporte HDR a apps como Youtube Además, el acceso a reproducción de archivos por USB o por red (NAS/DAS) sigue mejorando y cada vez es más estable -aunque limitados a los 100 Mbits de la tarjeta de red integrada, algo que se repite en todos los fabricantes-, de ahí nuestra recomendación de que uséis el Wifi en este modelo) y por segundo año consecutivo tenemos que lamentar la ausencia del codec DTS (tanto passtrough como decodificación a LPCM) y DTS-HD MA y DTS:X, sumándose así al resto de marcas han eliminado el soporte. Ya solo queda Sony como único baluarte del DTS.
Mando a distancia: adiós a las pilas, hola al sol
El mando a distancia de Samsung se presenta, como todo en esta gama, de forma minimalista y cuidando al máximo el diseño…y pensando en el medio ambiente, ya que puede recargarse con la luz del sol. Está fabricado en aluminio cepillado de muy buena calidad y, como decimos, es extremadamente moderno y futurista. Además, cuenta con tres botones de acceso directo a apps Bajo demanda: Netflix, Amazon Prime y Samsung TV Plus (una especie de servicio de IPTV gratuito de canales de todo el mundo). De una forma muy cómoda podemos acceder a esas apps desde el mando, aunque la verdad es podrían ser personalizables.
Por otra parte, veréis que al conectar un dispositivo HDMI el televisor se pone a identificarlo y nos permitirá manejarlo…incluso aunque no disponga de CEC, lo cual es una auténtica maravilla. Al igual que ocurre con webOS, los dispositivos se pueden renombrar a mano desde el panel de ajustes para identificarlos más rápidamente.
Otra forma de controlar el televisor la mar de interesante es la app SmartThings, que nos permite controlar varios ajustes de la QLED, como cambiar de entradas o incluso el Ambient Mode y, por supuesto, lanzar aplicaciones directamente -aunque con ciertas limitaciones-.
Antes os hablábamos de Alexa y Google Assistant. El problema es que al no ser un dispositivo con Android TV (de Google) las funciones de control del televisor están muy limitadas y no podremos encenderlas con nuestra voz. Y Bixby, por otra parte, solo funciona para controles sencillos como cambiar de entrada o de canal. Este año se le añade compatibilidad con Alexa también.
Object Tracking Sound Pro: mejor que la media
Ya llevamos unos cuantos televisores analizados de forma pormenorizada y el oído -y la vista, por supuesto- se hace rápidamente a los cambios, tanto a mejor como a peor.. Cuando probamos la tecnología de Acoustic Surface en nuestras primeras impresiones de la Sony AF9, nos quedamos todos impresionados con su calidad. Esto, lamentablemente, solo lo he sentido con esa tecnología, con ninguna más. El Object Tracking Sound es un DSP (un sistema que «emula» posiciones de altavoces virtuales) que funciona bien, pero se nota que el sonido es el de un televisor integrado. Físicamente cuenta con 6.2.2 canales -según Samsung- y el Object Tracking Sound Pro ayuda un poco a hacer el sonido más espacial y tridimensional, pero como decimos es bastante limitado aunque es mejor que la media de altavoces integrados que hemos probado. Como todos ellos, se nota la ausencia de un subwoofer en el extremo bajo y una distorsión cuando empezamos a darle caña. En este campo el sonido es exactamente igual que el año anterior, salvo que los altavoces son un poco más potente llegando a los 80W.
Sobre la compatibilidad de formatos, la QN900A sigue la estela de su predecesora en cuanto a soporte de codecs de audio, es decir, es capaz de decodificar Dolby Atmos (comprimido), es decir, el perfil basado en DD+ que usan todos los servicios bajo demanda (Netflix, Prime, Disney+, etc.). El televisor también puede hacer passtrough de Dolby Digital y Dolby TrueHD (pero no de DTS, DTS HD MA ni DTS:X) pero siempre y cuando se use un reproductor externo conectado al puerto HDMI eARC de la QN900A y ésta, a su vez, a una barra de sonido o amplificador compatibles. Si por contra, queremos usar una app interna de la TV como reproductor, no nos sacará ningún tipo de audio más allá de DD o PCM, algo que se repite en otras marcas y televisores de la competencia.
El incorporar una toma de sonido eARC está muy bien pero será especialmente útil para aquellos que tengan una barra de sonido -compatible- con una sola toma HDMI, ya que si tuviera dos (o un amplificador, por ejemplo), podemos conectarlo todo a éste y de ahí a la TV, usando el amplificador para el sonido y la TV para la imagen, no teniendo ningún sentido usar la TV como «puente» entre ambos dispositivos. Es decir: es una funcionalidad que solo podrá aprovechar un tipo de perfil de gente muy concreta. ¿El problema? que no dejará pasar el codec DTS ni el DTS HD MA ni DTS:X, por lo que al final habrá que usar barras con dos entradas HDMI o el uso, como decíamos, de un splitter.
Calidad de imagen: el rival perfecto de un OLED
Llegamos por fin al punto dulce de la review: la calidad de imagen. ¿Cuántos nits tiene? ¿la imagen en HDR es realmente tan brillante? ¿que tal la colometría?. Vamos por partes. La QLED QN900A, como todos los televisores que no sean OLED, monta un panel LCD y en este caso VA. Los paneles VA son tradicionalmente mejores en términos de contraste. Además de eso, el panel es FALD -o Full Array Local Dimming-, una tecnología de iluminación de píxeles por zonas.
Cada conjunto de píxeles se enciende y apagara de forma autónoma en función de las necesidades, imitando así al funcionamiento de la tecnología OLED y consiguiendo unos negros perfectos (y contraste) cuando una zona de apaga. ¿El problema? que un televisor 4K cuenta con más de 8 millones 300 mil píxeles y la QN900A cuenta con 1640 zonas (en su versión de 65″), dándonos un ratio de 1 zona para cada 5060 píxeles..si fuera 4K. Al ser 8K, ese ratio cae a 1:20000 . En cualquier caso y como veremos, como la mayor parte del contenido actual es 4K, la TV en la práctica al escalarlo a 8K ya tiene en cuenta la equivalencia de 1 -> 4 píxeles, siendo por tanto prácticamente igual en el algoritmo que un modelo 4K (no así en la luz total, como veremos más abajo).
El sistema FALD además, es caro de fabricar y también de gestionar, necesitando siempre un equilibrio entre nivel de negro y detalle en las sombras, ya que muchísimas imágenes no son oscuras al 100% si no que están en penumbra, por lo que la zona no puede apagarse completamente y tiene que iluminarse -tenuemente-. Pero…este año es diferente. Gracias a que los MiniLED son 1/40 del tamaño del año anterior, unido a lo que Samsung denomina tecnología Quantum Matrix (una estructura encargada de modular la luz para evitar blooming) hace que consiga casi tener el mismo detalle en sombra que un televisor OLED -muy cerca se queda- y manteniendo un nivel de negro asombrosamente profundo. Este nivel de contraste supremo se acentúa aún más en esta QN900A gracias a triplicar el número de zonas de la QN95A consiguiendo imágenes y niveles de negro nunca vistos en televisores que no fueran OLED.
Por otra parte, la QN900A cuenta con una capa adicional para mejorar los pobres ángulos de visión de los paneles VA, lo que Samsung denomina Ultra Viewing Angle. El sistema funciona como una guía óptica para los píxeles, dispersando la luz de forma más uniforme radiando hacia los lados, no solo de frente, consiguiendo así no lavar el nivel de negro o los colores hasta pasado bastante ángulo de visualización. Por otro lado, cuenta sin lugar a dudas con el mejor filtro antirreflejos del mercado sin ninguna duda, aunque quizá sea por la resolución 8K, pero hemos notado que es algo menos efectivo que en el modelo QN95A.
En cuanto al pico de nits en HDR, nuestra QN900A ronda el mismo valor que el de su hermana pequeña, entorno a los 1550-1600 nits en ventana al 10% y calibrada profesionalmente con sonda (D65), no pudiendo superar a la QN95A. Si medimos el 100% de ventana, arroja un valor de 375-400 nits, casi la mitad que la QN95A. ¿Por qué ocurre esto?…por el 8K. La resolución 8K es cuatro mayor que la resolución 4K, contando el televisor por tanto con 4 veces más píxeles. El Local Dimming lo tiene en cuenta a la hora de atenuar las zonas…pero no puede hacer nada con la luz. Si hay un elemento brillante, la luz tendrá que repartirse entre 4 veces más píxeles y de ahí esa caída de brillo cuando hay una pantalla al 100% de blanco.
Aún así, la calidad de imagen en HDR es bestial, lo más impactante que hemos visto nunca. Además, como indicábamos en el párrafo anterior, con casi una total ausencia de blooming de, mejorando muy notablemente la gestión con respecto al año pasado mejorando el contraste, rango dinámico y por supuesto el nivel nativo de negro. . El brillo tan elevado hace que las escenas en HDR brillen y tengan un «punch» único.
Al igual que la resolución 8K parece influir para mal en la cantidad de brillo que puede emitir el panel, parece que influye para bien en dos aspectos negativos que tenía la QN95A: efecto DSE (pantalla sucia) y banding vertical, no pudiendo apreciarlo para nada en este modelo. Además, en cuanto a uniformidad esta QN900A venía francamente mejor, con una perfección absoluta en blancos y también en el gris al 5%.
Otro aspecto muy impactante en este televisor es su riqueza cromática. Por dos motivos: uno es que al contar con Quantum Dots en lugar de un filtro RGB convencional, se gana pureza y amplitud en la cobertura. Y en segundo lugar que al no tener subpíxeles blancos -como si tienen los televisores OLED-, todo el haz de luz del HDR se muestra en los tres colores primarios RGB (en las OLED hasta 350 nits también, a partir de ahí es solo luz blanca, lavando los colores). No son pocas escenas donde podemos notar esa mejoría.
Hablando de color, al igual que ocurre con otros televisores , el tener tantísimos nits puede ser contraproducente en algunas escenas con alto rango dinámico, ya que en las luces hemos observado posterización y/o un ligero banding. Este último podría corregirse con un filtro de Gradación Suave, pero lamentablemente la QN900A continúa sin contar con un filtro de este tipo, algo que también afectará a material comprimido de mala calidad -streaming esecencialmente-.
Otro tema candente en las comunidades de aficionados y que nosotros también echamos muy en falta es la ausencia un formato de metadatos dinámico con el que tengamos contenido: Dolby Vision. Si, la QN900A cuenta con soporte de HDR10+, pero el contenido disponible en este formato es bastante menor que en Dolby Vision y muy difícil de encontrar reproductores o aplicaciones bajo demanda compatibles con éste. Y aún contando con todo, el formato presentado por Dolby es sencillamente superior en prácticamente todos los aspectos.
Por otra parte, en este modelo la colorimetría es bastante mejor que en el modelo QN900A, perdiendo ese tono cobrizo/amarillento que venía con el modelo QN95A (fruto de un mal balance de blancos -especialmente en la parte alta de la gamma-, donde predomina el amarillo y el rojo). En este modelo viene muy cercano a la norma cinematográfica, con unos tonos de piel naturales y saturados, pero nada artificiales. Eso si, siempre es mejorable mediante una calibración profesional con sonda
Antes os hablábamos del Ultra Viewing Angle. No hemos notado ni rastro de pérdida alguna de contraste, nivel de negro o que el ángulo mejore poco, todo lo contrario. Podemos ver la TV de lado perfectamente y el nivel de negro, contraste y colometría apenas se ve afectado, más o menos manteniendo el tipo como si fuera un panel IPS. Aún así, lógicamente, en este punto tampoco puede rivalizar con los casi perfectos ángulos de visión de otras tecnologías como la OLED, pero consideramos que es más que suficiente para acabar con aquello de que «para ver un televisor VA hay que sentarse justo en el centro«, desde luego.
Mientras que en su hermana pequeña, la QN95A, el Ultra Viewing Angle en escenas complicadas si se veía de lado podía apreciarse algo de blooming o halos, en esta QN900A la floración y demás defectos en objetivos brillantes es casi perfecta incluso viéndola de lado, algo muy loable teniendo en cuenta que sigue siendo un televisor LCD-LED.
En resumen: el alto nivel de brillo en HDR, la ausencia casi total de blooming y el nivel excelso de negros y contraste que consigue este modelo lo sitúan en el pódium más alto en cuanto a calidad de imagen, especialmente en contenido HDR, donde consigue una imagen saturada y única que parece casi real, pero sin caer nunca en la artificialidad. El televisor más impactante que hemos visto en este tipo de contenido.
Neo Quantum Processor 8K AI
Este año ya os comentamos con la QN95A que nos hemos llevado una grata sorpresa con el procesador. Lo cierto es que continúa algo por debajo que la competencia de gama alta (especialmente Panasonic y Sony) pero algo por encima de su competidor nacional más próximo: LG. El escalado es excepcionalmente bueno, este año tanto con fuentes 1080p como fuentes por debajo de esta resolución (su punto débil del año pasado). El procesador hace un gran escalado, sacando detalle y nitidez pero sin parecer artificial. A su vez, la imagen es limpia y sin exceso de ruido y macrobloques pero sin quitar detalle fino de la imagen…incluso con fuentes de tan mala calidad como las de HBO. Eso si, siempre notaremos un exceso de «procesado» en la imagen, fruto de que el procesador tiene que añadir mucha nitidez al escalar a una resolución tan alta como es la 8K:
De nuevo y por quinto año consecutivo, otra gran ausencia es la del filtro Smooth Gradation (Gradación suave), una funcionalidad que ya tiene tanto Sony como LG como recientemente Philips en sus gamas de 2020. Se trata de un filtro de De-contorno. Esta interesante tecnología analiza los píxeles adyacentes en colores uniformes, si detecta que no son exactamente iguales, aplica una máscara de gradiente progresivo, viendo así un color en un lado que va poco a poco y de forma suave y progresiva, convirtiéndose en la otra tonalidad. Es espectacular ver como mejor la calidad del contenido comprimido y elimina el banding, algo que además le vendría de perlas a la QN900A también para eliminar el exceso de banding en algunas escenas HDR.
En cuanto al interpolador, Motion Plus en este caso que es como lo llama Samsung, si el año pasado le dimos un notable, este año sigue con la buena nota pero hemos notado un exceso de artefactos, probablemente y de nuevo por «culpa» de la resolución 8K. En el modelo QN95A no notamos estos problemas, pero claro, ahora el procesador tiene que manejar 4 veces más líneas -aunque sea algo más potente que el chip montado en la QN95A-. Eso si, es muy configurable y podemos optar por adaptarlo a nuestro gusto para evitar el famoso efecto telenovela. Se puede utilizar en valores moderados sin perder la esencia ni la cadencia original de cine.
Lamentablemente la QN900A continúa usando un modo de BFI (Black Frame Insertion) inutilizable.. Se trata de un sistema de intercalado de un frame negro entre cada frame original, ganando suavidad pero perdiendo brillo. El problema es que funciona internamente a 60 Hz, produciendo una pérdida de brillo demasiado alta (un 5o%) y un molesto efecto de parpadeo. No obstante, no encontramos que sea un problema ya que el televisor tiene por defecto activado una especie de Scanning Backlight (un sistema de inserción de cuadros negros por zonas, no entero) por lo que no tendremos ningún problema con el BFI desactivado, aunque mejoraría mucho más el movimiento si pudiéramos activarlo también. Por otra parte, Samsung es la única marca que permite introducir un interpolador menos intenso para juegos, algo que ayudará mucho a la suavidad en juegos de 30 fps y no incrementará demasiado el input lag. Y justo con eso vamos a terminar este extenso análisis.
Gaming: soporte para todos y de todo
Para acabar, aunque no somos muy de juegos, queríamos dedicarle un apartado al Gaming. Este año, en este campo nos encontramos con una grandísima mejora respecto al año pasado. Para empezar y lo más importante: ya no tendremos tanta degradación de la imagen al activar el local dimming (hasta ahora los televisores de Samsung desactivaban demasiadas zonas del local dimming para arañar unos segundos en el input lag). Se ve prácticamente igual que el modo película -aunque con algo más de blooming y más brillo, ya que parece que continúa desactivando algunas zonas-.
Por otra parte, también se ha mejorado el input lag, ya que en el modo Juego (incluso podemos activar el Gradación Suave sin apenas subir el input lag) la TV nos entrega unos impreisonantes 9.2-10 ms (y rondando los 5-6 ms en modo 4K@120 Hz). Además de ello, como podéis ver en la foto superior, también se ha añadido un «Panel gaming» que nos informa en todo momento del tipo de VRR que tenemos activado, fps, si tenemos el HDR o no, el aspect ratio, etc. Además podemos activar el Motion Plus en el modo juego, llegamos a unos fantásticos 26-27 ms y con una suavidad emulada de 60 fps en todos los juegos, un total acierto por parte de Samsung.
Otra novedad importante es, por supuesto, el paso este año a los 4 puertos con HDMI 2.1 completo (y no solo uno como el año anterior) siendo todos los puertos plenamente compatible con Freesync Premium, HDMI VRR y G-Sync (aunque no oficialmente) pudiendo disfrutar de los famosos 4K@120 Hz de refresco y croma completo 4:4:4 con HDR activado.
Conclusiones
Nos encontramos ante un panel LCD VA mini LED tope de gama QLED de Samsung 2020 en su línea 8K, es decir, su modelo flagship que nos deja un fantástico sabor de boca. Si ya con el análisis del modelo QN95A nos pareció una Smart TV fantástica, con este modelo QN900A Samsung se ha superado a si misma, fabricando el mejor televisor que ha hecho la marca coreana en su historia. Las 1640 zonas producen una imagen absolutamente fantástica con una auténtica evolución de los LED (miniLED del 1/40 del tamaño del año pasado) y un control de la luz soberbio, erradicando prácticamente el blooming en la mayoría de escencas complicadas.
En cuando a su electrónica, lo cierto es que su escalado y nitidez en fuentes 4K y 1080p y este año además, en fuentes SD es soberbio y más teniendo en cuenta que no cuenta con ningún filtro de Gradación Suave (un error importante en nuestra opinión). En este aspecto le penaliza enormemente el ser un modelo 8K, teniendo que escalar mucho más que su hermana pequeña la 4K. Además de tener un punto en contra importante: el movimiento. Al tener tantas líneas que mover, parece ser que el procesador se queda algo corto.
En cuanto a HDR, las escenas diurnas son completamente espectaculares con sus 1600 nits y más teniendo en cuenta la casi ausencia total de blooming. Eso si, no podemos dejar de echar en falta el soporte de Dolby Vision. En el campo de color, la QN900A viene fantásticamente bien en sus modos cinéfilos, lo que hace que junto con el gran pico de nits, la imagen adquiera una tridimensionalidad única. De nuevo, su punto débil aquí vuelve a tener relación con la resolución 8K: se ha pasado de 700 nits al 100% de pantalla en la QN95A a «solo» 400 en este modelo, al tener que repartir la luz entre más píxeles. Una pena.
Para acabar, el renovado mando a distancia solar y Tizen 6 hacen una muy buena mezcla; todo se mueve perfectamente y con buen rendimiento, bastante más rápido que el año pasado. Cuenta, además, con soporte para Google Assistant, soporte eARC, Alexa, etc. La guinda al pastel es la incorporación de cuatro puertos HDMI 2.1 completos y la llegada de HDMI VRR, G-Sync y Freesync Premium plenamente compatibles a 4K, 120 Hz, croma 4:4:4 y HDR. Tampoco puedo olvidarme del renovado One Connect, una maravilla de diseño y muy fácil de esconder en la propia peana del televisor.
En conclusión…¿nos encontramos ante el primer televisor QLED que de verdad podría sobrepasar a un OLED en contraste? la verdad es que es la primera vez que, incluso yo, sería incapaz de afirmar categóricamente si si o si no. El nivel de Samsung con esta QN900A es tan impresionante que no dudaría en que, la mayoría de gente, sería incapaz de diferenciarla de un OLED en cuanto a contraste y negros. En cambio, gana en volumen de color, brillo, espectacularidad del HDR, ausencia de retenciones, etc. Una auténtica revolución en el mercado de las Smart TV.
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