Por fin podemos traeros la review de la nueva Samsung QN900C Neo QLED, la nueva Smart TV de Samsung con tecnología Mini LED con y resolución 8K…que arroja una de cal y otra de arena como iremos viendo a lo largo del análisis. Como es costumbre, hemos estado unos 20 días con este nuevo televisor para poder sacarle hasta la última gota de rendimiento, problemas, cosas buenas y cosas malas. Y hasta aquí. ¿Nos acompañas?
Desde el 2021 con la excelente Samsung QN95A, Samsung dio un salto de gigante gracias en parte a la tecnología Mini LED, centrándose especialmente en aspectos como mejora del blooming, más brillo, mejores ángulos de visión, etc. ¿Entonces, qué novedades encontramos en el modelo de este 2023?
Antes de comenzar con el análisis en si, agradecer desde AVPasión a Samsung España por la cesión del material para su análisis y testeo. Esta QN900C de Samsung se presenta en hasta 3 diagonales diferentes: 65 (este es el modelo cedido por la marca), 75 y 85 pulgadas, a unos precios de 4929, 6289 y 8499 euros respectivamente a fecha de junio de 2023.
Samsung QN900C: especificaciones técnicas
Samsung QN900C | Características |
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Panel | LCD LED (Neo QLED, Panel 2023 MiniLED) |
Diagonal | 65 pulgadas |
Resolución | 8K (7680 x 4320 puntos) |
Alto rango dinámico | HDR10, HLG y HDR10+ |
Montaje | Fijo o en pared (VESA 400 x 200) |
Medidas | 144,3 x 81,1 x 1,52 cm (sin el pie) 144,3 x 89,2 x 26.79 cm (con el pie) |
Peso | 22,4/32,5 Kg (sin/con pie) |
Conectividad (Vídeo) | 4 x HDMI 2.1 (40 Gbps) 3 x USB 1 x Ethernet 1 x CI+ |
Conectividad (Audio) | 1 x Salida Óptica 1 x HDMI eARC |
Sonido | 6.2.4 OTS 90W |
Compatibilidad/Estándares | ARC/eARC Sintonizador DVB-T2 + DVB-S2 WiFi (AC) Bluetooth 5.2 One Connect Acoplable |
Capacidad de reproducción | MPEG4 HEVC VP9 Perfil 2 |
Sistema Operativo | Tizen OS 8.0 |
Control | Mando a distancia solar App |
Diseño y sonido
El diseño de esta Samsung QN900C es de los mejores que hemos visto, especialmente gracias a su pie metálico estéticamente precioso y no demasiado ancho -lo cual favorece su instalación en casi cualquier mueble o escritorio– y dejando un hueco lo suficientemente alto como para poder instalar una buena barra de sonido.
Eso si, con la llegada del sistema FALD a los flagships de Samsung QLED desde el año 2018 en adelante, el panel engordó considerablemente ya que debe albergar todo el sistema de LEDs y zonas independientes que se encienden y apagan (120). Todo eso ocupa espacio. Para compensar, Samsung alberga toda la electrónica en un equipo externo: el famoso One Connect, del cual más adelante os hablaremos.
Por otra parte, el diseño del pie es realmente precioso y sus materiales de construcción en aluminio cepillado, a su altura. Además este año optan por tonos negros, dándole una tonalidad más profesional y seria, más de gama premium como el resto de la calidad constructiva de esta QN900C.
En cuanto al diseño acústico del televisor, éste consta de un sistema de 6.2.4 de 90W (una mejora desde los 70W del año pasado) y con una tecnología llamada Object Tracking Sound Pro, con varios altavoces en la parte trasera del chasis, algo que hace que el sonido gane en graves. Y esta vez no hay nada de distorsión audible en frecuencias graves -ya que el año pasado algunas unidades venían con los drivers mal montados en la QN95B-.
El llamado Object Tracking Sound Pro, que intenta emular un sistema de posicionamiento de canales y objetos, intentando que el televisor emita sonido desde diferentes partes de éste a través de los 6.2.4 canales y los 90W de potencia que promociona la marca en su web. La verdad es que funciona bastante bien, aunque no se «posicionan» los objetos tan bien como pensábamos, pero si suenan los diferentes matices algo más separados para emular el sistema Dolby Atmos.
Para acabar, tenemos la posibilidad de usar ese conjunto de altavoces integrados en el televisor con nuestra barra de sonido de Samsung, para potenciar y mejorar más el sonido mediante el sistema que la propia marca llama Q-Symphony, pudiendo así beneficiarnos de varias ventajas más como por ejemplo una mayor extensión de graves gracias al subwoofer de la barra de sonido.
Por otra parte, este año la QN900C es capaz de decodificar Dolby Atmos (con pérdida), es decir, el perfil basado en DD+ que usan todos los servicios bajo demanda así. También decodifica Dolby Digital y Dolby TrueHD (pero no de DTS, DTS HD MA ni DTS:X) pero siempre y cuando se use un reproductor externo conectado al puerto HDMI eARC de la QN900C y ésta, a su vez, a una barra de sonido o amplificador compatibles, pero no a través de apps internas.
4 puertos HDMI 2.1 y One Connect: combinación explosiva
En temas de conectividad, Samsung continúa ofreciendo cuatro puertos HDMI 2.1 contando con un ancho de banda efectivo de 40 Gbps. Con ellos, la Samsung QN900C ofrece soporte a las últimas tecnologías para los más jugones: ALLM (cambio a Modo Juego de forma automática), 4K@120 Hz, croma 444 completo y a 10 bits, con soporte para Freesync Premium, VRR HDMI y también soporte completo para eARC (con el que podremos enviar audios HD desde reproductores externos).
El incorporar una toma de sonido eARC está muy bien pero será especialmente útil para aquellos que tengan una barra de sonido -compatible- con una sola toma HDMI, ya que si tuviera dos (o un amplificador, por ejemplo), podemos conectarlo todo a éste y de ahí a la TV, usando el amplificador para el sonido y la TV para la imagen, no teniendo ningún sentido usar la TV como «puente» entre ambos dispositivos. Es decir: es una funcionalidad que solo podrá aprovechar un tipo de perfil de gente muy concreta.
Como os decíamos al inicio de la review, la QN900C externaliza todos los conectores -incluyendo el de energía- en una caja externa: el famoso One Connect. Toda la electrónica del televisor va integrado en una «caja» aparte, desde los puertos HDMI, , antenas hasta la propia alimentación.
Tan solo necesitamos conectar un diminuto cable -además transparente, o casi- desde éste hasta el televisor y listo. Ya podemos conectar todo lo que queramos al One Connect. Es el sistema perfecto para los usuarios que cuelguen el televisor en la pared, muy superior a cualquier otra solución presentada hasta el momento. Además, también podéis anclarlo en el propio televisor, como es nuestro caso por ejemplo
Tizen 8.0: cambios en la buena dirección
Si el año pasado le dimos algún que otro palo al nuevo Tizen, este año aunque todavía no está maduro del todo -en nuestra opinión- y sigue por debajo de otros sistemas operativos como Google TV o LG WebOS, por ejemplo, o cierto es que el fabricante coreano ha mejorado bastante el software.
Aunque sigue pecando de lo mismo (lleno de publicidad e intrusismo por todos lados, nada personalizable y además realmente caótico), al menos este año el sistema responde mucho mejor, siendo más rápido y casi instantáneo entre cambio de apps y de capas de la interfaz del mismo. Además, por fin han añadido un botón de fuentes conectadas en el lateral de la interfaz para acceder cómodamente a dispositivos conectados por HDMI.
En cuanto a hardware interno, a diferencia de los dispositivos con Android, no podemos saber exactamente que tipo de SOC (System On Chip, es decir, el procesador y gráfica del televisor) monta. Lo que si sabemos es que en términos de calidad de imagen –el coprocesador encargado del procesamiento- es el Neural 8K con IA, un potente procesador que puede ir aprendiendo a través de Inteligencia Artificial, modificando así los parámetros más importantes de la imagen. Luego analizaremos qué nos ha parecido.
Llegando al apartado de apps, como os decíamos, Tizen es una plataforma donde no nos va a faltar de nada. En éste vamos a encontrar absolutamente todas: desde Disney+, la nueva app de HBO Max, Vodafone TV, Spotify, M+, Orange TV, Netflix, Amazon Prime y un larguísimo etétera. Además todas ellas cuentan con soporte HDR/HDR10+ (si el servicio lo soporta, caso de Amazon Prime) y Dolby Atmos (vía ARC a un amplificador o barra, hablaremos de ello más adelante) y continúa ofreciendo soporte HDR a apps como Youtube.
Mando a distancia: un refinamiento del modelo del 2022 con la mirada puesta en el planeta
El mando a distancia de Samsung se presenta en este 2023 de forma minimalista y cuidando al máximo el diseño…y pensando en el medio ambiente, ya que puede recargarse con la luz del sol. Está fabricado en plástico de no muy buena calidad. Además, cuenta con cuatro botones de acceso directo a apps Bajo demanda: Netflix, Amazon Prime, Disney+ y Samsung TV Plus (una especie de servicio de IPTV gratuito de canales de todo el mundo).
El mando es una especie de versión 2.0 del del año anterior, menos puntiagudo y más redondeado y de peor calidad al cambiar el aluminio por el plástico. Por otra parte, veréis que al conectar un dispositivo HDMI el televisor se pone a identificarlo y nos permitirá manejarlo…incluso aunque no disponga de CEC, lo cual es una auténtica maravilla. Al igual que ocurre con webOS, los dispositivos se pueden renombrar a mano desde el panel de ajustes para identificarlos más rápidamente.
Antes os hablábamos de Alexa y Google Assistant. El problema es que al no ser un dispositivo con Android TV (de Google) las funciones de control del televisor están muy limitadas y no podremos encenderlas con nuestra voz. Y Bixby, por otra parte, solo funciona para controles sencillos como cambiar de entrada o de canal. Este año se le añade compatibilidad con Alexa también.
Calidad de imagen: jarro de agua fría en la gestión de las zonas de atenuación
Llegamos por fin al punto dulce de la review: la calidad de imagen. ¿Cuántos nits tiene? ¿la imagen en HDR es realmente tan brillante? ¿que tal la colorimetría?. Vamos por partes. La QLED QN900C, como todos los televisores que no sean OLED, monta un panel LCD y en este caso VA. Los paneles VA son tradicionalmente mejores en términos de contraste.
Además de eso, el panel es FALD -o Full Array Local Dimming-, una tecnología de iluminación de píxeles por zonas. Es decir, cada conjunto de píxeles se enciende y apagara de forma autónoma en función de las necesidades, imitando así al funcionamiento de la tecnología OLED y consiguiendo unos negros perfectos (y contraste) cuando una zona de apaga. ¿El problema? que un televisor 8K cuenta con más de 32 millones de píxeles y la QN900C, en su versión de 65″, cuenta con 1344 zonas , dándonos un ratio de 1 zona para cada 23800 píxeles. ¿Será suficiente?
El sistema FALD además, es caro de fabricar y también de gestionar, necesitando siempre un equilibrio entre nivel de negro y detalle en las sombras, ya que muchísimas imágenes no son oscuras al 100% si no que están en penumbra, por lo que la zona no puede apagarse completamente y tiene que iluminarse -tenuemente-.
En teoría, dicho número de zonas y gracias al uso de MiniLED, unido a lo que Samsung denomina tecnología Quantum Matrix (una estructura encargada de modular la luz para evitar blooming) debería hacer que el televisor apenas tuviera blooming, sin embargo hemos encontrado que esta unidad tiene muy marcado este defecto, siendo visible incluso en material SDR, por lo que creemos que es un problema de firmware que el fabricante acabará arreglando tarde o temprano con una actualización.
Por otra parte, la QN900C cuenta con una capa adicional para mejorar los pobres ángulos de visión de los paneles VA, lo que Samsung denomina Ultra Viewing Angle. El sistema funciona como una guía óptica para los píxeles, dispersando la luz de forma más uniforme radiando hacia los lados, no solo de frente, consiguiendo así no lavar el nivel de negro o los colores hasta pasado bastante ángulo de visualización.
Por otro lado, cuenta sin lugar a dudas con el mejor filtro antirreflejos del mercado sin ninguna duda, un auténtico agujero negro que se traga toda la luz, haciendo que este panel se pueda disfrutar plenamente en una habitación extremadamente iluminada sin que se refleje prácticamente nada en el panel. Una auténtica pasada en este aspecto.
En cuanto al pico de nits en HDR, nuestra QN900C ronda los 2100-2200 nits en ventana al 10% y calibrada profesionalmente con sonda (D65), lo cual es sorprendente alto y la verdad es que hace que se pueda disfrutar del efecto HDR incluso de día. Pero aquí hay un problema realmente preocupante.
Al igual que ha ocurrido en otros modelos de Samsung, como la S95B, la QN900C solo entrega ese brillo en test de ventana al 10% de superficie, en cuanto ponemos contenido real el televisor modula el brillo de las áreas pequeñas para evitar que haya (más) blooming, por lo que en contenido real el brillo que arroja en los modos de imagen correctamente ajustados baja a unos más realistas 1400-1500 nits.
Si medimos el 100% de ventana, arroja un sorprendente valor de algo más de 400 nits, siendo notorio aquí el ABL fruto de una doble combinación de factores: el uso de un panel 8K perjudica más a la retroiluminación, ya que la fuente de alimentación tiene que dar corriente a cuatro veces el número de píxeles de un panel 4K. Por otro lado, las nuevas restricciones de energía de la Unión Europea han hecho mella especialmente en los televisores 8K.
Respecto al blooming, como os decíamos antes, Samsung este año ha apostado de nuevo por el algoritmo que al detectar elementos pequeños y muy brillantes, hace bajar la luminosidad para evitar blooming (y también menor impacto HDR). Esto, pese a que es efectivo en teoría, no lo es tanto en la práctica ya que el televisor tiene un exceso importante de este defecto especialmente en HDR, algo que pudimos ver incluso en la comparativa contra la LG OLED G3.
En cuanto a balance de blancos y colorimetría, el televisor viene relativamente bien, aunque con un exceso de azul en todo el balance -algo típico de los televisores QLED- incluso en el modo FILMMAKER, con errores visibles importantes. Lo mismo ocurre con la colorimetría, incluyendo las saturaciones de primarios y secundarios con errores cercanos al 5. Todo ello es corregible con una calibración profesional con sonda.
El seguimiento de la curva PQ EOTF es perfecto en el modo FILMMAKER siempre y cuando seleccionemos el mapeo tonal en Estático, que es la forma correcta que tiene la QN900C de seguir la curva PQ EOTF 2084 de referencia:
No obstante, si activamos el mapeo tonal en Activo, todo brillará mucho más de lo que debería en toda la curva. Así, la curva (gris) del televisor siempre está por encima de la amarilla (referencia) haciendo que todo sea mucho más brillante de lo que debería.
Un problema que presentaba el modelo del año anterior, la QN95B, era que algunas unidades venían con DSE (efecto de pantalla sucia) y algo de ghosting. Por suerte, no hemos notado para nada ninguno de estos dos defectos típicos de los paneles LCD-LED.
Otro aspecto muy impactante en este televisor es su riqueza cromática. Por dos motivos: uno es que al contar con Quantum Dots en lugar de un filtro RGB convencional, se gana pureza y amplitud en la cobertura. Y en segundo lugar que al no tener subpíxeles blancos, todo el haz de luz del HDR se muestra en los tres colores primarios RGB.
Hablando de color, al igual que ocurre con otros televisores , el tener tantísimos nits puede ser contraproducente en algunas escenas con alto rango dinámico, ya que en las luces hemos observado posterización y/o un ligero banding. Este último podría corregirse con un filtro de Gradación Suave, pero lamentablemente la QN900C continúa sin contar con un filtro de este tipo, algo que también afectará a material comprimido de mala calidad –streaming esecencialmente-.
Otro tema candente en las comunidades de aficionados y que nosotros también echamos muy en falta es la ausencia un formato de metadatos dinámico con el que tengamos contenido: Dolby Vision. Si, la QN900C cuenta con soporte de HDR10+, pero el contenido disponible en este formato es bastante menor que en Dolby Vision y muy difícil de encontrar reproductores o aplicaciones bajo demanda compatibles con éste. Y aún contando con todo, el formato presentado por Dolby es sencillamente superior en prácticamente todos los aspectos.
Para acabar en este apartado de color, también comentar que Samsung sigue sin hacer funcionar de forma correcta el conmutador entre los espacios de color BT2020 y DCI-P3, originando una serie de problemas si no lo cambiamos a mano, pues veremos algún contenido (poco, por suerte) demasiado poco saturado si seleccionamos el DCI-P3 en contenido BT2020 y viceversa.
En resumen: aunque el pico de nits es extremadamente impactante y el nivel de negro realmente bueno, en nuestra opinión, todo se va al traste por el excesivo blooming con el que ha salido este modelo. Es más, viendo los modelos de Samsung que hemos analizado, remarcamos que en nuestra opinión, el trabajo del local dimming era superior en el modelo del 2021. De ahí en adelante ha ido empeorando progresivamente.
Procesador Neural 8K con IA: menos artificialidad y más realismo
Si el año pasado ya os comentamos que el procesamiento en Samsung había mejorado bastante, este año han añadido un poco más de nivel a su ya excelente procesador. Lo cierto es que continúa algo por debajo que la competencia de gama alta (especialmente Panasonic y Sony) pero cada vez se acorta más la diferencia.
El escalado este año es muy bueno tanto con fuentes 1080p como fuentes por debajo de esta resolución, especialmente si subimos uno o dos puntos la nitidez. El procesador hace un gran trabajo, sacando detalle y nitidez pero sin parecer artificial. A su vez, la imagen es limpia y sin exceso de ruido y macrobloques pero sin quitar detalle fino de la imagen. Es más ese es su punto más fuerte de este año: ha perdido ese tono de artificialidad de otros años para acercarse a una imagen más orgánica.
Aunque hemos notado una mejora en el tema del banding de color, nuevamente y por sexto año consecutivo, Samsung no cuenta con un filtro Smooth Gradation (Gradación suave), una funcionalidad que si tienen tanto Sony como LG.
Esta interesante tecnología analiza los píxeles adyacentes en colores uniformes, si detecta que no son exactamente iguales, aplica una máscara de gradiente progresivo, viendo así un color en un lado que va poco a poco y de forma suave y progresiva, convirtiéndose en la otra tonalidad. Es espectacular ver como mejor la calidad del contenido comprimido y elimina el banding, algo que además le vendría de perlas a la QN900C también para eliminar el exceso de banding en algunas escenas:
En cuanto al interpolador, Motion Plus en este caso que es como lo llama Samsung, si el año pasado le dimos un sobresaliente, este año se queda sin dudar la misma nota, ya que es prácticamente idéntico. Si bien continúa por detrás del MotionFlow de Sony, ya podemos decir que pasa a jugar en Primera.
No hay rastro de los tirones que sí pudimos ver otros años ni tampoco exceso de efecto telenovela ni artefactos. Se puede utilizar en valores moderados sin perder la esencia ni la cadencia original de cine. Otra pequeña mejora, sin duda, junto al mejor escalado de fuentes por debajo de 1080p del nuevo Neural 8K con IA.
Por otra parte, Samsung es la única marca que permite introducir un interpolador menos intenso para juegos, algo que ayudará mucho a la suavidad en juegos de 30 fps y no incrementará demasiado el input lag. Y justo con eso vamos a terminar este extenso análisis.
Gaming: un gran televisor LED para jugar
Para acabar, aunque no somos muy de juegos, queríamos dedicarle un apartado al Gaming. Este año, en este campo nos encontramos con varias mejoras respecto al año pasado. Para empezar y lo más importante: ya no tendremos ninguna degradación de la imagen al activar el local dimming (hasta ahora los televisores de Samsung desactivaban demasiadas zonas del local dimming para arañar unos segundos en el input lag).
Por otra parte, también se ha mejorado el input lag, ya que en el modo Juego (incluso podemos activar el Gradación Suave sin apenas subir el input lag) la TV nos entrega unos impresionantes 9.5-10 ms (y rondando los 5-6 ms en modo 4K@120 Hz).
Además de ello, como podéis ver en la foto inferior, también se ha añadido un «Panel gaming» que nos informa en todo momento del tipo de VRR que tenemos activado, fps, si tenemos el HDR o no, el aspect ratio, etc. Además podemos activar el Motion Plus en el modo juego, llegamos a unos fantásticos 23 ms y con una suavidad emulada de 60 fps en todos los juegos, un total acierto por parte de Samsung.
Conclusiones
Nos encontramos ante un panel LCD VA mini LED tope de gama QLED de Samsung 2023 (y en general, según cuentan, el mejor Smart TV de todos los que han presentado este año) que nos deja un sabor de boca agridulce. Pese a las 1340 zonas de esta QN900c, nos encontramos con un televisor que tiene un exceso de blooming enorme, algo que parece obedecer a algún problema de firmware en nuestra opinión.
Tiene una serie de puntos positivos: gran brillo, el mejor filtro antirreflejos del mercado, 4 puertos HDMI 2.1 con soporte para 4K a 120 Hz y VRR, un One Connect que se puede fijar a la peana, cobertura cromática muy rica, gran electrónica (escalado, procesado y movimiento) mejorada, gran impacto en HDR…
…pero que queda lamentablemente empañado por sus bugs: el citado blooming presente incluso en contenido SDR, la resolución 8K que lastra toda la experiencia y no aporta ventajas significativas, un ABL mucho mayor que en el modelo QN95C,el pico de brillo más alto solo lo da en tests sintéticos, un conmutador automático de espacio de color para la UHD que no funciona, no cuenta con ningún filtro de Gradación Suave, ausencia de Dolby Vision, etc.
En conclusión…nos encontramos ante un grandísimo televisor LED, lastrado por sus propias limitaciones técnicas (panel 8K) y una gestión del blooming muy mejorable. Además, quizá su losa más pesada sea su precio, ya que es uno de los televisores más caros del 2023.Ausencia de Dolby Vision