Ya os trajimos hace algunos días las primeras impresiones de la nueva flagship de la firma coreana: la Samsung S95B, con tecnología QD-OLED, uno de los televisores más esperados de este año 2022 y más con el precio que tiene actualmente. En esta review, vamos a desmenuzar cada uno de los apartados de este magnífico Smart TV. Podéis leer más sobre este producto pulsando aquí.
La tecnología QD-OLED, una nueva forma de crear paneles OLED inventada por Samsung Displays, ha levantado un enorme revuelo. Las diferencias del nuevo panel se presuponen bastante importantes (podéis leer más sobre sus paneles pulsando aquí), la pregunta clave es…¿Cumplirá? vamos a descubrirlo juntos.
Esta Samsung S95B se presenta en 2 diagonales disponibles: 55 y 65 pulgadas (el modelo analizado aquí hoy) a precios oficiales de 2299 y 3299 respectivamente aunque es bastante fácil encontrarlas a precios de 1000 y 1500 euros respectivamente. De momento no hay anunciado ningún modelo más con este tipo de panel en otra diagonal, que llegarán en 2023.
Samsung S95B: Especificaciones técnicas
Las particularidades de la tecnología OLED son también las mismas en este panel QD-OLED: píxel auto-iluminado -lo que supone un contraste infinito y una profundidad 3D de la imagen sin parangón-, un impacto en HDR absolutamente demencial, negros perfectos y una respuesta instantánea del píxel.
Además, en este modelo Samsung no ha incorporado un disipador de aluminio pero si que ha añadido unos Thermal Pads para ayudar a enfriar los píxeles, evitando así en un alto grado cualquier retención o quemado, a la par que permite un mayor aumento del brillo. Por lo demás, estas son sus especificaciones técnicas:
Samsung S95B | Características |
---|---|
Panel | OLED (panel QD-OLED de 2022) |
Diagonal | 65 pulgadas |
Resolución | 4K UHD (3.840 x 2.160 puntos) |
Alto rango dinámico | HDR10, HLG y HDR10+ |
Procesador | Neural Quantum Processor 4K |
Montaje | Fijo o en pared (VESA 300 x 200) |
Medidas | 1444.3 x 831.7 x 39.9 mm (sin peana) 1444.3 x 897.6 x 288.2 mm (con peana) |
Peso | 21.2 kg/25.5 Kg (sin/con peana) |
Conectividad (Vídeo) | 4x HDMI 2.1 (Completos, HDCP 2.3) 2x USB (3.0) 1x Ethernet 1x CI+ |
Conectividad (Audio) | 1 x Salida Óptica 1 x HDMI eARC (HDMI 3) |
Sonido | 2.2.2 / 60W con compatibilidad OTS |
Compatibilidad/Estándares | ARC/eARC Sintonizador DVB-T2 x 2 WiFi 5 (AC) Bluetooth 5.2 Apple AirPlay 2 & HomeKit |
Capacidad de reproducción | MPEG4 HEVC VP9 Perfil 2 |
Sistema Operativo | Tizen OS (2022) |
Control | Mando a distancia solar App |
El tipo de panel de este modelo no es el típico en forma de «array», si no que los subpíxeles se disponen en forma de triángulo, algo que es bastante raro en los paneles de todo tipo de tecnología, como se puede ver en la foto adjunta:
Parece ser que fruto de dicha disposición de píxeles bastante peculiar, los paneles QD-OLED podrían padecer de un curioso defecto: en escenas con bordes de un color uniforme sobre otro fondo con color uniforme, la línea que separa ambas puede aparecer con un ligero color rojizo o verdoso.
Es algo muy ocasional y que solo afecta, de momento, a las tipografías en el mundo informático. Si, estamos seguros de que no afecta al contenido normal ni pegando la nariz en la pantalla. Nos fijamos mucho en ello en nuestro primer vistazo al modelo Sony A95K, que usa el mismo tipo de panel.
Diseño: delgadez extrema y posibles problemas
El diseño de esta Samsung S95B es realmente bonito, especialmente gracias a su pie metálico estéticamente precioso y no demasiado ancho -lo cual favorece su instalación en casi cualquier mueble o escritorio– y dejando un hueco lo suficientemente alto como para poder instalar una buena barra de sonido.
Eso si, Samsung lleva algunos años empeñada en hacer que sus paneles sean cada vez más y más delgados, sin ningún tipo de refuerzo, poniendo ya en peligro la integridad del propio panel: es tan fino (poco más que una hoja de papel gruesa) que puede doblarse con facilidad si no la manipulamos correctamente o en el envío le dan algún golpe, así que revisad bien que os ha llegado el panel en condiciones óptimas.
Por otra parte, el diseño del pie es realmente precioso aunque sus materiales de construcción no están a la altura de, por ejemplo, los que encontramos en la gama QLED del fabricante, como por ejemplo la Samsung QN95B. Aquí, en lugar del uso de aluminio cepillado, encontramos plástico que imita aluminio, presumimos que para ahorrar costes.
En cuanto al diseño acústico del televisor, éste consta de un sistema de 2.2.2 de 60W que suenan sorprendentemente bien y con una tecnología llamada Object Tracking Sound, que intenta emular un sistema de posicionamiento de canales y objeto. La verdad es que funciona bastante bien, aunque no se «posicionan» los objetos tan bien como pensábamos, pero si suenan los diferentes matices algo más separados.
Para acabar, tenemos la posibilidad de usar ese conjunto de altavoces integrados en el televisor con nuestra barra de sonido de Samsung, para potenciar y mejorar más el sonido mediante el sistema que la propia marca llama Q-Symphony, pudiendo así beneficiarnos de varias ventajas más como por ejemplo una mayor extensión de graves gracias al subwoofer de la barra de sonido.
Por otra parte, este año la S95B es capaz de decodificar Dolby Atmos (con pérdida), es decir, el perfil basado en DD+ que usan todos los servicios bajo demanda así. También decodifica Dolby Digital y Dolby TrueHD (pero no de DTS, DTS HD MA ni DTS:X) pero siempre y cuando se use un reproductor externo conectado al puerto HDMI eARC del televisor y éste, a su vez, a una barra de sonido o amplificador compatibles, pero no a través de apps internas por lo que no oiremos nada si reproducimos archivos con otros codecs como el DTS.
Por otra parte, una vez hayamos desembalado la unidad, encontraremos lo típico de casi cualquier TV de hoy en día: manuales de instrucciones (en varios idiomas), una guía rápida de montaje, los propios soportes de la pena de la TV (imprescindible montarla entre dos), tornillería varia, dos pilas AA, garantía europea y poco más.
Conectividad: 4 puertos HDMI 2.1 para los más jugones y ausencia de One Connect
En temas de conectividad, Samsung continúa ofreciendo cuatro puertos HDMI 2.1. Con ellos, la Samsung S95B ofrece soporte a las últimas tecnologías para los más jugones: ALLM (cambio a Modo Juego de forma automática), 4K@120 Hz y 4K@144 Hz, croma 444 completo y a 10 bits, con soporte para Freesync Premium, VRR HDM y G-Sync (aunque no oficialmente) y también soporte completo para eARC (con el que podremos enviar audios HD desde reproductores externos).
El incorporar una toma de sonido eARC está muy bien pero será especialmente útil para aquellos que tengan una barra de sonido -compatible- con una sola toma HDMI, ya que si tuviera dos (o un amplificador, por ejemplo), podemos conectarlo todo a éste y de ahí a la TV, usando el amplificador para el sonido y la TV para la imagen, no teniendo ningún sentido usar la TV como «puente» entre ambos dispositivos. Es decir: es una funcionalidad que solo podrá aprovechar un tipo de perfil de gente muy concreta.
Eso si, este modelo no cuenta con One Connect, esa suerte de «caja» donde van todas las conexiones y la caja y el televisor se unen con un delgado cable de fibra óptica transparente, algo ideal para los que colgamos el televisor. En este caso, de nuevo seguramente por temas de ahorro de costes, el televisor tiene todos los conectores en el propio chasis de la S95B.
De los mejores filtros antirreflejos del mercado y mando a distancia solar
Otro aspecto absolutamente increíbles de este panel es la gran mejora que tiene respecto a otras OLED con los reflejos: el panel apenas refleja nada de luz ambiental, siendo mucho más similar a un LED tradicional que a una OLED. Además, los ángulos de visión han mejorado hasta ser perfectos al 100%. Sin embargo, el panel carece de polarizador, lo cual puede provocar que ante una luz directa al panel los negros se perciban como grisáceos, aunque solo en una situación extrema; no creemos que sea un problema para la mayoría de usuarios.
Por otra parte, Samsung presenta nuevo mando a distancia: minimalista y cuidando al máximo el diseño…y pensando en el medio ambiente, ya que puede recargarse con la luz del sol. Está fabricado en aluminio cepillado de muy buena calidad y, como decimos, es extremadamente moderno y futurista. Además, cuenta con cuatro botones de acceso directo a apps Bajo demanda: Netflix, Amazon Prime, Disney+ y Samsung TV Plus (una especie de servicio de IPTV gratuito de canales de todo el mundo).
Por otra parte, veréis que al conectar un dispositivo HDMI el televisor se pone a identificarlo y nos permitirá manejarlo…incluso aunque no disponga de CEC, lo cual es una auténtica maravilla. Al igual que ocurre con webOS, los dispositivos se pueden renombrar a mano desde el panel de ajustes para identificarlos más rápidamente.
Nuevo Tizen: un gran paso atrás
Siempre os hemos comentado que el sistema operativo de Samsung, llamado Tizen, era de lo mejor del mercado junto a otras opciones como Google TV por ejemplo. Tanto Samsung como LG, las dos grandes marcas coreanas, siguen apostando por tener el control total sobre su sistema operativo y la cosa iba bien…hasta este año.
El nuevo sistema Tizen es tremendamente lento, lleno de publicidad e intrusismo por todos lados, nada personalizable y además realmente caótico (cuesta encontrar prácticamente cualquier cosa que una persona normal quiera hacer). La parte positiva, es que cuenta con soporte para casi cualquier tipo de aplicación bajo demanda.
En cuanto a hardware interno, a diferencia de los dispositivos con Android, no podemos saber exactamente que tipo de SOC (System On Chip, es decir, el procesador y gráfica del televisor) monta. Lo que si sabemos es que en términos de calidad de imagen –el coprocesador encargado del procesamiento- es el Neural Quantum 4K Processor , un potente procesador que puede ir aprendiendo a través de una base de datos de Samsung, modificando así los parámetros más importantes de la imagen.
En cuanto al uso general del sistema, como os comentábamos, es tremendamente decepcionante: cuelgues, apps que te sacan al menú principal, lentitud del sistema -especialmente al encender el televisor-, publicidad por todos sitios (al obligarte a ir al menú principal obligatoriamente) y un caos a la hora de encontrar ciertas opciones. En resumen: es lo peor del televisor. Aunque siempre podemos optimizarlo y hacer que funcione bastante decentemente.
Llegando al apartado de apps, como os decíamos, Tizen es una plataforma donde no nos va a faltar de nada. En éste vamos a encontrar absolutamente todas: desde Disney+, la nueva app de HBO Max, Vodafone TV, Spotify, M+, Orange TV, Netflix, Amazon Prime y un larguísimo etcétera.
Además todas ellas cuentan con soporte HDR/HDR10+ (si el servicio lo soporta, caso de Disney+, Netflix o Amazon Prime) y Dolby Atmos (vía ARC a un amplificador o barra, hablaremos de ello más adelante) y continúa ofreciendo soporte HDR a apps como Youtube.
Antes os hablábamos de Alexa y Google Assistant. El problema es que al no ser un dispositivo con Android TV (de Google) las funciones de control del televisor están muy limitadas y no podremos encenderlas con nuestra voz. Y Bixby, por otra parte, solo funciona para controles sencillos como cambiar de entrada o de canal. Este año se le añade compatibilidad con Alexa también.
QD-OLED: explosión real de brillo y color
Llegamos por fin a uno de los puntos más interesantes del análisis: ¿cómo se comporta el nuevo panel QD-OLED? a nuestro juicio, es una mejora más que notable por varios motivos que intentaremos explicaros aquí.
Lo primero que sorprende en esta QD-OLED es que tiene un ABL (Limitador de Brillo Automático) bastante menos agresivo que en los modelos de la competencia. Ello se traduce en una imagen más impactante, que puede mostrar áreas de blanco más grandes y con más brillo (pese a no tener disipador térmico) , mejorando así a otros modelos OLED tradicionales como por ejemplo la LG G2.
Otro aspecto destacable de la tecnología QD-OLED es su precisión cromática. No solo ya en términos de cobertura o paleta de colores y su impacto en HDR (algo que veremos en el siguiente apartado, si no que es una tecnología RGB pura, sin un subpíxel blanco emitiendo luz. Eso se traduce en una imagen más realista, con un tono menos «verdoso/cian« que en los modelos WRGB, algo que capta rápidamente cualquier cámara.
Calidad de imagen SDR: buena calibración de fábrica
Ya metemos las manos en harina y comenzamos a hablar sobre la calidad de imagen. Como os decíamos en el apartado anterior, añadir un panel QD-OLED tiene una serie de ventajas realmente increíbles, no solo en términos de imagen pura, si no también en la uniformidad del panel, la mejor que hemos visto nunca en cualquier televisor OLED. Es, simplemente, perfecta:
Esa uniformidad tan perfecta tiene un gran aliado en la forma de emitir (Top Emission) de la tecnología QD-OLED, con una más que notable mejora en todo lo que tiene que ver con el material comprimido: suciedad, macrobloques que se iluminan e incluso el banding de color es notablemente menos notorio en este panel que en cualquier otro panel WRGB OLED tradicional.
Antes de comenzar a hablar del HDR, vamos a centrar la vista sobre la colorimetría del panel, que nos ha sorprendido para bien en SDR, aunque no está lejos de venir correctamente. Su calibración presenta errores importantes en el balance de blancos (con un AE máximo de 5,8), mientras que el color presenta un AE máximo también de 5.6, lejos del 2.4 a partir del cual comienza a ser visible un error.
Por suerte se puede solucionar si contratáis una calibración profesional con sonda, ya que este modelo cuenta con controles suficientes para dejarla completamente perfecta como un monitor profesional de estudio (utilizando un EDR específico para las QD-OLED), como se puede ver en esta fotografía del antes y después, donde todos los errores caen por debajo del umbral visible del AE de 2.4:
Antes de dejar paso a la sección HDR, comentaros que el detalle en sombra es esencialmente perfecto desde el primer nivel de negro (0.5%) hasta el último si calibramos con sonda, por lo que podemos asegurar que el panel no presenta ni detalle en sombra más levantado del que debería ni tampoco más aplastado. Sencillamente, está donde debe estar.
Calidad de imagen HDR: «Houston» tenemos un problema con el color
Pasamos ya al mundo HDR, donde nuestra S95B es capaz de llegar a los 1035 nits (calibrada) al 10% de ventana y más de 215 nits a pantalla completa, lo cual es un aumento bastante grande respecto a las OLED del 2021. Con estas mediciones, tendremos un muy buen efecto HDR, con ABL (Limitador de Brillo Automático, que más actúa cuanto más blanco en pantalla hay) más relajado que en las OLED tradicionales.
El HDR y el panel OLED es una combinación diabólica, pero si le añadimos una capa de Quantum Dots se convierte en orgásmica. La tecnología OLED es conocida por todos por su capacidad de encender o apagar los píxeles a nivel indiviual para que, cuando haya una escena oscura o con mucho negro, sea capaz de apagarse por completo, entregando un negro puro.
El negro es el parámetro más importante de la imagen, ya que se usa para medir el contraste: el punto más brillante entre el más oscuro, por tanto…si el negro es 0, cualquier valor que dividamos entre éste nos dará infinito: contraste infinito. Y si, el HDR más que de nits y brillo, tiene más relación con el contraste.
Entonces, si tenemos un contraste infinito la imagen es perfecta, ¿no? no, ya que hay otros parámetros igualmente importantes, por ejemplo: los tan cacareados nits. Los nits en un valor de medición de la luz, cuanto más alto sea más brillante (o capacidad de entrega de luz) podrá emitir un panel.
Ahí es donde las OLED tradicionales flaquean quedándose entorno a los 600-700 nits, mientras que este panel QD-OLED llega a la marca de los 1000 creando una imagen difícil de explicar, una mezcla entre una LED y una OLED, con lo mejor de ambas tecnologías.
En dicho extremo brillante, donde ya hemos comentado que las OLED tradicionales pueden flaquear, éstas tienen otra particularidad: dado que su estructura de píxeles está hecha completamente de puntos blancos con un filtro RGB para generar el color, solo pueden emitir una luz con color rica hasta los 350 nits, siendo a partir de ahí hasta su tope (600-700) solo blanco puro, lavando los colores en las altas luces respecto a otras soluciones. Eso en el caso de una OLED convencional…pero no estamos ante una OLED convencional.
Lo primero que sorprende en esta S95B QD-OLED es que su pico de brillo es netamente superior, llegando como decimos a la barrera de los 1000 nits, gracias a que la emisión de luz por parte de los píxeles se hace desde delante (Top Emission), sin ninguna pérdida o merma de luz, no como un OLED convencional (que se hace desde atrás, o Bottom-Emission)
La segunda gran ventaja se basa en el color. O mejor dicho en la forma de generarlo. La nueva tecnología ahora está basada en puntos cuánticos (QD o Quantum Dots) en lugar del tradicional filtro de colores RGB. Ahora los subpíxeles no son blancos si no que…y tras casi 10 años esperando, por fin podemos ver un panel RGB real: cada píxel está exclusivamente formado por los subpíxeles azules, incidiendo esta luz en los Quantum Dots y generando el rojo y verde, formando así los tres colores primarios y aumentando la riqueza cromática.
Las OLED presentadas hasta ahora, solo podían mostrar elementos brillantes y a la vez saturados en color hasta unos 400 nits más o menos, a partir de ahí solo veíamos pura luz blanca (fruto del subpíxel blanco). Pues bien, ese problema se ha acabado en la nueva Samsung S95B: hasta el píxel más brillante del panel podrá mostrarse con la saturación de color correcta, dado que no hay subpíxel blanco que «lave» el color. Una auténtica revolución en el mundo OLED.
Además de la saturación de los colores en elementos más brillantes, es el propio espectro de color del panel el que permitirá mostrar una colorimetría con los colores primarios (rojo, azul y verde, como hemos visto antes) más profundos, logrando así una cobertura del espectro cromático mucho más grande (del triángulo BT2020 que usamos siempre para los UHD). Y el impacto HDR no podría ser mejor. Es alucinante ver contenido HDR en este panel, configurado y calibrado y con material de calidad.
En cuanto al seguimiento de la curva en HDR, Samsung la sigue escrupulosamente (dado el revuelo que causó el lanzamiento de este televisor y como lo arreglaron tras la salida del firmware 1211) aunque el televisor va variando la imagen de forma dinámica en función de un algoritmo propietario (lo que se conoce como tone-mapping), no guiándose por lo que dice una medición estática.
Eso, junto al menor ABL, más brillo y el mayor volumen de color hace que el resultado en HDR sea simplemente fantástico, haciendo que las escenas en HDR brillen y tengan un «punch» único. Y no solo brillo: ahora ese brillo tiene dentro color, no solo blanco puro.
Como decíamos, la Samsung S95B sigue la curva EOTF de referencia (en amarillo) a la perfección, lo que unido a su mayor pico de brillo hace que podamos ver cualquier detalle hasta los 1000 nits (que es como vienen masterizadas la mayoría de películas) sin necesidad de un mapeo tonal (compresión de la imagen):
Por otra parte, Samsung es algo más conservadora en su mapeo tonal, ya que intentará recuperar todo el detalle posible hasta los 10000 nits. El resultado puede hacer que algún que otro contenido masterizado a 4000 o 10000 nits (que apenas hay) pueda presentarse de una forma ligeramente más oscura que con otras soluciones de otras marcas.
La Samsung S95B es compatible con otros dos formatos HDR: HLG (usado en retransmisiones de TV) y HDR10+, el gran competidor de Dolby Vision. El funcionamiento con este tipo de HDR con metadatos dinámicos es realmente bueno y mucho más fácil de implementar que Dolby Vision (que tiende a dar problemas). ¿El único contra? que es un formato que está perdiendo contra Dolby la batalla y cuesta encontrar material en este tipo de HDR.
Como os decíamos, el gran problema de este televisor es que viene con una colorimetría en HDR realmente horrible. La problemática con este tema (y con el bug de Samsung) la encontramos en su raíz. Los UHD vienen masterizados en un contenedor BT.2020, un espacio de color más amplio que el tradicional Rec.709 (usado en los Blu-ray y contenido que no sea UHD). El problema es que dentro de este espacio de color existe otro más, llamado DCI-P3, que es el que suelen usar el 99% de películas y series UHD.
Pensad en la analogía de una matrisoka: una muñeca dentro de otra. Aquí sería igual, encontrando el espacio de color BT.2020 (el más grande) que a su vez contiene el DCI-P3 (el más pequeño), que es el que se suele usar normalmente:
Como veis en la foto superior, la colorimetría de la gran mayoría de películas se encuentra en el triángulo de línea continua. Y hay una serie de películas que usan el color más amplio que proporciona el espacio BT.2020 (el grande con la línea discontinua). Este tipo de películas (y demos, ya que casi todas las demos de los fabricantes vienen con BT2020 también para impresionar más) contiene un flag para que el televisor cambie al espacio correcto y así veamos siempre el color como debería…solo que en Samsung ese cambio automático no funciona.
¿Y cual es la solución? pues por parte de Samsung sería tan sencillo como quitar el espacio DCI-P3 (que además tiene otros problemas como un mayor banding y menor riqueza cromática) y renombrar el BT2020 a «Automático» y corregir los enormes desvíos que tiene actualmente, especialmente en el rojo y en el verde, algo que hace que sea casi imposible de ver una película seleccionando este espacio de color, ya que el color de las caras es realmente grotesco.
La única forma de solucionar al completo este problema (si, se puede solucionar completamente) es mediante una calibración profesional con sonda, como veis en la imagen superior. Por desgracia, esta sobresaturación de los rojos y verdes especialmente, no tiene solución sin medir con equipos profesionales.
Podéis verlo también en esta gráfica de antes de la calibración; cada recuadro representa donde debería el televisor mostrar un color y las esferas muestran lo que realmente nos muestra la TV (os tenéis que fijar en los rojos y verdes, donde muestran las flechas):
Una vez corregido, si que podemos decir que el resultado es 100% idéntico al que podemos conseguir con cualquier televisor de gama alta y se queda (en cuanto a colorimetría, tanto en SDR como en HDR) exactamente igual que por ejemplo el otro modelo que monta el mismo panel QD-OLED, la Sony A95K.
Procesador Quantum Neural 4K: buen procesamiento de imagen, pero podría ser mejor
Si el año pasado ya os comentamos que el procesamiento en Samsung había mejorado bastante, este año han añadido un poco más de nivel a su ya excelente procesador. Lo cierto es que continúa algo por debajo que la competencia de gama alta (especialmente Panasonic y Sony) pero cada vez se acorta más la diferencia.
El escalado es excepcionalmente bueno, este año especialmente en fuentes 1080p aunque no tanto por debajo de ésta. El procesador hace un gran trabajo, sacando detalle y nitidez pero sin parecer artificial. A su vez, la imagen es limpia y sin exceso de ruido y macrobloques pero sin quitar detalle fino de la imagen
El principal problema en el escalado, es que éste es muy bueno -como decíamos- en fuentes 1080p. Sin embargo, al bajar de esta resolución el televisor aplica una serie de filtros de «limpieza» a la imagen que no se pueden desactivar, quitando grano (y detalle fino) a la imagen, por lo que si somos asiduos a ver contenido 720p o inferior os recomendaríamos que os hagáis con un buen reproductor y que se encargue él del escalado.
También hemos notado una mejora en el tema del banding de color, seguramente gracias a las mejoras en este campo del nuevo panel QD-OLED, que además de mejorar el banding también mejora enormemente los macrobloques, suciedad, posterización, flashes y demás defectos propios de la tecnología OLED WRGB.
Aún así y nuevamente por sexto año consecutivo, Samsung no cuenta con un filtro Smooth Gradation (Gradación suave), una funcionalidad que si tienen tanto Sony como LG. Esta interesante tecnología analiza los píxeles adyacentes en colores uniformes, si detecta que no son exactamente iguales, aplica una máscara de gradiente progresivo, viendo así un color en un lado que va poco a poco y de forma suave y progresiva, convirtiéndose en la otra tonalidad.
Es espectacular ver como mejora la calidad del contenido comprimido y elimina el banding, algo que además le vendría de perlas a la S95B también para eliminar el exceso de banding en algunas escenas comprimidas en material de mala calidad.
En cuanto al interpolador, Motion Plus en este caso que es como lo llama Samsung, si el año pasado le dimos una nota muy alta, este año sin duda pasa al sobresaliente, ya que Samsung ha mejorado hasta tal nivel el interpolador de movimiento que podríamos deciros sin duda que se encuentra ya, por fin y tras 6 años, al nivel de movimiento de los fabricantes japoneses como Sony o Panasonic.
No hay rastro de los tirones que sí pudimos ver otros años ni tampoco exceso de efecto telenovela ni tampoco artefactos. Se puede utilizar en valores moderados sin perder la esencia ni la cadencia original de cine.
Por otra parte, Samsung es la única marca que permite introducir un interpolador menos intenso para juegos, algo que ayudará mucho a la suavidad en juegos de 30 fps y no incrementará demasiado el input lag. Y justo con eso vamos a terminar este extenso análisis.
El mejor televisor para jugar del 2022
Para acabar, aunque no somos muy de juegos, queríamos dedicarle un apartado al Gaming. Este año, en este campo nos encontramos con varias mejoras respecto al año pasado. Eso si, en cualquier caso os recomendamos desactivar el ASBL en el menú de servicio, ya que éste es tremendamente agresivo en este modelo.
El ASBL es una herramienta que, al detectar contenido estático o semi-estático (largas escenas donde los actores apenas se mueven o lo hacen muy poco), va bajando gradualmente la luz OLED hasta niveles mínimos sin que el usuario pueda hacer nada para evitarlo, el llamado ASBL. Pues bien, al desactivarlo desde el menú de servicio nos olvidaremos de que la imagen se vaya oscureciendo con el tiempo.
Por otra parte, este televisor es el paraíso del jugón: cuenta con 4 puertos HDMI 2.1 completos, podemos jugar a 4K 120 Hz (y si contamos con un PC potente, también a 4K 144 Hz) a 10 bits, croma 4:4:4 completo, HDR (y HDR10+ Gaming) con VRR, Freesync y G-Sync completos también activado. ¡Ah! y una barra de información para ver los FPS, género, etc. que podemos sacar cómodamente con un botón.
Por otra parte, también se ha mejorado el input lag aún más, ya que en el modo Juego la TV nos entrega unos impresionantes 10 ms (y rondando los 5.5 ms en modo 4K@120 Hz). Además de ello, como podéis ver en la foto anterior, también se ha añadido un «panel gaming» que nos informa en todo momento del tipo de VRR que tenemos activado, fps, si tenemos el HDR o no, el aspect ratio, etc. Además podemos activar el Motion Plus en el modo juego, llegamos a unos fantásticos 28 ms y con una suavidad emulada de 60 fps en todos los juegos, un total acierto por parte de Samsung.
¿Lo malo? que el modo Juego viene horriblemente saturado en colorimetría, balance de blancos incorrecto, no sigue la curva EOTF del HDR como debería, etc. De nuevo, se puede solucionar calibrándola con sonda, pero no es de recibo en un televisor de este precio y gama.
Conclusiones
Y si has llegado hasta aquí, ¡enhorabuena por la lectura tan densa y larga! hemos intentado tocar todos los parámetros importantes de esta espectacular Samsung S95B.
Nos encontramos ante uno de los mejores televisores del año, sin ninguna duda, junto con la otra QD-OLED, la Sony A95K. ¿Mejoras? bastantes, empezando por la más obvia: el nuevo panel QD-OLED que es absolutamente increíble. El color y el brillo, como decíamos antes, van de la mano, creando una imagen completamente sensacional en HDR, sin lavar para nada la imagen y con un brillo que llega a los 1050 nits, un avance más que importante.
¿Lo más negativo del panel? Tizen de serie -el sistema operativo- es un desastre en lentitud (mejora mucho tras hacer el tutorial de optimización), aunque por lo menos es muy completo, se puede instalar cualquier aplicación y es plenamente compatible con Google Assistant, Airplay 2, Alexa, Bixby, soporte eARC, Dolby Atmos, etc.
La ausencia de disipador y Dolby Vision -aunque ambas son dos puntos negativos menores- y lo peor: el absoluto desastre en color en HDR, que por suerte se puede corregir con una calibración con sonda, pero que no en absoluto aceptable en un televisor de un precio de salida de 3300 euros.
En el campo del procesador, tenemos el nuevo Quantum 4K Neural que lo hace fenomenalmente bien en movimiento y procesamiento de la imagen 1080p, bastante peor por debajo de dicha resolución. ¿Por qué, Samsung, no dejas desactivar los filtros si la señal es inferior a 1080p?
Más mejoras de esas que son muy importantes pero que casi nadie analiza: la uniformidad es un 10 de 10, los reflejos han disminuido muy notablemente respecto al año pasado, los ángulos de visión son esencialmente perfectos. Y el panel QD-OLED hace que toda la compresión, ruido, posterización y demás suciedad de la imagen comprimida no sea apenas visible. Ah, además de eliminar el defecto de los macrobloques que se iluminan.
En el aspecto de gaming este televisor es una bomba. Se le puede desactivar el ASBL por completo a través del menú de servicio, un muy buen input lag de 10 ms y 5.5 (a 60 y 120 Hz respectivamente), 4 puertos HDMI 2.1, compatibilidad completa para los 120 e incluso 144 Hz, 10 bits, croma completo 4:4:4, HDR10 y HDR10+, VRR, G-Sync y Freesync Premium. Toda la artillería pesada junta.
En definitiva, nos encontramos con una TV que se encontraría en la segunda posición de mejores TV del 2022, justo por debajo de la A95K. Un televisor que es un diamante en bruto y que no llega al nivel de su competidora (Sony) por pura cabezonería de Samsung: interfaz de Tizen lenta, espacio de color horrible en HDR, ausencia de Dolby Vision y disipador térmico, escalado por debajo de 1080p que no está a la altura del que hace por encima de esa resolución, etc.
Y…pese a todo ello, sigue siendo la segunda mejor Smart TV del 2022 y ya muy cerca de la primera si contratamos una calibración con sonda o la hacemos nosotros mismos. Una bomba en calidad/precio, especialmente teniendo en cuenta sus súper ofertas actuales donde se ha llegado a poder comprar a 1300 euros el modelo de 65 pulgadas.