Por fin tenemos la review de la nueva y espectacular Samsung S95D QD-OLED, un increíble televisor que supone el mejor modelo OLED creado jamás por la marca coreana. Con un panel QD-OLED de tercera generación, este modelo promete dar rienda suelta a los amantes del brillo pero a la vez manteniendo una saturación de color sin parangón, ¿lo habrá conseguido? (pista: echad un vistazo a nuestra comparativa contra la LG OLED G4).
Desde AVPasión, agradecer a Samsung España la cesión de este modelo para su análisis. Esta S95D se presenta en 3 diagonales disponibles: 55 y 65 pulgadas (la analizada hoy aquí) y una gran diagonal de 77 pulgadas a precios oficiales de 1949, 2249 y 3899 respectivamente, aunque como es común en Samsung, se puede encontrar a precios mucho más atractivos debido a la gran cantidad de ofertas que suele lanzar el fabricante.
Samsung S95D: Especificaciones técnicas
Las ventajas que tiene la tecnología OLED tradicional se siguen manteniendo también aquí (aunque son diferentes), con un contraste perfecto y una tridimensionalidad sin igual gracias a que cada píxel es un punto de luz capaz de encenderse y apagarse. Sin embargo, la tecnología QD-OLED ha solucionado todos los problemas de los paneles W-OLED tradicionales, pues el color se mantiene puro a cualquier nivel de brillo, no tiene banding de color, mejora en la uniformidad y tintes, no sufre overshoot y alguna que otra ventaja más.
Además, en este modelo Samsung sigue incorporando el disipador de grafito para ayudar a enfriar el panel, evitando así buena parte de los temidos marcados y quemados de pantalla. Quemados que, además, son menos propensos a darse en los modelos QD-OLED como este, a lo que hay que unirle el asombroso filtro antirreflejos que ha creado Samsung para este modelo en exclusiva. Por lo demás, estas son sus especificaciones técnicas:
Samsung S95D | Características |
---|---|
Panel | OLED (panel QD-OLED 3 gen. de 2024) |
Diagonal | 65 pulgadas |
Resolución | 4K UHD (3.840 x 2.160 puntos) |
Alto rango dinámico | HDR10, HLG y HDR10+ |
Procesador | NQ4 Gen2 |
Montaje | Fijo o en pared (VESA 400 x 300) |
Medidas | 144,53 x 82,9 x 1,1 mm (sin peana) 144,53 x 89,4x 26,8 mm (con peana) |
Peso | 18,9 kg/29 Kg (sin/con peana) |
Conectividad (Vídeo) | 4x HDMI 2.1 (40 Gbps, HDCP 2.3) 2x USB (3.0) 1x Ethernet 1x CI+ |
Conectividad (Audio) | 1 x Salida Óptica 1 x HDMI eARC (HDMI 3) |
Sonido | 4.2.2 / 60W con compatibilidad OTS+ |
Compatibilidad/Estándares | ARC/eARC Sintonizador DVB-T2 x 2 WiFi 5 (AC) Bluetooth 5.2 Apple AirPlay 2 & HomeKit |
Capacidad de reproducción | MPEG4 HEVC VP9 Perfil 2 |
Sistema Operativo | Tizen OS (2024) |
Control | Mando a distancia solar App |
El tipo de panel de este modelo no ha cambiado su estructura desde el año pasado (ni desde el 2022) y no es el típico en forma de «array«, si no que los subpíxeles se disponen en forma de diamante, algo que es bastante raro en los paneles de todo tipo de tecnología, como se puede ver en la foto adjunta:
Parece ser que fruto de dicha disposición de píxeles bastante peculiar, los paneles QD-OLED podrían padecer de un curioso defecto: en escenas con bordes de un color uniforme sobre otro fondo con color uniforme, la línea que separa ambas puede aparecer con un ligero color rojizo o verdoso. Es algo muy ocasional y que solo afecta, de momento, a las tipografías en el mundo informático. Estamos seguros de que no afecta al contenido normal ni pegando la nariz en la pantalla.
Diseño: gran calidad constructiva y mejoras en el One Connect
El diseño de esta Samsung S95D es de los mejores que hemos visto, aunque en esencia es idéntica al modelo S95C del año pasado. Su pie metálico es estéticamente precioso y no demasiado ancho -lo cual favorece su instalación en casi cualquier mueble o escritorio– y dejando un hueco lo suficientemente alto como para poder instalar una buena barra de sonido. Este pie está construido en aluminio macizo cepillado de altísima calidad y supone casi la mitad del peso del conjunto del televisor.
Por otra parte, el diseño del pie es realmente precioso y sus materiales de construcción en aluminio cepillado, a su altura. Además este año optan por tonos negros, dándole una tonalidad más profesional y seria, más de gama premium como el resto de la calidad constructiva de esta S95D y que agradece mucho, como buena gama premium que es.
La parte trasera del televisor sigue siendo igual que el año anterior, aunque con mejoras en la construcción ya que ahora el chasis es más resistente. El hecho de concentrar todas son conexiones en el One Connect -del que os hablaremos más adelante,- hace que toda la instalación quede más limpia y especialmente consiga alejar el calor de la electrónica del panel. Quizá sea uno de los motivos de su mayor resistencia a quemados.
Por otra parte, este año la S95D es capaz de decodificar Dolby Atmos (con pérdida), es decir, el perfil basado en DD+ que usan todos los servicios bajo demanda así. También decodifica Dolby Digital y Dolby TrueHD (pero no de DTS, DTS HD MA ni DTS:X) pero siempre y cuando se use un reproductor externo conectado al puerto HDMI eARC del televisor y éste, a su vez, a una barra de sonido o amplificador compatibles, pero no a través de apps internas por lo que no oiremos nada si reproducimos archivos con otros codecs como el DTS.
4 puertos HDMI 2.1 y un One Connect mejorado: adiós a los pantallazos negros
En temas de conectividad, Samsung continúa ofreciendo cuatro puertos HDMI 2.1 contando con un ancho de banda efectivo de 40 Gbps. Con ellos, la S95D ofrece soporte a las últimas tecnologías para los más jugones: ALLM (cambio a Modo Juego de forma automática), 4K@144 Hz, croma 444 completo y a 10 bits, con soporte para Freesync Premium, VRR HDMI y también soporte completo para eARC (con el que podremos enviar audios HD desde reproductores externos), además de compatibilidad con G-Sync.
El incorporar una toma de sonido eARC está muy bien pero será especialmente útil para aquellos que tengan una barra de sonido -compatible- con una sola toma HDMI. Este modelo también cuenta con 8 altavoces independientes formando un sistema de 60W que no suena mal, pero tampoco bien. Digamos que cumple, pero pide a gritos una barra de sonido dedicada.
Como os decíamos al inicio de la review, la S95D externaliza todos los conectores -incluyendo el de energía- en una caja externa: el famoso One Connect. Toda la electrónica del televisor va integrado en una «caja» aparte, desde los puertos HDMI, , antenas hasta la propia alimentación.
Para las conexiones del televisor, solo necesitamos conectar un diminuto cable -además transparente, o casi- desde éste hasta el televisor y listo. Ya podemos conectar todo lo que queramos al One Connect. Es el sistema perfecto para los usuarios que cuelguen el televisor en la pared, muy superior a cualquier otra solución presentada hasta el momento. Además, también podéis anclarlo en el propio televisor, como es nuestro caso por ejemplo
Tizen OS 9.0: el sistema operativo sigue mejorando a la par que el mando a distancia
Con la S95C Samsung dio un buen paso adelante en cuanto al sistema operativo: más rápido, estable y algo más personalizable. Y a años luz del sistema presentado en 2022. Este año se han realizado retoques mínimos en la interfaz, dividiéndola horizontalmente en 3 secciones con mucho sentido: «Para usted«, «En directo» y «Aplicaciones«. Ahora es imposible perderse. También hemos notado que Samsung TV Plus funciona mucho más rápido y ya no lastra el rendimiento del televisor. Aún así, lo podéis quitar para ganar más velocidad.
En cuanto a puntos débiles, continúa ofreciendo poca personalización y flexibilidad, ofreciendo anuncios, publicidad y recomendaciones de servicios que ni si quiera tenemos contratados o instalados. De todas formas el sistema responde mucho mejor, siendo más rápido y casi instantáneo entre cambio de apps y de capas de la interfaz del mismo. Continuamos con el apartado de fuentes conectadas en el lateral de la interfaz, aunque sería mejor añadirlo al mando a distancia. También tenemos otras categorías como Gaming o Daily.
En cuanto a hardware interno, a diferencia de los dispositivos con Android, no podemos saber exactamente que tipo de SOC (System On Chip, es decir, el procesador y gráfica del televisor) monta. Lo que si sabemos es que en términos de calidad de imagen –el chip encargado del procesamiento de imagen- el Procesador NQ4 Gen 2 con IA– es un un potente procesador que puede ir aprendiendo a través de Inteligencia Artificial. Luego os hablaremos de él y os diremos qué nos ha parecido.
Llegando al apartado de apps, como os decíamos, Tizen es una plataforma donde no nos va a faltar de nada. En éste vamos a encontrar absolutamente todas: desde Disney+, la nueva app de HBO Max, Vodafone TV, Spotify, M+, Orange TV, Netflix, Amazon Prime y un larguísimo etcétera.
Además todas ellas cuentan con soporte HDR/HDR10+ (si el servicio lo soporta, caso de Amazon Prime) y Dolby Atmos (vía ARC a un amplificador o barra, hablaremos de ello más adelante) y continúa ofreciendo soporte HDR a apps como Youtube.
Con respecto al mando a distancia, seguimos con el casi mismo modelo que el año anterior. Se ha mejorado mínimamente la ergonomía del mismo añadiendo una especie de arrugas en los laterales para que no se resbale de la mano. Por lo demás, es idéntico, incluyendo ese minimalismo extremo y la carga mediante la luz del sol. Está fabricado en plástico enteramente y cuenta con cuatro botones de acceso directo a apps bajo demanda: Netflix, Amazon Prime, Disney+ y Samsung TV Plus.
Antes os hablábamos de Alexa y Google Assistant. El problema es que al no ser un dispositivo con Android TV (de Google) las funciones de control del televisor están muy limitadas y no podremos encenderlas con nuestra voz. Y Bixby, por otra parte, solo funciona para controles sencillos como cambiar de entrada o de canal. Este año se le añade compatibilidad con Alexa también.
Uniformidad perfecta, ausencia de tintes y filtro antirreflejos totalmente innovador: ¡qué PASADA!
Otro aspecto absolutamente increíbles de este panel es la gran mejora que tiene respecto a otras OLED con los reflejos: el panel no refleja nada de luz, ni ambiental ni artificial, siendo el mejor filtro antirreflejos del mercado con mucha diferencia. La mejor definición que podríamos hacer es la de agujero negro, ya que literalmente le está dando un ventanal con luz directa delante del televisor como veis en la foto y el panel no refleja absolutamente nada de luz, salvo esa mancha difuminada.
Básicamente su funcionamiento –mejor explicado en este link– se basa en difuminar los reflejos por todo el panel. A consecuencia de esto, podemos observar como el nivel de negro nativo del panel ya no es perfecto y se ve más grisáceo -solo en condiciones donde incida la luz directamente sobre el panel-, por lo que es preferible a ver un espejo como suele ocurrir.
En cuanto a uniformidad y tintes, como podéis ver más arriba, esta unidad ha llegado absolutamente perfecta. La uniformidad del panel es de 10 tanto en estímulos de luz del 5, 10, 15 y 20%, así como una ausencia total de tintes en pantalla blanca, algo que normalmente afecta más a los televisores W-OLED.
Calidad de imagen SDR: pocas o nulas mejoras sobre el año pasado
Entramos ya en el punto dulce del análisis: su calidad de imagen. Empezamos como siempre hablando de la calidad en material SDR (o rango normal, es decir, todo aquel que no sea HDR10 o HDR10+) y aquí ya el año anterior era prácticamente perfecta, así que continúa en ese camino sin novedades al frente. El hecho de ser un modelo Top Emission (al ser QD-OLED), le libran de los famosos macrobloques que se iluminan (overshoot) e incluso el banding de color es menos notorio en este panel que en cualquier otro panel WRGB OLED tradicional.
Por otro lado, tanto en SDR como en HDR, Samsung ha relajado aún más el ABL (Limitador de Brillo Automático) ya que el panel roza los 330 nits a pantalla completa. Ello se traduce en una imagen más impactante, que puede mostrar áreas de blanco más grandes y con más brillo, mejorando así a otros modelos OLED del mercado. Se nota especialmente en deportes con mucho blanco, documentales con nieve, etc.
En cuanto a precisión de la calibración de fábrica…viene «bien» a secas, ya que nos encontramos con un desvío del balance de blancos de AE de 3.8 puntos, faltándole rojo y sobrándole azul y verde, algo que ya notamos anteriormente. Eso si, el detalle en sombra es casi perfecto. Todo ello se puede solucionar por completo si contratáis una calibración profesional con sonda, que como veis deja el televisor de auténtica referencia:
Calidad de imagen HDR: 1600 nits en el televisor OLED más brillante de la historia
Pasamos ya al mundo HDR, donde nuestra S95D es capaz de llegar a los 1570 nits (calibrada) al 10% de ventana y más de 325 nits a pantalla completa, lo cual es un aumento bastante grande respecto a las QD-OLED del 2023, con una subida del 15% y casi un 40% más en el caso de pantalla completa. Con estas mediciones, tendremos un muy buen efecto HDR, con ABL (Limitador de Brillo Automático, que más actúa cuanto más blanco en pantalla hay) más relajado que en las OLED tradicionales.
El HDR y el panel OLED es una combinación diabólica, pero si le añadimos una capa de Quantum Dots se convierte en orgásmica. La tecnología OLED es conocida por todos por su capacidad de encender o apagar los píxeles a nivel indiviual para que, cuando haya una escena oscura o con mucho negro, sea capaz de apagarse por completo, entregando un negro puro.
El negro es el parámetro más importante de la imagen, ya que se usa para medir el contraste: el punto más brillante entre el más oscuro, por tanto…si el negro es 0, cualquier valor que dividamos entre éste nos dará infinito: contraste infinito. Y si, el HDR más que de nits y brillo, tiene más relación con el contraste.
En dicho extremo brillante, donde ya hemos comentado que las OLED tradicionales pueden flaquear, éstas tienen otra particularidad: dado que su estructura de píxeles está hecha completamente de puntos blancos con un filtro RGB para generar el color, solo pueden emitir una luz con color rica hasta ciertos nits, siendo a partir de ahí hasta su tope solo blanco puro, lavando los colores en las altas luces respecto a otras soluciones. Eso en el caso de una OLED convencional…pero no estamos ante una OLED convencional.
Lo primero que sorprende en esta S95D QD-OLED es que su pico de brillo es brutal, superior, llegando como decimos a la barrera de los 1500 nits. Esto hace que la ausencia de Dolby Vision así como la actuación del mapeo de tonos cada vez tengan menos relevancia. Y la verdad es que una de la mejores Smart TV donde uno puede ver contenido HDR, toda una gozada.
En cuanto a su precisión de la calibración de fábrica, vuelve a ser simplemente buena, con un desvío algo superior al 3 tanto en balance como en saturación de colores, algo que nuevamente se corrige completamente con una calibración profesional, quedándose perfecta.
Además de la saturación de los colores en elementos más brillantes, es el propio espectro de color del panel el que permitirá mostrar una colorimetría con los colores primarios (rojo, azul y verde, como hemos visto antes) más profundos, logrando así una cobertura del espectro cromático mucho más grande (del triángulo BT2020 que usamos siempre para los UHD). Y el impacto HDR no podría ser mejor. Es alucinante ver contenido HDR en este panel, configurado y calibrado y con material de calidad.
En cuanto al seguimiento de la curva en HDR, Samsung la sigue escrupulosamente y por fin este año podemos decir que no hay alteraciones en la imagen ni en la forma en el que el televisor gestiona el contenido HDR, dado que por fin podemos desactivar el mapeo de tonos dinámico (que no el estático) desde el menú del propio televisor, resultando así en una imagen precisa, cinéfila y totalmente correcta. Tras la calibración, el resultado es espectacular:
Como decíamos, la Samsung S95D sigue la curva EOTF de referencia (en amarillo) a la perfección, lo que unido a su mayor pico de brillo hace que podamos ver cualquier detalle hasta los 1600 nits (que es como vienen masterizadas la mayoría de películas) sin necesidad de un mapeo tonal (compresión de la imagen). Eso si, por desgracia en Modo Juego la curva se desvía mucho, aunque tras la calibración podemos llevarla de nuevo a su sitio.
La Samsung S95D es compatible con otros dos formatos HDR: HLG (usado en retransmisiones de TV) y HDR10+, el gran competidor de Dolby Vision. El funcionamiento con este tipo de HDR con metadatos dinámicos es realmente bueno y mucho más fácil de implementar que Dolby Vision (que tiende a dar problemas). Y la buena noticia es que funciona igual de bien que su versión HDR10 normal.
Por otro lado, Samsung por fin ha solucionado o mejor dicho, parcheado, el problema que tenían el año pasado entre los espacios de color. Los UHD vienen masterizados en un contenedor BT.2020, un espacio de color más amplio que el tradicional Rec.709 (usado en los Blu-ray y contenido que no sea UHD). El problema es que dentro de este espacio de color existe otro más, llamado DCI-P3, que es el que suelen usar el 99% de películas y series UHD.
Como veis en la foto superior, la colorimetría de la gran mayoría de películas se encuentra en el triángulo de línea continua. Y hay una serie de películas que usan el color más amplio que proporciona el espacio BT.2020 (el grande con la línea discontinua). Este tipo de películas (y demos, ya que casi todas las demos de los fabricantes vienen con BT2020 también para impresionar más) contiene un flag para que el televisor cambie al espacio correcto.
Pues bien, si nos vamos a la configuración del espacio de color y ponemos la opción Personal y luego seleccionamos BT2020 y volvemos a ponerla en Auto, el televisor hace su trabajo sin problemas. Mini punto para Samsung.
Procesador NQ4 Gen2 con IA: pequeña mejora respecto al año pasado
Este año volvemos a encontrar mejoras importantes en cuanto a procesamiento de imagen, o al menos eso hemos notado nosotros, especialmente en el escalado, mejorando un poco respecto al año anterior. Esta versión del procesador de Samsung, saca algo más de detalle y nitidez pero sin parecer artificial. Aunque en 1080p, por ejemplo, sigue estando poco por debajo de la competencia, como la LG G4 o los mejores televisores de Sony.
El televisor, también, tiene una total ausencia de overshoot, dado que no tiene subpíxel blanco. De la misma forma, tiene un banding de color mucho menos acusado que los televisores WOLED, dado a que, de nuevo, no tiene un subpíxel blanco que altere la imagen creando exceso de macrobloques, suciedad, posterización, flashes y demás defectos propios de la tecnología OLED WRGB tradicional.
Aún así y nuevamente por séptimo año consecutivo, Samsung no cuenta con un filtro Smooth Gradation (Gradación suave), una funcionalidad que si tienen tanto Sony como LG. Esta interesante tecnología analiza los píxeles adyacentes en colores uniformes, si detecta que no son exactamente iguales, aplica una máscara de gradiente progresivo, viendo así un color en un lado que va poco a poco y de forma suave y progresiva, convirtiéndose en la otra tonalidad.
Es espectacular ver como mejora la calidad del contenido comprimido y elimina el banding, algo que además le vendría de perlas a la S95D también para eliminar el exceso de banding en algunas escenas comprimidas en material de mala calidad.
En cuanto al interpolador, Motion Plus en este caso que es como lo llama Samsung, si el año pasado le dimos un sobresaliente, este año sin duda vuelve a hacer diana, ya que Samsung ha mejorado hasta tal nivel el interpolador de movimiento que podríamos deciros sin duda que se encuentra ya, por fin y tras 7 años, al nivel de movimiento de los fabricantes japoneses como Sony o Panasonic.
No hay rastro de los tirones que sí pudimos ver otros años ni tampoco exceso de efecto telenovela ni tampoco artefactos. Se puede utilizar en valores moderados sin perder la esencia ni la cadencia original de cine. Por otra parte, Samsung es la única marca que permite introducir un interpolador menos intenso para juegos, algo que ayudará mucho a la suavidad en juegos de 30 fps y no incrementará demasiado el input lag. Y justo con eso vamos a terminar este extenso análisis.
Uno de los mejores televisores para jugar del 2024
Para acabar, aunque no somos muy de juegos, queríamos dedicarle un apartado al Gaming. Este año, podríamos decir que no hay novedades en este aspecto. Eso si, en cualquier caso os recomendamos desactivar el ASBL en el menú de servicio (se hace igual que el año pasado), ya que éste es tremendamente agresivo en este modelo.
El ASBL es una herramienta que, al detectar contenido estático o semi-estático (largas escenas donde los actores apenas se mueven o lo hacen muy poco), va bajando gradualmente la luz OLED hasta niveles mínimos sin que el usuario pueda hacer nada para evitarlo, el llamado ASBL. Pues bien, al desactivarlo desde el menú de servicio nos olvidaremos de que la imagen se vaya oscureciendo con el tiempo.
Por otra parte, este televisor es el paraíso del jugón: cuenta con 4 puertos HDMI 2.1 de 40 Gbps, podemos jugar a 4K 120 Hz (y si contamos con un PC potente, también a 4K 144 Hz) a 10 bits, croma 4:4:4 completo, HDR (y HDR10+ Gaming) con VRR, Freesync y G-Sync completos también activado. ¡Ah! y una barra de información para ver los FPS, género, etc. que podemos sacar cómodamente con un botón.
Por otra parte, también se ha mejorado el input lag aún más, ya que en el modo Juego la TV nos entrega unos impresionantes 10 ms (y rondando los 5.5 ms en modo 4K@120 Hz y 4.7 a 144 Hz). Además de ello, como podéis ver en la foto anterior, continúa con el mismo «panel gaming» que nos informa en todo momento del tipo de VRR que tenemos activado, fps, si tenemos el HDR o no, el aspect ratio, etc.
Además podemos activar el Motion Plus en el modo juego, llegamos a unos fantásticos 28 ms y con una suavidad emulada de 60 fps en todos los juegos, un total acierto por parte de Samsung.
Bueno, si que hay una pequeña mejora y es que el Modo Juego ya no viene tan mal en cuanto en colorimetría, balance de blancos, o curva EOTF del HDR. Este año, por suerte, si se puede solucionar calibrándola con sonda, pero no es de recibo en un televisor de este precio y gama. Y otra mejora importante es que se ha solucionado el problema de pantallazos negros constantes cuando juegan a 4K y 144 Hz, principalmente desde PC, del que se quejaban algunos usuarios el año pasado.
Conclusiones
Bien, llegamos a las conclusiones. Si piensas en todo lo bueno que ofreció la S95C el año pasado pero con todos sus puntos débiles corregidos y un poco más de brillo, estarías muy cerca de la definición de lo que es la S95D. Se trata de un televisor magnífico en prácticamente todos los campos y con casi ningún punto débil.
Los puntos positivos son muchos: el flipante filtro antirreflejos que se come la luz, casi 1600 nits de brillo máximo, un conmutador de espacios de color UHD que funciona bien, una implementación del HDR10 y HDR10+ que funcionan de lujo con una de las imágenes más impactantes que hemos visto nunca en HDR, así como todo lo bueno de la S95C del año pasado: uniformidad perfecta, ángulos de visión, ausencia de tintes, ausencia de overshoot, mejor escalado y electrónica, 4 puertos HDMI 2.1 con capacidad de VRR y 144 Hz, etc.
Los puntos negativos se centran en una insostenible -ya- ausencia de Dolby Vision, un sistema operativo y un mando a distancia que podrían ser mejores y estar a la altura del televisor, quizá un poco mejor de electrónica para codearse de tu a tu con los chips Alfa 11 y XR de la competencia…y muy pocas cosas más.
En definitiva, nos encontramos con una TV que se encontraría en el pódium de la lista de mejores OLED sin duda. Todo una joya audiovisual que cubre perfectamente todos los frentes con maestría: cine y juegos con una calidad de imagen brutal y una relación calidad-precio absolutamente fenomenal.