Con un mes de uso ya podemos sacar nuestras propias conclusiones en esta extensa review de la Sony Bravia 7, un modelo que se encuentra en el punto dulce de la tabla de televisores de gama alta, tanto por su muy buena calidad de imagen, prestaciones, sistema operativo y un largo etcétera que vamos a tratar de desmigajar en este análisis. Para abrir apetito, os sugerimos acompañarlo primero de un entrante: el unboxing y primeras impresiones de la misma.
Con un nuevo sistema de control por zonas, este televisor cuenta con casi lo último de lo último en tecnología LED: diodos miniLED, capa QLED, tecnología Full Array, un panel VA con un contraste realmente alto y un nuevo sistema de control de la luz de cada Mini LED…de forma individual. Todo ello presentado en 3 diagonales oficiales: 65 (la analizada hoy), 75 y 85 pulgadas con unos precios oficiales de 1999, 2599 y 2999 euros, unos precios significativamente más baratos que el año pasado.
Sony Bravia 7: Especificaciones técnicas
Sony Bravia 7 | Características |
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Panel | Mini LED + QLED (panel de 2024) |
Diagonal | 65 pulgadas |
Resolución | 4K UHD (3.840 x 2.160 puntos) |
Alto rango dinámico | HDR10, HLG y Dolby Vision |
Montaje | Fijo o en pared (VESA 400 x 200) |
Medidas | 144.5 x 83.2 x 5.7 cm (sin el pie) 144.5 x 85.6 x 34.5 cm (con el pie, estándar) |
Peso | 27.1/28.3 Kg (sin/con pie) |
Conectividad (Vídeo) | 2 x HDMI 2.0 y 2 x 2.1 (Completos, HDCP 2.3) 2 x USB 1x Ethernet 1x CI+ |
Conectividad (Audio) | 1 x Salida Óptica 1 x HDMI eARC |
Sonido | Completos x 2, Tweeter x 2 (Acoustic Multi-Audio / 40W) |
Compatibilidad/Estándares | ARC/eARC Sintonizador DVB-T2 + DVB-S2 WiFi 6 Bluetooth 5.3 Chromecast Integrado Apple AirPlay 2 & HomeKit |
Capacidad de reproducción | MPEG4 HEVC VP9 Perfil 2 |
Sistema Operativo | Google TV |
Control | Mando a distancia (con retroiluminación) + Mando normal App |
Diseño: calidad de construcción sin igual y una estética de primer nivel
La Bravia 7 sigue un diseño casi idéntico al de la gama alta del año pasado, la X95L: dos patas metálicas que se «encajan» en los soportes inferiores del chasis de la TV, de forma que quedan colocadas hacia fuera con respecto al televisor. Este año tenemos tres posiciones: posición estándar y posición estrecha -ocupando menos espacio en el mueble al estar más centradas- y una tercera posición llamada «barra de sonido» que eleva la altura del televisor para albergar una barra debajo.
La calidad constructiva es realmente buena, aunque no tanto como vimos en la Bravia 9, con una terminación realmente bien hecha, destilando calidad aunque como indicamos, se pueden ver algunos recortes aquí y allá respecto a su hermana mayor. Por otra parte, Sony continúa apostando por las tapas para ir cerrando los accesos a las conexiones, cable de alimentación, etc. y dejar el diseño aún más limpio. La impresión general que da es que está muy bien construida y con un diseño totalmente premium.
Como suele ser costumbre en los televisores Full Array, el grosor del panel aumenta debido a que debe albergar todos los LEDs que se encenderán y apagarán en función de las necesidades de la imagen, aunque no llega a los niveles de otros modelos ya que esta Bravia 7 no cuenta con tantas zonas de atenuación como nos gustaría. Al igual que de frente y por detrás, la calidad constructiva es impecable incluso en los marcos y biseles de la misma.
Acoustic Surface, misma conectividad y mando a distancia con más botones a apps
Sony sigue con su particular sistema de sonido integrado y es lo que se conoce como Acoustic Multi-Audio, un particular diseño en el que la propia pantalla vibra para convertirse en un altavoz gigante. A diferencia del modelo Bravia 9, este modelo «solo» cuenta con 40 vatios en una configuración 2.0 (técnicamente 2.1), ya que está compuesto por dos altavoces de rango completo y dos tweeters.
Realmente la calidad de sonido, para ser un sonido integrado, es muy buena, especialmente con la localización de los elementos (izquierda, derecho o centro) incluso a veces ligeramente desde atrás, al rebotar el sonido en las paredes. Este año Sony continúa ofreciendo un sistema de ecualización automático usando el micrófono del propio mando a distancia para mejorar la acústica de la sala.
En el campo del sonido, por cierto, Sony continúa ofreciendo soporte completo para eARC (con el que podremos enviar audios HD desde reproductores externos usando el televisor como «puente» haciendo passtrough a una barra o amplificador que soporte audios HD). De momento, el fabricante nipón es el único del mercado que sigue apostando por dar soporte al codec DTS, incluido en el catálogo de su plataforma Bravia Core.
En cuanto a la conectividad, este año continuamos con dos puertos HDMI 2.0 y otros dos son HDMI 2.1 completos con soporte para HDCP 2.3 (soporte 4K@120 y VRR ya de serie). Por supuesto, los puertos HDMI son plenamente compatibles con estándares como ALLM (cambio a Modo Juego de forma automática, lo que Sony llama «Modo de Imagen Automático«).
Siguiendo con las conexiones, todos los conectores están orientados hacia abajo o hacia el lateral (menos el de alimentación, cuya cabeza es muy pequeña y tiene una hendidura en la carcasa del TV para que no sobresalga, además de no ser fijo), algo que es muy de agradecer por los usuarios que cuelguen el televisor en la pared.
Por otra parte, Sony continúa evolucionando su mando a distancia. Si ya el año pasado hubo una renovación bastante grande (donde se eliminaron muchos botones innecesarios como el pad numérico, botón de grabación, etc., pasando de 49 a 25 botones con una reducción de un 36% de tamaño), este año se mantiene igual con los botones cruchyroll y Bravia Core, como el año anterior y un curioso moteado azul para el mando:
Por otra parte el micrófono sigue estando integrado en el propio mando. Además de hacer la función de asistente de voz para Google Assistant, también actuará como micrófono para ecualizar el sonido integrado y la verdad es que el resultado mejora bastante el sonido que viene por defecto configurado en la Bravia 7, adaptando las frecuencias de la acústica a las particularidades de nuestra sala.
Y para acabar con el mando a distancia, también incorpora una nueva funcionalidad la mar de curiosa: si somos de los que perdemos el mando a distancia en el sofá o lo dejamos en alguna habitación, podemos pedirle a Google Assistant (usando el micrófono incorporado en el propio televisor) que lo busque: el mando comenzará a emitir una sonido para localizarlo, ya que lleva un pequeño altavoz incorporado.
Google TV: el sistema ideal para un televisor inteligente
Google sigue mejorando año tras año su sistema operativo principal, Google TV, un sistema totalmente enfocado al consumo de contenido bajo demanda, por ello nos irá apareciendo automáticamente contenido que estemos siguiendo desde nuestras apps (Netflix, Amazon, etc.) directamente en el Home, sin necesidad de entrar directamente en las apps.
En cuanto a hardware interno, como podéis ver más abajo en la foto adjunta, el fabricante continúa apostando por un SOC (System On Chip, es decir, el procesador y gráfica del televisor) principal Mediatek MT5895 (MT9950) de cuatro núcleos ARM Cortex A73 a 1500 Mhz y 3GB de memoria RAM y de 8GB de memoria interna -aunque el sistema utiliza casi 4GB, reduciendo así el espacio libre disponible-.
También fue el año pasado cuando Sony decidió cambiar los menús de sus opciones de imagen, integrándolos mucho mejor con la propia interfaz de Android (Google TV) y ordenando las opciones en función de su categoría (Imagen, Movimiento, etc.), además de poder sacarlos con un solo botón del mando a distancia, sin tener que entrar en los ajustes generales de Google TV:
En cuanto a su capacidad de instalación de apps, la suerte de pertenecer al ecosistema de Google es precisamente sus posibilidades casi infinitas. Al ser un dispositivo Google TV no tendremos ningún problema con la instalación de ninguna app, es más las que lo soportan, activarán el soporte HDR/Dolby Vision (si el servicio lo soporta, caso de Disney+) y Dolby Atmos (vía ARC a un amplificador o barra, hablaremos de ello más adelante) y continúa ofreciendo soporte HDR a apps como Youtube.
Además, el acceso a reproducción de archivos por USB o por red (NAS/DAS) sigue mejorando y cada vez es más estable -aunque limitados a los 100 Mbits de la tarjeta de red integrada (aunque por suerte, solucionable con este adaptador de USB a red gigabit), algo que se repite en la mayoría de los fabricantes.
Nuevo sistema de control lumínico de los Mini LED y mismo número de zonas que en 2024, ¿suficiente?
¿Qué novedades encontramos este año? bueno, antes de empezar comentar que este modelo monta un sistema de retroiluminación denominado FALD (Full Array Local Dimming), un sistema encargado de encender o apagar grupos de cientos de miles de píxeles para que, cuando haya una escena oscura o con mucho negro, sea capaz de apagarse por completo, entregando un negro puro como hacen las OLED.
Claro está que esto tiene sus limitaciones, ya que depende del número de zonas implementadas. Este año Sony ha decidido no incrementar el número de zonas en este modelo, quedándose así en las mismas 480 zonas del modelo X95L del año pasado. Aún así, este modelo se ve notablemente mejor, con mucho menor blooming, gracias a mejoras en el sistema de control de la luz y a la regulación individual de cada Mini LED.
Si, Sony siempre ha sido una de las firmes defensoras de la frase «no todo es el número de zonas, tanto importa el número de éstas como el software que las gestione» y viendo los resultados, están en lo cierto. El nivel de blooming de este televisor es realmente bajo -se puede intuir en alguna escena o ver en escenas complejas, como un halo muy tenue en algunas y concretas escenas-, algo que probablemente para el ojo inexperto pase desapercibido.
Lógicamente, ningún televisor FALD puede llegar a ofrecer un nivel de negro a nivel de píxel, por lo que era una tontería intentar mostrar hasta el último estímulo de detalle en sombra. Este año, en cambio, ha optado por un compromiso que nos parece ideal, siempre priorizando el nivel de negro sobre el detalle (el cual no hemos notado en ningún caso que esté aplastado), al igual que ocurre en la Bravia 9. Impresionante:
Calidad de imagen SDR y HDR soberbia: Sony hace milagros con 480 zonas de atenuación
Nos metemos en lo más importante de un televisor, su calidad de imagen. Para empezar vamos a hablar del control del blooming, al igual que hicimos con la Bravia 9, porque la verdad es que con solo 480 zonas, el nivel de negro, detalle en sombra y contraste que se consigue son absolutamente sorprendentes.
Si empezamos por lo más básico, el balance de blancos, veremos que Sony sigue usando el punto de blanco llamado Judd-Voss: más azul de lo que debería, por lo que en todo tipo de contenido lo vamos a llegar a notar. Es algo que se puede apreciar en la siguiente gráfica y, por suerte, podemos solucionar completamente si contratáis una calibración profesional con sonda:
La imagen en SDR es extraordinariamente buena, algo que no supone ningún problema para un televisor como éste, ya que hace años que todos los modelos de gama alta son capaces de ofrecer el brillo que pide este tipo de material (120 nits). A ello se le suma un escalado y procesado de primer nivel que veremos más adelante, por lo que la experiencia en SDR es perfecta -salvo por el exceso de azul en el balance de blancos, más acusado que en el caso de su hermana mayor.
Pasamos ya al mundo HDR; el tipo de material ideal para ver todo el potencia de la Bravia 7. Y es que muchos os estaréis preguntando que tal a nivel de brillo y desde luego no decepciona, ya que nuestras mediciones confirman lo que más o menos intuíamos: el nivel de brillo ronda los 1820 nits al 10% de ventana y sobrepasa los 800 a pantalla completa, por lo que es un panel extraordinariamente brillante y sin apenas ABL.
El seguimiento de la curva PQ EOTF (una curva absoluta que mide el seguimiento que hace el televisor del HDR) es de absoluta referencia, siguiéndola a la perfección. Aunque también es cierto es que el XR de Sony va variando la curva PQ EOTF de forma dinámica en función de un algoritmo propietario (lo que se conoce como tone-mapping), no guiándose por lo que dice una medición estática. Y creemos que es el mejor mapeo tonal del mercado.
El hecho de que este modelo, además, casi no tenga ABL, hace que ver contenido HDR muy luminoso (con escenas con mucho blanco en pantalla) sea una delicia, ya que contenido donde se usa mucho blanco en pantalla (Origen sin ir más lejos, deportes, documentales, etc.) en HDR es espectacular ver como apenas baja el brillo respecto a elementos más pequeños.
Al igual que la Bravia 9, encontramos dos errores en el software del televisor. En el primero el sensor de brillo se activa automáticamente al entrar en las apps internas como Netlix o Amazon Prime, teniendo que entrar manualmente a desactivarlo. Algunos usuarios han informado también de problemas de fluctuaciones de brillo, aunque en nuestra unidad no hemos podido detectar el problema. El otro problema si es más grave: el contenido en Dolby Vision no se ve correctamente.
Como bien sabéis, la Sony Bravia 7 es compatible con otros dos formatos HDR: HLG (usado en retransmisiones de TV) y Dolby Vision, donde la este modelo cuenta (al igual que los modelos del año pasado) con la implementación completa basada en el chip -hardware- de la propia TV, conocido como perfil TV-LED. Pero algo no funciona como debería.
Algo no anda bien con el contenido Dolby Vision. Si lo ponemos en el modo correcto, Dolby Vision Oscuro, se ve demasiado oscuro respecto a la referencia. En modo Dolby Vision Brillo se ve demasiado brillante. Y ambos modos, de igual forma, presentan un extraño error de colores tremendamente apagados. Es como si este formato entrara en conflicto con el sistema de atenuación de Sony.
El punto positivo a este apartado lo pone la llegada del soporte Dolby Vision a 120 Hz y, como veremos luego, el nuevo modo Dolby Vision Juego, por lo que por fin podemos decir que una Sony de gama alta cubre el 100% de modos Dolby Vision. Sobre los fallos, Sony ha reconocido algunos de estos bugs, por lo que esperamos que se solucionen tarde o temprano mediante una actualización de firmware.
Ángulos de visión y filtro antirreflejos decepcionantes
Llegamos a un punto negativo claro de este modelo: sus malos ángulos de visión al no utilizar la tecnología Wide Angle que mejora notablemente los ángulos de visión de un panel VA puro y duro como si vimos en la Bravia 9. En este modelo, los ángulos de visión se limitan a unos más o menos 40 o 45 grados, por lo que al salirnos del eje perderemos todo el contraste, color y brillo apareciendo además blooming por doquier.
Para acabar, el panel también presenta un filtro antirreflejos regulero, ya que si incide una luz de forma indirecta en el panel, la vamos a identificar claramente, no digamos ya si incide de forma directa. No es el peor antirreflejos del mercado, pero si totalmente decepcionante para un producto de esta gama.
El mejor procesador del mundo sigue siendo el XR de Sony: se reafirma (también) en la Bravia 7
Y por sexto año consecutivo, encontramos que el procesador de imagen de Sony (escalado, colorimetría, movimiento) es el mejor del mercado, con especial énfasis en que cuanto peor es la calidad de imagen del material, más diferencia a favor del XR encontramos. Aunque seguimos viendo diferencias con los televisores de gama más alta de la marca, donde su procesamiento es aún mejor.
El escalado del televisor es excepcionalmente bueno, con una nitidez especialmente increíble y un marcado efecto de profundidad 3D. No solo es nítido, es que este año hemos encontrado una pequeña ventaja: no es tan ruidoso como el del año anterior, es decir, la imagen es aún más limpia. A veces sorprende ver una imagen tan limpia y nítida en fuentes de tan mala calidad, como por ejemplo la TDT:
Otra gran ventaja en los modelos de Sony es el Smooth Gradation (Gradación suave), una funcionalidad que aplica un filtro de De-contorno. Esta interesante tecnología analiza los píxeles adyacentes en colores uniformes, si detecta que no son exactamente iguales, aplica una máscara de gradiente progresivo, viendo así un color en un lado que va poco a poco y de forma suave y progresiva, convirtiéndose en la otra tonalidad.
Tampoco podemos olvidarnos del MotionFlow, el sistema de movimiento de Sony. Aquí de nuevo se nos acaban los calificativos: el mejor movimiento del mercado, la perfección en este campo hecha TV. Es realmente bueno. Es prácticamente imposible encontrarse con artefactos o problemas de objetos que se «parten» fruto de la invención de los frames; además podemos gestionar la suavidad a nuestro gusto sin aparecer efecto telenovela por ningún lado.
Como todo en Sony, es muy natural, muy orgánico; ayuda al movimiento sin destruir ese movimiento típico de cine. Además, este año se ha perfeccionado aún más el filtro de Homogeneidad, separándolo en dos filtros: uno para fuentes 24 frames (películas y series) y otro para 50 y 60 frames (TDT, satélite, vídeos, etc.), pudiendo así configurar de forma mucho más personalizada el movimiento del televisor:
Para acabar con este apartado, nos queda uno de los puntos fuertes del XR: el escalado y procesado de imagen. Lejos de los términos de marketing de moda actuales (todo tiene que estar procesado por «Inteligencia Artificial«) Sony continúa apostando por su sistema de base de datos por objetos. El nuevo procesador crea una especie de campo 3D, aumentando ligerísimamente -pero suficiente- la nitidez de los objetos en primer plano, dando una percepción más real, más como lo percibe el ojo humano.
Muchas veces es complicado encontrar diferencias entre 1080p y 4K, la verdad, al menos en término de nitidez. En este caso, Sony donde marca la diferencia con el resto de marcas es más en canales de muy baja definición (TDT por ejemplo o viejos DVD) donde saca petróleo de donde no lo había.
La nitidez que consigue el XR no lo había visto ni si quiera en los modelos de la propia Sony del año anterior y esto es gracias al nuevo XR Clear Image: una tecnología capaz de detectar la resolución original de la fuente y aplicar, así más mejoras en la imagen. Si lo unimos al excelente Smooth Gradation, podemos concluir que es una de las marcas donde mejor podremos ver el contenido de mala calidad (y el de buena, por supuesto).
Gaming: sin degradación de imagen y con Dolby Vision 120 Hz + modo gaming
Por fin podemos decir que Sony apuesta todo también por el Dolby Vision Juego…lamentablemente, le ocurre igual que a los modos cine: el color no funciona como debería, por lo que os recomendamos mejor optar por juegos en HDR10, dado el enorme brillo de este modelo, no echaréis en falta para nada la solución de Dolby.
Como podéis ver en la foto superior…Sony sigue manteniendo el panel gaming del año pasado. Además, la Bravia 9 es es plenamente compatible con 4K, VRR, HDR…y el local dimming activo a la vez, por lo que los niveles de negro serán los correctos. Y además, no hay ninguna degradación en la imagen para ganar input lag: se ve idéntico a los modos cine.
Si medimos el input lag, ronda los 18 ms tanto en 4K como en 1080p y de 9.7 ms a 120 Hz lo cual está más que bien para jugar, aunque no llega a los niveles extremadamente bajos de sus competidores coreanos. Unos valores realmente impresionantes teniendo en cuenta que tiene que gestionar 1900 zonas más toda la luminancia de los Mini LED.
Conclusiones: una Sony X95L vitaminada
Con este televisor poco resumen más podemos hacer que el que reza el titular: se trata de una Bravia X95L pero vitaminada, especialmente en su sistema de control de las zonas, gracias a que ahora el chip XR puede modular la cantidad de luz que emite cada Mini LED de forma individual, lo que se traslada en una mejora notable en la calidad de imagen percibida.
Por otro lado, Sony ha empaquetado casi todas las características típicas de un televisor de gama alta en esta Bravia 7: Full Array y diodos Mini LED con ese nuevo sistema de zonas, casi 2000 nits de brillo máximo, capa de Quantum Dots, calidad constructiva y un gran sonido integrado. El único pero es que quizá, hoy en día, 480 zonas de atenuación se quedan algo cortas para erradicar al completo el blooming.
En cuanto procesamiento de la imagen también podríamos concluir que el XR sigue reinando sobre el resto de chips de imagen, ofreciendo un escalado exquisito y un movimiento líder del mercado. Aunque en colorimetría viene bien, sigue abusando mucho del azul (más que en otros modelos) en el balance de blancos, algo que que es fácilmente solucionable si calibramos el televisor con Calman AutoCAL, ya que es plenamente compatible con éste.
Para acabar, el mando a distancia es perfecto, se agradece mucho la reducción de tamaño y los dos nuevos botones. Por otra parte Google TV sigue afianzándose como el mejor sistema operativo de TV, donde todo se mueve perfectamente fluido, sin lag ni problemas de rendimiento alguno. Cuenta, además, con soporte para Google Assistant, Chromecast, Airplay 2 y soporte eARC y un largo etcétera.
En términos de videojuegos, por fin llega el soporte Dolby Vision Juego y/o 120 Hz, aunque por otro lado, seguimos en pleno 2024 con solo dos puertos HDMI 2.1, a estas alturas todos los televisores deberían tener ya 4 puertos HDMI 2.1 en nuestra opinión y más una gama tan top como esta
Sus puntos negativos más claros son los malos ángulos de visión y un filt.ro antirreflejos mejorable, así como algún que otro fallo en el software como que se active solo el sensor de luz o los problemas con Dolby Vision, así como ya hemos indicado un número de zonas de atenuación que podría ser mayor. Eso si, al menos esta vez el precio es mucho más competitivo que el año pasado.
En definitiva, nos encontramos con el que de momento es el mejor televisor que hemos analizado en este 2024, sin apenas puntos negativos y con muchísimos puntos positivos a su favor. Un televisor ideado para consumir contenido HDR y disfrutar más que nunca de las películas, pues su finalidad es ser un monitor de cine pero en gran tamaño. Bravo, Sony.