Seguimos con la resaca de la comparativa de televisores del 2023 y parece que la Sony A95L QD-OLED sigue recibiendo notas sobresalientes allá por donde pasa, como es el caso de nuestros compañeros franceses de lesnumeriques, donde ha obtenido un 5/5 en todas las categorías posibles excepto en la de precio (es un televisor caro, algo que ya sabíamos) y en el de consumo energético.
Cabe recordar que Sony ha puesto toda la carne en el asador en este año para dotar a su estrella del año de lo mejor de lo mejor: panel QD-OLED de segunda generación, nuevo chipset Pentonic , mejoras notables en el procesamiento de imagen gracias a varias tecnologías como la revolucionaria XR Clear Image que detecta la señal original de la fuente para procesarla correctamente, un pico de brillo mucho más alto y un sin fin más de mejoras que iremos viendo a continuación.
Llegan las primeras reviews de la Sony A95L QD-OLED y confirman que es el mejor televisor del 2023
Con esta sería ya el segundo análisis pormenorizado de esta Sony Bravia A95L que confirma lo mismo: es una auténtica pasada. Aunque mucho se ha especulado acerca de un aumento significativo de brillo, lo cierto es que más o menos y según las mediciones de lesnumeriques, el brillo es similar al de su hermana (pues comparten panel), la Samsung S95C: aproximadamente unos 1350 nits al 10% en modos cinéfilos (2000 en modo vívido durante pocos segundos), aunque baja algo más a pantalla completa, rozando los 220-230 nits.
En cuanto a colorimetría, Sony sigue apostando por un punto de blanco más azulado que el resto de marcas y que se aleja del estándar del cine impuesto por Hollywood: en lugar de los famosos 6500 grados kelvin (D65), la A95L sube de serie hasta unos 7000, algo que se deja notar en un cierto tono azulado del balance de blancos, tanto en SDR como en HDR y Dolby Vision -en sus respectivos mejores modos de fábrica, claro está-:
Aún así, gracias a la combinación del uso de un panel OLED junto a los Quantum Dots, dan como resultado una cobertura cromática del 100% del espacio de color DCI-P3 y un 91% del BT2020, algo más importante de lo que parece a simple vista, gracias a que el televisor es capaz de mantener una altísima saturación de colores a la vez que muestra picos de 1350 nits, algo que solo los modelos QD-OLED pueden hacer. Y hablando de QD-OLED, los revisores destacan también la uniformidad perfecta y la ausencia de defectos como el overshoot.
Siguiendo con términos de imagen, el seguimiento de la curva EOTF es muy bueno aunque curiosamente en esta primera review confirman que viene ligeramente lavada (o levantada) a partir de la zona media, algo que ocurre en todas las A95L que aún no han recibido la actualización de firmware del día 1 -aún no disponible en algunos países-, al actualizarse, el seguimiento vuelve a ser esencialmente perfecto:
También se puede confirmar, al igual que ocurrió en el shootout de Value Electronics, que como todas las Sony Bravia de la última década, levanta excesivamente el detalle en sombra, dando la sensación a veces de verse la imagen excesivamente lavada, perdiendo contraste por el camino. Es algo que Sony hace para mimetizarse mejor con el nuevo monitor de masterizado, el HX310, que no es OLED y por tanto algunas veces no muestra un nivel de negro perfecto.
El nuevo procesador XR hace magia: es para quitarse el sombrero
Si de algo hace gala Sony es de ser el rey del procesamiento de imagen. Pero siempre dentro de unos parámetros totalmente cinéfilos. Con ello queremos decir que, el motor de movimiento, escalado y limpieza de la imagen son muy notorios pero no tienen efectos adversos en la imagen. El filtro de gradación suave elimina el banding de color de la compresión de la imagen pero no elimina el detalle de la misma. El movimiento se ve fluido pero no acelerado y el material comprimido se ve mejor que nunca pero no aparece un efecto pastel.
En el campo del HDR, la imagen es realmente impactante y con unos detalles en las altas luces que son de lo mejor que se ha visto, gracias en parte al espectacular mapeador de tonos que usa este modelo, gobernado por el chip XR de nueva generación, capaz de recuperar hasta el último detalle brillante pero nunca a costa de bajar el brillo general y/o quemar la imagen. Lo mismo ocurre con la implementación excelsa del Dolby Vision, la mejor que ha hecho Sony en su historia.
Por último, otro aspecto muy destacable este año es la capacidad del nuevo XR de detectar el origen de la señal. Es decir, si nosotros mandamos una señal 480p de mala calidad a través de un reproductor que lo está escalando a 4K, el televisor sabe que esa imagen es realmente 480p y lo tratará como tal, aplicando las mejoras en escalado y procesamiento de imagen necesarias, algo que nunca se había visto hasta ahora en la industria.
Para acabar, este año pese a que como decimos Sony estrena el Mediatek Pentonic, un procesador mucho más potente y moderno y con varias mejoras, seguirá contando solo con dos puertos HDMI 2.1, éstos por fin podrán permitir jugar a Dolby Vision y 120 Hz (además de HDR, VRR, G-Sync, Freesync Premium, etc.).
Cabe recordar que la Sony Bravia A95L QD-OLED ya puede comprarse en España (pre-reserva) a unos precios recomendados muy altos, con disponibilidad inmediata de los modelos de 55 y 65 pulgadas (la de 77 llegará, probablemente, a mediados de octubre). En concreto los precios oficiales de lanzamiento en España, según las pulgadas, son los siguientes:
- Sony A95L de 55 pulgadas: 3.499 euros
- Sony A95L de 65 pulgadas: 3.999 euros
- Sony A95L de 77 pulgadas: 6.499 euros
Fuente: lesnumeriques