Si eres dueño de un smartphone Android relativamente nuevo o de gama alta, es probable que recibas al menos cuatro años de actualizaciones de software y soporte. Sin embargo, los dispositivos más antiguos podrían estar al final de su ciclo de vida. Entonces, ¿qué sucede una vez que tu terminal es demasiado antiguo para recibir actualizaciones?
Se acaba el soporte de tu terminal Android
Si adquiriste un flamante Samsung Galaxy Note 10 en 2019, su última actualización de software fue en 2023, y es momento de considerar una actualización. Todos los dispositivos Android eventualmente dejarán de recibir actualizaciones a medida que envejecen. Teóricamente, tu teléfono seguirá funcionando como siempre, pero no recibir actualizaciones tiene sus desventajas y riesgos inherentes.
Lamentablemente, muchos teléfonos Android más antiguos o de gama media solo reciben alrededor de 2 a 3 años de actualizaciones de software, en lugar de cuatro o más como los modelos más nuevos. Para empeorar las cosas, no existe un cronograma generalizado en la industria. Mientras que el Pixel 8 de Google recibirá ocho años de soporte en total, los Pixel más antiguos solo obtienen tres años de actualizaciones del sistema operativo Android y cinco años de parches de seguridad y mantenimiento. Un verdadero lío.
El caso es que el tiempo pasa para todos, y eso incluye a tu teléfono Android. Eventualmente, Google, Samsung, Motorola, OnePlus y el resto dejarán de brindar soporte a tu dispositivo con actualizaciones importantes del sistema operativo. Esto significa que no podrás actualizar a Android 16 o Android 17 cuando lleguen, y te perderás de nuevas funciones clave.
Sin actualizaciones del sistema, pero sí de seguridad y mantenimiento
Es importante conocer la diferencia entre las actualizaciones del sistema operativo (OS) y las de mantenimiento y seguridad. Tu teléfono dejará de recibir las principales actualizaciones, las primeras, y luego hará lo propio con las segundas pasado un tiempo. Así es la forma de proceder de los fabricantes (esto es así tanto en Android como en iOS).
Generalmente, una vez al año los teléfonos con el sistema operativo de Google reciben una gran actualización del sistema operativo, siendo más numerosas y amplias las propias de seguridad. Un ejemplo es que el Pixel 5 aún recibe actualizaciones de mantenimiento y seguridad, pero no disfrutará Android 15. Otro ejemplo de lo que decimos es que los modelos Samsung lanzados en 2020, como el Galaxy S20, no recibirán más actualizaciones del sistema operativo, pero sí recibirán esos importantes parches de seguridad y correcciones de errores.
Básicamente, lo que ocurre es que las nuevas versiones del sistema operativo con todas esas divertidas funciones nuevas llegan a su fin. Afortunadamente, a lo largo del año, recibirás actualizaciones mensuales, bimensuales o trimestrales de seguridad y mantenimiento para mejorar tu dispositivo y mantenerlo seguro. Y estas últimas actualizaciones son, en realidad, más importantes que la última versión de Android.
Eso sí, una vez que un teléfono alcanza oficialmente el final de su vida útil para el fabricante, todas las actualizaciones se detendrán. Ya no recibirás nuevas funciones, ni verás actualizaciones ocasionales de parches de mantenimiento. Y esto sí que resulta problemático por un claro motivo: la seguridad.
Riesgos de utilizar teléfonos que no se actualizan
Los mayores riesgos a considerar una vez que tu teléfono es demasiado antiguo para recibir actualizaciones son los de seguridad y rendimiento en general. Cuando ejecutas una versión desactualizada de Android en un teléfono antiguo, pueden ocurrir muchas cosas.
En primer lugar, las características futuras o las actualizaciones de aplicaciones pueden no ser compatibles con versiones antiguas de Android, lo que significa que las aplicaciones no funcionarán completamente. El rendimiento y la duración de la batería pueden disminuir con el tiempo, etc. Más importante aún, esas frecuentes actualizaciones de seguridad corrigen vulnerabilidades críticas y problemas de API en tu dispositivo (de permisos y script). Las amenazas, malware y virus cambian constantemente, surgen nuevas formas de ataque y los teléfonos más antiguos pueden volverse rápidamente susceptibles.
Contar con un teléfono actualizado es una de las mejores formas de evitar problemas de seguridad en Android. Entonces, si estás utilizando un dispositivo que es demasiado antiguo para recibir actualizaciones o que ya no cuenta con el respaldo del fabricante, te estás exponiendo a todas esas situaciones. Cuanto más tiempo uses ese teléfono obsoleto, más expuesto estarás… y, actualmente, es mejor prevenir que lamentar.
El cambio de teléfono Android es algo a valorar
En este contexto, la opción más lógica es considerar la actualización a un nuevo teléfono Android que ofrezca no solo las últimas características del sistema operativo, sino también un hardware más potente y eficiente. Los modelos más recientes no solo proporcionan un rendimiento superior, sino que también garantizan una mayor seguridad con las últimas actualizaciones de software y parches de seguridad.
Al elegir un nuevo dispositivo Android, es crucial tener en cuenta el ciclo de vida del producto y la política de actualizaciones del fabricante. Optar por uno que goce de un periodo extendido de soporte y actualizaciones garantiza una experiencia más duradera y una mayor protección contra amenazas cibernéticas.
En resumen, ante la realidad de un teléfono que ya no recibe soporte, la consideración de una actualización se convierte en una medida preventiva y sensata. Al hacerlo, no solo te beneficiarás de las últimas innovaciones tecnológicas, sino que también protegerás tus datos y garantizarás un rendimiento óptimo en un mundo digital en constante evolución.