Parece que Samsung quiere seguir apostando todo a la tecnología OLED. Sus televisores QD-OLED serán más económicos que nunca gracias a un proceso de reciclaje y recuperación de la tinta de los Quantum Dots, como vimos el otro día; pero sigue -como todo televisor OLED- con problemas de degradación con el paso del tiempo, especialmente acusado en un función de la temperatura que alcancen los diodos. Y como bien sabemos, inmersos en la actual guerra de nits, podría acarrear más de un problema.
Hay varias investigaciones en curso para mejorar la vida útil de un televisor OLED, pero ha sido ahora cuando a las puertas de varias innovaciones como TADF, la llegada de PhOLED, emisores rojos, etc., cuando las investigación de las grandes empresas están dando sus frutos. Y así ha sido en esta ocasión, con mejoras de entre el 50 y el 70% de la vida útil de los diodos orgánicos gracias a la investigación llevada a cabo por Samsung y la Universidad Nacional de Seúl.
Una mejora del hasta 70% en los paneles OLED gracias a Samsung
Aunque no se ha aclarado de forma explícita, suponemos que estas mejoras se acabarán aplicando a los paneles QD-OLED de Samsung -aunque técnicamente nada impediría que se llevara a cabo también en paneles WOLED-. Junto con la Universidad Nacional de Seúl, Samsung ha llevado a cabo una investigación donde se han identificado un mecanismo crítico detrás de la degradación del rendimiento de los dispositivos OLED: el mecanismo de extinción interfacial excitón-polarón.
Los investigadores han propuesto un mecanismo en el que los excitones de la capa emisora de luz se extinguen por las cargas acumuladas en la interfaz. A continuación, han realizado experimentos que han observado este fenómeno de forma independiente, identificando tres factores clave: barrera interfacial, distancia excitón-polarón y tiempo de vida del excitón.
El equipo descubrió que este fenómeno ocurre de forma universal, independientemente del color de la luz emitida por el OLED (rojo, verde o azul) o del tipo de mecanismo de emisión (fosforescencia, fluorescencia y fluorescencia retardada, o TADF), lo que lo convierte en un factor decisivo en la reducción de la eficiencia del panel. Al controlar este fenómeno, el equipo logró un aumento de la eficiencia de más del 50% para los OLED fosforescentes rojos, verdes y azules y extendió la vida útil de los OLED azules en más del 70%.
TADF, Tándem OLED o PhOLED junto con la mejora de la vida útil: los televisores OLED del futuro
Junto con este reciente avance de la mano de Samsung, el combinarlo con alguna de las tecnologías que están por llegar, podría ser la clave para reducir el consumo energético y aumentar enormemente la vida útil de los próximos televisores OLED.
Los subpíxeles OLED se basan en la emisión de luz propia. Es decir, cada uno de ellos puede encenderse o apagarse a voluntad. Esa luz puede dividirse en dos tipos: fluorescencia y fosforescencia (PHOLED y TADF). Las pantallas OLED actuales, incluidos los televisores, ya usan fosforescencia para el rojo y el verde, pero el azul sigue siendo fluorescente. Y aquí entra las nuevas tecnologías en juego.
Cambiar de OLED azul fluorescente con una eficiencia luminosa interna del 25 % a OLED azul fosforescente (PHOLED) o a una roja/amarilla (TADF) con eficiencias luminosas internas del 100 % puede mejorar significativamente la eficiencia energética, lo que lleva a un menor consumo de energía, un mayor brillo o una combinación de ambos. Y también una mejora en la vida útil de entre el 10 y el 15%.
Si unimos estos avances a la mejora de la vida útil que ha descubierto Samsung, podríamos estar ante la solución definitiva a la degradación de los diodos OLED, consiguiendo así televisores casi eternos, con mejor vida útil, brillo y un menor consumo energético.
Fuente: OLED-Info