Scarlett Johansson ha acusado públicamente a OpenAI de utilizar sin permiso su voz para un nuevo modelo de ChatGPT. La conocida actriz ha confirmado que, después de rechazar una oferta para prestar su voz al asistente conversacional de OpenAI, la compañía replicó su tono característico de manera ilegal.
El desarrollo de la controversia
La semana pasada, OpenAI presentó una nueva interfaz conversacional para ChatGPT, que incluía una voz sintética sorprendentemente similar a la de Johansson en su papel de la inteligencia artificial Samantha en la película ‘Her’. Sin embargo, este lanzamiento fue rápidamente retirado durante el fin de semana, supuestamente debido a las acciones legales iniciadas por Johansson.
El lunes, Johansson emitió una declaración donde afirmaba que había obligado a OpenAI a dar marcha atrás, después de que sus abogados exigieran aclaraciones sobre cómo se había creado esta nueva voz.
La declaración de Johansson, compartida con WIRED por su publicista, nos dice que el CEO de OpenAI, Sam Altman, le pidió en septiembre que cediera su voz para el nuevo ChatGPT. Sin embargo, ella rechazó la oferta. Johansson se mostró sorprendida y enfadada al descubrir que la compañía había lanzado una voz que sonaba casi idéntica a la suya.
«Cuando escuché la demo de lanzamiento, me quedé impactada, enfadada e incrédula de que el Sr. Altman hubiese optado por una voz tan parecida a la mía, tanto que mis amigos más cercanos y varios medios no pudieron notar la diferencia», declaró Johansson. Además, señaló que Altman parecía promover la conexión entre la demo y su actuación al tuitear «Her» en referencia a la película, el pasado 13 de mayo.
Scarlett Johansson ha tomado acciones legales
Scarlett Johansson informó que su agente fue contactado por Altman dos días antes de la demo de la semana pasada, pidiéndole que reconsiderara su decisión de no trabajar con OpenAI. Tras ver la demo, Johansson contrató a un equipo legal para que solicitara detalles a OpenAI sobre cómo se había creado la nueva voz.
La declaración sugiere que esta acción legal condujo al anuncio de OpenAI el domingo en una publicación en X, donde declararon haber decidido «pausar el uso de Sky», el nombre que la compañía dio a la voz sintética. Además, publicaron un post en su blog detallando el proceso de creación de la voz, afirmando que «La voz de Sky no es una imitación de Scarlett Johansson sino pertenece a otra actriz profesional utilizando su voz natural.»
Sam Altman, en una declaración proporcionada por OpenAI, aseguró que la voz de Sky no estaba destinada a parecerse a la de Johansson y que la actriz detrás de la voz fue contratada antes de que contactaran a Johansson. «Por respeto a la Sra. Johansson, hemos pausado el uso de la voz de Sky en nuestros productos. Lamentamos no haberlo comunicado mejor», añadió Altman.
El conflicto con Scarlett Johansson se suma a las batallas legales en curso de OpenAI con artistas, escritores y otros creativos. La compañía ya está defendiendo varios juicios que alegan el uso inapropiado de contenido con derechos de autor para entrenar sus algoritmos, incluyendo demandas de The New York Times y autores como George R.R. Martin.
La tecnología de IA generativa ha facilitado mucho la creación de voces sintéticas realistas, presentando nuevas oportunidades y amenazas. En enero, los votantes de New Hampshire recibieron llamadas automáticas con un mensaje de voz deepfake de Joe Biden. Por otro lado, en marzo, OpenAI anunció que había desarrollado una tecnología capaz de clonar la voz de una persona a partir de un clip de 15 segundos, aunque dijeron que no dejarían libre la tecnología con motivos de su potencial mal uso.