Parece ser que la LG OLED G3 es una caja de sorpresas. No solo han conseguido sorprender al mundo entero con un brillo cegador -compitiendo ya con las mejores LED del mercado en este campo-, si no que ahora además sabemos que este aumento de brillo no viene solo, si no que tal y como dijeron en el CES de enero, el modelo G3 cuenta con una sorprendente saturación de color para tratarse de un panel WOLED. ¿Cómo lo han hecho? os lo intentamos explicar en este artículo.
El secreto de la LG OLED G3 para ofrecer los impresionantes colores de un televisor QD-OLED
La teoría es simple: un panel WOLED utiliza todos los subpíxeles blancos (unos 8 millones 300 mil) para generar el brillo. Éste pasa por una capa que contiene un cristal de color rojo, verde y azul (filtro) para generar el color, además del propio subpíxel blanco que pasa sin filtrar.
Para SDR, el filtro es suficiente ya que aunque el color esté formado por el blanco más el rojo, verde y azul filtrados, no se va a notar la actuación del subpíxel blanco lavando el volumen de color, ya que el SDR tiene un brillo máximo de entre 100 (norma) y 200 (entorno iluminado).
El problema viene con el HDR, donde ahora el pico de brillo máximo lo establece el contenido (las películas y series), que vienen masterizadas en 1000, 4000 o 10000 nits (muy raramente). Aquí, por desgracia, el brillo que pasa por los filtros rojo, verde y azul solo puede producir unos 600-700 nits de color, lo demás hasta llegar al pico máximo de brillo que emite el panel (1500 nits en el caso de la G3) es puro blanco, lavando así el color cuando el objeto es muy brillante.
Las QD-OLED y otro tipo de paneles OLED RGB, como veis en la foto superior, no tienen este problema, ya que o bien los píxeles directamente pueden emitir el rojo, verde y azul (OLED RGB), o son azules y éste incide en los Quantum Dot para generar el verde y rojo puros (QD-OLED), no existiendo subpíxel blanco en la emisión que cause problemas. Aunque paradójicamente se ha demostrado que el subpíxel blanco puede ser positivo para evitar retenciones y quemados al no emitir color per se.
El secreto de la LG OLED G3 en color: la suerte del creador y la nueva electrónica
Aquí entramos en la explicación de cómo ha logrado sortear el problema, que básicamente se dividiría en dos partes. Antes de entrar en ellas, hay que tener en cuenta que el color al que llega un panel WOLED es porcentual. Es decir, siempre será de un 45% del total del brillo al que llegue. Por ejemplo la LG OLED G2 llega a emitir 1000 nits de brillo, luego el color en esa situación de brillo será del 45% de éste, es decir, unos 450 nits de color y los 550 restantes de puro blanco. Pero…la G3 da 1500 nits, luego nos dará unos 675-700 nits de color.
Este primer punto es clave para entender que el contenido actual no suele emitir elementos extremadamente brillantes y saturados a la vez, por lo que ahora el televisor cubre mejor el rango de elementos de entre 450 y 700 nits, donde antes era pura luz blanca. Esto se une a que, actualmente, el 99% del contenido -o más- solo emite en el espacio de color más pequeño que permite la UHD: el famoso DCI-P3, donde las LG OLED cubren ya el 100% del color sin incidir el subpíxel blanco, por lo que ya tendríamos solucionado parte del problema.
El otro pie donde se apoya este año el televisor es en una electrónica mejorada. Como comenta Vincent Teoh en su review de la LG OLED G3, parece ser que la G3 realiza complejos cálculos en tiempo real en función de la escena o incluso del frame. Estos cálculos no son medibles con patrones estáticos y una sonda, lo que explicaría por qué al hacer mediciones la cobertura cromática es idéntica a la del año pasado.
Estos cambios realizados por el nuevo procesador Alpha 9 de sexta generación se encargan de saturar más el color (especialmente los más sensibles al ojo humano: los primarios y secundarios así como colores como el de las pieles); cuanto más brillante es un elemento, asemejándose mucho así al color producido por un OLED RGB puro o un QD-OLED.
Podemos ver todo esto en el ejemplo de arriba, donde claramente podemos ver a la izquierda una LG OLED G3 sin esta funcionalidad (pues en el modo Juego este procesamiento que realiza el televisor está desactivado para favorecer al input lag), mientras que en modo FILMMAKER a la derecha ante la misma escena y en ambos casos en HDR, la saturación del color es mucho mayor, mimetizándose casi a la perfección con un televisor QD-OLED. La guerra de televisores de 2023 ha comenzado, ¿quien la ganará?