‘Segunda muerte’ ha emitido este pasado jueves 27 de junio su último capítulo. Con la vuelta de Álex Rodrigo a la cabeza de la dirección, el tercer acto retoma las pretensiones investigativas para resolver, de una vez por todas, el asesinato doble de Juliana Cobián y su hija Soledad.
Empezamos con un resumen de los hechos que llevará implícitos spoilers de lo ocurrido hasta ahora en la serie (¡OJO! Si no quieres que te la jorobemos, deja de leer ahora).
Retomamos la trama justo después de que Castro se entregue ante la Guardia Civil como culpable del asesinato de Isidro, que en realidad perpetró Sandra, protagonista de la serie, novia del joven y madre de su hijo. Castro, que ayudó a Sandra a deshacerse del cuerpo, es capaz de dar a los agentes la localización exacta de éste y del arma del crimen, lo cual le gana el re-ingreso en la cárcel inmediato tras haber terminado una condena por tráfico de drogas hace no menos de una semana. Sandra y Tello, su padre, se proponen resolver el caso de Juliana y Soledad, esperando así encontrar culpable a Isidro y que ello justifique su asesinato ante los ojos de la ley.
Lo primero que vemos en el capítulo es a Tello yendo a visitar a Castro a la cárcel para hacerle partícipe de su estrategia. La corta conversación que mantienen hace que Tello dude de todo lo que cree saber sobre el joven, a quién él mismo metió en la cárcel hace años por afán de alejarlo de la vida de su hija y su nieto.
Sin embargo, Tello (en la que probablemente sea la primera vez que se sienta a hablar con Castro) descubre que el novio de su hija es un hombre honrado que está dispuesto a pasar su vida entre rejas, cumpliendo condena por un crimen que no ha cometido, si ello puede asegurar el bienestar de Sandra y de Dani.
Tello abre entonces los ojos y se entrega a la investigación, poniendo en práctica todo aquello que ejerciera durante años como agente de la UCO. Hombre de acción jubilado forzosamente, «La montaña« se re-activa buscando una resolución al crimen, algo que, además, le acerca a su hija y parece reparar, momentáneamente, una relación rota años ha. Así, Sandra y Tello remueven cielo y tierra buscando una pregunta de la que creen saber la respuesta: y, sin embargo, ninguna de las piezas encaja. La policía pone impedimentos en la investigación, pero ello les para, decididos a encontrar la clave para liberar a Castro.
Re-aparecen Claudia Cobo, Marina, Jano, el Amarillo y la familia Seitén, en un continuo juego de acusaciones que termina con el hijo más joven de los últimos, Rodrigo, suicidándose en medio del interrogatorio, llevado por la culpa. El capítulo termina con Sandra y Tello llegando, simultáneamente, a la misma conclusión en dos lugares distintos: el hombre que llevan buscando todo este tiempo es Jano Lavín, esposo de Marina Cobián y cuñado de Juliana. Jano golpea a Tello en la base del cráneo, y el ex-agente se queda, inmóvil, en el suelo mientras sangra.
La pantalla se funde a negro en un cliffhanger que tendremos que esperar hasta el 4 de julio para ver resuelto.
Crítica de «Viento del norte», penúltimo capítulo de ‘Segunda muerte’
La vuelta de Óscar Pedraza al timón marca la diferencia en un arranque de tercer acto que parece re-encontrarse a sí mismo. Sandra recupera sus inquietudes detectivescas con la resolución de un misterio que parece estar motivada por la salida de Castro de la cárcel, pero que en realidad responde más a saciar su sed de acción y estímulo intelectual. A Tello la vuelta al trabajo le rejuvenece, haciendo así desaparecer mágicamente todo el rastro de Párkinson que se anunciaba en el capítulo cuatro.
Las interpretaciones recobran organicidad en este capítulo, aunque el guión de Agustín Martínez tiene un afán por meter dos o tres frases grandilocuentes y sentenciadoras por capítulo, que no terminan de encajar dentro de las escenas ni en el código general de la serie. Los planos están más cuidados que en los dos capítulos anteriores, con una fantástica secuencia del típico «tablón de pistas» del thriller policíaco que, al llevarse la policía todas las pruebas de casa de Sandra, queda vacío. Sin embargo, la memoria eidética de la joven nos regala una de las mejores escenas de la serie.
El problema principal de «Viento del norte» es la poca congruencia que guarda con los capítulos anteriores. Dani, el hijo de Sandra, desaparece tan pronto como su presencia molesta; Claudia Cobo reaparece de la nada (de Santander) tan pronto como la narrativa la necesita, y varios personajes mencionados de pasada hace tres o cuatro capítulos (Jano, Rodrigo y su padre) adquieren repentinamente un rol fundamental para el desenlace.
Sabiendo que este es el mecanismo que emplea su desenlace, ‘Segunda muerte’ se podría haber beneficiado de una emisión única, permitiendo así que veamos todos los capítulos de una y podamos unir caras, personajes y familias con más facilidad.
La fotografía de la serie se mantiene en su espectacular línea siendo esta, junto a la edición de la imagen y a la dirección de arte, los puntos fuertes del thriller cántabro. Merece que dediquemos un párrafo a hablar de estas dos últimas disciplinas: la edición hace de la inmersión que llevan a cabo Sandra y Tello en la destilería de orujo de los Setién un pasaje de colores entre lo mágico y lo tenebroso, mientras que el departamento de arte de la serie se ha encargado de que la casa de Sandra sea cálida, un verdadero hogar, laberíntico y con personalidad.
Aunque echamos de menos cierto elemento de realismo mágico que parecía incitarse en la trama con las continuas menciones al ojáncanu de los dos primeros capítulos, nos complace confirmar que la serie ha recuperado su razón de ser, y cada semana estamos más cerca de resolver el misterio de la doble muerte de Juliana, que da nombre a la ficción. ‘Segunda muerte’ llega a su fin el jueves 4 de julio, con su sexto y último capítulo, en Movistar Plus+.